El lucrativo negocio de las interpolaciones
Es notable que, cuando se trata de emitir un juicio sobre la persona Jesús, nadie dice algo malo sobre él. Ateos y agnósticos, hinduistas, musulmanes y judíos, socialistas, comunistas y capitalistas, liberales y conservadores, todos lo consideran uno de los suyos o, en el peor de los casos uno de sus precursores. ¿Cómo es esto posible? Después de todo, no hay otro ejemplo en la historia de un sujeto que pueda ajustarse a las ideas de grupos tan diversos. La explicación a esta anomalía es bastante sencilla: basta con ignorar la información aquellas partes de la enseñanza de Jesús que no nos resultan conveniente o no coinciden con nuestras propias ideas.
Como sería muy burdo decirlo así, lo que se hace es hablar de las “interpolaciones”. Es una herramienta muy práctica y fácil de usar. Funciona así: cuando en el evangelio aparece una frase o enseñanza que contradice mi teoría, ideología o religión, yo digo que los expertos han demostrado que se trata de una interpolación. Luego, como no es cierto que Jesús haya enseñado esa doctrina que me incomoda, yo puedo ignorarla. Así de fácil.
A todos les conviene suponer que de alguna forma los libros del Nuevo Testamento han sufrido interpolaciones. Carreras académicas de gran prestigio se han construido sobre la base de que las técnicas modernas nos permiten distinguir en los evangelios qué es original, y qué fue insertado.
Esta herramienta se viene usando desde muy antiguo. Ya en el siglo VI, los musulmanes acusaron a los cristianos de haber corrompido el mensaje de Jesús, a quien consideran el penúltimo profeta y un precursor de Mahoma. Hoy en día, muchos políticos liberales pueden expresar su admiración por Jesús, suponiendo que las doctrinas más “conservadoras” del Nuevo Testamento solo son inserciones posteriores. Incluso ateos y agnósticos dedican toda su vida a estudiar a este personaje, y les basta con ignorar sus milagros y profecías, diciendo que fueron interpolados por sus seguidores. Algunos protestantes, que deberían respetar la Biblia como Palabra de Dios, también echan mano de esta táctica cuando se enfrentan ante las evidentes pruebas bíblicas de que el Papado fue instituido por Cristo.Lo que no he visto nunca es un análisis de cómo podría haber ocurrido esto, y si existe evidencia concreta de que el contenido de estos 27 libros podría haber sido alterado sustancialmente. Cuando nos detenemos a pensar cómo se podrían haber producido estas famosas interpolaciones, todo el mecanismo se hace inverosímil.
Una interpolación exitosa, que logre introducir en el texto algo que no fue puesto ahí por su autor, solo puede suceder en las etapas tempranas de la propagación del texto. En efecto, es imposible alterar simultáneamente todas las copias de un texto que circulan (muchas de ellas separadas por miles de kilómetros),ni tampoco destruirlas. Un intento de alteración tardía (por ejemplo, en el siglo II) acabaría con dos “tradiciones” de un mismo texto. Precisamente eso es lo que se observa cuando los copistas incurren en errores involuntarios, y es lo que permite a los expertos agrupar los manuscritos disponibles en familias. En todo caso, sabemos que son involuntarios, porque esos errores son menores y no alteran el sentido del texto.
Algunos especulan que el Emperador Romano Constantino habría tenido el poder de hacer algo así, pero no hay registro histórico de tal empresa.
Puesto que una interpolación solo podría haber ocurrido en las etapas tempranas del cristianismo, un aspirante a falsario tiene una difícil labor por delante. Hablamos aquí de textos producidos durante el siglo I, pues ya a comienzos del siglo II estaba bien establecido que cada Iglesia local contaba con copias de uno o más de los evangelios.
