Polémicas matrimoniales (XXII): De nuevo el Secretario del Sínodo
Hace unos días, se celebró en Roma un congreso de movimientos y organizaciones católicas convocado para tratar sobre los temas planteados en el Sínodo extraordinario sobre la familia del año pasado y como preparación para el de este año. En él participaron ochenta grupos diferentes y, gracias a Dios, se defendió con claridad la doctrina católica.
Como señaló el P. Santiago Martín, fundador de los Franciscanos de María: “La práctica totalidad de los movimientos presentes en Roma […] está a favor de mantener la doctrina tradicional. Todos quieren […] que se trate con el máximo amor a los divorciados para que no se sientan excluidos de la Iglesia, pero sin que eso suponga devaluar la Eucaristía y permitir que se pueda acceder a ella sin estar en gracia”.
En este congreso, sin embargo, el cardenal Baldisseri, Secretario del Sínodo, volvió a expresar opiniones impropias de su cargo y a manipular de forma inaceptable las discusiones, “guiándolas” hacia el rechazo de la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la aceptación de un divorcio católico. La misión del Secretario General de un Sínodo en ningún caso incluye intentar determinar cuáles van a ser las conclusiones del mismo y de las discusiones relacionadas y menos aún actuar así en contra de la doctrina de la Iglesia. Es muy difícil entender por qué el Secretario de este Sínodo ha estado haciendo precisamente eso desde el comienzo del mismo.
En su intervención inicial, a pesar de reconocer que los párrafos 52, 53 y 55 sobre los divorciados y las parejas del mismo sexo de la Relatio final del Sínodo Extraordinario no habían sido aprobados, en la práctica les dio el mismo peso que a cualquier párrafo aprobado y defendió claramente, según esos párrafos, la necesidad de buscar “opciones pastorales valientes” y “caminos pastorales nuevos” para ayudar a las familias heridas, frases que se han utilizado a lo largo de los últimos meses como código que significaba “dar la comunión a los divorciados en una nueva unión” (de la misma manera que “volver a decir lo otra vez lo mismo” era la manera despectiva de referirse a mantener la doctrina de la Iglesia). Además, reiteró estas ideas en las conclusiones de la intervención y en todo el tono de la misma.
Si esto fuera todo, podría tratarse de una simple forma poco apropiada de expresarse. Analicemos, pues, la información disponible acerca del resto de su intervención, en las preguntas y respuestas posteriores al texto preparado, para arrojar luz sobre el asunto. Por ejemplo, Maria Madise, directora de la organización católica Voice of the Family, presente en el congreso, reprochó posteriormente al cardenal su conducta en esa segunda parte de su intervención:
“El cardenal Baldisseri corrigió públicamente un delegado que protestó por los ataques a la enseñanza católica. Es notable que se negara a hacer lo mismo cuando la enseñanza de la Iglesia sobre la anticoncepción fue negada unos momentos después por un delegado diferente. La impresión que da es que el único pecado hoy es defender lo que la Iglesia siempre ha enseñado. Todo parecía puesto en duda en esta conferencia, incluyendo preguntas ya claramente resueltas por el magisterio de la Iglesia. Tal discusión distrae de la tarea de encontrar soluciones reales a los problemas que enfrentan las familias reales. Apenas se habla de graves males como el aborto, la eutanasia y los ataques a los derechos de los padres. Estas son algunas de las cuestiones clave también omitidas en el informe final del 2014 sínodo. Las familias que sufren no son asistidas por los sofismas de los disidentes profesionales, ya sea clérigos o laicos“.
El Cardenal Baldisseri respondió a esta dura crítica de Voice of the Family echando balones fuera y culpando a los traductores, asegurando que:
“las declaraciones atribuidas a mí por Voice of the Family no se corresponden con mi pensamiento. Probablemente, hablando en italiano, algunas frases podrían haber sido limitadas por la traducción simultánea. Por eso invito a leer el texto de mi discurso”.
Es muy significativa la restricción mental del cardenal en su “aclaración”, porque, como señaló Voice of the Family, el cardenal no había dicho esas cosas en su discurso, sino al responder a las preguntas posteriores. Por lo tanto, la invitación a leer el texto oficial del discurso, en el que no figuran las preguntas y respuestas posteriores, sólo puede ser un triste intento de desviar la cuestión.
El asunto habría quedado en un intercambio de afirmaciones contrarias, imposibles de verificar, de no ser porque, como en el caso del cardenal Kasper, había alguien que tenía una grabación de las declaraciones del cardenal Baldisseri y podía citarlas literalmente. Se trataba del portal informativo Aleteia, que confirmó lo que había señalado Voice of the family y mostró que, en efecto, el cardenal había reprendido al delegado que se atrevió a defender la doctrina de la Iglesia y había justificado el rechazo de esa doctrina.
Aleteia informó de que el representante de una organización católica venezolana manifestó su preocupación y asombro por la propuesta del cardenal Kasper en el consistorio de Febrero, repetida en el Sínodo, de dar la comunión a los divorciados en una nueva unión después de un “proceso penitencial”, tras el cual, a todos los efectos, esa nueva unión sería aceptada por la Iglesia, contra la Tradición de la Iglesia, los dogmas de Trento y, en general, toda la doctrina católica sobre el tema.
El cardenal Baldisseri, en este caso, no se alegró por la diversidad que existía entre su opinión y la del venezolano, sino que le reprendió, asegurando que “no deberíamos asombrarnos de que haya posturas diferentes a la ‘doctrina común’” y que “no hay razón para escandalizarse de que un cardenal o un teólogo digan algo que sea diferente de la llamada “doctrina común”. Eso no significa ir en contra. Significa reflexionar, porque el dogma tiene su propia evolución, que es un desarrollo y no un cambio”. Asimismo, señaló que “eso es exactamente lo que queremos hoy. Queremos discutir cosas, pero no para crear la duda, sino para verlas en un nuevo contexto y con una nueva conciencia. De otro modo, ¿qué está haciendo la teología sino repetir lo que se dijo en el siglo pasado o hace veinte siglos?”
Es imposible no asombrarse ante un cardenal que, aparentemente, no conoce la diferencia entre teología y doctrina. Un sínodo de obispos no se convoca para hacer teología, sino para proclamar la doctrina y la pastoral de la Iglesia. Las consecuencias del sínodo no serán de especulación teológica, sino doctrinales y pastorales. Son ámbitos diferentes y, por eso, los teólogos tienen una libertad mayor en su esfera que los pastores, porque una cosa es investigar y otra enseñar la fe de la Iglesia. Si un teólogo se equivoca de buena fe, los demás teólogos le rebatirán o la Iglesia le corregirá y ya está. En cambio, si la doctrina de la Iglesia se adultera, aunque sea de buena fe, las consecuencias para los fieles son terribles, porque lo que está en juego es la vida eterna. Cuando se confunden ambas esferas, como hace el cardenal Baldisseri, lo que se está haciendo es experimentar irresponsablemente con materias gravísimas.
Por otra parte, el cardenal no puede ignorar que lo que se discute no es mera “teología”, sino que se está negando el magisterio de la Iglesia, magisterio de un altísimo nivel: Concilio de Trento, cánones sobre el sacramento del matrimonio V y VII; Exhortación Apostólica Familiaris Consortio de San Juan Pablo II, número 84; Exhortación Apostólica Sacramentum Caritatis de Benedicto XVI, número 29; Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe a los obispos de la Iglesia Católica sobre la recepción de la comunión eucarística por parte de los fieles divorciados que se han vuelto a casar del 14 de septiembre de 1994; Catecismo de la Iglesia Católica números 1664, 2353, 2364 y 2384; o Código de Derecho Canónico, can. 1141, entre otros muchos documentos magisteriales. Si la Iglesia tiene una gran cantidad de magisterio sobre este tema, ¿cómo se puede pretender que se trata meramente de discusiones teológicas? O, mejor dicho, ¿qué se pretende al fingir que ese magisterio no existe?
Además, es evidente para cualquiera que las palabras del Secretario del Sínodo no se ajustan a la verdad. Al margen de que la propuesta del cardenal Kasper y otros obispos sea correcta o no, lo que está claro es que no se trata de un “desarrollo” de la doctrina sobre ese tema, sino una concepción diametralmente opuesta a lo enseñado por la Iglesia hasta el día de hoy. Decir exactamente lo contrario de algo no es desarrollar ese algo. ¿Dónde está el desarrollo que va de “cualquier segunda unión en vida de los cónyuges es nula y un gravísimo pecado de adulterio público y continuado” a “esa segunda unión es admisible para la Iglesia y no excluye de la comunión”? No hace falta ser un teólogo para comprender lo vergonzoso que es el intento de hacer pasar la negación de una doctrina por un desarrollo de esa doctrina, algo que condenó expresamente San Pío X (cf. Juramento Antimodernista, 1910).
Finalmente, desafía a la imaginación que el cardenal Baldisseri fuera capaz de hablar despectivamente de “repetir” lo que se dijo “hace veinte siglos”. ¿Qué es eso que sucedió hace precisamente veinte siglos? Cosillas sin importancia, como la encarnación, vida pública, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo y la predicación de los Apóstoles. Ante esta actitud del cardenal, sólo podemos reaccionar como Patrick Buckley, el representante en el congreso de la Sociedad para la Protección de los Niños No Nacidos, que afirmó:
“La enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio se funda en las palabras de Jesucristo. Estas palabras pueden haber sido dichas hace 2.000 años, pero para los católicos siguen siendo ni más ni menos que inmutables mandatos de Dios”.
La verdad es que Iglesia no puede dar otra cosa que lo que ha recibido, aunque al cardenal Baldisseri le parezca aburrido. Digámoslo con total claridad: Sí, llevamos dos mil años repitiendo la doctrina católica y no nos avergonzamos de ello, porque en esa doctrina está la salvación que Cristo nos regala. Abandonar esa doctrina es perder la vida eterna.
