5 datos para compartir sobre la genealogía de Jesús
Advertencia: Post extra largo.
Mateo 1 y Lucas 3 contienen dos listas diferentes de los antepasados de Jesús, y desde luego los escépticos se apuran en indicar que son irreconciliables, lo de demostraría que los evangelios no son confiables.
Por nuestra parte, no tiene sentido negar que las genealogías de Jesús representan un desafío , pero es igualmente claro que no pueden ser uno tan grave que se considere como insuperable, porque han estado ahí desde el inicio de la predicación cristiana, a plena vista, y no han representado un inconveniente tan grave como para minar la credibilidad de los evangelios.
A continuación revisaremos algunos puntos que son relevantes para entender y conversar acerca de las genealogías de Jesús.
#5. ¿Por qué es importante la genealogía de Jesús?
Cuando nos presentamos ante una persona, uno suele dar su nombre, su oficio, y tal vez si es soltero o casado; en situaciones particularmente importante, por ejemplo cuando se postula a un nuevo empleo, es necesario ser un poco más formal y lo que se estila es presentar un curriculum vitae, que literalmente significa “carrera de vida”.
Eso ocurre en nuestra cultura, marcadamente individualista, pero en el mundo antiguo, que daba mucha más importancia a la familia, el que quería presentar sus “credenciales” para ejercer una función, debía contar con una genealogía, es decir poder demostrar que el comportamiento de sus antepasados lo calificaba para cierto cargo. En ese sentido una genealogía es una “carrera de antepasados”.
Esto era evidente en el caso de los reyes de la antigüedad, y la importancia que le daban a la sucesión dinástica. Puede parecernos extremadamente discriminatorio hoy en día, pero antes del surgimiento de las instituciones de educación, tenía mucho más sentido, pues la única forma aprender un oficio era a partir de los propios padres. En el caso de los israelitas, esto se aplicaba especialmente a los sacerdotes que debían servir el Templo de Jerusalén, pues en su caso debían demostrar pertenecer a la tribu de Leví, seleccionada por Dios para ejercer esa función.
Por eso, cuando el evangelio de San Mateo comienza y titula su lista como “Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”, era evidente que intentaba demostrar que Jesús era el legítimo rey de los judíos, tal como quedó finalmente puesto en la cruz, según concluye este evangelio.
Por su parte, Lucas no comienza su evangelio con la genealogía, sino que la ubica justo después de su bautismo en el río Jordán.Así, nos cuenta que al salir de las aguas se escucha una voz diciendo “Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección”. A nosotros puede parecernos nada más que una expresión de la filiación divina de Jesús, pero para los judíos estaba clarísimo que se estaba citando del Salmo 2, que dice:
7 Voy a proclamar el decreto del Señor: El me ha dicho «Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy
8 Pídeme, y te daré las naciones como herencia,y como propiedad, los confines de la tierra.
9 Los quebrarás con un cetro de hierro,los destrozarás como a un vaso de arcilla»
Así, las palabras que se escucharon en el bautismo de Jesús en el Jordán, además de reafirmar su filiación divina son una declaración de dominio real sobre toda la tierra en favor de Jesús, como descendiente del rey David. En ese contexto es natural que esa manifestación de poder monárquico, sea seguida por la genealogía que legitima esa pretensión.
#4. ¿Logran demostrar que Jesús era descendiente de David?
Una de las más claras promesas sobre el mesías, era que debía ser un descendiente de David.
Así lo dicen los salmos 132 (11 El Señor hizo un juramento a David, una firme promesa, de la que no se retractará:«Yo pondré sobre tu trono a uno de tus descendientes.) y 89, 37; y lo promete Dios a través de los profetas Samuel (2 Sam 7,13: [Un descendiente de David] edificará una casa para mi Nombre, y yo afianzaré para siempre su trono real) e Isaías (Is 9, 6: Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino)
Puesto que esta es una de las profecías más claras acerca del Mesías, y que tanto Mateo como Lucas, y con ellos todos los cristianos, sostienen que Jesús fue concebido sin la participación de un padre humano, los escépticos han objetado que pueda ser el Mesías, entendiendo para ello que el mesías debía ser hijo biológico de algún descendiente del rey David.