El problema para nuestro hipotético falsario es que en el siglo I no había nada claro en cuanto al aspecto que tomaría el cristianismo. No se sabía si sobreviviría a la persecución, que llegaría a ser la primera religión de alcance mundial, ni tampoco si los escritos de los primeros cristianos jugarían un papel relevante en su forma final. En nuestro tiempo, cuando gozamos de una alta alfabetización y sabemos cómo se desarrolló el cristianismo, resulta obvio enfocarnos en los evangelios en busca de interpolaciones. Las culturas de la antigüedad eran eminentemente verbales, de modo que, si alguien quería poner en boca de Jesús alguna doctrina novedosa, no era para nada claro que mereciera la pena buscar un evangelio para alterarlo.
Supongamos que el falsificador adivinó bien y para propagar su falsa doctrina, se propuso alterar uno de los documentos escritos por los primeros cristianos. A continuación, debería elegir en particular dónde hacer su interpolación, tarea que en nada se presenta más fácil que la anterior. Los evangelios apócrifos conocidos en la actualidad se cuentan en más de 50, y a los que se suman sermones que circulaban por escrito, cartas atribuidas a los apóstoles y a sus primeros discípulos, resúmenes de catequesis, como la Didajé o el Pastor de Hermas, y varios libros apocalípticos. Para complicar todavía más el asunto, no hay un criterio claro sobre qué libros llegaron a formar parte del Nuevo Testamento. Por ejemplo, no basta con mirar al autor, pues, si bien entre sus autores predominan los apóstoles, también están los evangelios de Marcos y Lucas. A la vez, hay textos que fueron atribuidos a los apóstoles, pero que en definitiva fueron rechazados. Lo cierto es que, en el siglo I, era imposible saber cuál de todos estos documentos acabaría formando parte del canon del Nuevo Testamento.
En definitiva, y todavía sin poner tinta en la pluma, un supuesto falsario, o se dedicaba a esparcir interpolaciones en cientos de documentos, yendo de un lado a otro, o confiaba en una suerte increíble para introducir su interpolación en un único documento, confiando en que llegaría a ser importante.
En la entrada siguiente revisaremos si un afortunado falsificador podría haber alterado el texto evangélico, usando el ejemplo de la famosa institución de San Pedro como primer Papa.
39 comentarios
Lo que falla en esta mi teoría que acabo de inventarme y cualquier otra, es asumir que la fe se basa en las escrituras, que es más o menos como decir que el matrimonio se basa en su acta o que la vida de una persona depende de su certificado de nacimiento. Una persona no deja de ser la misma, aunque en su documento de identidad escriban su nombre con faltas de ortografía.
La fe existe independiente de las escrituras y así ha sido desde Abraham, o desde Adán si queremos ir más lejos. Esto es algo tan evidente que ni nos damos cuenta que gran parte del depósito de fe ni siquiera está escrito en el canon y se ha conservado oral y tradicionalmente hasta que llega a ser "canónico"; por ejemplo, la Inmaculada Concepción o la Asunción, o cosas tan simples como el procedimiento para confesarse.
Si mañana desaparecieran todas las Biblias de la faz de la tierra y no quedara memoria suficiente para reconstruir ni siquiera un libro, la fe cristiana se conservaría más o menos igual. Ciertamente no citaríamos los textos por libro y verso, pero sin duda las enseñanzas del Resucitado seguirían siendo las mismas.
Una primera etapa de un judío del que no sabemos nada: Yeshua.
Una segunda etapa, en la era de la primera-tercera generación de cristianos en la que se elabora el Yeshua-Mesías.
Faltaría la tercera etapa, en la que se elabora el Yeshua-Mesías-Dios.
Y seamos realistas: si tú eres un católico común y corriente de parroquia novusordista, ¿cuántas veces has oído predicar, en los últimos diez años, que Jesús es Dios? ¿Cero?