No puedo evitar, sin embargo, admirar la audacia del cardenal Baldisseri al recordarnos que en el Concilio de Nicea los padres conciliares llegaron a los golpes. Lo que no parece recordar el cardenal es que los padres de Nicea llegaron a los golpes precisamente por lo contrario de lo que el propone. No se debió a que todas las opiniones pudieran discutirse libremente, sino a que, cuando los padres escucharon a Arrio negar la doctrina de la Iglesia, se taparon los oídos ante tamaña vergüenza. Y San Nicolás, no pudiendo aguantar más aquella indignidad, se enzarzó con Arrio en una pelea. Al terminar el Concilio, en lugar de felicitar a los herejes por sus “opciones pastorales audaces”, como aparentemente haría el cardenal Baldisseri, se los desterró donde no pudieran hacer más daño y los padres conciliares se divirtieron de lo lindo quemando sus obras heréticas (y, quizá, aprovechando para asar unas salchichas en el fuego, aunque eso ya no lo dicen los libros de historia). Nada que ver, por lo tanto, con el indiferentismo propuesto por el Secretario General del Sínodo.
En cuanto a los divorciados en una unión civil, el cardenal Baldisseri afirmó:
“¿Qué hacemos con esta gente? No podemos seguir como hasta ahora […] Si tienen hijos que cuidar o padres ancianos del segundo matrimonio que necesitan ayuda, ¿qué hacen? ¿Es que alguien debe quedarse solo porque un esposo o una esposa tomó otro camino? […] El único sacramento que requiere dos personas para recibirlo es el matrimonio. Y [en algunos divorcios] está la víctima, que no es culpable. Quizás el marido se marchó con su secretaria. Entonces, [la esposa] tiene que sufrir todas las consecuencias. Actualmente, somos más sensibles a estas cosas”.
He aquí, de nuevo, la misma forma engañosa de hablar, que produce una cierta vergüenza ajena en el lector. El cardenal apela conmovedoramente al cuidado de niños o ancianos, a pesar de que sabe perfectamente que la doctrina actual de la Iglesia no prohíbe en ningún caso que se cuide de esos niños o ancianos, sino que, al contrario, manda que así se haga cuando sea ése el deber del interesado. Y da a entender, aún más engañosamente, que existe algún vínculo necesario aunque invisible entre adulterar y cuidar niños o ancianos, de modo que la Iglesia debería permitir ese adulterio en defensa de los más desvalidos. ¿Cuál es ese vínculo necesario? No existe, pero eso no importa, porque basta con sugerirlo sibilinamente, dando así la impresión de que la práctica de la Iglesia produce injusticias, cuando la realidad es exactamente la contraria, como recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica:
“El adulterio es una injusticia. El que lo comete falta a sus compromisos. Lesiona el signo de la Alianza que es el vínculo matrimonial. Quebranta el derecho del otro cónyuge y atenta contra la institución del matrimonio, violando el contrato que le da origen. Compromete el bien de la generación humana y de los hijos, que necesitan la unión estable de los padres” (Catecismo de la Iglesia Católica 2353).
Por supuesto, esta injusticia real producida por cualquier adulterio (también el del cónyuge abandonado) desaparece mágicamente de la argumentación de los cardenales Kasper, Baldisseri y sus partidarios. No es de extrañar, porque su argumentación se basa en negar lo objetivo y afirmar la mera voluntad subjetiva, de modo que omiten cualquier realidad objetiva y la sustituyen por insinuaciones, afirmaciones confusas, medias verdades y apelaciones sentimentaloides a una falsa misericordia.
Aún son más curiosas sus conclusiones, según las cuales, puesto que un cónyuge ha adulterado, el otro tiene derecho a contraer una nueva unión. Apliquemos este razonamiento a cualquier otro pecado. Si alguien me roba mis ahorros de toda la vida, ¿alguien en su sano juicio opina que, entonces, yo puedo ir y robarle a otra persona los suyos porque no es justo que yo “sufra todas las consecuencias” del robo? ¿Acaso tenemos que aprobar la conducta de alguien que ha sufrido una dolorosa mentira de otra persona y considera que, a partir de ese momento, la sinceridad deja de tener sentido y puede mentir a placer?
Si todo esto es absurdo, ¿por qué se nos intenta hacer creer que la persona que ha sufrido un abandono tiene por ello carta blanca para adulterar? ¿O, más increíblemente aún, que puede decidir que la indisolubilidad ya no va con ella y puede casarse otra vez a pesar de que sigue estando casada? El cardenal Baldisseri lo afirma sin rubor, alegando que la persona abandonada no se va a “quedar sola” por el hecho de que el cónyuge “tome otro camino”, de modo que puede casarse de nuevo a pesar de que según la fe católica ya está casada. O nos señala que, como “el marido se marchó con su secretaria”, aparentemente la mujer puede hacer lo mismo y marcharse con el cartero, porque… porque… ¿por qué no? En fin, son afirmaciones que no tienen el más mínimo asomo de justificación racional o teológica y que, de hecho, sólo se apoyan en formas engañosas de hablar. Es un claro caso de lo que Orwell llamaba doublespeak o, en palabras de Tolkien, wormtongue.
Por otro lado, la posibilidad planteada por el cardenal Baldisseri con respecto al cónyuge abandonado fue expresamente anatematizada por el Concilio de Trento:
“Si alguno dijere, que la Iglesia yerra cuando ha enseñado y enseña, según la doctrina del Evangelio y de los Apóstoles, que no se puede disolver el vínculo del Matrimonio por el adulterio de uno de los dos consortes; y cuando enseña que ninguno de los dos, ni aun el inocente que no dio motivo al adulterio, puede contraer otro Matrimonio viviendo el otro consorte; y que cae en fornicación el que se casare con otra dejada la primera por adúltera, o la que, dejando al adúltero, se casare con otro; sea anatema” (Concilio de Trento, Canon VII sobre el sacramento del matrimonio).
¿Qué sentido tiene discutir hoy lo que fue definido como dogma de fe hace cinco siglos? Más aún, ¿qué sentido tiene poner en duda ese dogma y sugerir su (imposible) modificación, como han hecho el cardenal Baldisseri y el cardenal Kasper? Rozar o caer de lleno en la herejía material no es más que la consecuencia, tan inevitable como perniciosa, de pretender que todas las opiniones son admisibles en un sínodo de obispos, aunque sean contrarias a la fe católica.
Finalmente, el cardenal Baldisseri se apoyó en que, si bien lo esencial no puede modificarse, la disciplina sí que es susceptible de modificación. Como ilustración de este principio, señaló la facilidad actual para la secularización de los sacerdotes. Aunque el principio es cierto, la afirmación del cardenal es contradictoria con sus afirmaciones anteriores. ¿No nos había dicho que se trataba de “evolución del dogma”? ¿Cómo es que ahora, mágicamente, se trata de disciplina y no de dogma? ¿No proponía el propio Baldisseri apartarse de la “doctrina común”? ¿Cómo puede ahora pretender que se trata meramente de temas disciplinarios y no doctrinales? A la postre, la argumentación del Secretario del Sínodo parece ser: cara gano yo, cruz pierdes tú. Aparentemente, da igual que los argumentos que presenta sean mutuamente contradictorios y por lo tanto se anulen unos a otros, lo único que importa es la victoria de una agenda que defiende a capa y espada y que debe triunfar cueste lo que cueste, por más que la fe de la Iglesia se quede por el camino como víctima colateral.
Todo esto, después de un planteamiento relativista del Sínodo y de una manipulación sin precedentes de su funcionamiento. Como señaló Juanjo Romero sobre el tema:
“Transparencia que se manifestó en la decisión de no publicar los discursos/comunicados de los Padres Sinodales. Transparencia para muñir una relatio intermedia con tres puntos [que] no respondían a lo hablado en el Sínodo, tal como relataron varios cardenales. Trasparencia que se manifestó en distribuir esa ‘relatio’ antes a la prensa que a todos los Padres sinodales, intentando presionar desde fuera. Como afirmó el Cardenal Napier, daba igual que se pudiese corregir dentro de las sesiones, el mal ya no se podría controlar. Transparencia a la que se acogió para no publicar las conclusiones de los ‘círculos menores’, a lo que fue obligado por la petición al Papa de varios cardenales”.
En resumen, además de una forma turbia y partidista de organizar el Sínodo y las reuniones conexas y de pretender corregir a los que defienden la fe de la Iglesia, hemos visto como se rechazan públicamente los dogmas de Trento, el magisterio de San Pío X, San Juan Pablo II y Benedicto XVI, las declaraciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Catecismo de la Iglesia Católica, por no hablar de la doctrina inmemorial de la Iglesia y las palabras del mismo Cristo. Todo ello, en palabras del Papa Francisco, haciendo gala de un “buenismo destructivo, que en nombre de una misericordia engañosa venda las heridas sin primero curarlas y medicarlas".
Dios quiera que los resultados del Sínodo sean buenos, aunque temo que para ello hará falta un milagro, porque, hasta el momento, la forma de organizarlo y dirigirlo no ha podido ser peor ni menos acorde con la Tradición de dos milenios de historia de la Iglesia.
154 comentarios
Polémicas matrimoniales (I): la comunión como premio
Polémicas matrimoniales (II): la comunión espiritual
Polémicas matrimoniales (III): Domingo de Pascua
Polémicas matrimoniales (IV): un tema doctrinal
Polémicas matrimoniales (V): el perro verde y una brecha en la muralla
Polémicas matrimoniales (VI): D. Joan Carreras del Rincón
Polémicas matrimoniales (VII): Respuestas de D. Joan Carreras del Rincón
Polémicas matrimoniales (VIII): San Jerónimo
Polémicas matrimoniales (IX): Mons. Vesco y la indisolubilidad disoluble
Polémicas matrimoniales (X): la equidistancia entre la verdad y el error
Polémicas matrimoniales (XI): realidad y no ficción
Polémicas matrimoniales (XII): la analogía con la Lumen Gentium
Polémicas matrimoniales (XIII): supresión de la responsabilidad moral
Polémicas matrimoniales (XIV): el olor a oveja y el olor a Cristo
Polémicas matrimoniales (XV): Fr. Hunwicke
Polémicas matrimoniales (XVI): negar la comunión
Polémicas matrimoniales (XVII): la ley mosaica
Polémicas matrimoniales (XVIII): Mons. Santiago Agrelo
Polémicas matrimoniales (XIX): cardenal Sistach
Polémicas matrimoniales (XX): Mons. Bonny, obispo de Amberes
Polémicas matrimoniales (XXI): Conferencia Episcopal Alemana
Y así el tema culturalmente más imponente, educativamente más decisivo, se abandona a la mentalidad mundana que invade también a los fieles, que cuando razonan sobre estas cosas ya no expresan un sensus fidelium teológicamente significativo, sino la mentalidad mundana de la que todos deberíamos convertirnos para unirnos a la novedad de Cristo, que por sí sola nos libera. Jesús no hizo sondeos cuando propuso el perdón de los enemigos, el matrimonio indisoluble, la eucaristía o la palabra de la cruz: sabía perfectamente qué pensaban incluso los discípulos. Dijo más bien: «¿También vosotros queréis marcharos?».
