Frase reveladora del cardenal Kasper
Polémicas matrimoniales (XLI).
A veces, sin pretenderlo, las personas pronuncian frases felices que resumen a la perfección su pensamiento o al menos alguna característica fundamental del mismo. A mi juicio, el cardenal Kasper ha pronunciado una de esas frases en una entrevista con Radio Vaticana, así que me ha parecido oportuno recoger en el blog esa frase, por lo reveladora que es. Digamos desde el principio, además, que se trata de una hazaña considerable, porque, cuando un pensamiento es intrínsecamente confuso, resumirlo no es tarea fácil.
La entrevista versaba sobre el Año de la Misericordia proclamado por el Papa Francisco y, entre otras cosas, el cardenal afirmó: “Es un grave escándalo que hoy la Iglesia sea considerada por muchos como no misericordiosa”. La frasecita de marras me ha llamado mucho la atención y me he quedado pensando en ella durante un buen rato.
En un primer momento, me ha alegrado leer esta forma de hablar dura y clara por parte de un cardenal, algo que tan pocas veces se escucha en nuestra época de lenguajes eclesiásticos blanditos y políticamente correctos y en la que uno estaría tentado de creer que los obispos son elegidos, ante todo, por su capacidad de pasar desapercibidos y no llamar la atención. En particular, la palabra “escándalo” se usa demasiado poco, creo yo, en un momento en que son innumerables las piedras de tropiezo (pues eso significa escándalo) para la fe de los sencillos.
Después de esa consideración formal, sin embargo, he pasado a reflexionar sobre el contenido fundamental de la frase, sobre su enjundia desde el punto de vista teológico, y he terminado echándome las manos a la cabeza.
Conviene notar ante todo que, para el cardenal, lo gravemente escandaloso no está en hechos, sino en percepciones: “Es un grave escándalo que hoy la Iglesia sea considerada por muchos como no misericordiosa" Pasa del ser al parecer como quien se da un paseo por la Königstraße de Stuttgart y se queda tan pancho. Aparentemente, para él lo importante es lo que se percibe, lo que me parece, cómo me siento… En ese sentido, la frase es sustancial, prodigiosa, tragicómica y orgullosamente moderna o, mejor dicho, modernista.
No es extraño, pues, que el cardenal y sus partidarios propongan cambios de doctrina (más o menos encubiertos, según los casos, como cambios pastorales), porque las percepciones que la sociedad tiene de la Iglesia van cambiando con el tiempo y con las transformaciones sociales. Una Iglesia pendiente de lo que piensen de ella es como una veleta que gira permanentemente bajo los influjos de las modas de cada época, olvidando las palabras del Apóstol: no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error.
Más aún, lo importante para el cardenal Kasper es lo que perciben o cómo se sienten muchos. Ese grupo indefinido e indefinible que es como decir la gente, la sociedad, los medios de comunicación o “cualquiera que coincida con lo que piensa el cardenal", porque claramente no están recogidos en él los que se esfuerzan por vivir la moral católica como un camino estrecho pero de felicidad y vida eterna. O, por hablar de una santa vez con lenguaje cristiano, parece que al Cardenal lo que le importa es lo que piense el mundo.
¿Recordará quizá don Walterio esas palabras de Cristo que dicen: Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros, porque de la misma manera trataban vuestros padres a los falsos profetas? Por no hablar de otro dicho del Señor, quizá aún más oportuno en este caso: Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no sois del mundo, sino que yo os escogí de entre el mundo, por eso el mundo os odia. ¿No será que lo que propone el cardenal con sus diversas propuestas sobre el matrimonio y la moral es una Iglesia mundanizada, que diga a todos lo que quieren oír? ¿No será que un considerable número de obispos centroeuropeos y de otros lugares están hartos de que el mundo les odie y quieren, sea como sea, acabar con la moral cristiana que el mundo no entiende?
Parece, pues, que el escándalo al que se refiere el cardenal Kasper y con el que quiere acabar de una vez es el escándalo de la Cruz. No debemos engañarnos: la moral cristiana es necesariamente escandalosa, porque está basada en la cruz de Cristo, que es escándalo para los judíos, necedad para los griegos y una necedad escandalosa para nuestra época, que ha heredado lo peor de ambos pueblos. Los católicos que tienen fe, sin embargo, pueden encontrar en esa moral la sabiduría de Dios, que el mundo no conoce, y recibir por medio de la gracia la fuerza de Dios, que es necesaria para cumplirla.
