17.12.25

Alejandro Vega, famoso actor cómico argentino, dedica su tiempo libre a la catequesis y a la caridad

Alejandro Vega, actor cómico argentino que tuvo gran popularidad en su país, llegando su fama a Estados Unidos. Nacido el 22 de noviembre de 1956, en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, República Argentina. Desde el año 1976 hasta 1979, estudios de teatro la Escuela de Teatro de La Plata. Y desde 1980 hasta 1987 cursos de actuación con el conocido actor y maestro argentino Héctor Bidónde, discípulo de Lee Strasberg.

Hoy tras su paso por el campo educativo y de locutor de radio está retirado. Tras su conversión está muy entregado a la catequesis y a las obras de caridad.

¿Cómo nace su vocación de actor y cómico?

Por necesidad económica, éramos muy pobres, y quería ganar mucho dinero rápido para comprarle una casa mi madre, y desde los 10 años trabajaba en un taller electromecánico en la Ciudad de La Plata, Argentina. Cuando cumplí los 20 años, deje el trabajo y comencé a estudiar teatro; Siempre llamaba la atención de la gente haciendo reír…y así llegue a ser un actor cómico conocido en la televisión, radio y teatro en Argentina en los años 90.

Cuando comencé en el año 1993, en el mes de mayo, a trabajar en televisión, me reía de mi mismo y decía en directo: yo no soy actor, soy mecánico, qué bueno que es Dios. Siempre tuve problemas de concentración y para memorizar textos en el colegio, por eso cuando comencé a salir en la tele en vivo y en directo, como me olvidaba los guiones tenía que improvisar todo el tiempo. Comencé en el mes de mayo de 1993 y en diciembre de ese año ya tenía un contrato en exclusividad. Y en teatro, no solo no podía memorizar el guion, sino que además era muy tímido y no me gustaba que me mirasen ensayar. Siempre recuerdo a un gran director y un gran ser humano, Hugo Sofovich (fue un oasis para mi dentro de un medio muy difícil), que cuando yo ensayaba el comentaba “A Veguita la crítica teatral lo va a destrozar”. Fui el cómico mejor valorado de esa obra…

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16.12.25

María G.: “Al dejar los sacramentos te enfrías pronto y el enemigo viene a por ti al verte desprotegido”

María G., madre de familia argentina y profesional del sector turístico, relata su testimonio de conversión en Ibiza, ciudad en la que se había alejado de la fe. Un día en el que sentía que todo iba mal, recordó cómo se sentía feliz cuando tenía mucho menos pero iba a Misa y rezaba. Entonces buscó un rosario que le habían regalado y lo tenía guardado y empezó a rezarlo. A partir de ese momento nuestra queridísima madre María, le fue llevando poco a poco a Jesús, a reconocer sus pecados y a una profunda conversión.

¿Cómo se fue enfriando en la fe al llegar a Ibiza?

Yo vengo de una familia católica. En aquel entonces me vine a España para trabajar para un Tour Operador muy importante como guía de receptivo y me encontré al principio mucho trabajo y poco espacio para mi vida personal y también un entorno de fiesta alejado de la fe cristiana. Me introduje completamente en ese mundo y poco a poco fuí olvidando mis valores cristianos.

¿Por qué empezó a dejar de ir a Misa los domingos?

Debido al trabajo, el domingo era el día en que teníamos más salidas y llegadas y me pasaba el día entre el aeropuerto y los hoteles, con lo cual dejé de ir a Misa.

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15.12.25

Pablo Lope Sagarra reflexiona sobre la heroica misión de los capellanes españoles en el Frente ruso

Pablo Lope Sagarra Renedo, nacido en Valladolid en 1969, está casado y tiene seis hijos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid y doctor en Historia por la Universidad San Pablo CEU de Madrid. Desde 1994 pertenece al Cuerpo Superior de Administradores de la Junta de Castilla y León y ha trabajado en puestos en la administración pública en las comunidades de Castilla y León y de Murcia.

En esta entrevista analiza la misión de los capellanes españoles en el Frente ruso, dentro del libro División Azul. Hablan los especialistas. Desmontando la leyenda negra antidivisionaria. Un libro de Laus Hispaniae, coordinado por Juan Negreira Parets.

¿Por qué decidió estudiar a fondo el tema de los capellanes católicos en la División Azul?