A buen entendedor...
Diria: Bruno Cardenal. Pero es demasiado ;-)
"Oh monstruos infernales, quién os ha hecho tanto mal, que hayáis llegado a hacer leyes contra las de Dios? ¿Quién os ha dado osadía para romper las divinas, por guardar las humanas? Decid burladores del Christianismo, tizones del infierno, vasos de ira y saña de Dios, cómo es posible que hagáis Evangelio, y enseñéis doctrina, y tengáis libro contrario al de Iesu Christo?"
Y a la altura de la página 379...
"¿Y qué orejas podrán oír con paciencia, que no diez ciudadanos, sino diez millones: no de las heces y escoria del pueblo, si no de los más granados del mundo, no allá por los rincones, sino en mitad de las plaças, se hayan conjurado y concertado, o desconcertado de hacer leyes, no contra las del Rey, sino contra las de Dios, y que las publiquen, y defiendan, y persuadan al mundo, y tengan discípulos desta honrada secta estos traidores a Dios, al Cielo, a las leyes, a los hombres, y a las buenas costumbres, y que tras eso vivan...?
No parece que lograse mucho, pero se debió quedar la mar de a gusto...
Además, dudo seriamente de que salchichas cocinadas con las brasas de las obras de Kasper y cía. dejen de tener desastrosos efectos para la salud.
Por lo pronto ya son contaminantes ambientales los razonamientos de Baldisseri.
Saludos cordiales.
Muy buenas citas. No he leído a Fray Pedro, pero está claro que tendré que hacerlo.
En este caso, por desgracia, no se trata de leyes de reinos cristianos, sino del intento de crear leyes de la Iglesia contrarias al Evangelio.
Lo de tizones del infierno me lo guardo para futuros artículos.
Parece que hayamos dejado de creer que el ÚNICO fin de la vida de todo cristiano es su santificación, paso previo a su verdadera felicidad. Ahora, por lo visto, el fin de todo cristiano es pretender vivir feliz en este mundo haciendo lo que crea más oportuno -usando los sacramentos como un producto más de consumo-, aunque atropelle la voluntad de Nuestro Señor.
Subjetivismo, inmanentismo, relativismo. Las tres cabezas de la hydra del modernismo, que no sólo afecta a millones de cristianos laicos sino que está carcomiendo, cada vez con mayor intensidad, a la jerarquía.
Simplemente con estas palabras de esperanza, tenemos suficiente doctrina y magisterio algunos de los pocos que seguimos yendo a la Iglesia. A los demás hace mucho tiempo que no hay nada que ofrecerles, por eso ni están ni se les espera.
Enhorabuena: pocos, pero buenos. Y limpios, muy limpios, cómo no.
La "esperanza" de pecar no es esperanza, sino desesperanza. El "magisterio" que niega los dogmas de la Iglesia y los mandatos de Cristo no es magisterio, sino engaño.
Por otro lado, defender la doctrina de la Iglesia no es creerse bueno, sino creer en el único Bueno.
Ánimo, confíe en Dios y fíese de la Iglesia.
¿Quién tiene mas culpa, el que lo hace o el que le ha nombrado y lo permite, cuando es de todos conocido y no puede excusar falta de conocimiento?
¿No les serían a ambos aplicables las palabras de Cristo sobre atar ruedas de molino al cuello?.
Je, je. Al final de la vida de Hilaire Belloc, el Primer Ministro quiso honrarlo nombrándolo Compañero de Honor. Belloc pidió la lista de miembros y, después de leerla, rechazó cortésmente el ofrecimiento.
Aún no hemos llegado a tanto, pero...
Bueno, Juan Pablo II lo nombro obispo y nuncio, y Benedicto XVI Secretario de la Congregación de Obispos. La responsabilidad esta bastante repartida, pero coincido en que su conducta actual pide a gritos una corrección fraterna o, mejor, paterna.
Predicarles el evangelio y las palabras de Cristo
No podemos seguir como hasta ahora
¿Por qué?
Si tienen hijos que cuidar o padres ancianos del segundo matrimonio que necesitan ayuda, ¿qué hacen?
Atender a sus hijos y padres ancianos pero sin cometer adulterio.
¿Es que alguien debe quedarse solo porque un esposo o una esposa tomó otro camino?
Eso se lo pregunta a quien dijo que el cónyuge repudiado que se vuelve a casar se convierte en un adúltero. ¿Es usted, señor cardenal, más bueno que Jesucristo?
[…] El único sacramento que requiere dos personas para recibirlo es el matrimonio. Y [en algunos divorcios] está la víctima, que no es culpable. Quizás el marido se marchó con su secretaria. Entonces, [la esposa] tiene que sufrir todas las consecuencias. Actualmente, somos más sensibles a estas cosas”.
¿Qué tiene que ver la sensibilidad con ignorar las palabras de Cristo? ¿Acaso Cristo dijo que si a una mujer el marido la deja por la secretaria, entonces se puede volver a casar?
Ya está bien de cardenales herejes que le leen la cartilla a nuestro Salvador.
Guillermo PF, si quieres seguir ciego siguiendo a guías de ciegos, es tu problema. Cuando te presentes delante del Tribunal de Cristo no podrás meterte debajo de la sotana cardenalicia de Baldisseri. Si eres un adúltero y no dejas de vivir en adulterio antes de morir, vas de cabeza al infierno. Y dura mucho. Es eterno.
Sin embargo, permite que diga que no me parece acertado repartir la responsabilidad que tienen sobre Baldisseri el Papa Francisco, con San Juan Pablo II y Benedicto XVI, como le has respondido a "Paseante":
"Bueno, Juan Pablo II lo nombró obispo y nuncio, y Benedicto XVI Secretario de la Congregación de Obispos. La responsabilidad está bastante repartida."
Pienso que ellos nunca hubieran permitido a Baldisseri decir esto, y no tienen la culpa de que alguien que ellos nombraron, ahora diga algo tan distinto a lo que ellos siempre enseñaron con tanta claridad.
De todos modos, reitero que me ha parecido un artículo excelente
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
Sólo Dios basta.
También negó tajantemente que haya sido una “derrota” para el Papa que tres párrafos del documento final, relativos a la cuestión de los gays y de los divorciados vueltos a casar, no obtuvieran los dos tercios requeridos, como algunos interpretaron.
“Lo que el Papa espera es una mayor apertura pastoral de ministros con olor a oveja, capaces de sufrir con la gente”, explicó.
Sobre la virtual marcha atrás que hubo a la apertura a los gays, dijo que “quizá” lo que faltó fue que los obispos se preguntaran, como hizo Francisco, “¿quiénes somos nosotros para juzgar a los gays?” Ante una pregunta sobre qué les diría a quienes critican al Papa porque con este sínodo se abrió una “caja de Pandora”, contestó, sin vueltas: “Si no se abre la caja de Pandora, lo que se hace es esconder la mugre debajo de la alfombra, meter la cabeza en un hueco como las avestruces, alejarnos cada vez más de la sensibilidad de nuestra gente y quedarnos contentos porque un pequeño grupo nos felicita”.
-¿Se esperaba que hubiera tanta división respecto de la cuestión de los divorciados vueltos a casar?
-En realidad yo pensaba que este tema ni siquiera se iba a tratar, o que sólo se lo iba a mencionar de paso, porque había muchos otros asuntos que nos preocupaban más. Lo llamativo es que la posibilidad de que algunos divorciados vueltos a casar pudieran comulgar fuera planteada por muchos obispos. Yo no hablaría de división, porque quienes lo plantearon lo hicieron con mucha prudencia, dejando bien clara la indisolubilidad matrimonial, y quienes se oponían lo hacían pensando en el bien de las familias y de los hijos. Sólo había un grupo de seis o siete muy fanáticos y algo agresivos, que no representaban ni el 5% del total.
Creo que tenemos que preocuparnos seriamente de lo que puede salir del Sínodo, cuando los que lo dirigen han mostrado ya abiertamente que quieren la ruptura. Negar esto es engañarse.
Tomás, mejor procure que no nos veamos allí. Ni me fío de los ciegos ni necesariamente me fío de vd. hasta que no tenga seguridad. Gracias.
Pero no creo que haya muchos laicos tan formados como él en este tema y que se lo hayan trabajado tanto.
Y además habiendo estudiado teología y con conocimiento de idiomas y traducción...
Yo recogería firmas para que esté presente en el Sínodo, aunque sea de acompañante de alguno de los obispos españoles que asistirán.
¿Y si escribimos a sus obispados para proponérselo y de paso le enviamos los enlaces de los post de Bruno por si todavía no los conocen?
Uno que es un rarito.
Si usted se casó por la Iglesia y ahora convive y mantiene relaciones sexuales con una persona que no es su esposa, Jesucristo le califica como adúltero. Y los adúlteros se condenan si no se arrepienten.
Quien le diga otra cosa miente y hace mentiroso a Dios. Usted verá.
A mi sí, y no tengo miedo. Porque como decía JP II, la verdad nos hará libre. Y a por la verdad hay que ir sin miedo y de frente.
Temo que hoy algunas ultras (no digo que todos los de aquí lo sean porque si no no me interesaría este medio, que me interesa y mucho) me van a correr a gorrazos... Espero que se me entienda al menos por los otros.
Los que hemos creído que abusando de la misericordia de Dios eramos mas felices y teníamos mas derechos sabemos que la única felicidad verdadera está en, con la ayuda de la Gracia, seguir el Magisterio de nuestra Madre y Maestra.
Lo único que me roba el sueño, lo que me pasa una y otra vez por la cabeza es... porqué?
