Dennis Barton, La tradición clementina del Evangelio -16
Dennis Barton, La tradición clementina del Evangelio, edición de 2017
Capítulo 1. Redescubrimiento de la tradición clementina del Evangelio
Capítulo 2. El zigzag sinóptico y los dobletes
Capítulo 3. El origen del Evangelio de Marcos
Capítulo 4. El Evangelio de Marcos y Lucas-Hechos
Capítulo 5. Antijudaísmo en Mateo
Capítulo 6. La evidencia histórica temprana
Capítulo 7. Las liturgias (typicon o ustav) de las Iglesias orientales
Capítulo 8. La fuente Q y las profecías del Templo
Capítulo 11. El mundo judío y la taquigrafía
Capítulo 12. Cronología de 2.000 años
Capítulo 13. Datación de Mateo
Capítulo 16. La narración de la infancia en Lucas
En un libro de 1977, R. E. Brown, un destacado académico católico partidario de la prioridad de Marcos, negó la historicidad de las narraciones de la infancia en Mateo y Lucas. Edith Black ha mostrado que los principios exegéticos usados por Brown, según los cuales él niega esta historicidad, están en agudo conflicto con las normas establecidas por la Iglesia Católica (EB).
El P. Brown atrajo a muchos seguidores, pero no había examinado las narraciones con una mente abierta. Él estaba comprometido con la teoría de la prioridad de Marcos, con su aceptación de la composición tardía por autores anónimos no apostólicos, personalmente desconectados unos de otros, que escribieron tratados teológicos creativos más que historia.
Desde esta presuposición y su consiguiente perspectiva estrecha, Brown supuso que la única forma de que las narraciones de la infancia en Mateo y Lucas podían ser posiblemente históricas era si ambos autores habían copiado una tradición más antigua.
Dado que las narraciones de la infancia no repitieron las mismas historias, él concluyó que tal documento anterior no podía haber existido. Por lo tanto, los primeros capítulos de estos Evangelios no eran históricos (RBM 34-36). Desde esta comprensión encontró muchos supuestos problemas. Algunos de sus “problemas” han tenido una amplia circulación. Sin embargo cuando la prioridad de Marcos es rechazada los “problemas” desaparecen.
Por ejemplo, [Brown] dijo que los historiadores seculares no corroboraron las historias de la masacre y el censo. ¿Pero hay necesidad de corroboración? Es un prejuicio anticientífico aceptar la evidencia de todo tipo de historiadores antiguos siempre y cuando no fueran cristianos. Los historiadores modernos sin prejuicios aceptan como correctas las narraciones de los historiadores antiguos a menos que haya una fuerte evidencia contraria. En este caso la evidencia contraria no existe. En el comienzo de su Evangelio, Lucas afirmó que iba a dar una narración de eventos históricos, por lo que él tenía que ser muy cuidadoso. Sabía que muchos anticristianos tratarían de encontrar errores en su escrito.
Belén era una comunidad pequeña, con no más de veinte varones de menos de dos años (RL 372). Según Josefo, el principal historiador judío del período, Herodes llevó a cabo grandes masacres de su propia familia, sus oficiales y la población general. Fueron de tal escala que un historiador no cristiano habría pasado por alto el asesinato de veinte niños sin comentarios (RL 372).
Al discutir sobre los académicos que afirmaban estar desmitologizando el Nuevo Testamento, un editor hizo una pregunta interesante: “Estos académicos se detienen alguna vez a sopesar el estado mental psicológico que ellos presuponen en los evangelistas del Nuevo Testamento? Herodes puede haber sido una bestia depravada, pero habría sido un crimen monstruoso incriminar incluso a Herodes de un ultraje asesino que no cometió. ¿Los ‘académicos’ como éstos saben algo del amor de Dios como una experiencia?” (FM Marzo 1991, pág. 6).
Quirino no se convirtió en gobernador de Siria hasta el 10 DC por lo que, a primera vista, parece haber un problema genuino aquí. Es verdad que otros historiadores no reportan la celebración de un censo en el tiempo del nacimiento de Cristo. Pero esto no prueba que no ocurrió.
Nuestro conocimiento del ambiente administrativo del período es muy fragmentario. Un censo romano no tenía lugar al mismo tiempo en todas las partes del imperio y podía llevarse a cabo a lo largo de muchos años. Dado que Lucas menciona el “primer empadronamiento", estaba asumiendo que Teófilo sabía de al menos uno posterior. Si Lucas era tan ignorante de la historia del período, ¿se habría expuesto a la crítica al intentar tal precisión?
Carecemos de detalles de la carrera temprana de Quirino. Algunos historiadores modernos piensan que él fue puesto a cargo de algunos asuntos en el Medio Oriente antes de ser promovido a la posición de gobernador de Siria en 10 DC (RL 328). Por lo tanto, él podría haber supervisado un censo de la pequeña ciudad de Belén en una fecha anterior.
Usualmente los censos se hacían para tener una base para la tributación. Era muy importante que los que poseían tierras informaran sobre sus hijos, quienes las heredarían. El censo habría sido un tema de conocimiento general y de discusión durante muchos años entre los aldeanos. Muchos de los contemporáneos de Lucas habrían sido conscientes del censo a través de tales historias familiares.
Lucas escribió en un tiempo en que los registros del censo habrían estado todavía disponibles tanto en Jerusalén como en Roma. Sin embargo no hay signos de que los enemigos romanos, paganos, judíos o heréticos del cristianismo desafiaran la afirmación de Lucas.