Los gnósticos" ya acusaron a los primeros cristianos de no conservar la "pureza del Evangelio. Exactamente lo mismo dirán varios herejes de la época patrística. Es exactamente lo que dijo Wyclef, Juan Huss y por supuesto Lutero, añadiendo: "La Iglesia de Roma, la Gran Ramera Babilónica, ha prostituido la pureza del Evangelio". Y lo mismo dirá Calvino, Zwinglio y sus seguidores, también el pietismo luterano de Spener o Schleiermacher o el neoliberalismo teológico protestante, y podríamos seguir con el iluminado y sociólogo ateo Comte, etc, etc, Pero lo curioso, es que en la actualidad los "progres" de la religiosidad, o los cristianos de base ( mejor dicho "sin base") también van repitiendo la monserga de la Iglesia Católica no ha sido fiel al Evangelio y no ha respetado su "pureza". O sea que es una constante lejana en la historia, repetida como un "mantra" por los heréticos de cualquier signo.
Bueno, ¡¡¡en Flavio Josefo detectan interpolaciones cuando hablan de Jesús!!!
No me refiero al peloteo propio del autor, sino a tomar cientos de copias libros de 20 o 30 años antes, aprovechando los funcionarios imperiales, e interpolar propaganda del nuevo gobernante,,,
¿Alguien conoce algún caso de eso? Yo no. Pero los "fans de interpolaciones" pretenden que creamos que con los Evangelios era de lo más común.
En cuanto a la quema de libros, se recogen casos de quemar libros de brujería y adivinación (en época pagana tanto como cristiana) y de quemar libros cristianos (en las persecuciones paganas). Yo no conozco casos documentados de quema voluntaria de libros de historia. Sí, nos ha llegado poco y por casualidad, lo muy copiado, porque cada ciudad mediterránea ardió, se inundó o fue derruida dos veces en el primer milenio, pero fueron destrucciones involuntarias (o saqueos de guerra).
@ Tulkas: No sé si se predica, pero en cada misa se dice "Solo tú eres santo, solo tu Señor, solo tu altísimo Jesucristo".
@ Guillermo: No conocía esa cita, y me parece muy atingente al tema ¿Me podrías dar la fuente?
@ Forestier: Ciertamente que los protestantes hacían la misma crítica. Mencioné a los musulmanes porque era la más antigua que recordaba. La de los gnósticos no la conocía pero no me sorprende ¿Tienes alguna cita directa?
@ P. Bernardo: Es un tema muy interesante preguntarse que ocurriría si se demostrara que hubo una interpolación.Creo que también existe la posibilidad de la Iglesia declarara que ese texto no forma parte de la Escritura, en base a que la inspiración divina opera en el autor humano (sin entrar todavía en el tema de la autoría de cada libro) y no en quien altera un texto inspirado.
@ J.A. Antonio: Tienes toda la razón, es una gran muestra del doble estándar que se aplica a la Biblia.
Pero en la redacción de los libros sagrados Dios eligió a hombres, y se
valió de ellos que usaban sus propias facultades y fuerzas,18
de forma que, obrando El en ellos y por ellos,19 escribieron, como verdaderos autores, todo y sólo lo que El quería.20
Puesto que todo lo que los autores inspirados o hagiógrafos afirman debe tenerse como afirmado por el Espíritu Santo, hay que confesar que los libros de la Escritura enseñan firmemente, con fidelidad y sin error, la verdad que Dios quiso consignar en las sagradas letras para nuestra salvación.21
Así, pues, «toda la Escritura (es) divinamente inspirada y útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y preparado para toda
obra buena» (2 Tm., 3, 16-17 gr.).
En conclusión, el texto que tenemos aprobado por la Iglesia, con interpolaciones o sin ellas, es la Palabra de Dios, inspirada por el Espíritu Santo.
Pato, la Iglesia jamás va a mutilar la Palabra de Dios dada, porque reverencia la Palabra de Dios tanto como a la Eucaristía y eso no son palabras mías, las puedes buscar en "Dei Verbum". La hipótesis de qué haría la Iglesia si se probara una interpolación es falsa de inicio. La interpolación está inspirada por el Espíritu Santo también.