¿porqué todos estos obispos y cardenales quieren demoler la doctrina?
El sacerdote mas santo que conozco siempre decia que el problema de los malos curas solo puede venir de dos tentaciones, o dinero o mujeres... ¿es solo cuestión de impuestos eclesiales? ¿es sólo cuestión de cepillos vacíos? o es que en el fondo, la hipersexualizada sociedad les tienta y desean demoler la moral sexual de la Iglesia para justificar posibles apetitos...
¿no se autorizó el "divorcio" en la Iglesia con las dispensas masivas que facilitaron la gran secularización tras el Concilio? ¿cuantos sacerdotes y monjas dispensados volvieron a pisar la Iglesia? yo conozco unos cuantos y sólo uno, que nunca debió ser ordenado por problemas psicológicos, es un fiel cristiano...
¿y porqué ahora? ¿porqué no se atrevieron con Juan Pablo II y con Benedicto XVI? ¿es que Francisco les apoya? ¿es que no tiene coraje?
Vivo en confusión y sufirimiento, en tristeza porque conociendo la Luz, habiendo gustado de Ella, veo que mis compañeros de viaje se apean del carro, que los conductores dan media vuelta y que el camino del cristiano es el de Frodo, camino de Mordor, mientras el resto de compañeros se dispersan, algunos para ganar batallas y otros para caer presa del mal...
Se que el Señor no nos abandona, rezo por Francisco y la Iglesia cada día, espero en la Esperanza, pero cada día cuesta mas...
"Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en Mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los escándalos! Es forzoso, ciertamente, que vengan escándalos, pero ¡ay de aquel hombre por quien el escándalo viene!" (Mt 18,6s).
Antes de comentar, suele convenir leer el post. No existe la pastoral sin doctrina y, como resulta evidente tanto en este artículo como en los anteriores, absolutamente todos los participantes en el Sínodo hablan de doctrina y Kasper, Baldisseri, Marx, Bonny y compañía hablan sin rebozo de cambiar esa doctrina.
Si yo voy a un banco, que es una empresa cuyo fin es ganar dinero para sus accionistas dando un servicio, y un director de oficina realiza algo que va en contra de la ley o de la lógica empresarial y yo lo denuncio, o si fuese de todos conocido como en este caso, sus jefes en la mayoría de los casos, salvo que sea el hermano tonto del dueño del banco, le sancionan y le apartan, porque no pueden permitirse ser incoherentes con sus fines.
Si el fin de la Iglesia es atraer almas a Dios, a través de la verdad, la actuación de Baldiseri como tu muy bien expones es incongruente con ese fin, es mas es muy perjudicial, porque se enfrente a la esencia de la propia Iglesia y del mensaje. Y eso es de dominio público, y sus jefes conocen sus actuaciones.
Reformulo la pregunta de otra manera: ¿Cómo es posible que en una empresa por algo temporal como es el dinero, sean mas coherentes y serios que Iglesia SA en su negocio de almas que no es temporal? Y me refiero a la Iglesia de hoy, no a la de ayer o a la de JPII.
JPII hizo nombramientos nefastos, incluido este, pero ya es pasado, y sus responsabilidades se las demandará Dios y ya no puede solucionar nada.
Yo pregunto por los que tienen la responsabilidad de que la Iglesia funcione bien, y pueden hacer algo hoy, ahora.
Sin el Señor nos somos nada, migajas caídas de la mesa del Señor,San Juan de la Cruz.No quiero comprometer tu humildad, pero sería totalmente lógico, que acompañes a la CEE a ROMA.
Desde ya te doy las gracias, no somos moluscoides, aunque seguimos sumisos ja!!Ja!!!
Estoy fuera de casa y no puedo matizar adecuadamente con estas horribles pantallas táctiles. Solo quería resaltar que la omisión del ejercicio oportuno de la autoridad es una plaga en la Iglesia desde hace más de medio siglo (desistencia, en palabras de Amerio y Luis). No sé como serían antes las opiniones del card. Baldisseri, pero el card. Kasper lleva décadas diciendo barbaridades. Por supuesto, atribuir responsabilidades individuales excede mis competencias y tampoco es algo que me importe especialmente. Lo que me gustaría es saber como contrarrestar esa tendencia de décadas que aflige a la Iglesia y que se ha acelerado en este pontificado.
Hemos de rezar mucho por la Iglesia, y también procurar que los católicos abramos los ojos a lo que están pasando. Porque muchos piensan que no pasa nada grave, y eso, si se miran las cosas con objetividad, me parece bastante ingenuo.
En este blog, No vamos a entrar a juzgar las intenciones del Papa, así que, por favor, no sigáis por ese camino.
Se que es tentador para todos, pero estoy aquí para que no caigamos en la tentación.
Ver aquí la noticia: http // www. dw. de/quien-no-paga-no-comulga/a-16259123
[Puse el enlace así para que no me lo bloquee el antispam y se vea que no miento].
El denominador común de ambos comportamiento es el siguiente: el interés por recaudar más dinero. Se quieren aceptar los divorciados vueltos a casar para tener más gente que pague el impuesto eclesiástico. Se tienen más "aperturas doctrinales" para que más gente pague el impuesto eclesiástico. Y el pecado imperdonable es no pagar el impuesto eclesiástico porque se recauda menos.
Este escándalo lleva más de dos años sucediendo en la iglesia Católica en Alemania y pocos han salido a protestar. No se atreven a meterse con ellos. Todos se rasgan las vestiduras por lo que hay que cambiar en la curia romana pero poco se habla de las operaciones y presiones que hacen los alemanes para recaudar más.
Precisamente, aquí no tratamos de un reino cristiano, sino del mismísimo reino de Cristo presente en la Iglesia.
Termino con las citas de Fr. Malon de Chaide, para afianzar ese deseo de lectura. Posteriormente, en paráfrasis a Jeremías 11,9:
"Todos se han concertado de vivir conforme a sus leyes contrarias a las mías. Y los que entran en la conjuración son los varones de Iuda, los grandes, y los que se llaman caballeros, estos que son los prohombres de Iuda, que es confesión, los que tienen nombre de que me confiesan, y me llaman Señor, y dicen en las plaças, que nadie se ha de atrever a competir con ellos en virtud y bondad, y se confiesan por Christianos. Y no son sólo ellos los conjurados, porque los siguen todos los vecinos de Jerusalem como a cabeças, todos los que habían de ser hijos de visión de paz, estos se me han rebelado, se me han hecho hijos de guerra, soldados del demonio."
"Decidme locos, malvados, sin Dios, sin ley, sin virtud, sin bien, leña para el fuego que jamás se acaba, cómo no os espanta, que no manda Dios a su Iglesia que deje de rogar por los herejes, no por los Moros, no por los Turcos, ni Paganos, ni Iudios, comunes enemigos y perseguidores de la Iglesa, y de sus hijos, y que mande que no ruegue por vosotros. Decidme más, ¿cuáles son más dañosas, las obras malas y públicas o las palabras malas? Cierto está que las obras. ¿Pues qué Dios, qué ley, qué razón consiente que haya fuego para mis palabras, si hablo lo que no debo, y que no la haya para vuestras obras, haciendo lo que no debéis? Que lo haya para mí, muy justo es, porque es razón que yo mire lo que digo: pero mucho más justo es que lo haya también para vosotros, pues no miráis lo que hacéis. He aquí cómo hay pecadores que hacen honra y gala de la afrenta, esto es, del pecado, y blasonan dél, como si pecar fuera acto de virtud. Estos tales poca señal tienen de predestinados, no digo que no lo son, que ese secreto guardóselo Dios para sí, pero digo que se les echa poco de ver el serlo, si lo son."
Un saludo.
Está claro Trento, el Evangelio, el magisterio papal precedente... todo eso no se puede cambiar. Pero yo creo que no hay persona que no piense eso de ¿Es que alguien debe quedarse solo porque un esposo o una esposa tomó otro camino? Es una de las ideas más extrañas, más aparentemente injustas que tiene el cristianismo.
El único argumento para defender eso es que lo dijo Cristo, porque todos los otros argumentos no convencen a casi nadie.
Bruno dice que si a alguien le roban sus ahorros no puede ir y robar a otro; hombre, pero sí que puede ir y robar -más bien recuperar- al que le ha quitado lo suyo.
Como creo que los cardenales no se van a pegar un tiro en el pie, negando su propia autoridad, ahí va mi apuesta.
Vamos a la aceptación de la nulidad sin más prueba que la conducta sobrevenida: el mero hecho de abandonar al cónyuge, o de darle malos tratos, se considerará prueba suficiente de que faltaba la voluntad de contraer matrimonio sacramental y se considerará causa de nulidad.
Si se aprueba así, yo estoy de acuerdo. En la práctica totalidad de los casos, el cónyuge que pega a su mujer o que la abandona, no es católico, y no tenía voluntad de celebrar el sacramento conyugal.
Es curiosa la nueva pastoral del "marido y su secretaria". Hace años un marido católico se escapaba con su secretaria, y el sacerdote de su parroquia -y por supuesto el Obispo del lugar- lo primero que hacían era advertirle de que estaba cometiendo un pecado mortal, un adulterio que literalmente le iba a llevar al infierno (se usaba todavía esa palabra) si moría en ese estado. Porque la Iglesia siempre ha creído que los adúlteros y los fornicarios no pisarán el reino de los Cielos. Por violar un sacramento instituido por Cristo, por destrozar la vida de una esposa inocente y unos hijos, y porque lo dice expresamente la Sagrada Escritura (1 Cor. 6,9).
Ahora, no. Ahora no se advierte al marido de que se condenará eternamente si no abandona su relación adúltera y se reconcilia con la Iglesia y con su esposa; ahora se pretende que la mujer abandonada e inocente, siga los mismos pasos de perdición del marido. La nueva pastoral -la pastoral del camino ancho y no de la puerta estrecha- niega de hecho a la esposa la posibilidad de rezar esa sublime oración cristiana que tantas mujeres han pronunciado con sus corazones heridos desde hace dos mil años: "Jesús, quiero unir mi sufrimiento a tu cruz y quiero ofrecerlo por la salvación de mi marido". Esas santas mujeres sabían -porque así se lo había enseñado la Iglesia- que Jesús murió en las cruz para que precisamente todos los que sufren pudiesen unirse a sus heridas y transformar el dolor en fuerza de salvación.
