Notas sobre la relación entre judaísmo y cristianismo
A comienzos de diciembre, la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo (en adelante, la Comisión) publicó “Los dones y la llamada de Dios son irrevocables” (Rm 11:29) Una reflexión sobre cuestiones teológicas en torno a las relaciones entre católicos y judíos en el 50º aniversario de Nostra Aetate (N°. 4)… (en adelante, la declaración). El tema me interesa vivamente, pero otros asuntos habían pospuesto su lectura. Un artículo muy interesante de Néstor Martínez, estimado amigo de este blog, me ha decidido a ponerme al día con este asunto.
En general, la declaración en cuestión se lee con razonable facilidad y rapidez, suponiendo un mínimo conocimiento e interés en el tema. Esto es digno de alabar en un documento emanado del Vaticano, donde la mayoría necesita urgentemente una traducción del “alto eclesiástico” al idioma de los hobbits. La mayor parte de su contenido se enmarca dentro de lo que uno esperaría para este tipo de declaraciones, sobre todo considerando los recientes pronunciamientos del Concilios y de los papas al respecto. Naturalmente, lo interesante es detenerse a considerar la otra parte, aquellas que no son tan claras, o que podría interpretarse como una innovación.
Entrando en materia de relaciones entre judaísmo y cristianismo, hay dos puntos fundamentales:
- Fuera de Jesús, “no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.” (Hechos 4, 12)
- El vínculo de Dios con el Pueblo de Israel no ha terminado, porque “los dones y la llamada de dios son irrevocables” (Rm 11:29)
La pregunta, entonces, es cómo entender ambas afirmaciones, de forma que sean compatibles.
En su recapitulación histórica, la Comisión aborda la teoría del reemplazo o sustitucionismo, que era común entre los Padres de la Iglesia y durante el medioevo. Según esta idea, el Pueblo de Israel habría perdido su posición especial ante Dios a causa de haber rechazado al Mesías, la que se habría transferido a la Iglesia como verdadero y nuevo Israel. A veces incluso se llegó a hablar de una reproche o reprobación colectiva hacia los judíos, que se usó como excusa para el antisemitismo.Esta idea fue rechazada por el Concilio Vaticano II, al enseñar que “los judíos son todavía muy amados de Dios a causa de sus padres, porque Dios no se arrepiente de sus dones y de su vocación.” (Nostra Aetate 4). La Comisión profundiza en esa dirección, al señalar que “La Iglesia no reemplaza al Pueblo de Dios de Israel, aunque como comunidad fundada sobre Cristo representa en él el cumplimiento de las promesas hechas a Israel” (23). También nos recuerda que Marción sostuvo que Antiguo Testamento debía desvanecerse ante la luz del Nuevo, tesis rechazada en el año 144 por la Iglesia (28).
Dado que la elección del pueblo de Israel no ha sido revocada ¿Cómo se relaciona con el Pueblo de la Nueva Alianza? [editado 6/1/16]
En este punto, conviene precisar algunos conceptos:
Pueblo de Israel son los descendientes de Abraham. Habitualmente se abrevia como Israel, pero no se debe confundir con el Estado moderno del mismo nombre, que es irrelevante para esta conversación.
Judaísmo es una religión que existe actualmente. Sus miembros son llamados judíos, denominación que puede ser equívoca, pues también se llama así a los miembros de la tribu de Judá. Por ejemplo, un judío que se convierte al catolicismo abandona el judaísmo como religión, pero no deja de ser judío en el sentido cultural.
Pueblo de Dios, o pueblo elegido, según el contexto se puede referir al Pueblo de Israel, a la Iglesia, o a ambos en conjunto.
Esto nos ayuda a entender la respuesta de la Comisión sobre la relación entre ambas alianzas:
El Judaísmo y la fe Cristiana, como aparecen en el Nuevo Testamento, son dos caminos por los que el Pueblo de Dios puede apropiarse las Sagradas Escrituras de Israel. Consecuentemente, la Escritura, que los Cristianos llaman el Antiguo Testamento, se abre a ambos caminos.
Con esto, la comisión parece afirmar que cristianismo y judaísmo son dos ramas que surgen de un mismo tronco: la religión de Israel. Imagino que un judío objetará a la idea de que su religión es diferente a la religión de Israel, aunque sea una adaptación de ella. En base a esta declaración, podemos decir que el judaísmo tiene 2000 años, al igual que el cristianismo.
Ahora bien, decir que ambos caminos surgen de las Escrituras de Israel no implica que ambas sean igualmente válidas, mucho menos que ambas sean igualmente salvíficas. De hecho, la mera mención de “dos caminos” en dos frases seguidas del documento, nos recuerda a la parábola de la puerta estrecha y la puerta ancha, y los dos caminos que llevan uno a la salvación y otro a la perdición. La declaración sí dice:
Una respuesta a la palabra de Dios expresada soteriológicamente, que vaya de acuerdo con una u otra tradición, puede por lo mismo franquear el acceso a Dios, quedando siempre en el poder de su consejo salvífico determinar, para cada caso, en qué manera piensa salvar a la humanidad. Las Escrituras testimonian la universalidad de su voluntad salvífica.