Si bien nosotros tenemos un concepto de descendencia bastante estricto, en la antigüedad existían diversas instituciones que se asimilaban a la calidad de hijo natural.
Uno de los más curiosos era la llamada ley del levirato. Según Deuteronomio 25, si un hombre casado moría sin tener hijos, era deber de su hermano unirse a la viuda exclusivamente para engendrar, y el niño así concebido era el heredero legal del difunto. Si bien esta ley se encuentra en el Deuteronomio, ya en el Génesis la encontramos en vigencia, pues es la ley que Onán se supone que debía cumplir cuando derrama la simiente, y es castigado por ello.
La adopción es otra institución que era mucho más aceptada entre los pueblos de la antigüedad que entre nosotros. Los casos más conocidos se encuentran, desde luego, en el imperio romano, donde Julio César adoptó a su sobrino nieto Cayo Octavio Turino para que lo sucediera en su título de Emperador por lo que adoptó el nombre de Augusto, y éste hizo lo mismo con su sobrino Tiberio, quien a su vez también optó por adoptar a Germánico, con lo que quedó en primer orden de la sucesión imperial. A la muerte de Germánico, Tiberio ordenó que la sucesión pasara a su hijo Calígula, con conocidos y desastrosos resultados.
Como se ve, la sucesión real y pertenecer a una dinastía con aspiraciones de reinado no estaba especialmente vinculado a “la sangre” o el material genético, y la adopción era un método perfectamente aceptable de formar parte de una casa real.
Finalmente no es necesario retroceder tanto en el tiempo para encontrar legitimación filial sin paternidad biológica, pues muchas legislaciones civiles modernas presumen que los niños nacidos de una mujer casada son hijos de su marido, de modo que el silencio del padre basta ante la ley para conferir la calidad de descendiente, sin necesidad de otra prueba.
En el caso que nos interesa, nadie duda que Jesús formó parte de la casa de David a través de la adopción y que José lo reconoció como hijo, y eso sabemos que ocurrió, pues Jesús es llamado el hijo del carpintero en el evangelio (Mt 13, 55 ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas?), de modo que incluso bajo estándares modernos, Jesús sería legalmente hijo de José y con ello, descendiente de David.
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24 comentarios
No me lo había planteado. Me ha resultado ameno e interesante, gracias!
Que los cristianos crean en el mensaje teológico de las genealogías pues es lógico, pero pretender que dos genealogías tan distintas sean correctas no hay por donde cogerlo.
No hay ninguna explicación contundente, también se ha dicho que Jacob y Eli son la misma persona pero con un sobrenombre.
Si ya queda claro que los evangelistas ni coinciden en el número de antepasados de Jesús, porque cada uno pretende usar una simbología numérica distinta, pues ya sabemos que ninguna lista puede ser históricamente correcta.
Lo que sí me llama la atención es la frase: "... Se dedicaron exclusivamente a transmitir fielmente lo que habían recibido, aún cuando no comprendieran cabalmente de qué forma era relevante cada uno de los nombres que se daban...".
Cuando admites algo sin cuestionarlo y lo transmites a la siguiente generación como si fuera verdad acabas consagrando como verdad oficial lo que pudo ser un error.
En política se llama propaganda y en teología, dogma.
Es cierto que los evangelistas no coinciden en el número de generaciones, pero no sé cómo eso te permite afirmar que "ninguna lista puede ser históricamente correcta".
Cuando admites algo sin cuestionarlo y lo transmites a la siguiente generación como si fuera verdad acabas consagrando como verdad oficial lo que pudo ser un error
Lo siento, pero dada la estructura de la realidad (que no permite viajes en el tiempo), no hay otra forma de conocer el pasado que a partir de lo transmitido fielmente por las generaciones anteriores. Eso se llama Historia.
