¿La más profunda vulneración a los DDHH?
El Hogar de Cristo es una institución de caridad fundada en 1944 por san Alberto Hurtado, el primer santo chileno, para que los pobres recibieran, además de alimento y amparo, dignidad y cariño. Hoy en día sostiene numerosas obras de caridad a lo largo de todo el territorio nacional, y se sostiene gracias a las donaciones de miles de socios. Cada año realiza una campaña para atraer más socios, y la de 2017 se hace bajo el lema “la pobreza es la más profunda vulneración de los derechos humanos”.
¿Es eso cierto? ¿Puede una organización católica decir “la pobreza es la mayor vulneración a los derechos humanos”?
No puedo evitar cierta disonancia cuando un cristiano habla de la pobreza como un mal absoluto. No soy pobre, pero demasiadas horas escuchando sermones sobre la predilección de Jesús por los más humildes, y su propia vida y la de sus discípulos bastan para sentir que algo no anda bien si te dicen que la pobreza es intrínsecamente mala. Más bien al contrario, muchas veces se nos ha repetido que el amor al dinero, no la pobreza, es la raíz de muchos males (1 Tim 6,10).
El capellán del Hogar de Cristo, P. Pablo Walker explica:
La pobreza daña, ofende, enferma, violenta y mata. Desencadena violencias. Comienza su degradación con el sencillo acto de no reconocer como un igual al que tengo delante.
A leer esto, vuelvo a pensar en la Sagrada Familia, y si habrán sentido que su pobreza y sencillez les dañaba, ofendía, o violentaba. Al contrario, la pobreza de Cristo, María y José es parte esencial de la santidad misma. ¿Acaso Cristo sufrió degradación en el seno de su familia en Nazaret? Si es así, al leer y meditar sobre ella deberíamos estar pensando en que era una cámara de torturas.
Nadie está exento de ser pobre. Una enfermedad, un mal negocio, una catástrofe natural pueden provocar la pérdida de todas las comodidades a las que nos hemos acostumbrado. Eso no quita que la pobreza pueda ser llevada con dignidad y, con el apoyo de familia y la comunidad, podemos acceder a servicios como salud y educación. La pobreza en sí no hace nada de lo que dice el P. Walker. El mundo es quien te enseña que tu valor consiste en las cosas que tienes, y el que te ofende y te mata cuando no tienes nada. Es el mundo y sus valores, los que degradan al pobre, no la pobreza, los que producen alienación y daño.
Es duro ver que una institución católica, fundada por un santo tan grande como el Padre Hurtado, ha asumido el lenguaje y la mentalidad del mundo. Es una bofetada en el rostro de quien tomó un voto de pobreza, decirle que su proyecto de vida es sufrir la violación continua de sus derechos humanos.
En último término, aún si decimos que la miseria (no la pobreza) daña, ofende y enferma, todavía hay un gran paso a decir que es “la más profunda vulneración de los derechos humanos”.
En 2017, cuando se debate la despenalización del aborto en Chile, una institución católica no puede decir que haya otra violación a los derechos humanos más grave que el aborto. El niño asesinado en el vientre de su madre sufre violencia, no solo psicológica sino letal. Ve su dignidad radicalmente negada y su existencia misma destruida. Ve su derecho a recibir atención de salud y a educarse. El aborto no solo vulnera estos derechos sino que los destruye totalmente y hace imposible que puedan repararse en el futuro.
El aborto es la más profunda vulneración a los derechos humanos.
29 comentarios
Sin ir más lejos en esta web hay blogueros con opiniones enfrentadas (por ejemplo el cura Jorge Guadalix sostiene que no lo era, con argumentos como que su padre era un artesano, que vestía ropas caras de lino, que no rechazaba regalos como perfumes, etc ).
-La pobreza voluntaria no tiene nada de malo.
Otra cosa es nacer en la pobreza y que se te imponga, que es a lo que se refiere el lema.
¿Es la mayor vulneración de los Derechos Humanos?.Puede ser la raíz de muchas vulneraciones.
San Francisco de Asís, que era rico, eligió ser pobre pero ha dejado un legado precioso, y no es el único pobre que lo ha hecho. A un feto se le niega hasta el nombre, que es lo más apegado a la esencia, hasta las tumbas tienen nombre y somos recordados por él.
Es más alguien puede ser contado entre los pobres sin que él se sienta como tal, que es lo que me ha pasado a mi que no me he dado cuenta que, probablemente, en algún momento formé parte de las estadísticas que me contaban como tal muchos años después. Para mi familia sólo eran pobres las viudas y los huérfanos, los demás no estábamos clasificados.
El aborto es radical, la pobreza admite grados y diversas formas de encararla.
Si tú puedes definir la pobreza te lo agradecería porque no conozco ha nadie que la haya definido aún.