Este es uno de esos párrafos que demandan una traducción, por estar escrito en “alto eclesiático”. En el lenguaje común, dice que la respuesta tanto del cristiano como del judío son agradables a Dios, que quiere salvarlos a ambos. Sin embargo, que una respuesta sea agradable a Dios, y que él quiera salvar a todos los hombres, no permite concluir que los dos caminos sean equivalentes. Por eso, la declaración puede continuar diciendo que “no existen dos caminos de salvación”.
En este punto es donde difiero con Néstor. Mi amigo entiende que al hablar de que la respuesta del hombre conforme al judaísmo puede “franquear el acceso a Dios”, la Comisión se refiere a una salvación aparte de Jesús. Por mi parte, creo que la salvación es algo más que el mero “acceso a Dios”. Puede haber una alianza real, pero que no sea salvífica en sí misma, que no perdone los pecados. De hecho, ese es precisamente el punto principal de la carta a los Hebreos: todo el sistema levítico de sacrificios, a pesar de haber sido entregado por Dios, es imperfecto e inferior al sacrificio cristiano.
Luego, la declaración habla del parentesco entre el camino cristiano y judío, de un patrimonio común, de cómo, a través de la Nueva Alianza, la alianza de Abrahám cumple su promesa de universalidad. Sin embargo, no responde a su propia pregunta acerca de cómo subsiste la Antigua Alianza, en la época en que ella ya se cumplió. Para eso, se recurre a las palabras de san Pablo acerca del misterio de la Providencia Divina. La respuesta de la declaración es:
Que los Judíos son participes de la salvación de Dios es teológicamente incuestionable; pero cómo pueda ser esto posible sin confesar a Cristo explícitamente, es y seguirá siendo un misterio divino insondable (36).
No está mal recordar que el propio san Pablo se manifestó en términos de misterio y designios insondables al hablar de estos asuntos (cf. Rm 11). Sin embargo, uno espera que una declaración como esta diga algo más al respecto. Hay muchísimo paño que cortar en este ámbito, sobre todo considerando las ricas imágenes que nos dejó san Pablo sobre el punto en la carta a los Romanos, pero la Comisión no se animó a hacerlo.
Otro párrafo de la declaración que ha molestado a algunos dice:
La Iglesia se ve así obligada a considerar la evangelización en relación a los Judíos, que creen en un sólo Dios, con unos parámetros diferentes a los que adopta para el trato con las gentes de otras religiones y concepciones del mundo. (40)
Esto es consecuencia de lo desarrollado anteriormente por la Comisión, en cuanto a que el judaísmo no es propiamente otra religión. El documento va creando la imagen de que un judío estaría a la misma distancia de un católico como lo estaría un protestante, otra clase de hermano separado. Es un punto muy defendible y que justifica hablar de evangelización en términos especiales.
El problema en particular surge con la frase que sigue inmediatamente:
En la práctica esto significa que la Iglesia Católica no actúa ni sostiene ninguna misión institucional específica dirigida a los Judíos.
Muchos han leído aquí “la Iglesia no debe evangelizar a los judíos”. Eso, obviamente, es absurdo y herético. Sería absurdo que la Iglesia negara a los judíos el acceso a su propio Mesías, y que renegara de la práctica apostólica de ir primero a la sinagoga y luego a los gentiles. Sin embargo, el documento no dice eso. El texto está redactado en términos indicativos, descriptivos de lo que la Iglesia hace actualmente. Es cierto que la Iglesia actualmente no apoya ni mantiene una misión a los judíos, pero no hay aquí un juicio de valor acerca de si eso es bueno o malo.
Luego la Comisión agrega:
Pero, aunque se rechace en principio una misión institucional hacia los Judíos, los Cristianos están llamados a dar testimonio de su fe en Jesucristo también a los Judíos, aunque deben hacerlo de un modo humilde y cuidadoso.
La Comisión no dice “aunque rechazamos una misión”. Esto es importante, porque no hace suya la posición de que no debe haber una misión institucional, dejando abierto ese debate. Lo que hace es ponerse en el caso de que alguien la rechace, para decir que, incluso en esa posición, al menos los cristianos siempre deben dar testimonio de Jesús a los judíos.
Así las cosas, no me parece que la declaración sea herética ni desastroza ¿Pudo ser mejor? Sin dudas, pero este tipo de ambigüedades son esperables cuando se trata de documentos emitidos por un comité.
44 comentarios
Con toda sinceridad, me parece ridículo hablar de un "acceso a Dios" que no sea salvífico. ¿Qué acceso será, entonces? ¿Condenatorio, o indiferente? ¿Qué Dios sería ése?
El mismo documento dice que se trata de un acceso salvífico a Dios:
"...quedando siempre en el poder de su consejo salvífico determinar, para cada caso, en qué manera piensa salvar a la humanidad."
O sea, por la vía cristiana o por la vía judía.