No confundamos las cosas.
Para empezar como ya no estamos en la época romana y ahora contamos con la ciencia empírica, sabemos que desde los primeros Homo sapiens hasta nosotros han pasado más de cien mil años, así que si una genealogía pretende ser históricamente cierta desde un hombre del s.I a.C. hasta el primer hombre, pues deben tener unas cuantas más generaciones que las de Mateo y Lucas, que nos ofrecen generaciones bíblicas, no históricas, y ni siquiera las mismas.
A no ser que uds. consideren que realmente existieron no solamente Salomón y Abraham sino hasta Noé y Adán, y que la humanidad apenas tiene unos miles de años.
Pues sumen uds. las generaciones y los años que vivió supuestamente cada personaje y como los "historiadores" antiguos tendrán la antigüedad de la humanidad.
Pero eso presenta inconvenientes, como que la propia Biblia da la cifra de unos seiscientos mil varones hebreos que salieron de Egipto cuando el éxodo, lo que estimando mujeres y niños nos daría cerca de dos millones de judíos.
Y si nos atenemos a la literalidad de la Escritura desde Adán hasta Moisés apenas hay unas pocas generaciones, y además desde Noé todos los humanos descendemos de los tres hijos de Noé y sus esposas, y por muy prolíficas que fueran las mujeres de la antigüedad, desde tres parejas reproductoras no se puede llegar a dos millones de personas para el éxodo en una pocas generaciones. Y tengamos en cuenta que se refiere la cifra solo a los judíos que salieron de Egipto no a la cifra de toda la población mundial.
Luego la interpretación literal de la Biblia es imposible cuando se somete a la Historia, la arqueología, la estadística, la demografía, y a cualquier ciencia.
Parece obvio que la razón del Diluvio estriba en el hecho de que Jesús no podía tener, en absoluto, una descendencia procedente de los nefilim, gigantes y de la humanidad malvada de los tiempos noaicos.
En un lugar vi que se llama la tesis de la trasposición diegética, de diégesis: describir un mundo ficticio para una finalidad.
"Uno de los pilares de la teología liberal y modernista es que la Sagrada Escritura en general, y los evangelios en particular, no son una fuente confiable de información, porque han sido severamente editados por manos desconocidas"
"la confianza que podemos tener en la integridad de los textos evangélicos con los que contamos hoy, y su transmisión a lo largo de la historia."
"si un relato tiene valor teológico o catequético, no puede tener un sustrato real, sino que necesariamente debe ser algo completamente inventado. La historia, y la realidad en definitiva, no pueden tener ningún sentido."
Los judíos se transmitían sus propias listas genealógicas, almenos antes de la gran diáspora y destrucción del año 70 d.C.
Este Naasón es uno de los hebreos que sale de Egipto, por tanto debemos creer que desde Sem hasta Naasón los hebreos (no digamos ya toda la humanidad) pasan de ocho personas (Noé sus tres hijos y las esposas respectivas) a varios millones.
Además la propia Biblia dice que desde tiempos de José los hebreos pasaron exactamente 430 años en Egipto (Ex 12,40) pero según Lucas desde Judá (hermano de José) hasta Naasón solo pasan cuatro generaciones.
Aunque fueran muy longevos los hebreos antiguos y cada uno de ellos viviera 100 años, es imposible que desde José y sus hermanos hasta Naasón los hebreos pasen de un puñado a unos dos millones (Ex 12,37).
El exilio palestino de 1948 por la guerra contra Israel, empezó en Jordania con 0,771 millones y hoy en día ha subido hasta 5 millones, sobreviviendo un máximo de 50.000 de los originales de 1948.
Es decir, que en casi 70 años, ha habido un incremento poblacional de 4,3 millones, un factor de crecimiento del x7, es decir, la población creció 7 veces sólo en 70 años.
En 430 años, el exilio palestino, con un supuesto factor de multiplicación de por 7 cada 70 años, llevaría a una población de 84.000 millones (la tierra tiene hoy 7.000 millones): la demografía como arma.