Si has seguido un poco a los teólogos de nuestra época, normalmente han partido de presupuestos personales que después los intentaban probar en los textos bíblicos y el texto bíblico que no aprobaba su idea se convertía automáticamente en interpolación o reflexión comunitaria o experiencia mística comunitaria.
La actitud más auténtica ante la Palabra de Dios no es estudiarla como se estudia un oso panda. Lo mejor es dejarse ser estudiado, cuestionado por la Palabra de Dios. Es Dios que nos habla y al que tenemos que responder.
Bendiciones
Por mi parte, me encuentro muchas veces diciendo: "Espíritu Santo, Tú estabas allí, ayúdame a entender lo que este pasaje me quiere decir. Y siguiendo a S. Ignacio echo a volar la imaginación para "ver" lo que pasaba en ese pasaje. El Espíritu Santo trabaja en nosotros para que no nos vayamos por los cerros de Úbeda.
Bendiciones
¿Cuál es el texto aprobado? Desde la Vulgata hasta todas las Biblias que lleven el "nihil obstat". La Iglesia es consciente de que toda traducción y versión es una reinterpretación del texto, que siempre gira entre dos polos: la fidelidad al texto original y la facilidad de lectura. Por ello se preocupa para que el resultado final sea fiel a la Revelación recibida.
Evidentemente, no me refiero a que nadie pueda alterarlo. Hay multitud de versiones falsas de la Biblia, empezando por muchas protestantes. Me refiero a que la versión verdadera destaca entre las otras, de forma que la Iglesia verdadera pueda estabecer sin duda que es esa Biblia y no otra la que refleja fielmente la Palabra de Dios.
Porque hay un Buen Pastor, y nos ha dicho que tenemos la facultad de reconocerle. Eso no debería aplicar sólo a sus enviados, sino también a la forma verdadera de Su Palabra ¿no creen?
Un saludo.
Autor Copia + Antigua nº de copias
Platón 900 d.C. 7
Aristóteles 1.100 d.C. 40
Herodoto 900 d.C. 8
Demóstenes 1.100 d.C. 200
Tucídides 900 d.C. 8
Eurípides 1.100 d.C. 9
Julio césar 900 d.C. 10
Nuevo Testamento 130 d.C. 5.600
Creo que ahí te has pasado.
En cuanto a las interpolaciones es verdad que se ha abusado de la idea al hablar de la Biblia. No hay tantas y además efectivamente para el que tiene fe lo mismo da que un evangelio lo escribiera una sola persona o varias.
En cualquier caso como se dice de las meigas (brujas) en Galicia, haberlas haylas.
Como el pasaje de la adúltera perdonada por Jesús.
Lo de la institución del papado es otra historia. No es una interpolación sino una interpretación.
Jesús le dice a Pedro que él es el jefe, vale. En todo grupo debe haber un líder.
Lo de que se instale en Roma y que sus sucesores también lleven la voz cantante es otra cuestión.
No digamos ya cuando hay quien quiere ver en ese pasaje la organización eclesial de que todas las iglesias locales son sucursales de Roma.
No obstante, he citado a los gnósticos como acusadores de la Iglesia Católica, al corromper el espíritu, si tenemos en cuenta que para los gnósticos (en general) lo divino y la salvación están ligados al espíritu, en cambio, el mal y la perdición están ligados a la materia, a lo corporal. Por esa razón rechazaban el que la Iglesia dijera que Cristo fuera un Dios que había asumido un cuerpo humano, lo que implicaba que oscureciera la "pureza" del espíritu". Es sin duda un antecedente del maniqueísmo y del arrianismo. .
Autores conocidos, podríamos citar a Pablo de Samosata, que sostiene que en Dios no hay más que una persona (el Espíritu), que constituye la única esencia divina, y Cristo era un puro hombre, pero gracias a que en él habitó el Logos o Sabiduría, fue rescatado de su condición y adquirió un rango superior a los profetas.