Recodemos que el documento niega que el cristianismo y el judaísmo actual sean dos religiones distintas, o dos caminos distintos dentro de la misma religión.
¿Cómo, entonces, en la perspectiva del documento, no va a ser salvífico por sí mismo el judaísmo, si es el mismo camino, en definitiva, que el cristianismo?
Sin duda que esa conclusión es herética, pero porque se sigue de la premisa herética que el documento acepta.
Sin duda que se trata de una contradicción, luego de haber hablado de "dos caminos", pero es la contradicción sobre la que se basa todo el documento.
El documento dice lo que dice. No hay que "traducirlo", hay que entenderlo en sus propios términos. No es Magisterio de la Iglesia, así que no hay que tener miedo de decir que contiene errores e incluso herejías. En realidad, es mejor hacer eso que tratar de hacer pasar a las herejías como ortodoxas.
Y cuando dice
"La Iglesia se ve así obligada a considerar la evangelización en relación a los Judíos, que creen en un sólo Dios, con unos parámetros diferentes a los que adopta para el trato con las gentes de otras religiones y concepciones del mundo. En la práctica esto significa que la Iglesia Católica no actúa ni sostiene ninguna misión institucional específica dirigida a los Judíos."
Ese "en la práctica" no representa una mera descripción de lo que de hecho se hace ahora (que además significaría admitir que actualmente la Iglesia ha renunciado a su misión, lo cual va contra la fe en la indefectibilidad de la Iglesia) sino que es lo que la Iglesia se "ve obligada" a hacer, o sea, debe hacer, en virtud de lo que el documento ha expuesto antes, que lo presenta como la verdad doctrinal sobre la relación entre el cristianismo y el judaísmo, cuando en realidad se trata de un cúmulo errores contrarios a la fe, por decir lo menos.
Si no fuera así, al constatar que de hecho ese rechazo a la misión evangelizadora institucional se da, como es la hipótesis interpretativa absolutamente inverosímil que se propone en este "post", el documento debería censurarlo y ratificar el compromiso institucional de la Iglesia en la evangelización de los judíos.
Cosa que obviamente no hace, porque es claro que si el judaísmo actual en cuanto tal es un camino válido de salvación, como erróneamente afirma el documento, no tiene sentido anunciar a los judíos la fe cristiana.
Saludos cordiales.
Para mí es un misterio absolutamente incomprensible, porque lo cierto es que Dios no ha retirado sus dones sobre ellos como recuerda Pablo en Romanos, pese a tan espantosa infidelidad y pecado de rechazar al Hijo de Dios.
¿Cómo podemos hablar entonces de rechazo cuando la propia Biblia prevé su terrible infidelidad y pese a eso dice con un tono de absoluto amor:
"Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor. Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra;así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti (Isaías 54,8-10)
Yo no lo comprendo aquí. Espero comprenderlo en el Cielo si la misericordia del Señor me salva.
También está el caso de los gentiles que acceden a Dios a través de la ley inscrita en sus corazones ¿Los salva la ley inscrita en sus corazones? Claro que no, pero es un acceso a Dios, por el que serán juzgados.
Sobre la relación entre judaísmo y cristianismo, es una cuestión de grados. No están tan cerca como los ortodoxos griegos, pero tampoco tan lejos como los musulmanes. Si es una misma u otra religión, supongo que dependerá de qué tan estricta sea la definición de religión.
¿Debió el documento condenar la falta de misión institucional? Creo que sí, pero esa omisión no constituye una herejía.
El Espíritu Santo actuaba en el Israel del Antiguo Testamento, pero no en virtud de las instituciones propias del Antiguo Testamento, algunas de las cuales han pasado al judaísmo actual.
Sobre los gentiles no dice la Escritura que accedan a Dios, sino solamente que cumplen con la ley de Dios cuando siguen la voz de su conciencia (y además, ésta es verdadera).
Y si acceden a Dios, de nuevo, es en forma salvífica, por la gracia de Cristo y de su Iglesia.
El documento dice (además de negarlo, claro) que el cristianismo y el judaísmo actual son la misma religión, porque no hay grados entre ser la misma religión y ser otra religión distinta, y el documento niega que el judaísmo actual sea una religión distinta de la cristiana.
No importa cómo definamos "religión". Para cualquier definición de "religión", las religiones A y B son la misma religión o son religiones distintas, no hay otra posibilidad.
Tampoco hay grados en la salvación. Una persona se salva o no se salva, y no es posible que alguna religión la salve solamente un poco.
Implícitamente, al menos, entonces, se afirma una herejía por cuanto se identifica al cristianismo con el judaísmo en tanto que religiones.
Y consecuentemente, se afirma la suficiencia salvífica del judaísmo, con la consecuencia lógica de que la Iglesia como tal no evangeliza a los judíos.
No es que solamente no se condene la falta de misión institucional a los judíos, es que se la defiende como válida, como ya mostré en el mensaje anterior.
Saludos cordiales.