Lo primero, gracias Javier Navascués por brindarme la oportunidad de compartir esta historia de los capellanes divisionarios, preciosa por lo que supuso de entrega y de sacrificio por Dios ―por las almas, por el pueblo fiel― y por España, en un escenario tan duro, como fue el de la campaña de Rusia durante la Segunda Guerra Mundial.

Lo segundo, decir «capellanes católicos» en la División Azul es una tautología. La División Azul fue unidad de combate expedicionaria y voluntaria, organizada por el gobierno español surgido de una guerra civil como la española que fue vivida como cruzada en el sentido pleno, religioso del término por el bando nacional victorioso ―así fue bautizada por la autoridad eclesiástica, la jerarquía católica en España― aunque evidentemente dicha guerra no fue solo una cruzada; fue también una guerra en la que se ventilaron intereses de orden económico, social, político y territorial. Por consiguiente, los capellanes de la División Azul solo podían ser católicos.

¿Por qué ha investigado sobre los capellanes en la División Azul y en las Escuadrillas Azules?

Por un motivo personal-familiar ya que siempre he admirado a un tío abuelo mío, Cruz Omaechevarría Martítegui, sacerdote secular, quien ejerció de capellán militar durante la Guerra Civil en el llamado Ejército de Euzkadi, en un batallón de gudaris. Siempre nos llamó en casa la atención su disposición a ejercer su ministerio entre los nacionalistas vascos, a pesar de que su padre y hermana hubieran sido encarcelados por el gobierno de Aguirre por ser tradicionalistas. Él también lo era, pero cuando fue movilizado por el Gobierno de Euzkadi, por encima de sus sentimientos e ideas, no dejó de atender a las almas de aquellos soldados. La historia de los capellanes de gudaris es digna, también de ser contada.

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14.12.25

La gran estafa del llamado progresismo democrático, un eufemismo que camufla el odio anticlerical

La gran estafa del PROGRESISMO DEMOCRÁTICO es indignante: legalizar por ley el asesinato de los niños en el vientre de la madre ¡Es progreso en derechos!; asesinar por la ley de la eutanasia a persona que lo soliciten; degenerar por ley a niños y mayores mediante perversiones de ideologías de género; legalizar por ley el divorcio; engañar con la amputación de genitales para fingir ser mujer; tolerar todo tipo de falsas religiones aún las más inverosímiles; etc.

Progreso para los malvados es esto y mucho mas. Así vemos como viviendas se ven ocupadas por ladrones de todo pelaje sin moral y educación; nuestras casas han de protegerse con barrotes, puertas blindadas, alarmas antirrobo, etc. Progreso es también dar pagas a inmigrantes que no sabemos de donde vienen. Progreso es ver día tras día como se degradan barrios enteros; robos, violaciones, asesinatos… Las tiendas de comercio han de tener un vigilante de seguridad por los robos continuos; los precios de los alimentos son cada vez mayores; los impuestos son cada vez más abusivos en los regímenes democráticos y triunfa el desempleo, la amoralidad, la falta de educación, el profesorado indigente, etc.

13.12.25

Caballeros legionarios honran a los damnificados por la Dana en la parroquia San Pío X de Algemesí

Los Caballeros Legionarios siempre están al servicio de las buenas causas y dispuestos a ayudar. Desde los pequeños favores cotidianos como ayudarte en una pequeña inundación casera a estar el primera línea en las grandes tragedias naturales. Así lo demostraron en las últimas graves inundanciones que asolaron a nuestra patria.

Recientemente tuvo lugar en Algemesí (Valencia) un emotivo acto litúrgico para honrar la memoria de los fallecidos en la Dana y pedir por sus almas.

Compartimos con ustedes una poesía que habla del agradecimiento a los Legionarios por su labor.

Gracias por venir,
por venir a ayudar.
Sin tenerlo que pedir,
sin tenerlo que reclamar.

Gracias por vuestras manos desnudas
y vuestro corazón abierto,
que nos ofrecieron ayuda
y abrazos de consuelo.

Gracias por compartir el dolor,
y aliviar nuestra pena.
Por suavizar el temor
de una tragedia plena.

Gracias por vuestro altruismo,
por vuestra solidaridad.
Ejemplo de patriotismo
y de vida en sociedad.

Caballeros legionarios
sin temor a la muerte,
el servir y ayudar
es vuestro deber más fuerte.

¡VIVA LA LEGIÓN!