La palabra pobreza abarca desde el que tiene un techo para cobijarse y poco más hasta el que no lo tiene; desde el que come poco hasta el que no come; desde el que apenas sabe leer y escribir hasta el analfabeto; desde la desnutrición, al hambre y, en extremo, la llamada hambruna o inanición. En España lo que mi madre llamó "época del hambre"-es decir el periodo de postguerra-no fue hambre en su caso sino una nutrición deficiente ya que tenían patatas, leche y naranjas, pero en otros lugares es posible que tuvieran menos.
La Gran Depresión en Norteamérica produjo una situación parecida pero hasta los americanos de "Las uvas de la ira" eran ricos comparados con los kulaks ucranianos porque algo comían y los otros no comían nada. La desnutrición trae ciertas enfermedades, la inanición la muerte segura en un plazo variable según personas.
Ante una situación de emergencia como la que se produce periódicamente en África todos los que vivimos en España somos ricos, incluyendo a los pobres de pedir limosna.
El rumano que pide a la puerta de la iglesia de mi pueblo no tiene el mismo aspecto que un sudanés o un etíope cuando llega la sequía. ¿Tengo que considerar que es rico por eso?
Y lo mismo podría decir de la extraña pobreza de los cubanos que nadie sabe en qué consiste. ¿Vivía la familia de Nazareth mejor que un campesino cubano en un bohío? Lo dudo mucho.
¡Sin duda alguna!
O cuando fuerzan a una madre a abortar un feto femenino, porque en su país la famila de la novia es la que paga la dote de la boda y por tanto las familias pobres ven un desastre el tener muchas niñas.
Los pecados y los delitos generalmente no van solos.
Combatir la pobreza, el machismo, los abusos laborales, también es luchar contra el aborto.
Entre sus muchas actividades esta la de medir la cantidad de pobres, proponer programas sociales, regalarles televisiones, preservativos para que puedan ejercer su "libertad", se les educación donde se enseña a culpar a los demás y tantas cosas, en una palabra, se les pone como víctimas, simplemente es un claro ejercicio de victimización.
Siendo "las víctimas" los progresistas les induce a hacer las atrocidades mas graves, como asesinar al mas desprotegido cuyos gritos no alcanzamos oir.
Pero de que bebé no nacido grita cuando lo matan, nadie lo duda... pueden verlo en: www.youtube.com/watch?v=3jB06pkv17s
El que quiere salir de la pobreza no quiere que lo engañen diciéndole que el condón y el aborto lo harán libre, sabe que es una trampa, que lo hundirán en la promiscuidad y a la degradación y, entonces, sabe que verdaderamente conocerá el significado de la palabra miseria.
Que un niño pase hambre permanentemente (comiendo 1000 calorías diarias) por años, o que nunca tenga un juguete, o que un anciano que ha trabajado toda su vida termine muerto entre sus heces por falta de atención, o que una mujer embarazada no tenga acceso ni a un vaso de leche, y un largo etc. No le parece un pecado grave.
Que falta de empatía, pero claro, con el estómago lleno es fácil decir: "Tu solo preocupate de tu alma"
Desde luego, el aborto, la inmoralidad y el relativismo de estos tiempo solo nos harán más pobres en espíritu, y eso es todavía peor.
Creo que nunca estuve más en descuerdo con un blog de infocatólica.
Los ejemplos actuales de Venezuela y Corea del Norte hacen aún mas evidente que los pobretólogos que buscan "eliminar la pobreza" no hacen sino agravarla.
Empatía podemos tener mucha pero eso no soluciona problemas a no ser que la persona esté a nuestro alcance y entonces es otro cantar. Fray Nelson tiene un interesantísimo post sobre el egoísmo al que sólo tres personas hemos hecho algún caso, pero esa es la madre del cordero. Resulta raro que cuánto más egoistas somos más empáticos nos volvemos con la humanidad en general. Ya lo dijo Dostoyevsky: "Amo a la humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular". Cuidar a una sola persona no es mucho, pero, ¡qué cansino es si la cosa se alarga por años! resulta mucho más fácil dar 500 € a Cáritas.
Hay un misionero que sale de cuando en vez en los periódicos por hacer cosas así, me refiero a Monseñor Aguirre, obispo de Bangassou-República Centroafricana-famoso por hacer de escudo humano e ir de acá para allá intentando resolver conflictos.
No es necesario para ellos ser demasiado sensibles, no se mueven por sensibilidad (los sentimientos muy agudos hacen a la persona inoperante), porque ni ellos mismos saben por qué lo hacen, ni hay psicólogo que lo averigüe. La sensibilidad no tiene por qué generar conductas de ayuda, las conductas de ayuda se generan por algo más profundo que la mera empatía (para los creyentes es Dios quién está detrás, pero para los que son ateos no hay explicación alguna). De todas manera los Tzadikim Nistarim (36 justos) son siempre pocos, y también nos parecen pocos los 144.000 que aparecen en el Apocalypsis, ambos números son múltiplos de 12 y, para el mundo judío, representarían un número determinado por cada una de las tribus de Israel (que, en realidad, representan a las naciones). Y, efectivamente, gente tan radical está extendida por todo el mundo, en casi igual proporción, y siempre son pocos, anónimos y casi nunca ocupan mucho espacio en los medios audio-visuales, suponiendo que lleguemos a enterarnos de lo que hacen.