Ya no se enseña esto, seguro que muchos jóvenes cristianos le suena a chino lo anterior. Ahora se dice que lo importante es vivir bien, tenemos derecho a ser felices. En fin, esto ha dejado de ser una pastoral. Esto parece un guión de vodevil.
"Si el fin de la Iglesia es atraer almas a Dios, a través de la verdad,"
Es que, para esta gente, la verdad es fluida, evoluciona. Por lo menos la verdad sobre el hombre. Así, lo que era posible hace dos mil o cien años ya no lo es. Por lo menos en Occidente. No hay que subestimar el impacto del contexto cambiante en la naturaleza humana. Ya lo decían los Bee Gees: "and we can try, to understand, the New York Times' effect on man".
Puede ser útil recordar que, al menos como yo la entiendo, la asistencia divina al Magisterio de la Iglesia garantiza solamente que errores de este tipo jamás van a ser definidos ex-cathedra por el Papa o por un Concilio Ecuménico.
Más satánico, imposible.
"cae en fornicación el que se casare con otra dejada la primera por adúltera, o la que, dejando al adúltero, se casare con otro;"
mientras que Baldiserri se refiere a la que, habiendo sido dejada por el adúltero, se casa con otro.
Claramente, esto no impide que la posición de Kasper, Baldisseri, etc. contradiga directamente la enseñanza de Jesús, que sí cubre explícitamente esa posibilidad:
«Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con una repudiada por su marido, comete adulterio.» (Lc 16,18)
Jesús no acota las razones que tuvo el marido para repudiarla, si porque cocinaba mal o porque él se enamoró de otra mujer 20 años más joven.
"Quizás el marido se marchó con su secretaria. Entonces, [la esposa] tiene que sufrir todas las consecuencias. Actualmente, somos más sensibles a estas cosas”
¿Y el fruto de esta "nueva sensibilidad" es que la esposa abandonada se marche con su jefe o secretario?
Estos artículos de Bruno son buenos y necesarios. Pero confieso que todo estos peluqueros mitrados o purpurados me tienen.... No me dan ganas de decir más nada. Que Dios tenga misericordia de sus almas el día del juicio.
Saludos.
Los del "somos" ¿son más sensibles que Jesús?.
No se cuanto faltará, para que otros digan que los pasajes de repudio y adulterio, son intercalaciones de rigoristas en los Evangelios, pero que ellos si saben el pensamiento original de Jesús en esta cuestión.
esto entra de lleno en lo que he dicho que no vamos a hacer en este blog, además de entrecomillar indebidamente algo que no es una cita literal y cuyo original es sustancialmente diferente.
Saludos]
No creo que tenga sentido acusarme de mentir.
Aparte de eso, cuando he hablado de juzgar la intención del Papa no me refería al juicio de su interior, prohibido por Cristo y que no podemos realizar ni con respecto al Papa ni con respecto al card. Baldisseri ni con respecto a nadie.
Estaba hablando de sus intenciones en el sentido de supuestos objetivos o metas relativos al Sínodo, un tema en el que no considero prudente entrar en este blog. No es un mandato de Cristo, es una norma mía para mi blog.
Saludos.
Saludos.
Alguien, lo digo literalmente, debería en público decirle al Cardenal "Sea usted anatema".
Pero está visto que no parece haber valientes hoy.
Juan, no veo cómo excluye esto a nadie. Es claro que ese "dejar" no significa dejar el primero. Si te vas con otro es ya adulterio porque "dejas" al legítimo.
Es anatema clarísimo. Como otros tantos que se leen y oyen todos los días.
Y esto es lo asombroso, que el CVII comienza reafirmando Trento, no derogándolo, pero aquí todo es ya abierta apostasís y "teología" salsa rosa.
Primero, cuando Bruno dice: "Apliquemos este razonamiento a cualquier otro pecado", y menciona el robo y la mentira, hay una diferencia importante de esos pecados con el caso en cuestión, que no justifica la postura de Baldisseri pero que sí la explica.
Supongamos el matrimonio del Sr A y la Sra B. El Sr A se va con su secretaria. Ese adulterio es culpable, y es asimilable al robo, la mentira, etc., porque el Sr A actuó contra la voluntad de la Sra B. Ahora bien, luego de ese primer adulterio culpable, si la Sra B, que ahora está sola, experimenta la inclinación de comenzar una relación sentimental con el Sr C, que suponemos soltero, seguir esa inclinacion no implicaría actuar contra la voluntad de nadie, excepto la de Dios. Porque al Sr. A le da lo mismo lo que haga su anterior esposa. Por otro lado, la conducta concreta que seguiría la Sra B es, a los efectos prácticos, igual a la que siguió cuando comenzó su noviazgo con el Sr. A. Le basta hacer abstracción del pasado para sentir que esa conducta es moralmente correcta.
Podrian contestar que al que roba le basta "hacer abstracción" del hecho de que los bienes que está tomando pertenecen a otro para sentir que su conducta es correcta. Pero justamente la esencia del robo, tomar algo contra la voluntad del legítimo dueño, implica que el ladrón NO puede hacer abstracción de ese hecho, sino que tiene que emplear conscientemente su sagacidad y/o su fuerza para superar la voluntad del dueño y el control de la sociedad para lograr su objetivo. En cambio, la Sra B, luego de que fue abandonada por el Sr A, no estaría actuando contra la voluntad de ninguna persona humana si comienza una relación con el Sr. C, sino solamente contra la voluntad de Dios.
Segundo, es importante notar que la sociedad actual, y específicamente el tremendo impacto de los medios de comunicación ("the New York Times' effect on man"), hace que para la Sra B sea probablemente más difícil, psicológica y socialmente, quedarse sola por el resto de su vida, que es lo que concretamente Dios le manda que haga, que lo que lo fue para una mujer en similares condiciones hace 100 años o más. (Económicamente, en cambio, la situación de la Sra B es probablemente más fácil.) Porque el cine, la TV, las canciones, la publicidad, etc. están bombardeando permanentemente al espectador/oyente con el mensaje de que HAY que estar en pareja, de que el amor de pareja es algo esencial, lo más importante de la vida junto con los hijos. Y no sólo los medios, sino los restaurantes, el turismo, todo está pensado para ser aprovechado de a dos. Para la sociedad, el que está solo es un paria.
Conclusión, el que roba o mata tiene que actuar en contra de:
- su tendencia natural del respeto a los bienes o la vida del otro,
- la voluntad del legítimo dueño o víctima, y
- la sociedad.
En contraste, si la Sra B decidiese comenzar una nueva relacion luego de ser abandonada, estaría actuando a favor de:
- su tendencia natural a la afectividad,
- la voluntad de su potencial nueva pareja,
- la voluntad de su legítimo esposo (o por lo menos no en contra), y
- la sociedad.
Obviamente que la voluntad de Dios, expresada claramente por Jesús, es un factor infinitamente más importante que éstos. Pero creo que es útil tener en cuenta las características particulares de este caso para exponer más efectivamente los argumentos.
Te fijas solo en la segunda parte del canon. La primera parte dice: "Si alguno dijere, que la Iglesia yerra cuando ha enseñado y enseña, según la doctrina del Evangelio y de los Apóstoles, que no se puede disolver el vínculo del Matrimonio por el adulterio de uno de los dos consortes; y cuando enseña que ninguno de los dos, ni aun el inocente que no dio motivo al adulterio, puede contraer otro Matrimonio viviendo el otro consorte... Sea anatema".
La postura del card. Baldisseri cae de lleno en esa condena.
Incluso en la segunda parte, a mi entender, el Concilio de Trento no está considerando "dejar" en el sentido moderno del término (quién ha abandonado al otro físicamente), sino en el sentido de "dejar el matrimonio con X. por razón de Y" (es decir, de considerarse desligado del vínculo con X). En ese sentido, es exactamente el caso de Baldisseri: el cónyuge inocente que, ante la nueva relación adultera del otro, se quiere casar con un tercero.
Saludos.
Os estáis liando con el ejemplo del robo debido al carácter fungible de los bienes materiales, que hace que parezca bueno robar al que te ha robado, pero pensadlo con otro pecado: es moralmente inaceptable calumniar al que te calumnia o envidiar al que te envidia. Es comprensible, pero inmoral. Porque el hecho de que hayan pecado contra ti no te permite pecar contra el otro, ni deroga la obligación de decir la verdad, etc.
Del mismo modo, que tu cónyuge peque contra el vínculo matrimonial que os une no significa en ningún caso que tu puedas hacerlo también como respuesta ni que de algún modo quede derogada la indisolubilidad del matrimonio para ti.
Los cardenales Kasper y Baldisseri, en realidad, no creen en la indisolubilidad del matrimonio. Es evidente, pero no lo dicen con claridad porque saben que es una postura escandalosa. De ahí el lenguaje engañoso.
"o la que, dejando al adúltero, se casare con otro;"
como que "el adúltero" puede ser tanto:
- el marido que tuvo un desliz de una sola noche con su secretaria, o
- el marido que dejó a su esposa y se fue a vivir con su secretaria.
Baldisseri probablemente argüirá que "el adúltero" de Trento se refiere solamente al primer caso, y que si el adúltero ya ha dejado, con intención manifiesta de hacerlo para siempre, a la parte inocente, no se le puede exigir soledad a ésta.
De paso, noto que la posición de Baldisseri es mucho más "amplia", más "avanzada" que la de Kasper. Porque Kasper parecía considerar moralmente aceptable la nueva unión solamente a posteriori, a partir de la existencia de hijos engendrados en ella, mientras que Baldisseri lo hace a priori, a partir de la insostenibilidad de permanecer solo.
Que triste todo esto, por favor.
juego exactamente al ajedrez. Pensar cuál puede ser la movida del otro para contrarrestarla.
En este caso, pensar de qué sutileza se puede querer asir Baldiserri para dar pie a Bruno y tantos ilustres comentaristas a que la refuten.
En cuanto a los factores psicológico-sociales, a ese juego podemos jugar todos. Igual podría decirse que, en la antigüedad, la presión para que la mujer estuviera casada y tuviera hijos era mucho mas fuerte, que no se comprendía el valor moderno de la independencia y la vida profesional de la mujer, etc.
