¿Sobrevivirá la religión a internet?
Soy un convencido de que el principal factor que permite entender y explica los cambios sociales es el desarrollo tecnológico.
Mis ejemplos favoritos para demostrarlo son la aparición de las armas de fuego que suscitaron el surgimiento del Estado moderno, al concentrar en manos de unos pocos el poder de controlar a las grandes masas; y la píldora anticonceptiva, que cambió el rol de sexo en la sociedad, y dio carta de ciudadanía a una serie de conductas que hasta ese momento no eran dignas sino de la prostitución.
Naturalmente, el gran desarrollo tecnológico de nuestra era es la internet, y naturalmente muchos han notado, con mayor o menor alegría, que las características de este nuevo medio puede poner en peligro los viejos dogmas de las sociedades cerradas, entre ellos las religiones tradicionales (no se engañen, acá “religiones tradicionales” equivale a cristianismo). Pero ¿es esta una expectativa razonable?
En religion may not survive the internet publicado a comienzos del año 2013, y que recibió bastante difusión en webs ateas, se propone que el libro flujo de información que está a la base de internet anuncia el fin de las religiones tradicionales, y que la mezcla de avance científico y relaciones virtuales pondrían fin a los espacios que todavía ocupa la religión.