Otro es Valentín de Alejandría, y a pesar de que se fue apartando de las afirmaciones ortodoxas cristianas, se empeño en mantenerse dentro de la Iglesia sin renunciar al nombre de cristiano. Valentín adoptó concepciones panteístas y mitológicas, para derivar en puro sincretismo. Decía que El Salvador para realizar su misión se revistió de una sustancia pneumática y psíquica, de apariencia corporal, es decir, no de verdadera carne, pues entonces sería materia y estaría destinada a perecer.
Por último Carpócrates, sostenía que el mundo era una creación de ángeles caídos privados de su pureza originaria. Por ello, esta creación era mala, y sólo podía el hombre liberarse de ella profesando la gnosis o ciencia de lo divino.
Bueno, no he aportado nada nuevo que no supieras, simplemente quería ser cortés con tu demanda y pasármelo bien durante un rato.
Me parece complicado determinar que en un texto, que ha sido transmitido, traducido y conservado a lo largo de la historia, hay "X" número de transcripciones que han sido víctimas de giros lingüísticos y devenires del proceso de traducción y transmisión.
En general, pienso que la Biblia en sí es una enorme interpolación, un texto que recogía enseñanzas que significaban una cosa hace dos mil años y que hoy, en gran medida, se nos han quedado obsoletas a gran parte de los fieles.
Es imposible negar que el cristianismo y las enseñanzas de Cristo supusieron un cambio radical en su tiempo y a lo largo de la historia, como el incuestionable papel que jugó la Iglesia en los logros por la igualdad de hombres y mujeres.
Enseñanzas y doctrinas que supusieron un progreso en tiempos oscuros, y que hoy en día podrían interpretarse (si se atiende al formalismo, a la literalidad de las normas bíblicas y no a las enseñanzas) como la oscuridad de un mundo progresista.
No es lo mismo predicar que "el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo" en un tiempo en el que esto suponía tratar con amor, fidelidad y respeto a una mujer maltratada por una sociedad exclusivamente masculina en el que el nuestro papel iba poco más allá de la reproducción; que hacerlo en un tiempo moderno en el que esta afirmación supone un atraso que vulnera derechos y libertades fundamentales de todas las mujeres.
En fin...que, desde mi punto de vista, menos leer y más aprender, más oración, simplicidad y acogimiento de la verdadera bondad.
El pasaje de Efesios 5, al que se refiere algún comentarista, no dice lo que afirma ni mucho menos. Se habla desde la "autoridad" entendida como "poder" y nada más lejos del texto paulino. En Ef 5 está la mejor definición sobre el matrimonio que aparece en la Biblia. Así que hablar por hablar, sin tener mayores conocimientos, y recurriendo a los bulos que existen sobre la Biblia, no es la mejor forma de entender la Palabra de Dios.
Por ejemplo seguro que ud. no se siente autorizado a poseer esclavos, a pesar que en sus cartas Pedro y Pablo hablaran con total naturalidad de las relaciones entre amos y esclavos.
Y creo que lo que cuentan los Hechos de que todos los cristianos vendían lo que tenían y lo ponían a disposición de los apóstoles, y repartían a cada cual según su necesidad y lo tenían todo en común, ya no se lleva.
No es lo mismo un sistema comunista cuando eres una pequeña secta, que cuando eres la religión mayoritaria del planeta, y muchos multimillonarios y jefes de Estado pertenecen a ella y nadie les hace sentir incómodos por no compartir sus riquezas con los pobres.
También se ha olvidado el consejo de Pablo de que los obispos deben ser hombres de una sola mujer, ni tampoco se estilan las diaconisas aunque el de Tarso las llama amigas y las menciona con sus nombres.