Justino Mártir dirigió una carta al Emperador Antonino Pío, quien reinó en 138-161. Después de contar el registro de la Sagrada Familia en el censo, agrega que se puede encontrar detalles en los archivos romanos oficiales (JMA 1:34). Alrededor del 200 DC Tertuliano, en su Adversum Marcionem [Contra Marción], escribe: “Hay prueba histórica de que en este mismo momento un censo había sido realizado en Judea por Sencio Saturnino, que puede haber satisfecho su investigación con respecto a la familia y el origen de Cristo” (TE Libro 4:19,10). Por lo tanto, en ese momento había prueba histórica disponible del censo. Sencio Saturnino fue el sacerdote pagano nombrado por Augusto para encabezar la planificación del censo universal".
Algunos críticos dicen que María no habría viajado a Belén, dado que era un deber sólo para el jefe de familia. Pero si los nombres de María y Jesús no estaban incluidos en el censo, la apelación de Tertuliano a sus enemigos para que miraran los registros habría sido inútil.
Otros críticos han afirmado que los romanos no requerían un regreso al pueblo natal para ser registrado. Pero en la Colección de Documentos Antiguos K. C. Hanson leemos: “Cayo Vibio Máximo, el prefecto de Egipto, declara: ‘Habiendo comenzado el censo por hogares, es esencial que todos aquellos que están lejos de sus nomes [distritos administrativos egipcios] sean convocados para regresar a sus propios hogares de modo que puedan realizar el trámite acostumbrado del registro’.” (KCH).
Esto fue en 104 DC y a sólo 250 kilómetros (~155 millas) de Palestina.
Es verdad que Mateo escribe de hombres sabios que visitaron a Jesús en una casa en Belén, mientras que Lucas informa que los pastores encontraron a Jesús en un pesebre. Pero esto no es un problema. Una vez que las multitudes se hubieran ido a casa después del censo, Belén no habría estado tan llena de gente. La familia pudo haberse mudado fácilmente a una casa durante los dos años anteriores a la llegada de los hombres sabios. (Un pesebre es parte de un establo).
Miremos los aspectos más amplios de estas narraciones. Los primeros dos capítulos de Mateo y Lucas proveen esencialmente la misma información: María y José estaban comprometidos legalmente; José es de ascendencia davídica; María concibe por obra del Espíritu Santo permaneciendo virgen; un ángel dice que el niño será llamado “Jesús", que significa “Salvador".
Luego Mateo suministra algunos detalles menos esenciales. Fue José a quien se le dijo el nombre del niño, el lugar del nacimiento fue Belén, luego la familia había huido a Egipto, Herodes había llevado a cabo una masacre y Jesús había crecido en Nazaret. Mateo escribió primariamente para judíos en Palestina y podemos verlo contrastando el rechazo violento del mesías por un rey judío con los gentiles sabios que buscan la Voluntad de Dios.
Lucas repite la misma información esencial, que se podría llamar “doctrinal", pero no los detalles menos esenciales ya dados a conocer por Mateo. Mateo había afirmado que Jesús nació en Belén, pero había crecido en Nazaret. Una vaga insinuación de la fecha del nacimiento de Jesús fue transmitida por la mención de Herodes en la historia de los Magos, pero él había reinado durante muchos años.
Una fecha precisa no habría sido requerida por la audiencia de Mateo en Jerusalén poco después de la Resurrección. Todos habrían poseído un conocimiento general del período. Pero Lucas, escribiendo unos veinte años después en Asia, sentiría que era necesario ser más preciso y explicar cómo Jesús, un nazareno, llegó a nacer en Belén. Su narración suministró esta información y añadió la información menos importante de que [Jesús] estaba acostado en un pesebre porque la posada estaba llena de gente. También informa sobre la visita de los pastores. Estos detalles no están en conflicto con los suministrados por Mateo.
Según la tradición, María, después de la muerte de Jesús, vivió en Éfeso en Asia. Sabemos que Lucas pasó mucho tiempo en la misma área. Incluso si María hubiera vivido en otro lugar, a Lucas se le habría permitido visitarla. Considerando la naturaleza detallada e íntima de la historia del nacimiento, no es difícil teorizar que Lucas obtuvo su información de María, especialmente dado que él menciona su memoria dos veces (Lucas 2:19 y 2:51).
El llamado de Juan el Bautista al arrepentimiento persistió durante más o menos una generación después de su asesinato. Muchos de sus seguidores llegaron a aceptar a Jesús, pero otros afirmaron que Juan era igual a Jesús o incluso mayor que Él. Al contar la visita de Gabriel a Zacarías e Isabel y el nacimiento de Juan el Bautista, Lucas suministró hechos poderosos para apoyar el argumento cristiano de que Juan no hizo más que preparar el camino para Jesús.
A veces los marcanos afirman que estas narraciones están compuestas en la forma del midrash, la leyenda popular hebrea basada en Escrituras reutilizadas. No obstante, no hay trazas de midrash en la vida de la Iglesia primitiva. Lo que algunos afirman que es midrash a menudo sería mejor descrito como tipología.
Copyright ©; Estate of Dennis Barton & Mark Alder 2017.
Traducido del inglés al español por Daniel Iglesias Grèzes con autorización de Mark Alder.
Te invito a:
1) Comprar en Amazon libros de mi serie “Aportes para una contracultura cristiana".
4 comentarios
Por cierto, muchas gracias por esta serie, yo la espero con ansias y son mis artículos favoritos de Infocatólica.
_____ 3 ___ __________: ______
______ 2021 ____.
---
DIG: Hola, Delia. ¿Qué quiso decir? Fraternalmente.
Dejar un comentario