Coincido con el cardenal en que hay muchos escándalos malos, tanto dentro como fuera de la Iglesia, contra los que todo católico debe luchar con decisión y valentía. De hecho, tengo la opinión personal de que, casi cada vez que el propio cardenal hace declaraciones públicas, esos escándalos se incrementan en una unidad. Sin embargo, pensar que el “grave escándalo” reside en que piensen mal de nosotros es como cambiar la Biblia por Der Spiegel, la Teología por las encuestas y a Cristo por el Mundo y pretender después que eso nos hace más misericordiosos. Conmigo que no cuente.
33 comentarios
SERIE PROPUESTA PARA EL SÍNODO
Propuesta para el Sínodo (I): Saco y cenizas
Propuesta para el Sínodo (II): predicar la verdad
Propuesta para el Sínodo (III): el matrimonio para toda la vida
Propuesta para el Sínodo (IV): amor y enamoramiento
Propuesta para el Sínodo (V): cuidado con la desesperanza
Propuesta para el Sínodo (VI): no os engañéis
Propuesta para el Sínodo (VII): hablemos del pudor
SERIE POLÉMICAS MATRIMONIALES
Polémicas matrimoniales (I): la comunión como premio
Polémicas matrimoniales (II): la comunión espiritual
Polémicas matrimoniales (III): Domingo de Pascua
Polémicas matrimoniales (IV): un tema doctrinal
Polémicas matrimoniales (V): el perro verde y una brecha en la muralla
Polémicas matrimoniales (VI): D. Joan Carreras del Rincón
Polémicas matrimoniales (VII): Respuestas de D. Joan Carreras del Rincón
Polémicas matrimoniales (VIII): San Jerónimo
Polémicas matrimoniales (IX): Mons. Vesco y la indisolubilidad disoluble
Polémicas matrimoniales (X): la equidistancia entre la verdad y el error
Polémicas matrimoniales (XI): realidad y no ficción
Polémicas matrimoniales (XII): la analogía con la Lumen Gentium
Polémicas matrimoniales (XIII): supresión de la responsabilidad moral
Polémicas matrimoniales (XIV): el olor a oveja y el olor a Cristo
Polémicas matrimoniales (XV): Fr. Hunwicke
Polémicas matrimoniales (XVI): negar la comunión
Polémicas matrimoniales (XVII): la ley mosaica
Polémicas matrimoniales (XVIII): Mons. Santiago Agrelo
Polémicas matrimoniales (XIX): cardenal Sistach
Polémicas matrimoniales (XX): Mons. Bonny, obispo de Amberes
Polémicas matrimoniales (XXI): Conferencia Episcopal Alemana
Polémicas matrimoniales (XXII): otra vez el Secretario del Sínodo
Polémicas matrimoniales (XXIII): el cardenal Marx nos da una alegría
Polémicas matrimoniales (XXV): Monseñor De Germay
Polémicas matrimoniales (XXV): el cardenal Kasper no quiere contrariar al mundo
Polémicas matrimoniales (XXVI): Tolkien
Polémicas matrimoniales (XXVII): el Consejo en la sombra
Polémicas matrimoniales (XXVIII): el P. Thomasset SJ contra la moral católica
Polémicas matrimoniales (XXIX): ¿qué fue de D. Joan Carreras?
Polémicas matrimoniales (XXX): no tienen vergüenza
Polémicas matrimoniales (XXXI): Monseñor Agrelo elegido para el Sínodo
Polémicas matrimoniales (XXXII): el regreso de Monseñor Bonny
Polémicas matrimoniales (XXXIII): para que pueda actuar el Espíritu Santo
Polémicas matrimoniales (XXXIV): el cardenal Maradiaga
Polémicas matrimoniales (XXXV): a dónde llevan las propuestas del card. Kasper
Polémicas matrimoniales (XXXVII): la Misa es más que la comunión
Polémicas matrimoniales (XXXVIII): no adulterarás… excepto si hablas en alemán
Polémicas matrimoniales (XXXIX): no será porque no nos lo hayan advertido
Polémicas matrimoniales (XL): las restricciones mentales del P. Spadaro SJ
Cuida de ti mismo y de la doctrina. Sé constante en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.