Disiento radicalmente de esta formulación, Pato. Primero, porque esto es aplicable a todas las figuras del Antiguo Testamente. Y segundo, porque me güele (sic) a marcionismo. Musho (sic).
La Iglesia se ve así obligada a considerar la evangelización en relación a los Judíos, que creen en un sólo Dios, con unos parámetros diferentes a los que adopta para el trato con las gentes de otras religiones y concepciones del mundo. (40)
En la práctica esto significa que la Iglesia Católica no actúa ni sostiene ninguna misión institucional específica dirigida a los Judíos.
Al separarlo, usas hermenéutica distinta, lo que es, y perdona mi sinceridad, una "trilada". Es evidente que están y se deben de leer juntos.
Te lo digo sin acritud.
Dios nunca ha revocado la Antigua Alianza porque, como dice Nuestro Señor Jesucristo, no la ha abolido sino que la ha llevado a cumplimiento en la Alianza Nueva y Eterna, que sustituyó a la primera Alianza.
La Iglesia, preparada en la Antigua Alianza
761 La reunión del pueblo de Dios comienza en el instante en que el pecado destruye la comunión de los hombres con Dios y la de los hombres entre sí. La reunión de la Iglesia es por así decirlo la reacción de Dios al caos provocado por el pecado. Esta reunificación se realiza secretamente en el seno de todos los pueblos: "En cualquier nación el que le teme [a Dios] y practica la justicia le es grato" (Hch 10, 35; cf LG 9; 13; 16).
762 La preparación lejana de la reunión del pueblo de Dios comienza con la vocación de Abraham, a quien Dios promete que llegará a ser padre de un gran pueblo (cf Gn 12, 2; 15, 5-6). La preparación inmediata comienza con la elección de Israel como pueblo de Dios (cf Ex 19, 5-6; Dt 7, 6). Por su elección, Israel debe ser el signo de la reunión futura de todas las naciones (cf Is 2, 2-5; Mi 4, 1-4). Pero ya los profetas acusan a Israel de haber roto la alianza y haberse comportado como una prostituta (cf Os 1; Is 1, 2-4; Jr 2; etc.). Anuncian, pues, una Alianza nueva y eterna (cf. Jr 31, 31-34; Is 55, 3). "Jesús instituyó esta nueva alianza" (LG 9).
Ahora bien, la cuestión puede resolverse sobre el papel de esta forma pero, si en la práctica no disponemos de gente que sepa cómo, no avanzaremos mucho.
1) En primer lugar la Iglesia tiene que hacer mucho para cambiar la visión del judío entre nosotros, históricamente distorsionada. He discutido hasta la saciedad con negacionistas del Holocausto en estas mismas páginas.Tenemos que colocarnos frente a ellos como lo hacemos ante un chino, un japonés o un nigeriano: sin ideas previas negativas.
2) Tenemos que evangelizarlos teniendo en cuenta no sólo la Torah, que es común, sino el Talmud y otras aportaciones hechas en periodos históricos posteriores a Jesús y a San Pablo.
3) Tenemos que generar estrategias válidas como hicieron siempre los misioneros. A los jesuitas del Paraguay no se les ocurrió fundar una escuela como la de Tlatelolco porque los guaraníes no eran los mexica, ni a los franciscanos de California se les ocurrió que las misiones estuvieran gobernadas por alcaldes-como en el Paraguay-porque estaban tratando con otro tipo de gente que eran meros concheros y recolectores y no entendían la autoridad. El barroco americano representa a la Trinidad por tres personas exactamente iguales, curiosa representación que omite un Padre anciano, un Hijo joven y una paloma para evitar malentendidos, etc...
4) Todo lo dicho requiere una evangelización especializada de personas-sacerdotes o seglares que sepan lenguas semíticas-y que conozcan la evolución del Judaísmo-religión refundada en el s. I-y no estén pensando en cómo evangelizó San Pablo al Pueblo de Israel, que era otra cosa.
En resumidas cuentas tenemos qué aprender nosotros quiénes son ellos para evangelizarlos mejor porque si no la Iglesia institucionalmente no renunciará a la conversión de los judíos pero ésta no se llevará a efecto o chocará con antiguos agravios.
@ Néstor: Tomemos una foto de Moisés en el desierto, guiando a los israelitas. En ese momento, él tenía acceso a Dios, había hablado con Él, pero no estaba salvado. Luego, puede haber un acceso a Dios que no sea salvífico. Si en definitiva se salvó, fue por Jesús, pero antes de eso tenía un acceso a Dios que no era salvífico.
@ Alejando Galván: ¿A marcionismo? no lo veo, ¿podrías explicarlo más?
Sobre la forma de leer el documento, no digo que sea un buen documento. Considera que surge de una comisión, y como tal no refleja cabalmente la opinión de nadie. Sus fórmulas son de consenso. Algunos comisionados dirán que las frases que citas se deben leer juntas; otros, que están separadas. Yo destaco la que, con algo de buena voluntad, me parece más coherente con la ortodoxia.
Obvio, si alguien dice que no hay que evangelizar a los judíos es un hereje.