El crecimiento poblacional puede ser muy rápido: en la época, la edad de casamiento era precoz, de 12 a 14 años, y la mujer tenía un hijo cada año o cada año y medio.
Según las generaciones presentes en Egipto, durante 430 años, dan una media de 70 años por generación:
Judá (Dios es alabado)
Pérez o Farés (Rotura o brecha)
Esrom (Cercado, rodeado, cerrado)
Ram o Aram (Altura, alteza)
Aminadab (El pariente es generoso)
Naasón (Encantador): para la tradición judía, es el primero en avanzar en lo profundo del mar Rojo antes de su división. Parece que tiene unos 20 años al hacerse el primer censo del Éxodo.
Ya hemos conversado acerca de la literalidad de los primeros capítulos del Génesis. No viene acá al caso.
@ jordi: no había escuchado el término "transposición diegética", pero luego de una búsqueda en google, veo que se refiere exclusivamente a la idea de que la vida de Jesús sea habría copiado de una biografía de Julio César. Sería un ejemplo del prejuicio que en general critico aquí a la teología liberal.
@ Jesus Marin: Me alegro mucho que te haya gustado.
La Biblia dice "el total de familiares de Jacob que llegó a Egipto fue de setenta" (Gen 46,26).
Que de 70 personas se pueda llegar a unos dos millones en cuatrocientos años es imposible, si además hay que tener en cuenta la mortalidad infantil de otras épocas, asi como la baja esperanza de vida que en el Egipto faraónico no llegaba a los 30 años.
Por ejemplo, se calcula que en tiempos de Ramses II la población de Egipto era de unos siete millones, aunque no se dice el nombre del faraón que dejó partir a los hebreos (un silencio muy llamativo) se suele situar el exilio en esa época.
Si de verdad se fueron dos millones de hebreos esto supondría que llegaron a ser casi la tercera parte de la población total, y si tenemos en cuenta la mortandad provocada por las plagas, deberíamos concluir que se produjo un cataclismo demográfico del que no hay constancia.
En fin, que por muchas vueltas que le demos no es creíble.
Como ya comenté en otro blog, si nos tomamos al pie de la letra las genealogías bíblicas nos encontramos con el problema moral y biológico de que primero los hijos de Adán y Eva (Caín y Set) tuvieron que reproducirse con alguna hermana suya no nombrada en la Biblia, y luego los nietos de Noé para repoblar la tierra tras el diluvio tuvieron que acostarse con sus primas hermanas, con las enfermedades por consanguinidad que eso arrastra.
El exilio palestino, por lo que he visto, incluye tanto los primeros exiliados de 1948 hasta hoy en día, que son muchos menos.
---- "Que de 70 personas se pueda llegar a unos dos millones en cuatrocientos años es imposible, si además hay que tener en cuenta la mortalidad infantil de otras épocas, asi como la baja esperanza de vida que en el Egipto faraónico no llegaba a los 30 años."
El Éxodo incluyó tanto a judíos como a una "muchedumbre" que se sumó al éxodo y que fue depurada durante los 40 años de desierto.
---- "Si de verdad se fueron dos millones de hebreos esto supondría que llegaron a ser casi la tercera parte de la población total, y si tenemos en cuenta la mortandad provocada por las plagas, deberíamos concluir que se produjo un cataclismo demográfico"
Polonia, durante la II Guerra Mundial, sufrió una catástrofe demográfica equivalente a Egipto. Lo mismo que Armenia (I Guerra Mundial) y Ucrania (Stalin), y evidentemente, el pueblo judío asentado en Europa.
---- "si nos tomamos al pie de la letra las genealogías bíblicas nos encontramos con el problema moral y biológico de que primero los hijos de Adán y Eva (Caín y Set) tuvieron que reproducirse con alguna hermana suya no nombrada en la Biblia, y luego los nietos de Noé para repoblar la tierra tras el diluvio tuvieron que acostarse con sus primas hermanas, con las enfermedades por consanguinidad que eso arrastra."