La realidad es que hablar de esas cosas como atenuantes no tiene mucho sentido, porque, por definición, el pecado siempre es un amor desordenado por un bien. Recordar que ese bien es bueno no añade nada, porque si no lo fuera nadie pecaría.
Dices: "baldisseri probablemente argüirá que "el adúltero" de Trento se refiere solamente al primer caso, y que si el adúltero ya ha dejado, con intención manifiesta de hacerlo para siempre, a la parte inocente, no se le puede exigir soledad a ésta"
Hombre, decir que"adúltero" solo se refiere a un tipo concretisimo de adúltero (ya sea el adultero que no se muda con la amante o el adultero pelirrojo o el adúltero zurdo), sin que el texto lo indique de ningún modo es evidentemente ilegitimo.
Es como si alguien propusiese que esta permitido mentir siempre que se crucen los dedos y otro que para poder mentir moralmente hay que hacerlo en Jueves. Las aparentes diferencias son irrelevantes..
Ahora, en cambio, tanto la sociedad como los medios de comunicacion, que tienen un poder inmenso y sin precedentes para impactar en la psiquis de la audiencia, la tratan de idiota y la incitan permanentemente a salir de esa situación.
Ante lo cual los buenos pastores deberían ante todo destacar ante los fieles el contraste entre la voluntad de Dios y la mentalidad del mundo, y los inmensos beneficios de seguir la primera y no la segunda, en vez de amoldarse a ésta como Baldiserri, etc. Pero hay que reconocer las dificultades que la sociedad actual pone a la Sra B, en mi ejemplo anterior, para seguir la voluntad de Dios. Justamente para ayudarla a hacerlo.
Ni más ni menos
El Credo les va o grande o pequeño
Cuesta admitirlo pero es la explicación a todo esto.
Espero que esta falta de Fe se pare en los cardenales y no siga más arriba
seria terrible
rezo por ello
Aclaro que yo estoy de acuerdo con la interpretación de "el adúltero" en el canon 7 que hacen Catholicus y Bruno. No planteo la posible interpretación de Baldisseri para defender su posición, sino para dar pie a cerrar aun mejor su refutación.
En cualquier caso, si no estaba claro para todos, es bueno haberlo clarificado.
Que hoy la sociedad sea menos cristiana se puede alegar en relación con casi cualquier pecado. Y, por otra parte, las diferencias de situación entre cada caso concreto pueden ser mucho mayores que las diferencias medias entre dos épocas. Pero eso no tiene nada que ver con el pecado objetivo, que es exactamente el mismo. Y lo que se discute es el pecado objetivo, porque es lo único que se puede discutir, sin caer en el circunstancialismo.
Por eso, introducir esos factores en la discusión es engañoso y no hace mas que confundir.
"¡Pero nadie está diciendo que el vínculo del Matrimonio se pueda disolver, ni por el adulterio de uno de los dos consortes ni por cualquier otra cosa! Lo que estamos diciendo es que la nueva unión, si bien no es Matrimonio sacramental, es moralmente aceptable."
Lo cual implica:
- o disociar el Matrimonio sacramental del natural, que es lo que hacen los Ortodoxos, y decir que Trento se refiere solamente al sacramental (todo insostenible para un católico)
- o redefinir adulterio, y reducir la indisolubidad del Matrimonio a una pura nominalidad sin efectos prácticos, como destacaron hace un tiempo los cardenales Scola y Ruini.
Estoy de acuerdo con el ultimo comentario. Como ya vimos, la propuesta de Kasper se basa en ocultar las consecuencias de su postura, porque son inmediatamente contrarias a la fe católica, y en usar los términos con un sentido diferente al de la teología y la moral católicas.
En otro plano, sin embargo, considera equivalentes a todos los efectos el matrimonio sacramental y el natural posterior, así que su postura es indistinguible del divorcio y la ruptura de la indisolubilidad.
Por otra parte, incluso distinguiendo los dos tipos de matrimonio, si se mantiene la indisolubilidad del primero se está aceptando la bigamia. Otro despropósito.
En definitiva, el "truco" de Kasper es jugar con la penumbra, porque de noche todos los gatos son pardos. Su enemigo es la luz.
La capacidad intelectual de los pastores debería estar empleada en ver, siguiendo mi ejemplo anterior, cómo formar los esposos cristianos para prevenir lo que hizo el Sr. A, cómo exhortar al Sr. A a convertirse, y cómo apoyar a la Sra B para que viva de acuerdo a la voluntad de Dios mientras el Sr. A no se convierte. En cambio, los malos pastores malgastan su tiempo y energías en ver cómo justificar que la Sra B actúe en contra de la voluntad de Dios. Y los buenos pastores y los fieles malgastan su tiempo y energías en refutar a los malos pastores. Tristísimo.
Más de acuerdo aún con tu último comentario, lógicamente.
Un saludo y gracias por tus comentarios.
Si me llevaran al Sínodo y me dejaran hablar, prometo que mi intervención, por lo menos, sería memorable. 😄
Su comentario es calumnioso y parece propio de un troll. Ningún comentario incita al cisma. Quizá haya habido cinco o seis (dentro de un centenar) que puedan haber sobrepasado los límites impuestos por mí en el blog, a pesar de ser admisibles en si mismos, e inmediatamente lo he hecho notar, para que no se continuase por ahí.
Gracias por su preocupación, pero deje que nosotros nos ocupemos del futuro de InfoCatolica.
Donde queda la fraternidad cristiana? el diálogo con aquel que no opina igual que nosotros? como se va a mostrar la Verdad si no hay diálogo y sólo se anatemiza?
Se trata de problemas nuevos, en contextos sociales absolutamente diferentes de los anteriores, con un mayor conocimiento del hombre por los aportes de la sociología o la psiquiatría, donde hay millones de personas profundamente heridas y con enormes carencias afectivas.
Yo creo sinceramente que se desea sanar a las personas, ayudar abuscar soluciones. Porque se han de ver oscuras intenciones? Ver masones, mundanos, cismáticos, perversos..detras de cualquier opinión?
A veces parece que la apologética se convierte en cruzada...violencia incluida.
Los números que cita son propios de un troll. Mis comentarios, mas los de otros dos blogueros de InfoCatolica ya superan su cifra de comentarios "buenos". Eso significa que nos acusa usted de cismaticos, algo que es risible. A eso hay que añadir gran cantidad de comentarios neutros, humorísticos, favorables al card. baldisseri, etc, lo que indica que se ha inventado usted los números sin ningún rubor. Además, según usted, prácticamente todos eran cismaticos y muchos invitaban al cisma, mientras que la realidad es que no hay comentarios de esas características.
No sé si es usted un troll, pero se ha comportado como tal. Las críticas razonables son admisibles, eso no.
Saludos.
El que calumnia es usted. Nadie ha incitado al cisma. El que juzga el interior de los demás es usted. Ese tipo de comportamiento es inaceptable.
El diálogo con la negación de la verdad consiste en rechazar esa negacion.
Y lo de los problemas nuevos, la sociología y la psiquiatría es tan ridículo que al principio creí que era una broma.
Hay comentarios que ponen al Cardenal...; pues eso. Sólo hay que leer. Y continuas insinuaciones de que el responsable de todo ello es quién le da autoridad, etc.
Yo no calumnio. Leo y según lo que veo, digo mi opinión. Que creo que es bastante objetiva.
Respecto a la sentencia. Acaso usted es la Verdad?
Pues si le parecen ridiculos los aportes de la sociología o la psiquiatría, o cualquier otra ciencia humana, entonces es que tiene una visión negativa de las mismas. Menos mal que la sana teología no las desprecia, y con prudencia y límites, agradece las aportaciones de los saberes humanos. Eso es una forma de unir fe y razón.
Bueno, esto no es lo esencial. Lo esencial para mi es que no se quiere ver el error que se esta cometiendo: comienzo a inclinarse hacia un fundamentalismo imprudente.
Pero implicita y siblinamente, si.
Claro que hay comentarios que critican al cardenal, que se comportado de forma impropia para un cardenal en materia gravísima. Criticar eso es derecho y deber de todo católico.
Como es lógico, toda autoridad es responsable de la mala conducta de sus colaboradores. Nada hay de raro en ello, pero no es el tema del post, como ya he dicho, y no vamos a tratar ese tema.
Usted calumnia y juzga a los comentaristas: imprudentes, juzgan las intenciones (falso), incitan al cisma (evidentemente falso), se creen puros y perfectos (juicio del interior), fundamentalistas insanos (insulto), envían a la hoguera, violentos (calumnia), etc.
Yo no soy la Verdad. Cristo es la Verdad y la Iglesia propone esa Verdad infaliblemente a los hombres, como sabe cualquier católico. Si alguien niega esa Verdad, se equivoca.
Tergiversa usted mis palabras. Lo ridículo es su afirmación de que los avances de la psiquiatría, la sociología o cualquier otra disciplina o los contextos sociales cambian la naturaleza humana o lo que es pecado, como si los sociólogos supieran mas que Cristo.
Y luego se atreve a llamarnos otra vez fundamentalistas.
Deje de actuar así, por favor.
He querido decir que se vive en un contexto diferente que en el pasado y que hay buenas aportaciones de los saberes humanos para poder mejorar la pastoral cristiana, sin que eso signifique que se modifique la doctrina.
Yo no juzgo a los comentaristas, como mucho juzgo algunos comentarios y la falta de moderación, de la misma manera que ustedes juzgan los comentarios del cardenal. A mi también me parecen gravísimas muchas cosas que se han dicho aquí; y como usted dice es derecho y deber hacer crítica de ello.
Pues eso. Cristo es la Verdad. Y la Iglesia propone la Verdad... y los cardenales son parte de la jerarquía de esa Iglesia. Y el Papa su Cabeza. Por lo tanto, prudencia.
Y tampoco creo que adherirse al Papa sea malo.Ni tan siquiera formalmente (que no es mi caso). Por algo ha sido elegido por el Espíritu Santo cabeza de dicha Iglesia. Y si le ha puesto a ese señor cardenal como secretario, será por algo.