@ Daniel Iglesias: Entiendo que el Catecismo habla de preparación y cumplimiento, no de sustitución.
Cuando preparas un auto, lo armas, lo pules y lo ensamblas, pero no se mueve, no sirve para nada hasta estar completo. Eso es preparar y cumplir. En cambio, cuando sustituyes auto antiguo por otro nuevo, te deshaces del modelo anterior y te quedas con el nuevo. Entiendo que Dios no hace eso con la Antigua Alianza.
¿Qué hace exactamente? eso lo podemos discutir y es lo que el documento no aborda. Hay partes que se reemplazan, como los sacrificios rituales. Nadie propone volver a eso. Pero el pueblo de Israel no desaparece. No se disuelve, ni en la Iglesia ni en la humanidad. Todavía tienen un papel que jugar, y eso también lo dice el Catecismo.
@ Palas: Muchas gracias por tus palabras. Eso mismo lo dice el documento de la comisión, en el resto que nadie comenta por no ser polémico.
En tiempos de San Pablo todo el Pueblo de Israel esperaba al Mesías y creer que Jesús era ese Mesías no fue difícil para muchos. No había más que Torah escrita u oral (para los que la admitían, porque los saduceos no lo hacían). Hasta aquí nos sirve nuestro Antiguo Testamento, hasta aquí llegamos y por lo visto ahí nos hemos quedado porque todo el mundo hace comentarios sobre Abraham, Moisés, etc...todos ellos veterotestamentarios.
Pero los otros fariseos-lo digo porque San Pablo también lo era-reunidos en Yavneh, ante la diáspora que se les venía encima, refundaron su fe con unos preceptos obligatorios que antes no existían y expulsaron a todos los que no se ajustaron a sus normas. Algo así como lo que hizo San Ireneo de Lyon en su libro "Contra los herejes".
A partir de ahí empezó la Patrística para los cristianos y las sucesivas escuelas judaicas que fueron agregando textos, de los cuales los dos talmudes, el de Babilonia y el de Jerusalén, son lo más notorio.
Desde el enorme desengaño que se llevaron con Sabbatai Zevi, en el s. XVII, el mesianismo disminuyó o casi desapareció entre los judíos.
Por lo tanto lo que nos encontramos ahora no tiene más hilo conductor con el Pueblo de Israel de la época de Jesús que la Torá, pero sin espera ya de ningún Mesías, todo lo demás es un añadido que pocos cristianos conocen, pero evangelizar a los judíos de hoy supone enfrentar ese reto y no el de San Pablo.
Fray Bernardino de Sahagún y sus informantes escribieron "La Historia General de las Cosas de la Nueva España" para conocer a los aztecas y poder evangelizarlos mejor y nosotros queremos convertir a los judíos actuales ignorando una religión de veinte siglos que difiere tanto de la del Pueblo de Israel como podemos diferir nosotros.
El verdad que la Revelación ES Jesucristo: pero Dios ES Trinidad desde el inicio: luego, Moises, y Abaham y Jacob... hasta S. Zacarías tuvieron "experiencias" con Dios Uno y Trino; ergo, también con Dios Hijo.
Si negamos la vigencia de la Gracia de Cristo TAMBIÉN para Moisés... ¿cómo justificamos la Inmaculada Concepción?
Por ello digo que "huele" a Marcionismo: no que afirme que el Dios del AT fuese malo, sino que era sustancialmente distinto del Dios del NT.
Con tu aclaración entiendo que lo que estás queriendo es aplicar una "epiqueya hermenéutica" al texto.... que en mi opinión rebasa sus límites.
Comprendo tu posición: pero, en mi opinión, es un nuevo "trile" con el texto de GS16. La conciencia moral es la regla subjetiva de acción moral: no el fundamento soteriológico. Que el acceso a Dios por la conciencia no incluya la Revelación, no la excluye como fundamento de Salvación.
Creo lo mismo que tu, pero explicado de la siguiente manera: son "mayores" cronológicamente, pero no "en gracia". Lo que nos hace Hijos de Dios es el Bautismo...
Qué nosotros tengamos la Iglesia, la Liturgia y los Sacramentos, no quiere decir que la Gracia de Dios esté limitada a esos elementos. Y eso sin dudar un ápice de que Cristo es el camino, la verdad y la vida y que toda salvación viene por Cristo. ¿Vamos nosotros a ponerle puertas al Espíritu Santo?
El "Shema Israel", de Dt. 6, se refiere a los descendientes de Jacob, a quien DIos puso el nombre de Israel. Nada que ver con el Reino de Israel, que ocurrió tras la muerte de Salomón con diez tribus, ni con el actual estado de Israel. Judá era una de las tribus descendientes de Israel (Jacob), de la que a su vez desciende nuestro Salvador.
el judaísmo original existente antes de la caída del templo de Jerusalén se dividió en dos ramas, ambas muy diferentes a éste.
a) Judeo-Cristianismo con una nueva interpretación de la Torah, basada en el nuevo testamento.
b) Judeo-Rabinismo, basada en el Talmud, que se escribió a partir de la caída del templo.