Maridos, amen a sus mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra. y presentársela resplandeciente a sí mismo, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada. Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie aborrece jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia, pues somos miembros de su cuerpo. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una carne. Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia. En todo caso, también ustedes, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete al marido." (Ef 5,21-33)
Si el marido tiene que ser la cabeza de la esposa, como Cristo es la Cabeza de la Iglesia, recuerda al Señor diciendo: "Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman ‘el Maestro’ y ‘el Señor’, y dicen bien, porque lo soy." (Jn 13,12b-13) El es la autoridad y nos enseña que la autoridad significa servicio. En Ef. se nos dice que el esposo debe dar su vida por la esposa. El matrimonio cristiano no es un 50/50, es un 100/100, donde el esposo se da a sí mismo a la esposa y la esposa hace lo mismo con el esposo.
¿Ves ahora el sentido de Efesios 5?
Bendiciones
Si sacamos la lectura de la Biblia de esos parámetros no estamos interpretando la Biblia correctamente, si no que nos hacemos una interpretación personal que nada tiene que ver con el texto original.
Pues no todos lo ven tan claro como ud.
Le recomiendo la lectura de otro post de Infocatolica titulado "Es el marido cabeza de la mujer en el matrimonio cristiano?", donde se dice que llegado el caso la última palabra es del marido, que para eso es la cabeza.
Usted podrá cantar misa en gregoriano, pero en todo momento se ve una relación entre desiguales (la idea es: la mujer es sumisa al marido, que debe protegerla y amarla porque es su "cabeza").
El marido da la vida, la mujer no. El marido debe amarla, la mujer debe ser sumisa.
Y es un claro ejemplo, de que la interpretación literal de un texto tan antiguo es un peligro.
Respecto al pasaje sobre la comunidad de bienes de los primeros cristianos, yerras, pues nunca se ha olvidado. Otra cosa es que hoy día sea difícil practicarlo de modo estricto por razones logísticas. Pero nunca, nunca, se ha olvidado.
En ambos casos la actitud de la Escritura es la misma: no apoya la injusticia que existía en esa época en las relaciones, pero tampoco la denuncia, sino que nos invita a resignificarla. En el caso de la esclavitud, por un lado Pablo devuelve a Onésimo a su amo, y por otro le pide a Filemón que lo reciba como un hermano. Respecto a la relación entre esposo y esposa, por un lado ratifica que tienen roles diferentes en el matrimonio, pero al mismo tiempo asienta esos roles en la relación de Cristo con la Iglesia, y no en una relación meramente natural y de dependencia como existía en toda la antigüedad.
Esta conciencia nos debe llevar a concluir que en ambos respectos no podemos entender estos textos como se entendía en la antigüedad, sino que debemos profundizar en su significado más perenne.
Bendiciones
Baste con decir que hasta el s.XIX un católico podía tener esclavos africanos sin que ello fuera pecado.
Tampoco hay ningún versículo en la Biblia que exhorte a emancipar a los esclavos, solo a tratarlos bien. Y no me digas que la emancipación no era frecuente en la época porque ejemplos de libertos hay muchísimos.
En cualquier caso coincidirá conmigo en que lo dicho al respecto en la Escritura ya ha quedado obsoleto (afortunadamente).
Sobre lo de vivir en una especie de comunismo, creo que hoy en día ningún recién bautizado pone TODO lo que posee al servicio del obispo ordinario del lugar, para que como sucesor de los apóstoles lo reparta entre la asamblea, ni tan siquiera se le sugiere tal cosa.
Un problema muy, y, repito, muy grave, en el que, incluso los cristianos ( y puede que otros creyentes) hemos caido es la falta de " " visión de eternidad" , vemos todo con la "vistas plana" de unos pocos, minimos, y, en gran parte, miseros años, que no llegan a 100 en el común de los mortales, fruto, entre otras, de la perspectiva meramente horizontal y social ( en cierto sentido) que tanto impera hoy en día e impide o estorba muy mucho la visión sobrenatural, vertical, "hacia arriba", lo social, ¡claro!, es muy importante, pero está "aplastando" las otras dimensiones del ser humano, a nivel individual y colectivo...¡asi nos va!
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