Leyendo el Génesis de corrido
Hace unos días una visitante comentó:
Lo que hace tan difícil de interpretar los relatos bíblicos como El Génesis es que se ven a través de la visión del creyente. Para los que ya no lo somos, éste pierde todo sentido de trascendencia y se convierte sólo en mitología. La misma mitología y los mismos dioses (aunque con diferentes nombres ) que en las demás culturas
Coincidentemente, hace poco terminé de leer el Génesis de corrido (cosa que nunca había hecho), y precisamente lo que más me impresionó es que, sobre todo a partir de la historia de Abraham, no tiene ningún parecido con los textos mitológicos de la antigüedad.
Si bien la mayoría conocemos los mitos de la antigüedad, al menos en sus tramas esenciales, no son muchos los que han tomado contacto directo con los versos originales, y eso puede llevar a pensar que están vinculados de alguna forma. Pero eso es un error. Revisen por ejemplo el inicio de la Iliada:
Canta, oh musa, la cólera del pelida Aquiles;
cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos
y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes,
a quienes hizo presa de perros y pasto de aves;
cumplíase la voluntad de Zeus desde que se separaron
disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles.
O el inicio del mito de Deucalión y Pirra, tomado de Las Metamorfosis de Ovidio
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