Flavio Josefo es muy claro cuando indica que los sacerdotes del templo murieron al caer el templo, la tradición oral del judaísmo original quedó entonces interrumpida y nació el rabinismo en Jamnia principalmente de tendencia farisea.
21.- "Ciertamente, las diferentes tradiciones religiosas contienen y ofrecen elementos de religiosidad, que proceden de Dios, y que forman parte de "todo lo que el Espíritu obra en los hombres y en la historia de los pueblos, así como en las culturas y religiones". De hecho algunas oraciones y ritos pueden asumir un papel de preparación evangélica, en cuanto son ocasiones o pedagogías en las cuales los corazones de los hombres son estimulados a abrirse a la acción de Dios. A ellas, sin embargo no se les puede atribuir ... una eficacia salvífica ex opere operato, que es propia de los sacramentos cristianos".
22.- "Con la venida de Jesucristo Salvador, Dios ha establecido la Iglesia para la salvación de todos los hombres (cf. Hch 17,30-31). Esta verdad de fe no quita nada al hecho de que la Iglesia considera las religiones del mundo con sincero respeto, pero al mismo tiempo excluye esa mentalidad indiferentista "marcada por un relativismo religioso que termina por pensar que "una religión es tan buena como otra"". Si bien es cierto que los no cristianos pueden recibir la gracia divina, también es cierto que objetivamente se hallan en una situación gravemente deficitaria si se compara con la de aquellos que, en la Iglesia, tienen la plenitud de los medios salvíficos. Sin embargo es necesario recordar a "los hijos de la Iglesia que su excelsa condición no deben atribuirla a sus propios méritos, sino a una gracia especial de Cristo; y si no responden a ella con el pensamiento, las palabras y las obras, lejos de salvarse, serán juzgados con mayor severidad". Se entiende, por lo tanto, que, siguiendo el mandamiento de Señor (cf. Mt 28,19-20) y como exigencia del amor a todos los hombres, la Iglesia "anuncia y tiene la obligación de anunciar constantemente a Cristo, que es "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14, 6), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió consigo todas las cosas".
"La misión ad gentes, también en el diálogo interreligioso, "conserva íntegra, hoy como siempre, su fuerza y su necesidad". En efecto, "Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad" (1 Tm 2,4). Dios quiere la salvación de todos por el conocimiento de la verdad. La salvación se encuentra en la verdad. Los que obedecen a la moción del Espíritu de verdad están ya en el camino de la salvación; pero la Iglesia, a quien esta verdad ha sido confiada, debe ir al encuentro de los que la buscan para ofrecérsela. Porque cree en el designio universal de salvación, la Iglesia debe ser misionera". Por ello el diálogo, no obstante forme parte de la misión evangelizadora, constituye sólo una de las acciones de la Iglesia en su misión ad gentes. La paridad, que es presupuesto del diálogo, se refiere a la igualdad de la dignidad personal de las partes, no a los contenidos doctrinales, ni mucho menos a Jesucristo -que es el mismo Dios hecho hombre- comparado con los fundadores de las otras religiones. De hecho, la Iglesia, guiada por la caridad y el respeto de la libertad, debe empeñarse primariamente en anunciar a todos los hombres la verdad definitivamente revelada por el Señor, y a proclamar la necesidad de la conversión a Jesucristo y la adhesión a la Iglesia a través del bautismo y los otros sacramentos, para participar plenamente de la comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por otra parte, la certeza de la voluntad salvífica universal de Dios no disminuye sino aumenta el deber y la urgencia del anuncio de la salvación y la conversión al Señor Jesucristo".
Hasta aquí Dominus Iesus.
Los Judíos, o Israel como les gusta decir a algunos exquisitos filólogos, al tener una especial ayuda de Dios por los dones y el llamado recibido, son más responsables delante de Dios si no entran en la Nueva Alianza, que no ha hecho caducar la anterior, sino que la ha llevado a su plenitud. Deben convertirse a Jesucristo y adherirse a la Iglesia por el bautismo y los demás sacramentos.
La Salvación se da en la Verdad.
Todo el montaje de la Shoá se hizo a ciegas, eso es lo más terrible, y basado, más o menos, en la afirmación del alcalde de Viena: "Judío es quién digo yo". En esas condiciones los hijos de Abraham somos todos descendientes espirituales del Padre de la Fe, los de Moisés del Padre de la Ley y los que creemos que Jesucristo es Hijo de Dios Vivo somos los herederos de la Promesa Mesiánica.
Hablemos con propiedad. Judá pertenece al A.T. y, tras la división del Reino de Salomón, el reino del sur se llamó Judea, ya que de las dos tribus que componían ese reino, Judá era la mayoritaria. La otra era la tribu de Benjamín. El término "judío" se generalizó tras el regreso del exilio de Babionia. Las otras diez tribus, dispersadas por los asirios, desaparecieron mezcladas entre otros pueblos. Finalmente, tienes a S. Pablo que se define como judío de la tribu de Benjamín.
