Dennis Barton, La tradición clementina del Evangelio -9
Dennis Barton, La tradición clementina del Evangelio, edición de 2017
Capítulo 1. Redescubrimiento de la tradición clementina del Evangelio
Capítulo 2. El zigzag sinóptico y los dobletes
Capítulo 3. El origen del Evangelio de Marcos
Capítulo 4. El Evangelio de Marcos y Lucas-Hechos
Capítulo 5. Antijudaísmo en Mateo
Capítulo 6. La evidencia histórica temprana
Capítulo 7. Las liturgias (typicon o ustav) de las Iglesias orientales
Capítulo 8. La fuente Q y las profecías del Templo
Capítulo 9. Entender “según…”
Podríamos desear que cada autor de un Evangelio hubiera comenzado y terminado con su nombre y otros detalles biográficos. ¿Pero esto habría sido suficiente para silenciar a los críticos? Hay trece Epístolas en las que Pablo usa su nombre al principio o al final, o en ambos sitios. Sin embargo aún así su autoría es negada.
Había un mensaje de Buena Noticia, un Evangelio –el Evangelio de Cristo. Justino Mártir uso la palabra “Evangelio” en singular, pero usó el plural cuando dijo que las memorias de los Apóstoles son llamadas Evangelios. Este doble significado había evolucionado en su época, aunque se puede ver anteriormente signos del mismo en Romanos 11:16 y 16:25, 2 Timoteo 2:8 y 2 Tesalonicenses 2:14. Dado que cuatro autores habían ofrecido sus relatos separados del único Evangelio, es fácil entender cómo llegó a ser usada la expresión “según…”
Sin embargo hay una forma más profunda de abordar este asunto. Los primeros cristianos estaban empapados de las tradiciones del Antiguo Testamento. Según Claude Tresmontant, cuando el Evangelio de Mateo fue traducido del hebreo al griego se usó el mismo léxico que se había usado para traducir la Septuaginta (CTH 17-23). En las catacumbas romanas, artistas cristianos representaron escenas en las que se comparaban las antiguas y las nuevas Escrituras. Los cinco rollos cristianos fundacionales (los cuatro Evangelios y los Hechos) fueron colocados junto a los cinco rollos de la Torah.