Segundo, la adhesión al Papa no es absoluta. Si el Papa se equivoca o se vuelve loco, no hay por qué seguirlo. El Papa no es un monarca absoluto cuya voluntad es ley.
Añado: Si alguno de ellos, incluso el Papa, se empeña en defender herejías o a herejes, es legítimo resistirse y denunciarlo, como pasó con Juan XXII.
Pero ese contexto diferente debe ser tenido en cuenta por los pastores para ayudar más efectivamente a los fieles a hacer la voluntad de Dios en su vida. No para justificar que los fieles actúen en contra de la voluntad de Dios.
«No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial.» (Mt 7,21) «¿Por qué me llamáis: "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo?» (Lc 6,46) "Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús a que viváis como conviene que viváis para agradar a Dios, según aprendisteis de nosotros, y a que progreséis más. Sabéis, en efecto, las instrucciones que os dimos de parte del Señor Jesús. Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que os alejéis de la fornicación, ... Que nadie falte a su hermano ni se aproveche de él en este punto, pues el Señor se vengará de todo esto, como os lo dijimos ya y lo atestiguamos, pues no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad. Así pues, el que esto deprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os hace don de su Espíritu Santo." (1 Tes 4:1-8)
Y cómo encaja en estas discusiones el acercamiento de Jesús a una samaritana - pecadora con 6 maridos- a la que en lugar de apartarla le ofrece su agua viva para convertirla en difusora y hacerla cambiar de vida a partir de ese encuentro?
Es difícil creer su afirmación de "sin que cambie la doctrina", cuando el artículo detalla un gravísimo intento de cambiarla y a usted no le importa en absoluto, aparentemente, sino que se dedica a criticar a los que protestan por ello.
En cuanto a lo demás, usted dijo que eran "problemas nuevos", cuando la realidad es que se trata del mismo problema, aunque pueda haber cambios circunstanciales. Porque el problema, para un cristiano, es el pecado.
Observo, por otra parte, que no ha sido capaz de disculparse por sus insultos, juicios y calumnias que he detallado.
Saludos.
he debido expresarme mal o no se me ha entendido; al Papa lo elige el Espiritu Santo a través del Conclave. Al secretario lo ha elegido el Papa; eso he querido decir.
Ahora si que es evidente que se está poniendo en duda las actuaciones del Papa dando a entender que actúa contra la fe y el bien. Repito: no explícitamente; si implícitamente.
Decir lo contrario después de las insinuaciones de Luis, por ejemplo, es cobardía.Todo sería más sencillo, si en vez de andar con insinuaciones enmascaradas, se dijesen las cosas directamente, Eso se llama; dar la cara.
Cristo es cabeza del Cuerpo Místico. El Papa es cabeza de la Iglesia (también Vicario de Cristo), en cuanto máximo representante jerárquico de la misma.
Nico: "hacerla cambiar de vida a partir de ese encuentro". Eso mismo.
Y que se pone en duda al Papa, planteando que puede actuar contra la fe y el bien: eso desde san Pedro es posible: ¿o Ud hubiera negado a Cristo por seguir a San Pedro? ¿O hubiera judaizado por hacer lo que Pedro hacian que según San Pablo "era reprensible"? [...]. ¿O hubiera ayudado a quemar a Savonarola? Revise su teologia del Papado.
Probablemente cuando uno está muy convencido de algo y actúa en conciencia puede llegar a perder l perspectiva más amplia de la cosas.
Pero te aseguro que la impresión que uno se lleva tras leer a los comentaristas de tu blog es bastante impactante, y en la línea de lo que aprecia Egge.
Creo que se está sometiendo a la Iglesia a unas tensiones completamente desaforadas, y no precisamente por parte del papa.
Y sólo por eso, debemos ser prudentes en las críticas a la jerarquía eclesiástica. Y aquí, con frecuencia, no hay prudencia. Es la idea esencial que deseaba transmitir.
"yo no diría que el Espíritu Santo elige al Papa, pues no es que tome el control de la situación sino que actúa como un buen maestro, que deja mucho espacio, mucha libertad, sin abandonarnos... hay muchos Papas que el Espíritu Santo probablemente no habría elegido... el papel del Espíritu Santo hay que entenderlo de un modo más flexible. No es que dicte el candidato por el que hay que votar. Probablemente, la única garantía que ofrece es que nosotros no arruinemos totalmente las cosas".
Que no seas un troll no implica que aciertes al dar tu opinión, sobre todo teniendo en cuenta que no das ninguna razón ni argumento para fundamentarla. A ese juego podemos jugar todos, pero este blog es para razonar.
Y, francamente, cuando se señalan cosas tan graves como las del artículo, el hecho de que Egge y tu prescindáis completamente de ellas y desviéis la cuestión es muy triste y quita cualquier valor a vuestras opiniones sobre la prudencia, porque mostráis que no andáis bien en ese aspecto.
Saludos.
Basta ya. Habéis aprovechado que estaba de viaje para desviar la cuestión del post. No se aceptarán mas comentarios que lo hagan.
Eso no obsta para que la cuestión de quién elige al Papa sea interesante. Tengo pendiente un post sobre el tema.
Dice el cardenal Baldisseri: “¿Qué hacemos con esta gente? No podemos seguir como hasta ahora […] Si tienen hijos que cuidar o padres ancianos del segundo matrimonio que necesitan ayuda, ¿qué hacen? ¿Es que alguien debe quedarse solo porque un esposo o una esposa tomó otro camino? […] El único sacramento que requiere dos personas para recibirlo es el matrimonio. Y [en algunos divorcios] está la víctima, que no es culpable. Quizás el marido se marchó con su secretaria. Entonces, [la esposa] tiene que sufrir todas las consecuencias. Actualmente, somos más sensibles a estas cosas”.
Y responde el marido que se marchó con la secretaria: "es que, Cardenal Baldisseri, tendría usted que haber convivido con mi mujer, a la que usted dice que abandoné, y tendría que conocer a mi secretaria con la que contraje matrimonio civil, tenemos hijos que cuidar y padres ancianos de los que ocuparnos. Mi primera mujer era insufrible, yo aguanté muchos años hasta que no pude más, y me marché con mi secretaria, que es una mujer estupenda en todos los sentidos, dulce, cariñosa, la mejor madre y esposa que uno puede soñar, y llevamos una vida feliz en la nueva familia que hemos formado. ¿Es que mi anterior mujer va a poder volver a casarse por la Iglesia y yo no porque con razones humanas más que sobradas no pude aguantar más el infierno de vida que me estaba dando? ¿y mi secretaria, que es una persona buenísima y tanto me ayudó con la depresión que me causaba mi equivocado matrimonio ¿no va a poder optar por un matrimonio canónico, ella que era soltera? ¿Está condenada a no poder casarse canónicamente conmigo porque yo erré en mi matrimonio?
LA VERDAD OS HARÁ LIBRES dijo el SEÑOR
debemos seguir la DOCTRINA CATOLICA DE 2000 AÑOS
en todos los aspectos empezando por dar un catecismoverdadero y catolico a lso niños que serán los esposos de mañana
realmente seguir el tiempo no hizo mucho daño...
seguir a los santos es el mas sensato y fructifero
"¿Cuántas veces, hijo mío? ¿Tú solo? ¿En qué pensamientos te recreabas mientras tanto? ¿Cuántos minutos estabas?"
Tan hilarante como lamentable. Y de aquellos polvos, estos lodos.
Lo siento, pero estas pajas en el ojo ajeno a mí es que me sublevan, y de hecho es una cosa que combato activamente. Hay mucha gente y hay mucha gente de Iglesia muy necesitada de un caritativo y contundente corte de mangas. Es que ya está bien.
Sin duda, no se comporta como un católico, no vive en forma coherente con su fe, está en pecado mortal, si sigue así se va al infierno, pero entonces será un católico condenado o un condenado católico.
Se deja de ser católico solamente por la herejía, la apostasía o el cisma. Es decir, por negar o poner en duda pertinazmente una verdad de fe, por negar totalmente la fe católica, o por separarse de la autoridad legítima en la Iglesia.
Igualmente, el hecho de que las cosas vayan mal entre los esposos no es argumento suficiente para decir que no hubo matrimonio válido. Las cosas que comienzan bien pueden luego corromperse y terminar mal.
Aquí la única solución de fondo es la conversión: de todos los bautizados para vivir de acuerdo con las enseñanzas de Cristo, y de los pastores para predicar esas enseñanzas, sin querer cambiarlas, y no otras.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
En cuanto a que en el infierno los condenados siguen siendo católicos, bueno, hay que rectificar eso, porque ciertamente que miembros de la Iglesia ya no son.
Pero en esta vida, mientras no caigan en herejía, apostasía o cisma, son católicos por más que estén en pecado mortal.
Saludos cordiales.
Y hablando del ntema del post: lo de este cardenal me deja ya sin palabras. Me sumo a todas las que hayan afeado la conducta impresentable de este señor.
Y añado, hablando de otros obispos, los alemanes (aunque supongo que ya lo ha dicho alguien) que deberían ser verdaderamente misericordiosos y no negar los sacramentos a quien en conciencia no pague su cuota de católico porque le dé repelús que su dinero llegue a manos de un secuaz de Kasper.
De locos, nanay; lo que intentan es invertir la carga de la prueba. Es una argucia bastante miserable. "Pobrecito Baldisseri, que lo critican, él que es cardenal y tan misericordeador. Si van contra un cardenal, es que son cismáticos". Y si se oponen a estos despropósitos, entonces son fariseos que se creen más buenos que nadie y que "juzgan". "¡Qué malos son, que se creen puros y crean disensiones!"
Algo así como: "El agresor despellejó los nudillos de la víctima al golpearle repetidamente con saña la mano con su dura cara, de ahí que son además unos caraduras.". Los argumentos son igual de falaces.