1 Tim 4,16
Pero gracias sean dadas a Dios, porque erais esclavos del pecado, mas habéis obedecido de corazón al modelo de doctrina al que fuisteis entregados;
Rom 6,17
Hasta nos dijo, agregando a lo que trae Bruno: "Bienaventurados ustedes, cuando los persigan y maldigan, y digan toda clase de males contra ustedes, por mi causa". Al menos es claro que para el Señor la sola percepción que los demás tengan de la Iglesia no es elemento definitivo de nada.
Efectivamente, esa frase del Card. Kasper es todo un símbolo de una mentalidad que parasita hoy gravemente a la Iglesia y que parece tener en alguna parte una especie de "punto ciego" realmente invulnerable.
En cuanto a la misericordia, hay dos obras de misericordia espirituales que hoy día son muy importantes: enseñar al que no sabe y corregir al que yerra. Lo cual no puede hacerse sin grandes cantidades de doctrina.
Pidamos a Dios su gracia.
Saludos cordiales
Pues ese es el problema -no el que dice el cardenal sino que diga eso un cardenal-, el problema que a tantos (muchos) ha llevado (nos ha llevado) por esos mismos caminos de confusión.
Qué pena, Señor.
La doctrina ES misericordia: del Estimado Luis Fernando.Es asi!!!
Es asi,si se poenen en descubierto, con frases, todo es un sentimiento, todo sensibilidad, por eso no me acerco no le doy la espalda ni loco a estas personas.Ja!!!!Ja!!!!
Enemigos de la Cruz de Cristo, La mayor misericordia del Señor es su muerte en la Cruz, y acercarse convertidos, en cada Resantisima Misa.
Que la Resantisima Virgén Ruegue por la Iglesia.
En vista de que unos dicen que todo está bien, es comprensible que muchos vean como una exigencia terrible el mensaje de Cristo. Pensarán que hay que estar locos para llamar buena a la Cruz. Diran, al contrario, que el malo (o falso) es ese Dios que nos pide que nos convirtamos, que el Dios verdadero no puede sino dejar que hagamos lo que nos de la gana sin importar las consecuencias que tenga sobre nosotros mismos, sobre los demás o sobre el resto de la Creación.
SERIA UNA IGLESIA HIPÓPCRITA, lo que Jesús mismo desenmascara en el Evangelio.
Da pena por ese Cardenal... Oremos, oremos mucho!
He leído tres comentarios suyos en este portal. Todos ellos destilaban un odio llamativo. Usted sabrá. Lo que no sabrá, porque no me conoce de nada, es lo que me ocupo o dejo de ocuparme yo de la praxis cristiana.
Por otro lado, una parte fundamental de la praxis cristiana consiste en creer y defender la fe católica. Y eso usted mismo reconoce que no lo hace (ya que se proclama orgullosamente modernista, suma de todas las herejías). Como le decía, usted sabrá.
En fin, si le gusta venir a los comentarios a dispararse a usted mismo en el pie, no se prive de ello. A los demás nos proporciona un rato de inocente diversión y, además, probablemente haya quien rece por usted al ver lo perdido que está, así que es una win/win situation, como dicen los yanquis.
Saludos.
En este caso escandalizarse porque la Iglesia no permita comulgar a adúlteros y homosexuales practicantes y considerar por ello que la Iglesia no es misercordiosa y que se comporta malamente, es escándalo vano o farisaico.
No hay misericordia fuera de la Iglesia, como no hay Caridad, algunas palabras proceden del Evangelio y sólo en él pueden entenderse. La Teología tiene un lenguaje que fuera de ella se distorsiona y, por eso, Auguste Comte se vio en la necesidad de inventarse el término altruismo. Los psicólogos nunca definirán a nadie como misericordioso, lo definen como altruista, y hacen bien.
La acción de los salvadores de judíos durante la IIGM fue vista por los cristianos como obra de misericordia, de hecho hay un libro en inglés titulado así: "A Conspiracy of Mercy", pero los psicólogos definieron esa conducta como "prosocial o altruista". Es mejor que el mundo hable de lo que sabe y no utilice términos que proceden de conceptos religiosos que desconocen. Los profesionales no lo hacen.
Por lo tanto el cardenal Kasper podrá decir que el mundo percibe a la Iglesia como poco altruista pero ese mundo agnóstico no puede percibir algo que es propio de Dios: la Misericordia. El altruismo es propio de la ONGs pero la Iglesia no es una ONG.