En cambio los que claman por los pobres son multitud y, todos ellos, con un sentido de la justicia hiper desarrollado y verborréico.
Como a mi no me consta que sea una justa oculta me da vergüenza la justicia sin coste personal. Con la edad aprende una que los planteamientos teóricos en cuanto a la misericordia no valen gran cosa, la misericordia-como indica la Parábola del Buen Samaritano-es eminentemente práctica y genera los famosos frutos según los cuales se nos conocerá. No creo que decir que uno está a favor de los pobres conste como fruto de nada, en cambio no decir nada y actuar sí deja constancia.
@ Mario lamas: Lee con atención. Digo que la pobreza no es un mal en sí mismo, y que no es una vulneración más profunda que el aborto. Si el mal de aborto estuviera claro en la sociedad, podríamos decir que la miseria es la vulneración más profunda de los DDHH en nuestra sociedad, pero no es así.
@ María Auristela: No lo niego, pero ¿tienes alguna situación en particular en mente? Por ejemplo, ya he escrito en este espacio sobre el escándalo de pedofilia.
@ Ignacio: También creo que "miseria" es una palabra más ajustada a lo que intenta expresar el lema. Sin embargo, incluso en ese caso la vulneración más profunda sigue siendo el aborto.
@ Rigo: Las situaciones que describes son pecado, yo no he dicho lo contrario. Tampoco digo "solo preocupate de tu alma". Lo único que digo es que la pobreza no es un mal en sí mismo (la miseria si lo es), y que en cualquier caso es más grave el aborto.
La pobreza no es una tragedia. El hambre si lo es, Venezuela, con su enorme riqueza, por culpa de los pobretólogos (o pobretolocos) la siente: los progresistas buscan destruir a los países ofreciéndoles el paraíso en la tierra: acabar con la pobreza..... para traer el hambre.
Fuente de información: "www.aciprensa.com/aborto/datos.htm"
Un fragmento:
"Las cifras reales del aborto en el mundo son imposibles de confirmar. Sabemos que los organismos internacionales estiman que cada año cincuenta millones de niños no llegan a ver la luz por causa del aborto; de ellos, la mitad perecen bajo el amparo de las leyes abortivas."
Han sido asesinados mas bebés no nacidos que por todas las hambres de la historia de la humanidad. Más que los muertos de todas las guerras de la historia.
Es imposible no estar de acuerdo: "El aborto es la más profunda vulneración a los derechos humanos."
Que matar a un niño sea peor que mantenerlo en la pobreza, es algo con lo que cualquiera puede estar de acuerdo.
Que para reforzar esa idea se relativice el concepto de pobreza y se critique a quienes la denuncian y combaten, me da asco.
Los que "denuncian" la pobreza ofrecen como solución un sistema político que han fracasado en todos y cada uno de los lugares donde se ha implementado: URSS, China, etc. Ni siquiera se ponen a pensar en las hambrunas que siguieron después de implantar tan "justos" sistemas, proponen salir de Guatemala para caer en Guatepeor.
El cristiano comparte su propia comida con el hambriento, el pobretólogo lo que hace es proponer que es lícito matar al "rico" para arrebatarle sus pocos bienes para luego administrarlos en "favor de los pobres". Robo descarado y asesinato, pero no renuncian a sus propios bienes.
El que lo dude puede hacerse venezolano.
Queda al descubierto que en la práctica, la falsa "opción por los pobres" es solo fraseología que oculta "la lucha de clases", donde se siembra el odio. Por ejemplo la Revolución Sandinista, donde el Sacerdote Gaspar García Laviana que murió con el fusil en la mano.
Un fragmento:
'...pobre es el miembro de una clase social que está enfrentada y en lucha contra otra clase social explotadora y opresora.
Entonces el problema no es la “opción por el pobre”, el problema es la concepción ideológica marxista que tiene él de "pobre". Esa es la dificultad.'
En mi opinión, el párrafo central del artículo es donde se descubre el verdadero sentido de la opción por los pobres, la de la Iglesia de toda la vida: Renunciar a sus propios bienes de manera voluntaria para compartirlos con el hermano necesitado.
Segundo Fragmento:
'La opción por los pobres es la que la Iglesia practica desde Jesucristo, que ha seguido practicando a través de los padres de la Iglesia, a través de sus santos, y que se plasma también en la vida cotidiana y concreta de la Iglesia en todo el mundo y en América Latina.'
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