Profundizando en la segunda vía de Santo Tomás
En los debates sobre religión, es habitual traer a colación las cinco vías o demostraciones de la existencia de Dios, que Santo Tomás de Aquino expone en la Suma Teológica, suponiendo que son pruebas exhaustivas y auto suficientes, para luego ser rápidamente refutadas y desechadas, generalmente suponiendo que han sido superadas por la ciencia moderna.
Esto, sin embargo, es un grave error, porque en realidad cada una de las cinco vías no es más que el esqueleto de un argumento, que el santo suponía que sus lectores ya conocían en su contexto y eran capaces de explicar en detalle por sí mismos. La Suma, después de todo, no es más que lo que dice su nombre: un resumen para estudiantes de teología.
Dada nuestra distancia temporal y cultural con el ambiente en que se formularon estas demostraciones, es necesario explicar ese contexto, para que las 5 vías sean entendidas en su verdadero valor.
Eso es lo que intentaremos hacer a continuación, en relación a la segunda vía. Ya antes habíamos hecho un artículo similar respecto a la primera vía, que pueden revisar en este enlace.
Santo Tomás sostiene:
La existencia de Dios puede ser probada de cinco maneras distintas.[…] La segunda es la que se deduce de la causa eficiente. Pues nos encontramos que en el mundo sensible hay un orden de causas eficientes. (Suma Teológica Ia c.2 A.3)