El tópico de la discusión es relacionado con el Judaísmo y Cristianismo. Nada que ver con ningún Reich.
La tradición oral de la religión judeo-rabinismo, quedó rota con la muerte de los sacerdotes, con el Talmud se re-inventó su religión específicamente en Jamnia, con elementos Fariseos.
¿Por qué sucedió ésto? Pues de las tres corrientes principales según Flavio Josefo Fariseos, Saduceos y Escenios, los Saduceos desaparecieron con Templo, los Escenios se apartaron del mundo y solo los Fariseos quienes realizaron las modificaciones al no haber ni Templo ni Sacerdotes.
El problema de Amos Oz es igual al de Oriana Fallaci, a ambos les gusta su procedencia pero creen que ésta puede subsistir sin la fe y no puede. Porque a Amos Oz le encante celebrar el Sabath porque es un ritual y la plegaria le va bien, cuando ya no siente lo que dice, o a Oriana Fallaci le entusiasmara escuchar las campanas de su Florencia natal, ni el Sabath ni las campanas resistirán mucho tiempo si no hay corazones que les den cobijo.
no existe una uniformidad en la creencia del Judaísmo original ni tampoco en el rabinismo actual.
No soy yo el que indica que las tres principales corrientes existentes en tiempo de Jesucristo eran Fariseos, Saduceos y Escitas, sino Flavio Josefo: descendiente de Sacerdotes del Tempo (Saduceo), decidió probar las tres corrientes principales, Siendo la última la de Fariseo. También él describe como mataron a todos los Sacerdotes del Templo, quedando pues, interrumpida la tradición oral Sacerdotal.
Los sobrevivientes de las guerras con Roma tuvieron que escribir el Talmud, tratando de encontrar una explicación humana a la Torah, dado que la explicación divina que viene desde Moisés se perdió. Genéticamente son descendientes del Judaísmo original, pero teológicamente su religión se basa principalmente en una explicación humana escrita en el Talmud de una serie de libros de inspiración divina.
La justificación que le dan es forman parte de la "Torah oral", pero esa "tradición" no la tenían ni los Esenios ni los Saduceos.
De las tres tradiciones, Jesús abiertamente combate dos (Fariseos y Saduceos) y no menciona la tercera (Escenios) pero su retiro al desierto, su argumento contra el divorcio Mateo 19-8 "....pero al principio no fue así", donde usa un argumento de corrupción de la enseñanza original de Moisés muestra enorme similitud con esa secta, por lo que, para un católico, probablemente representa el judaísmo original en su mas pura expresión, aun muy imperfecta, pero muy lejos de la hipocresía Farisea, escuela dominante en Jamnia.
Hay una idea errónea de las personas acerca de manifestar que Dios es distinto en el Antiguo Testamento, comparado con su actuación en el Nuevo Testamento sin embargo la ira de Dios y Su amor están revelados en ambos Testamentos.
En el Antiguo Testamento, se declara que Dios es “misericordioso y piadoso, lento para la ira y grande en misericordia y verdad” en el Nuevo Testamento, el amor ,la bondad y la misericordia de Dios están más explicitamente manifiestados a través del hecho de que “ de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Jn 3:16).
A lo largo del AT vemos también a Dios guiando a Israel como un amoroso padre tratando con su hijo, en el NT, al mismo Dios Jesucristo lo llama Padre. .Cuando ellos pecaban contra Él y comenzaban a adorar a los ídolos Dios los castigaba, pero Él los liberaba una vez que se arrepentían de su idolatría
.
En Hb 12:6 nos dice que “el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.”Así vemos claramente, que Dios no es más diferente en el AT de lo que es en el NT.
Dios, por Su misma naturaleza es inmutable,no presenta cambio, vemos un aspecto de Su naturaleza revelada en ciertos pasajes de la Escritura más que otros, Él en Sí mismo, no cambia es justo y es misericordioso.
No hay dos Alianzas, la Nueva Alizanza en Cristo-Jesús sustituye a los Sacrificios del AT.
Decía Benedicto XVI que había tantos caminos para llegar a Dios como personas .
No podemos olvidar que Jesucristo es Hijo del Pueblo Judio y encarnado en un lugar concreto, lo que nos hace nuevos es el Bautismo y la vida sobrenatural, ellos son hijos elegidos que tienen que seguir madurando y profundizando su fe, ya se darán cuenta que Jesús es su Mesías, y el nuestro, y no hay otro, es el hijo de David que esperan ,cuando el Señor en su amorosa paciencia vaya haciendo revelaciones a su corazón y ellos se conviertan.
De hecho somos cristianos por la revelación de Dios al Pueblo Judio en su enviado Jesucristo, hijo del Padre que nos revela en plenitud al Padre, nuestra fe en el Hijo de Dios encarnado parte del Pueblo judio y de María con su Si eterno. Somos Judeo- Cristianos o mesíanicos, que nacemos de lo alto por el agua y el Espiritu Santo ,pero somos así por nuestro Jesús judio ,revelación plena del Padre, aún nosotros somos caminantes y debemos madurar el regalo dado ,y ellos aceptar el regalo que les fue dado y no reconocieron ,excepto los primeros judios-cristianos que nos transmitieron la fe .