Ambas corrientes, no sé por qué, en el fondo parecen estar de acuerdo y, negando el pecado o llevándolo a su "máximo esplendor", nos dan una concepción de un hombre sin libre albedrío y sin capacidad para ser el hombre nuevo, renacido en la fe, del que hablan los Evangelios.
No sé cómo se las arreglan pero esa Iglesia a la que acusan de excesivamente rigorista da al hombre muchas más esperanzas que esos que van repartiendo palmaditas a todo el mundo porque su naturaleza humana es como es y no tiene remedio.
La Paz de Cristo.
Qué pesaditos nos ponemos cuando aún andamos enredados en la jerga del mundo y en su perversión del lenguaje. Claro que no es un escándalo que el mundo perciba a la Iglesia como no misericordiosa. Escándalo en otra cosa.
Escándalo es , por ejemplo, llevar a otros por el camino equivocado, por el camino del pecado. Es un clásico: se le cambia el nombre a las cosas y ya está logrado el lío y el consiguiente escándalo. Por ejemplo, dices que es más misericordioso ceder ante el capricho y aplaudir a quienes ceden. Y que es poco misericordiosos recordar a esos caprichosos que son unos malcriados inmaduros caprichosos y que lo cristiano es otra cosa. Y llamas escándalo a que el mundo nos mire mal por eso. Y llamas virtud a la sonrisa de Kásper cuando dice herejías.
Pues los cristianos no tenemos que caer simpáticos (bueno, si caemos simpáticos a algunos, mejor; si no somos bordes sino mansos, mejor que mejor) sino predicar el Evangelio, el de Jesucristo, no el de evangelio de Kásper, ni el evangelio del padre Ángel, ni el evangelio de Jesús Bastante o de Lucía Caram. Que son gente que se predica a sí misma, por eso resultan tan simpáticos a los no católicos y a los que además no tienen ni intención de convertirse. Los que alaban a estos personajes portadores de su mísera "misericordia" lo hacen porque están seducidos de sus contravalores anticristianos. Sólo es eso.
Oye, que yo te entiendo, que he estado donde estás tú. Pero es que resultamos muy muy latosos con estos empeños en decir frases manidas y blblblás mundanos que, al final, tú mismo acabas viendo que no se sostienen.
¿Que hay que ser menos antipáticos? Seguro. ¿Que no hay que ir "con cara avinagrada" como dice el papa? Bueno, no es dogma de fe lo de la cara avinagrada pero seguro que es más agradable escuchar la Verdad de un gestos manso y agradable que de una cara de pepinillo en viñagre. Pero vamos, no afecta a la sustancia: la verdad no es la de Kásper, eso lo sabe hasta él.
Bruno: hoy te doy la razón al 100%.
Con Jesucristo.
"Hubiera sido mucho más acertada esta frase del Card. Kasper "Es un grave escándalo que hoy la Iglesia no sea misericordiosa”"
Bueno, al menos no habría sido un inmediato disparate. Otra cosa es que fuera cierta o no.
"es verdad que hay "cierta Iglesia" que no es en absoluto misericordiosa y está más preocupada por la condena que por la redención."
Yo nunca he visto eso, la verdad. Como de todo hay en este mundo, supongo que habrá casos. Pero para pensar que precisamente ese fallo es común hoy en día o característico de nuestra época, hay que haber vivido en otro planeta. Es como dedicarse a criticar los falansterios de Fourier o los niños educados en común de los kibutzim: está bien como ejercicio intelectual y es incluso posible que se aplique a individuos o grupos aislados, pero yo diría que resulta ridículo pensar que es una crítica significativa para el mundo de hoy.
A no ser, claro, que te refieras a la falta objetiva de misericordia que supone el privar de la fe católica a los católicos a los que se les da doctrina adulterada, a los paganos a los que no se evangeliza, a los protestantes a los que se les hace creer que da igual ser católico que protestante o a aquellos a los que el propio cardenal, entre otros, intenta arrebatar el don del matrimonio indisoluble. Eso, en efecto, además de ser frecuentísimo hoy en día, es una enorme falta de misericordia que, en lugar de dar salvación, lo que hace objetivamente es condenar, aunque el lenguaje que se utiliza para ello diga todo lo contrario.
Saludos.
«Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso
estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia
para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del
obrar del Padre. Es por esto que he anunciado un Jubileo
Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio
para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio
de los creyentes.» (Misericordiae Vultus)
También el Señor nos exhorta a que los demás perciban en nosotros, la Iglesia, ese rostro misericordioso:
«Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.» (Mt 5,16)
Entonces no me parece justo atacar cuando no hay ocasión, y esta vez no la hay. Ya has dejado bastante claros los errores del cardenal Kasper cuando era la ocasión oportuna.
Creo que sería más útil tu comentario si discutieses los argumentos que he dado en el artículo. Como no lo haces, tengo muy poco que decir.
"el cardenal no dice que es escandaloso que piensen mal de la Iglesia, sino que sea considerada por muchos como no misericordiosa"
Esas dos cosas son lo mismo. Si consideran que no es misericordiosa, piensan mal de ella.
"la Iglesia siendo el cuerpo místico de Cristo, deja de ser ella misma si no hace resplandecer el rostro misericordioso del Padre"
Esto no es cierto, porque "ahora vemos como en un espejo". Pero además no es lo que dijo el cardenal, que no habló de que la Iglesia no fuera misericordiosa, sino de que "muchos" la consideran "no misericordiosa", algo que, en cambio, Jesús predijo para los buenos discípulos. Si algo que para Cristo es señal de bienaventuranza ("Dichosos vosotros") para el cardenal es señal de escándalo, creo que está más que justificado decir que hay un problema.
Además, sabemos perfectamente qué es lo que está criticando el cardenal: que la Iglesia no conceda el divorcio a los que lo quieren (y, después, los anticonceptivos, las parejas del mismo sexo, la fecundación in vitro, etc.). A eso se refiere con que muchos consideran a la Iglesia no misericordiosa, porque ya lo ha dicho mil veces.
Creo que no hace falta demostrar de nuevo que el concepto de misericordia del cardenal está radicalmente viciado.
Dejando aparte que es el cardenal Kasper quien lo dice, es verdaderamente preocupante pastoralmente que no se entienda que la doctrina es misericordia (como decía Luis Fernando en un comentario arriba), que la verdad hace libres, que el yugo de Cristo es suave y su carga ligera. Debe ser una preocupación para todos nosotros el que muchos permanezcan en esas tinieblas de prejuicios y sesgos cognitivos. En ese sentido me parece providencial el jubileo de la misericordia, para que, haciendo más fuerte y eficaz nuestro testimonio de la misericordia como creyentes, derrumbemos los muros de prejuicios e iluminemos las sombras de sesgos cognitivos que están presentes en tanta gente que rechaza la doctrina ya de entrada.
Yo sé que eso es muy diferente a lo que piensa el cardenal Kasper, pero de la letra de lo que dijo en esa frase, sí se puede extraer esta reflexión muy pertinente a lo que estamos llamados en este Jubileo.
Es esa confianza en que en la Iglesia y su doctrina está el bien, que atrae a los pecadores a su seno y a la conversión. Y esa confianza brotará mucho más en la medida que más visible sea el actuar misericordioso de la Iglesia en cada uno de sus miembros. Es por esos signos fuertes y eficaces de misericordia que daba Nuestro Señor Jesucristo que la pecadora se atrevió a acercarse a sus pies y bañarlos con lágrimas. Es verdad que esa atracción y esa confianza es obra del Espíritu Santo, pero, como ocurría en la vida terrena de Jesús, también ahora el Espíritu Santo se quiere valer de los signos visibles de misericordia que muestra la Iglesia para tocar las almas. (Mt 5,16; Jn 17,21)
Hago todo este comentario, no para justificar las palabras de Kasper, sino aprovechando de ellas para llamar la atención sobre lo importante que es este Jubileo para la Iglesia, para que se hagan vida en ella las palabras del salmo «El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán».
"El hecho es que usted sigue sin escandalizarse de que se vea a la Iglesia como ausente de misericordia"
¿Ha leído el artículo? ¿Y el Evangelio? "Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo". "¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, porque de la misma manera trataban sus padres a los falsos profetas". "Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no sois del mundo, sino que yo os escogí de entre el mundo, por eso el mundo os odia".
