16.12.24

"Cómo se ha prostituido la ciudad fiel, Sión!"

Isaías clama, con voz desgarradora, por la terrible perversión de la Ciudad Santa por excelencia: Jerusalén. Por pura elección divina.

Y es Dios mismo quien eleva este lamento por boca de su Profeta. Que para éso está, inequívocamente.

Sigue Isaías: “Tan llena de Justicia! Moraba en Ella el Derecho; ahora, en cambio, asesinos!".

Qué horror había pasado allí, para que el Señor la repudiase de esta manera tan categórica?

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26.11.24

Ya, ni la Iglesia. II

Seguimos. Falta hace.

Llama la atención que, cuanto más han arreciado las persecuciones, no sólo no se ha empequeñecido la Santa Iglesia de Dios, sino todo lo contrario: ha ido a más, en todos los órdenes de su Ser y de su Vida.

Su prestigio ha ido creciendo en esa misma medida. Y también ha ido creciendo por el universo mundo.

Así son -y es lo que tienen-, las Obras de Dios cuando sus hijos, que las gobiernan e implementan, son hijos fieles. Y administradores leales y competentes.

Item más. La sangre de los Mártires no sólo es semilla de nuevos cristianos. La sangre de los Mártires purifica a toda la Iglesia, a todos los hijos de Dios en medio del mundo. Es un verdadero baño de Regeneración. Y estos son los efectos que producen.

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20.11.24

Ya, ni la Iglesia

Desde siempre, desde su Nacimiento y Fundación por Nuestro Señor Jesucristo, la Santa Iglesia ha sido el Refugio, Único y Seguro, por Verdadero, de la persona: de todo hombre, sin distinción alguna.

Una seguridad que también, y para decirlo todo, se ampliaba a las Instituciones civiles que, por ser de/en Países Católicos, funcionaban con criterios acordes a su condición primigenia: católicos.

La única “diferencia", necesaria por obligada, era el hecho, diferencial en sí mismo -como tantísimos otros en diversos ámbitos-, del Bautismo. Tanto por lo civil, aunque menos, como por lo Eclesial. Lógico de toda lógica.

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11.11.24

«Sicarios»

Hay más sicarios de los que parece. Y también bastantes más de los que se denuncian, pública y acertadamente.

Qué es más grave? Matar los cuerpos o matar las almas?

Nuestro Señor Jesucristo, nos resuelve la cuestión de un plumazo; y nos da este criterio, convertido en auténtica y fiel comparativa:

No temáis a quien puede matar el cuerpo, y no puede ir más allá. Yo os diré a quién habéis de tener: temed a quien puede arrojar en cuerpo y alma al Infierno: a ése temed. 

El criterio no puede ser más Católico, ni puede estar más claro. En mi modestísima opinión, lógico; sabiendo que hay opiniones para todos los gustos.

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4.11.24

«Sacramento del adiós»

No lo ha podido definir mejor: es la pura realidad, en un 98% de los casos. Mínimo.

Porque, de hecho, la casi totalidad de los jóvenes que se confirman, NO vuelven a pisar una iglesia; excepto algún funeral, boda o así. Matemático.

No es de extrañar, pues, que lo haya calificado también como “la Última Unción": ni una más, porfa, que mancha.

De todos estos recién “confirmados y despedidos", muy poquitos se casarán por la Iglesia; y casi ninguno se ordenará Sacerdote.

Quizá, con suerte, algunos -pocos seguramente- se morirán con los Últimos Sacramentos. Eso sí: en las esquelas, si sus familiares van de católicos, pondrán que han muerto habiéndolos recibido; incluso la Bendición Apostólica: será por poner..!!!

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