El hecho de que el Templo estuviera en Jerusalén marcó una denominación para todos los que acudían a él, como el hecho de que Vizcaya fuera la provincia predominante hizo que en el Siglo de Oro nos llamaran vizcaínos a todos los vascos: habla de vizcaínos, sintaxis vizcaína, vizcaíno de Tolosa y otras denominaciones curiosas. Pero claro, en el NT la diferencia entre judíos y galileos era importante como para nosotros los es ser alaveses, guipuzcoanos o vizcaínos.
Los judíos actuales, repito, son judíos todos porque practican el Judaísmo que también recibió su nombre de la misma fuente: Judea/Jerusalén/Templo.
Con todo respeto y caridad, le ruego que siga un curso de la Biblia o que se lea "Walking with God" de Tim Gray y Jeff Cavins, no sé si está traducido al español. Usted está tratando de justificar sus teorías no con una mentalidad bíblica sino usando parámetros lejanos a los autores bíblicos. Y con esto acabo la discusión.
Los padres de Fabrice Hadjajd eran maiostas, según biografía, lo cual implica que su conversión más que del judaísmo tuvo que venir del ateísmo, supongo. Y, sin embargo, eran judíos. Y si tenemos en cuenta su forma de escribir yo diría que su conocimiento del judaísmo es muy bueno, o lo ha vivido o lo ha estudiado. Así que tendríamos que contar con los judíos conversos para que nos explicaran qué rayos significa hoy ser judío, si es que significa algo.
por desgracia, estás usando dos definiciones de judíos al mismo tiempo en el sentido religioso y en el sentido étnico.
Los judíos, étnicamente hablando, presentan una diversidad de creencias y eso es debido, en parte, a que desapareció la autoridad sacerdotal en la caída del templo. La discusión es religiosa, entonces hablemos del rabinismo desde éste punto de vista, aceptado que hay diferencias, pero también existe un tronco común de creencias: Su religión presenta la característica que son los laicos no sacerdotes los que fungen como maestros. Y su estudio se centra principalmente en el Talmud, no en la Torah. Según su lógica, no es posible entender el último sin el primero, pero extrañamente el judaísmo original nunca necesitó de explicaciones adicionales, solo hasta que se perdió la incompleta, pero verdadera, tradición oral divina que Dios Padre entregó a Moisés y que eran los sacerdotes los custodios de la misma.
Aunque no hay una afirmación expresa en el Nuevo Testamento, al menos en la enseñanza sobre el divorcio Jesús indica que la enseñanza original se corrompió (..."pero al principio no fue así"), por lo que, es posible argumentar que el judeo-cristianismo siguió teológicamente la enseñanza esenia.
Por el contrario, para el judeo-rabinismo, teológicamente la base es farisea, ya que se basa en una mítica "Toráh oral" donde se establecen una serie de reglas no aceptadas ni por Saduceos ni por esenios.
El debate judeo-cristiano y judeo-rabinismo no es muy distinto entre el fariseísmo y los esenios: la enseñanza original transmitida a los padres se corrompió, "por la dureza de su corazón" (fariseo).
Es el tibio y falsamente prudente lenguaje de esta Iglesia de hombres débiles y acomplejados de su fe que llevamos sufriendo desde hace decenios.
Lo mismo que ese escandaloso vídeo del "Video del Papa" que siembra relativismo a raudales en las imágenes - no en las palabras del Santo Padre que son muy correctas-.
Todos comprendemos el espiritu de tender lazos y buscar la Paz. Pero no vamos a tener paz, sino guerra, porque la Paz es un don de Dios y no el fruto del voluntarismo humano.
El mundo nada en el pecado y el desprecio abierto a Dios como nunca antes jamás.
Y por eso tendremos guerra que son el castigo de Dios.
"Un camello es un pura sangre diseñado por una comisión"
SOY UN FIRME DEFENSOR DEL MONOTEISMO ABRAHÁMICO
"Escucha Israel, Nuestro Señor Dios es Uno"
"Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza" y a "Tú prójimo como a ti mismo"
Resumimos así los mandamientos de la ley dada por Dios a Moisés, renovada en David y, al final, en Jesús nuestro mesías: Luz de Israel y de todas las naciones.
Yo mismo declaro que amo al Pueblo elegido con todo mi corazón pues nos ofrecieron al Dios verdadero (Hashem), las Escrituras y la Ley y al Mesías y, no olvidemos, las 5000 almas bautizadas en Jerusalén, si les enseñamos bien los judíos rabínicos existente aceptarán a Cristo y por ende obtendrán la Salvación en la Nueva Alianza a través de su Pasión, pues el es el verdadero Cordero Pascual.
Dios nos proteja y nos guíe siempre por el camino de la rectitud y la justicia
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