"Quien no reconoce la posibilidad que se pueda conceder a estas personas la reconciliación sacramental, negando a la Iglesia el poder de ejercitar la misericordia en nombre de Cristo y de perdonar todos los pecados, recae en el error de los novacianos. Ellos excluían de la reconciliación y de la comunión hasta en el lecho de muerte a los responsables de los pecados de apostasía, de homicidio y de adulterio, entendiendo con éste último a las personas señaladas de este modo en el evangelio (jamás los viudos que se han vuelto a casar). La gran Iglesia tomó conciencia muy rápidamente de haber recibido del Señor el poder de absolver cualquier pecado y, por lo tanto, los admitía a la penitencia, y concluido el tiempo de penitencia los readmitía en la comunión eclesial y en la Eucaristía. ¡Que el Señor no permita que los que en nombre de la defensa de la fe se oponen hoy a la reconciliación de los fieles que se encuentran en tal situación vayan a caer en el error novaciano, corriendo el riesgo de ponerse fuera de la comunión de la gran Iglesia!".
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La mejor defensa es el ataque. Ya solo nos faltaría que los ortodoxos son los que quieren dar la comunión a los divorciados recasados y los herejes somos nosotros. Esta situación se estaría pareciendo a la época del arrianismo. Además el razonamiento de Cereti es falaz y si algo tiene la iglesia es buen razonamiento, alucino al ver que se le da cabida a una falacia.
Si el matrimonio es indisoluble, un "nuevo matrimonio" de los cónyuges vivos : ¿no ultraja al sacramento, si fue válido?
Para los novacianos no había forma de que el adúltero fuera nuevamente integrado plenamente a la vida sacramental de la Iglesia.
Para la doctrina católica, hay sí, condiciones del perdón, cuya fuente es la misericordia divina.
Falsean esa misericordia, los que pretenden dar un perdón sin condiciones que reparen el mal, o admitan que el mal subsiste, lo que obliga a dejar en suspenso el perdón.
"Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí pecador" es una oración, que solo el Señor, sabe que misericordia puede derramar sobre el que clama desde su espíritu contrito.
Distinto, es decir algo así como "Jesús, le pido a la iglesia que donde dijiste que había pecado, que no lo haya, de modo que dejando de reconocerme pecador, no necesite tu piedad".
Acabo de leer el artículo de Sandro Magister. Lo que cuenta es horroroso. Sólo con lo que dice Enzo Bianchi, el del cagrejal de Bose, ya da para varios posts más de Bruno:
«[...] sin embargo, desde el momento que la Iglesia Católica ya prevé la posibilidad de nuevas nupcias sacramentales en caso de muerte de un cónyuge, reconociendo así una quiebra irreversible del primer matrimonio que no infringe el principio de la indisolubilidad, se puede pensar que ella puede llegar a acoger la posibilidad de nuevas nupcias frente a la evidencia de fracasos irreversibles a causa de la muerte del amor, de la muerte de la relación, de la transformación de la vida juntos en un infierno cotidiano. Esto ciertamente, unido a una disposición penitencial y a la voluntad de un reinicio serio en una nueva unión.»
Otro sofista más que está en puestos influyentes, en este caso de ecumaníaco. Y suma y sigue.
www.infovaticana.com/sandromagister/entre-un-sinodo-y-otro-la-batalla-continua/
El que no está en gracia de Dios, entre otras cosas se debe practicar la Castidad conyugal, como bellamente lo dice Teresa Benedicta de la Cruz, participar de la limpieza de corazón, "Bienaventurados los limpios de corazón porque verán a Dios", en la EUCARISTIA beben su condenación, flor de regalito.
A la Santisima Humanidad de Cristo que es la VERDAD, no se la puede partir en pedacitos.
Alta Traición como JUDAS, al SEÑOR ,a todo el Magisterio de San Juan Pablo II, siempre destaco la Veritatis Splendor, donde Juan Pablo II, defiende el Matriimonio a Partir de los Mandamientos,dejando de lado toda posibilidad de evolución de un dogma.
Sepán que la Iglesia, tiene una pastoral para los divorciados, y otra para los homosexuales.
El que come esté Pan Indignamente, bebe su condenación, hay que examinarse siempre, estoy en estado de gracia.......hice todo lo posible....he guardado la limpieza del alma.......Clarisimamente se observa, generaciones cismáticas de hecho, en la praxis pastoral, donde estarán sus almas......como serán juzgados los responsables.......
Creo que en todo este asunto lo peor que se puede hacer es pelear por si son galgos o podencos.
Cuando mi marido nos dejó esgrimiendo el famoso '' tengo derecho a ser feliz '', la gente de la parroquia en la que participabamos activamente, sustituyó la doctrina por el '' modelo culebrón '' y me recomendaban que me buscara un novio. Fue todo terrible, un terremoto que estuvo a punto de liquidar hasta mi fe. Gracias a Dios y a la oración de algunos, fui deshaciendo la maraña hasta descubrir la Verdad de la indisolubilidad, el perdón, el amor, la cruz, la familia.¿por qué me case? Porque vi claro que el Señor quería que mi marido y yo formaremos una familia cristiana. Este proyecto no caduca. El objetivo sigue siendo el mismo solo que la deserción de mi marido lo ha complicado. Mi promesa amar, ser fiel y respetar a mi marido todos los días de mi vida, sin condiciones ni letra pequeña. Si yo dejo este proyecto de Dios en la estacada, incumplo mi promesa ¿de verdad podre ser feliz? Y mis hijos ¿podrán creer en el matrimonio? Cuando se casen, ¿llevarán intención de indisolubilidad o se casaran como sus padres, mientras dure? Vivo sin pareja desde hace 10 años. La sociedad te lo pone muy difícil, no estamos bien vistos los '' versos sueltos'', ahora que mis hijos ya son mayores, la soledad es tremenda, sin embargo creo en el sentido corredentor del sufrimiento y lo ofrezco por la conversión de mi marido, mis hijos y la mía, confiando en que ninguna cruz unida a la de Cristo es vana. Además estoy segura de que la gracia del sacramento del matrimonio no ha dejado de asistir a mi familia y pese al sufrimiento que sigue suponiendo para mis hijos la falta de su padre, les he visto crecer como personas y como cristianos con las ideas clarisimas en relación al matrimonio y a la familia, queriendo y perdonando a su padre a pesar de las carencias impuestas por su ausencia.
Por eso creo que hay que ponerse '' manos a la obra '', dejar de discutir y rezar incansablemente para que todos despeguen los pies del suelo y vean el matrimonio con visión sobrenatural de eternidad.
Verdaderamente la iglesia debe diseñar una pastoral familiar desde el noviazgo, los esposos y las familias que sufren rupturas ocupándose tanto del que huye como del que se queda y sobre todo de los hijos que crecen en el desgarro del matrimonio de sus padres.
Acompañar no significa aplaudir ni legitimar situaciones de pecado, pero si ayudar a buscar a Dios a todos, sea cual sea su situación.
Claro que no es vana, simpre en la EUCARISTIA, fruto de la Cruz, del Señor, siempre actual, aunque el Sacerdote no lo vea con los ojos del cuerpo, con los del alma,esta siempre, toda la Pasión de Nuestro Señor, a la que se unen los corredentores Martires de China, Irak,Pakistán,Corea, las ordenes contemplativas observantes, y también los suyos, que potencián enormemente, lo que uno recibe.
Y la de tantos desconocidos, por nosotros nunca por Dios, verdaderos pararrayos para que el mundo no sucumba.
Desde ya le doy la Gracias, porque siempre con la EUCARISTIA, le doy las gracias a Dios por almas como la suya.
Como Madariaga, relativistas,democratizan la verdad, muchachos, les escribe una persona que sabe que Dios existe de Verdad, se van a enfrentar con el SEÑOR DE TERRIBLE MAJESTAD, y que le van a decir,SEÑOR,dile a nuestros sacerdotes,Obispos,Cardenales,que les avise, que estamos en esté lugar donde hay fuego y rechinar de dientes.El SEÑOR, les dirá les di El Santo Evangelio,los Santos padres, la Tradición viva!!!,el denzinger, el cordigo de derecho canónico, el magisterio extarordinario y ordinario, que lo lean.La Veritatis Splendor, además sofistas, son francamente de terror.
1.La obstinación en el pecado: quien no quiere cambiar su vida de pecado por una conversión sincera. Y con mayor responsabilidad a quien le dice a un adultero que no pasa nada y puede seguir con su situación es de vida de pecado.
2. Presunción de la salvación sin merecimiento: el que cree que Dios le perdonarà sin poner nada de su parte, ni convertirse. Y con mayor responsabilidad los que manipulan el concepto de Misericòrdia divina, para justificar la vida de pecado de los Hombres.
3. Negar la verdad conocida como tal. Y con mayor responsabilidad a los que defienden que la moral y los dogmas cambian con el tiempo, y hay que adecuarse a los tiempos modernos.
Casi da pena desperdiciar tantos buenos talentos para analizar y rebatir las necedades voluntaristas del señor secretario del sínodo.
Muchos prelados católicos parecen haber olvidado que el primer y único "cliente" de la Iglesia no son los hombres, sino Dios. La comunidad apostólica se creó para mayor gloria de Dios y vivencia de sus santos mandamientos, no para regocijo y comodidad de los hombres heridos por el pecado original.
Parecen haber olvidado que la principal misión de la Iglesia es conducir almas al Cielo, no acomodar pecados y debilidades.
No sé quién esperan que les remunere sus esfuerzos por rebajar los mandamientos de Cristo (ese groseramente herético y despectivo "cosas que se decían hace 2.000 años" duele a los ojos y al alma), pero desde luego no será el Señor que se encarnó en María para la salvación de los hombres.
No hay que callar: hay que dar testimonio y orar abundantemente. Tal vez esta tormenta sirva para mayor santificación de los fieles.
Estimado Bruno, después de leer declaraciones, de terror, están jugando con Dios Nuestro Señor.
Puse está que reconforta el alma, Cardenal Sarah.
Espero que la tengan presentes nuestros pastores.La Iglesia, de africa, evangelizará Europa,Juan Pabo II, y diria que america latina también, el continente de la esperanza!!!!
«Synod’s chief organizer seized books by top cardinals defending Church’s marriage teachings: report»
www.lifesitenews.com/news/synods-chief-organizer-blocked-book-by-top-cardinals-defending-churchs-marr
«[...] Cardinal Lorenzo Baldisseri, general secretary for the Synod of Bishops, who became the focus of much criticism from bishops at the Synod for allegedly “manipulating” the process, is reported to have ordered that the books be seized, despite them having been posted through the official Vatican City State postal service.»
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