Eso de que "muchos" vean a la Iglesia como no misericordiosa es un falso problema (y un falso escándalo), porque necesariamente muchos verán siempre así a la Iglesia. Si criticaban a Cristo, que era perfecto, ¿cómo no van a criticarnos y odiarnos a nosotros? Lo que importa es que los cristianos seamos realmente misericordiosos y, sobre todo, que mostremos al mundo la misericordia de Dios. Lo demás es un engaño, que camufla el deseo de ser como el mundo, para que el mundo nos ame, aunque sea al precio de renunciar a nuestra fe.
"Y claro, la opone a la doctrina"
Eso es evidentemente falso. De hecho, he dicho lo contrario: que creer y mantener la doctrina es parte de la praxis católica.
"E insiste en que la mejor praxis es defender la doctrina"
Yo no he dicho que sea la "mejor praxis", si es que eso significa algo. Lo que he dicho es que es parte fundamental de lo que es ser cristiano, como pueden atestiguar absolutamente todos los santos que ha habido en la historia.
"Pues mire, señor tan cristiano y ortodoxo, le guste o no le guste lo que dice Kasper, lleva más razón que un santo"
Como comprenderá, el hecho de que usted lo diga no es un argumento de mucho peso.
"y la lleva porque los que son como ustedes han convertido lo que era una religión de amor en una religión de leyes"
No sé quién es ese "ustedes", pero supongo que debe de referirse al mismo Cristo y a su Iglesia: "Si me amáis, guardaréis mis mandatos". "En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos". "En esto consiste el amor de Dios: en que guardemos sus mandamientos".
Si no le gusta la enseñanza de Cristo, quéjese a Él, no a mí.
"En cuanto a si soy o no soy hereje, no crea que me ofende llamándome hereje"
Yo no le he llamado hereje. Es usted quien se lo ha llamado a sí mismo: "modernista (y a mucha honra)". Si usted está orgulloso de sostener una herejía condenada por la Iglesia con la autoridad de Cristo, usted sabrá.
"Cristo fue un hereje del judaísmo"
Esta afirmación es tan absurda que no merece contestación. Hay que ver menos películas y pensar un poco más.
"y como dijo el Papa francisco [...] hay muchos herejes entre los santos del cielo"
No sé dónde dijo eso el Papa, pero sin duda habrá herejes en el cielo. Eso sí, estarán en el cielo a pesar de ser herejes y no por serlo. Se puede ser hereje sin culpa por ignorancia (como espero que le suceda a usted), pero la herejía es la negación de la Verdad y, como es lógico, nadie que rechace conscientemente la Verdad (que es Cristo) puede ir al cielo.
"Y por último puede estar tranquilo. Yo no le odio"
Pues usted sabrá por qué sus comentarios están llenos de odio. Hemos tenido que borrar varios ya.
"Simplemente vivo de forma distinta a ustedes y me va muy bien, incluida mi vida de parroquia que es muy satisfactoria"
Hombre, digo yo que Cristo no se encarnó para que nos "fuera bien" y para que nuestra vida fuera "satisfactoria", sino para salvarnos y que fuéramos santos como Él es santo. Conformarse con menos es muy triste.
"(gracias a Dios no todos los curas de España son como los que escriben en Infocatólica)"
Nadie ha dicho nunca en este portal que haya que ser como los que escribimos aquí. Lo que sí hemos dicho es que, para salvarse, hay que aceptar la Revelación cristiana, que está contenida en la enseñanza de la Iglesia. Si usted no acepta esa enseñanza, no creo que deba engañarse a sí mismo planteándolo como un desacuerdo con nosotros, cuando en realidad está en desacuerdo con la Iglesia de Cristo.
Saludos.
"En ese sentido me parece providencial el jubileo de la misericordia, para que, haciendo más fuerte y eficaz nuestro testimonio de la misericordia como creyentes, derrumbemos los muros de prejuicios e iluminemos las sombras de sesgos cognitivos que están presentes en tanta gente que rechaza la doctrina ya de entrada"
Completamente de acuerdo, con una precisión: el que derrumba los muros e ilumina las sombras es Dios, no nosotros. Dejemos más espacio a su misericordia en nuestra vida. En ese sentido, el jubileo, cualquier jubileo, debe ser en primer lugar contemplación de la misericordia de Dios, agradecimiento por ella y conversión a ella. Las acciones deben fluir de eso y no tomar el primer lugar, que no les corresponde. De otro modo, lo que estaremos anunciando es lo buenos y misericordiosos que somos nosotros, en lugar de lo bueno y misericordioso que es Dios.
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