InfoCatólica / La Esfera y la Cruz / Etiquetas: Ética sin dios

1.03.13

El dilema de Eutrifón

Conversando acerca de la ética, un visitante se pregunta:

¿Dios manda hacer lo que es realmente bueno, o es considerado bueno simplemente porque es voluntad de Dios que a partir de su mandato sea considerado bueno?

-Si lo primero: Dios está supeditado a la idea de Bien y podemos prescindir de la religión a la hora de comportarnos éticamente.

-Si lo segundo: La ética no es objetiva ni para los teístas ni para los ateos. Mañana Dios puede cambiar sus mandamientos. (De hecho los cabió ya una vez: “amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo".

Esta es una cuestión tan antigua como la filosofía. De hecho, se remonta a unos de los famosos Diálogos de Platón, titulado “Eutrifón", y por lo tanto mi primera intención para responderle era simplemente poner el enlace al excelente articulo de la Wikipedia Euthyphro dilemma. Grande fue mi sorpresa al ver lo poco que se había escrito en español al respecto, así que intentaremos resumir aquí la cuestión e intentar una respuesta.

En este diálogo, Sócrates intenta definir qué es la piedad (como lo entendían los griegos, honrar a los dioses) y para ello, conforme al famoso método socrático, Eutrifón va entregando diversas definiciones que son criticadas y descartadas por el sabio maestro. Dado que este intercambio se produce en un contexto politeísta, Eutrifón propone finalmente que la piedad es sólo lo que es amado por todos los dioses de forma unánime.

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25.02.13

Ética evolucionista

Al conversar sobre Dios con los ateos, la ética es uno de los temas recurrentes. Los cristianos dicen con Dostoyevsky “si Dios no existe, todo está permitido” y los escépticos replican “¡¿Que?! ¿Me estás llamando inmoral? Claro, predican “amor amor” pero en cuanto se ven perdidos comienzan a insultar y a ponerse halos de superioridad ¡hipócritas!". En general, no es fácil debatir acerca del origen de la moral.

Nuestros sentimientos éticos también son un producto de la evolución natural, al igual que las adaptaciones físicas. Su existencia se explicaría por el hecho de que fueron esos sentimientos los que permitieron la cooperación entre individuos, aumentando la probabilidad de supervivencia de éstos. [fuente]

“¿Ven?” nos dicen “no tenemos necesidad de apelar a un Dios, nos basta con la evolución para ser bondadosos y altruistas, pues no sólo se aplica a la apariencia de diseño que presentan los seres vivos, sino también su comportamiento", y así aportan “experimentos” realizados con bebés de 5 y 8 meses, donde estos parecen favorecer las conductas pro sociales, por sobre las anti sociales, y ejemplos de colaboración en el mundo natural, como los monos que se sacan los piojos unos a otros y los lobos que cazan en manadas.

Este esfuerzo de vincular moral y supervivencia se remonta al mismísimo Charles Darwin, quien en su libro El Origen del Hombre, propone que la adopción de conductas que comúnmente consideramos como moralmente buenas, otorgaban una ventaja muy menor al individuo, pero serían de gran utilidad para la supervivencia de la especie, lo que explicaría, gracias al proceso evolutivo, que se hayan insertado fuertes sentimientos en tal sentido en nuestra psicología.

Hay varias formas de refutar la ética evolucionista.

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12.09.12

Sobre la posibilidad de una moral laica

Al revisar los comentarios de la entrada anterior, sobre los dichos del presidente francés acerca de una “moral laica", tengo la impresión de que he usado ciertos presupuestos, que no son evidentes para todos. Permítanme entonces explicitar ciertos conceptos que tengo en mente, para que se pueda entender por qué digo que es absurdo hablar una ética o moral laica,.

Partiendo desde lo más básico, recordemos que los actos propiamente humanos –aquellos ejecutados por los miembros de la especie humana con conocimiento y voluntad–, se encuentran sometidos a una serie de sistemas normativos que los regulan, definen y explican. Por ejemplo, al cenar en un restorán, mis actos están gobernados por normas…

  • sociales, que me obligan a esta adecuadamente vestido según el lugar;
  • técnicas, que me indican la forma de usar los cubiertos;
  • sanitarias, que me impiden consumir alimentos que puedan dañar mi salud;
  • jurídicas, que me prohíben retirarme del lugar sin pagar;
  • contractuales, que me obligan a pagar el precio convenido por la comida;
  • morales o éticas, que me llevan a comer con moderación.

Obviamente que nadie hace este tipo de análisis a cada momento, pero resulta útil para destacar que la ética es uno más dentro de una lista de normas que regula nuestro comportamiento. Además de estos, hay muchos otros ordenamientos que aplicamos los seres humanos, como normas religiosas, científicas, deportivas, que aparecen y desaparecen según el contexto en que nos encontremos. En el mismo ejemplo de la cena en el restorán, si resulta que esta se lleva a cabo en un viernes de cuaresma, vemos que entraría a jugar la norma religiosa para restringir las opciones de comidas que puedo ordenar.

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5.09.12

El presidente francés y la moral laica

En la mente de la generación anterior a la nuestra, la de los hippies que actualmente nos gobiernan, existen ciertas entidades mitológicas que les ayudan a seguir adelante en el día a día, y simplificar el mundo como se les presenta, como los derechos humanos, y la moral laica.

Cómo pueden haber llegado a tan peregrina conclusión es un misterio que ocupará a los historiadores y sociólogos del futuro, pero si me permiten especular, yo diría que tiene que ver con la derrota de los nazis en la segunda guerra mundial. En efecto, la victoria de los aliados fue categórica, y alabada incluso por los vencidos como un triunfo del bien sobre el mal, bien que luego fue plasmado en la declaración universal de los derechos humanos, de 1948. Este documento efectivamente pretendía cerrar la discusión sobre la moral, y en ese sentido es hasta natural que la generación siguiente pensara, escuchando a sus padres, que había ciertas verdades éticas anteriores a Dios o independientes de Él.

Es este mito fundacional, compartido por toda la generación precedente, lo que permite al presidente francés decir frases como “Hay una moral común que se impone a la diversidad de las confesiones religiosas, que no debe herir ninguna conciencia, ningún compromiso privado, ni de carácter religioso ni político", y que nadie lo interrumpa con el evidente “Perdón Señor Presidente, pero ¿De qué &#%@ está hablando?”

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