Pues son los datos revelados por vía divina, y le recuerdo que Adán y Eva tenían las propiedades propias de un estado de santidad y justificación originales de divinización por participación (eran dioses por participación, no por naturaleza), impasiblidad, inmortalidad, integridad, ciencia y sabiduría insignes, armonía absoluta y dominio total (armonía con Dios y los ángeles, sobre sí, con la esposa, con los hijos, con los parientes, con los vecinos, entre connacionales, entre naciones, con los animales, con la Tierra y con el Cosmos; dominío sobre los animales y sobre los frutos de la Tierra).
Adán era la Cabeza de la Humanidad: por eso el demonio (la antigua serpiente y hoy el moderno dragón, símbolo de su crecimiento en el mal), atacó a la Cabeza de forma indirecta a través de Eva: si Eva pecaba, no había pecado original, éste sólo era posible sólo y sólo si pecaba Adán. Tentar a Adán y luego a Eva para tentar a Adán era absurdo, porque Adán estaría advertido. De esta manera, se entiende que Cristo es el Segundo Adán.
Una de las razones del triunfo de la Nueva Era es que es un regreso a la época de Adán y al momento concreto del "seréis como dioses". La Nueva Era nos dice "seréis como dioses" y que estaremos en armonía con el cosmos y el universo, y esto es un burdo intento demoníaco de rescatar aquel estado de justificación original en el que eramos dioses por participación, sólo que la Nueva Era pretende decirnos que somos dioses por naturaleza, con capacidad de determinar el bien y el mal moral: "Dios no me dirá qué está bien y mal, sólo soy yo y todos los yos que nos unimos para hacer las leyes que nos da la absoluta gana".
La creación de Adán y Eva, verdad histórica sólo conocible por revelación divina (Dios nos lo dice con las palabras y la cultura de hace 3.000 años y esto es suficiente), implica un acto de creación que afecta al cuerpo, mente y espíritu, a la genética, a las neuronas y a las células, a todo el ser humano en su aspecto individual y social: en el todo del todo.
Citemos la Biblia:
"Y partieron los hijos de Israel de Rameses a Sucot como seiscientos mil hombres de a pie sin contar los niños.
Y se unieron a ellos una muchedumbre..." Ex. 12,37-38.
Es decir, los hebreos eran seiscientos mil varones (y con mujeres y niños serían unos dos millones) y además se les unió una muchedumbre de otras gentes.
Tú lo que haces es mezclar cambios grupos para que sumen 600.000 hombres, pero esa cifra es solo la de los hebreos.
En total el éxodo de ser cierto despoblaría el Egipto de la época y repito que de eso no hay constancia histórica.
De hecho, son doce tribus con sus propias tasas de natalidad, y la Biblia sugiere que, al cabo de los siglos, hubo una descompensación demográfica a favor de los israelitas sobre los egipcios y otras tribus asentadas en Egipto, gracias a su mayor fecundidad y al hecho favorable de que vivían en el fértil Nilo.
Si recuerdo bien, parece ser que los faraones de los primeros siglos, los que conocieron a José, eran los conocidos como faraones-pastores, los invasores hicsos, y apreciaban a José y a su pueblo por los servicios prestados.
Luego, la suerte cambió cuando hubo la rebelión nacionalista contra los faraones-pastores y se creó el Imperio Nuevo, por lo que la nueva familia real ya no conservaba en su memoria los hechos de José.
Sin duda, los israelitas debieron de conocer la revolución del dios monoteista de Akenatón, el dios sol, hasta llegar a Ramsés, éste ya completamente desconectado y desvinculado de la memoria familiar sobre José el israelita: de ahí su orgullo y soberbia, porque los faraones-pastores le debían mucho a José, pero con la nueva dinastía y el nuevo faraón Ramsés, éste no les debía nada, todo lo tuvo de origen, es más, los faraones-pastores eran los intrusos e invasores hicsos, y José ayudó a la consolidación de estos.
