Philip Trower, La Iglesia Católica y la Contra-fe -y 24
La Iglesia Católica y la Contra-fe: Un estudio de las raíces del secularismo moderno, el relativismo y la descristianización
Por Philip Trower
Contenidos
Parte 1. La civilización occidental en los siglos XX y XXI: creencias centrales
Capítulo 1. Por favor use la puerta principal
Capítulo 2. ¿Qué fue la Ilustración?
Capítulo 3. Las denominaciones
Capítulo 4. El progreso perpetuo
Capítulo 5. Los principios de 1789
Capítulo 6. La salvación por la política
Capítulo 7. Los derechos humanos y los males humanos
Parte 2. Influencias secundarias
Capítulo 8. El cambio al sujeto humano en filosofía
Capítulo 9. El existencialismo: Heidegger y Sartre
Capítulo 10. El personalismo: Buber, Marcel y Scheler
Capítulo 11. El personalismo: Maritain y Mounier
Capítulo 12. La idea evolutiva
Capítulo 14. Mayormente sobre Freud
Capítulo 15. Principalmente acerca de Jung
Capítulo 16. El hombre en plural
Capítulo 17. Las palabras y su significado
Capítulo 18. El encuentro con el protestantismo
Capítulo 19. Barth y la neo-ortodoxia
Parte 3. Impacto dentro de la Iglesia: un teólogo y la liturgia
Capítulo 21. El traje del emperador
Capítulo 22. Desnudo pero no avergonzado
Capítulo 23. El cambio litúrgico: el contexto histórico
CAPÍTULO 24. LA NUEVA LITURGIA
Podemos resumir lo que sucedió una vez que Roma decidió dar más o menos rienda suelta a los techniciens [técnicos], bajo tres títulos: Lo que pidió el Concilio; Lo que hizo el Consilium (la comisión para implementarlo); Cómo todo esto fue entendido y aplicado en los niveles nacional y diocesano.
Lo que pidió el Concilio
“La reforma de la liturgia en el espíritu del movimiento litúrgico no era", nos dice Ratzinger, “una prioridad para la mayoría de los Padres", y él incluye entre ellos al Papa Pablo. Muchos, continúa, “ni siquiera la consideraban… La liturgia y su reforma, desde el fin de la Primera Guerra Mundial, se habían convertido en una cuestión apremiante sólo en Francia y Alemania". Tampoco el hecho de que la liturgia “se convirtiera en el primer tema de las discusiones del Concilio” se debió a que los Padres del Concilio estuvieran particularmente interesados en ella. Fue una movida táctica del partido de la reforma para evitar que otros temas fueran discutidos hasta que los borradores de los documentos de esos otros temas hubieran sido reescritos. Ninguno de los Padres, continúa Ratzinger, habría visto el texto que finalmente aprobaron como “una ‘revolución’ que significaba el ‘fin de la Edad Media’, como algunos teólogos sintieron que debían interpretarlo posteriormente”255.
Debido a esto, Sacrosanctum Concilium, el decreto [o la constitución] sobre la liturgia, fue un documento relativamente moderado. Como hemos visto, sólo estableció principios generales, y para la mayoría de los Padres Conciliares que votaron a favor de esos principios, sin duda, nada podría haber sonado más razonable que aumentar la participación de los laicos, simplificar un poco los ritos para hacer más evidente su significado, y permitir un grado de la lengua vernácula. Ellos deben de haber asumido que todo esto se podría realizar de un modo relativamente fácil con algunas modificaciones de los textos existentes y la introducción de cosas como “oraciones de petición", procesiones de ofrendas, lectores laicos para los textos bíblicos no evangélicos y aclamaciones ocasionales de la congregación. Sin embargo, todos estos principios generales eran susceptibles de grados de interpretación.