5 derrotados en el fallo de Corte Suprema estadounidense
A no dudarlo, el fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos sobre las uniones homosexuales representa una gran victoria para el lobby gay que, debido a la influencia cultural de esa nación, sus efectos se dejarán sentir en todo el mundo. Ciertamente no es una decisión sorpresiva, pues las élites culturales hace tiempo que viene moviéndose en esa dirección, y en sentencias anteriores los mismos magistrados habían emitido opiniones en el mismo sentido.
Así como hay vencedores, también hay derrotados. No me refiero a los 32 Estados que se tomaron en serio los procedimientos democráticos y aprobaron leyes definiendo el matrimonio como la relación entre un hombre y una mujer. Me refiero a…
#5. Los derechos de los niños
Un examen histórico del matrimonio muestra que su foco principal ha sido la preocupación por el destino de los bienes. Es decir, el contenido principal de sus regulaciones era económico. El cristianismo lentamente logró cambiar el centro de gravedad de esta institución hacia los niños en común de la pareja. Así, en el siglo XIII Santo Tomás de Aquino pudo decir que el adulterio era pecado mortal, principalmente por el daño a la prole que se podía genera a partir del acto, antes que a la fidelidad de los cónyuges (ST II-II c. 154 a. 8).
La modernidad y su énfasis en el individuo también afectaron el matrimonio. En 1643 John Milton, autor de Paraíso Perdido escribió Doctrina y Disciplina del Divorcio, argumentando que el divorcio era algo bueno y conforme con el ideal cristiano. Esta idea fue acogida por las Iglesias protestantes, y así el fundamento del matrimonio se desplazó hasta enfocarse en el bien de los contrayentes. En el siglo pasado, esa tendencia se agudizo en un círculo vicioso, donde se conjugaron la aceptación del divorcio sin culpa, la tecnología anticonceptiva, y la ideología antinatalista. Todo hizo desaparecer a los hijos de la idea misma el matrimonio, al punto que la prole se convirtió en una cuestión opcional, parte de una fantasía de familia ideal, si es que te gustaban esas cosas.