Si uno no quiere creer la Biblia no la creerá en nada, porque en todo hallará un imposible.
En 1998 atravesé todo el Sinaí en autocar, y era casi imposible el simple hecho de que pasaran los israelitas por este desierto, porque o bien se necesitaba del conocimiento de las fuentes con más abundancia de agua, o bien se necesitaba de una logística también muy cuantiosa... todas sus fuentes logísticas estaban cortadas: Egipto, Palestina, Arabia, mar mediterráneo; y sin embargo pasaron...
Son muchas las objeciones que se ponen al Éxodo:
... de las toneladas de maná y agua diarios...
... o de vestidos, calzados y tiendas para los cuarenta años (toneladas al año) y sin embargo, en un lugar de la Biblia dice que ni los calzados ni los vestidos se desgastaban...
... y el calor extremo que debería de haberlos matado a casi todos por enfermedades digestivas, deshidratación, golpes de calor, envenamientos por agua y picaduras de serpiente...
... y los miles de defunciones diarias de bebés, niños, ancianos, enfermos, madres gestantes...
... si pasaron cientos de miles ¿dónde están sus tumbas? ¿dónde están sus basureros?...
... sin contar con los animales de transporte, con sus requerimientos diarios de cuidados, agua, forraje...
... si estaban dando tumbos ¿en qué trabajaban?
... ¿cómo es posible que los utensilios de todo tipo no se les desgastaran y rompieran?
... ¿por qué no sufrieron más ataques de los egipcios o de otras poblaciones, si los israelitas no eran guerreros?...
Y no obstante, el Éxodo fue tan extraordinario que aún hoy lo estamos contando.
"...aquella buena acción de Rut hacia Noemí [una joven viuda que ayuda a una anciana viuda que también perdió a sus hijos] dio al Mesías al mundo, porque de David de Jesé, de Jesé de Obed, viene el Mesías, como Obed de Booz, Booz de Salmón, Salmón de Naasón, Naasón de Aminadab, Aminadab de Aram, Aram de Esrom, Esrom de Fares, para poblar los campos de Belén, preparando los antepasados del Señor: toda buena acción es origen de cosas grandes, que ni siquiera os imagináis; el esfuerzo de uno contra su propio egoísmo puede provocar una ola de amor tal, que puede subir, subir, llevando entre su transparencia a aquel que la provocó, hasta conducirle a los pies del altar, al corazón de Dios."
"Así, las palabras que se escucharon en el bautismo de Jesús en el Jordán, además de reafirmar su filiación divina son una declaración de dominio real sobre toda la tierra en favor de Jesús, como descendiente del rey David. En ese contexto es natural que esa manifestación de poder monárquico, sea seguida por la genealogía que legitima esa pretensión."
Jesús tiene legítimo dominio real sobre toda la tierra, y sobre todo el universo, por ser el Hijo consubstancial de Dios hecho hombre, punto. No necesita ser descendiente de David para "legitimar esa pretension".
Lo que la genealogia demuestra es que Dios cumplió su promesa a David, ratificada luego por los profetas y los salmos, de suscitar un rey de su descendencia cuyo reinado sería perpetuo (2 Sam 7,12-16).
- para un católico es necesario afirmar la historicidad de los dichos y hechos de Jesús exactamente tal como los narran los evangelios, con excepcion de la posible agrupacion de dichos y hechos que tuvieron lugar en momentos y lugares distintos. Agrupacion, no invento.
- las genealogias de Jesus NO son sucesos de la vida de Jesus, lo cual es evidente, sino marcos que ubican su venida en el esquema de la historia. Como tales, son susceptibles de interpretacion simbolica.
Gracias por los enlaces, los leeré con atención.
Por otra parte, aunque esto no tiene por qué influir a San Lucas, era frecuente que los suegros consideraran al esposo de su hija como un hijo.
Bendiciones+
Yahvé - Paráclito - María - Jesús
¿Qué otros antecedentes necesita El Hijo De Dios?
Luego nos lamentamos que los escépticos se ríen de nosotros..
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