La conversión de Roy Schoeman: judío ateo a católico
Roy Schoeman era un ateo, hijo de sobrevivientes del holocausto, que tuvo una conversión milagrosa, a los 30 años, cuando era profesor de la Escuela de Negocios de Harvard. Esta es mi traducción de la historia que él mismo publica en su sitio web Salvation is from the Jews:
Mis padres eran judíos observantes en Europa, que huyeron a los EUA para escapar del Holocausto. Fui criado como un judío “conservador", y era bastante pío por naturaleza y muy entusiasta en la instrucción religiosa que recibí y las actividades religiosas en las que participé. Asistí al programa de educación religiosa de la escuela vespertina judía en mi sinagoga ("Hebrew School") durante toda la escuela secundaria. Era muy cercano a mi rabino y a varios de los seminaristas que eran mis profesores en la Hebrew School. Como si fuera providencial, el rabino de mi pueblo natal era Arthur Hertzberg. Uno de los más destacados rabinos en los EUA, fue presidente del Congreso Judío Americano, consejero de varios presidentes, y escribió un número de libros best seller sobre judaísmo e historia judía. Mi profesor favorito de la Hebrew School, con quien era particularmente cercano, también se convirtió en un rabino prominente que más tarde encabezó el seminario rabínico judío más grande en los EUA.
Al crecer, yo era inusualmente devoto y apasionado acerca de Dios y el judaísmo, aunque el contexto suburbano y conservador en que estaba realmente no aportaba a una vida de piedad, fe y oración. En mi último año de secundaria conocía un muy carismático rabino jasídico místico (Shlomo Carlebach) que solía recorrer el país dando “conciertos", que eran realmente encuentros de oración sobre los cuales él presidía, tocando guitarra y cantando canciones jasídicas de adoración, mezclado con relatos religiosos y enseñanzas. Tenía un gran número de seguidores entre los hippies judíos y estudiantes universitarios. Empecé a seguirlo y pasé el verano siguiente viajando en su séquito. Quería vivir mi vida para Dios y con Dios, y mientras estuve en Israel consideré abandonar mis planes de ir al M.I.T. y permanecer en Israel, estudiando en una de las yeshivá de Jerusalén (que son escuelas donde jóvenes dedican su tiempo a la oración y el estudio religioso, lo más cercano que el judaísmo tiene a la vida religiosa). Pero me decepcioné por cierta esterilidad y frialdad que vi en ellos, y que no reflejaban una verdadera intimidad con Dios.