Génesis: dioses y reyes
La Iglesia siempre ha enseñado que el sentido literal de la sagrada escritura es primordial, y que de éste dependen los tres sentidos espirituales (alegórico, moral y anagógico). Al mismo tiempo, “sentido literal” no es lo primero que se nos viene a la mente cuando leemos un texto, sino que lo descubrimos a través de la adecuada interpretación.
A primera vista, en un sentido que podríamos llamar “literalista”, el relato de la creación en seis días que encontramos en el Génesis, parece una colección de actos divinos sin sentido, donde, por ejemplo, la luz, por ejemplo es creada antes que el sol. Sin embargo, solo descubrimos el sentido literal cuando ponemos el Génesis en el contexto de las teogonías de la antigüedad, como nos invita a hacerlo el profesor Ratzinger, y así nos damos cuenta que los pueblos que rodeaban a los israelitas adoraban a la luna, el sol y los astros como dioses, pero el Génesis los corrige fundamentalmente, al presentarlos como meras lámparas creadas por Dios.
Bueno, pero ¿qué tiene que ver todo esto con la película Éxodo: dioses y reyes que todavía no se ha estrenado?
Hay una escena del avance donde Ramsés repite enfáticamente “¡yo soy un dios, yo soy un dios!”, seguramente ante la orden de Yavé de dejar partir a su pueblo. Cuando la vi, algo me hizo pensar en la promesa de la serpiente (“serán como dioses”) y como pueden haber entendido esas palabras los primeros que escucharon ese relato de la creación.
La tradición católica, tomada del judaísmo, afirma que Moisés es el autor de los primeros cinco libros de la Biblia, de modo que el los primeros que leyeron el Génesis fueron los israelitas que acababan de abandonar Egipto, con sus faraones que eran dioses ellos mismos, y tenían poder absoluto para legislar su voluntad y hacer crecer el río Nilo cada año; y con una religión donde toda clase de animales eran adorados como dioses.Con esto en mente, cuando se le dice a la mujer que “se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal”, las palabras de la serpiente parecen prometer un poder cercano al que decían ostentar los faraones en la antigüedad. Tal vez Adán imaginó dejar el humilde trabajo que le encomendó Dios, de cultivar y proteger un jardín, para llegar a convertirse en un pastor de naciones, y ser honrado y amado por multitudes, como los faraones egipcios.
Curiosamente, un eco de esta promesa lo encontramos en el relato de las tentaciones que sufrió NSJC en el desierto. La primera de ellas tenía que ver con satisfacer el hambre, convirtiendo la piedras en pan, lo que nos recuerda el alimento prohibido del jardín del Edén; pero cuando esto falla el demonio no se retira simplemente, sino que intenta ofrecer otras cosas, la última de las cuales (al menos en la versión de San Mateo) es precisamente el poder político, el convertirse en el amo de todos los pueblos de la tierra.
Obviamente ese intento también fracasa, pero quien sabe si la tentación de Adán no fue parecida, y llevaba en sí la misma promesa de poder, bajo la forma de “serán como dioses”, no el poder en abstracto que parece encontrarse en apartarse de Dios, sino algo muy concreto: de ser como los faraones.
Otra sección donde puede resultar interesante tener en cuenta el contexto egipcio del relato es aquella donde dice:
27 Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
28 Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra».
Ante las atrocidades cometidas durante el S. XX, este texto ha llegado a ser fundamental para los cristianos, pues demuestra tanto la dignidad intrínseca del ser humano que se encuentra por igual en hombres y mujeres, así como la particular relación del hombre ante otras especies.
En la antigüedad, en cambio, es muy probable que este texto se leyera como una denuncia directa de los dioses egipcios, que en su mayoría eran animales o híbridos monstruosos de humano con animal. Aquí el Génesis parece responder a la religión de los egipcios, afirmando que el dios verdadero, el que creó los cielos y la tierra no es un animal ni tiene atributos animales, sino que dejó su retrato en cada hombre y mujer con que nos encontramos día a día.
Lo mismo en afirmar que al hombre corresponde dominar “a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra”. No se trata de un manifiesto anti ecologista (al menos en su sentido original), sino anti idolatría, pues el ser humano no debe adorar a los peces, aves o animales, sino que ellos están por debajo.
Eso por ahora. Vean Exodo: dioses y reyes, como una película, no como una interpretación de la Biblia, y después la comentamos.
30 comentarios
Porque los judíos esperaban a un mesías pero no a un hombre que pretendiera ser Dios.
O tenían razón los judíos y los cristianos manipularon la interpretación del Antiguo Testamento para adecuarlo a su herejía, que acabaría siendo una religión independiente, o Dios no supo expresarse bien, o los judíos fueron tan torpes que no entendieron bien las promesas de Dios pues esperaban otra cosa.
Estoy en parte de acuerdo, pero sólo desde el siglo XIX y XX se vuelven a descubrir las teogonías antiguas del primer milenio a.C., y exclusivamente entre las élites culturales europeas, mientras que los católicos de los siglos IV al XVIII, desconocedores de tales teogonías, habrían desarrollado el Génesis 1 en la más completa ignorancia y desconocimiento de su contexto.
Por ello, no creo en absoluto que la interpretación de Génesis 1 se dé sólo en el contexto de unas teogonías desconocidas durante siglos. Tal interpretación "teogónica" debió funcionar así en el primer milenio a.C., pero luego dejó de carecer de sentido, porque tales teogonías desaparecieron del mundo cultural ya en el siglo IV d.C.
¿Malinterpretaron los católicos durante 14 siglos la Creación del Génesis por desconocer el contexto de las teogonías antiguas, mientras que, oh milagro, hoy en el 2014, ya lo sabemos todo? Imposible.
Otra posible interpretación puede ser ésta:
1. Dios existe antes de la Creación, y creó el tiempo en el mundo (versículo 1).
2. Dios crea el cielo y la tierra (v. 1) con las características de a) informe y b) vacío (v. 2).
3. En el día 1 de la semana de los 7 días de la Creación, Dios comienza a formar pogresivamente, paso a paso, este caos informe y vacío (v. 3 y siguientes). Las obras de Dios son progresivas, van siguiendo un orden lógico, un tiempo de espera y consolidación, tanto para la naturaleza como para el hombre. El cosmos y el hombre no se crearon de repente, ni se crearon progresivamente al azar ciego: se hicieron de forma progresiva con dirección, propósito, fin y objetivo.
La traducción del versículo 5 es incorrecta, pues donde dice "primer día" debería de decir "día uno":
"llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas... este fue el primer día [día uno]".
El resto de la Creación empieza a numerarse como "segundo día", "tercer día"...
Otra interpretación: "llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas... este fue el primer día [día uno]" también puede entenderse como "creó a los ángeles, y después de su apostasía, se dividieron en ángeles fieles y ángeles apostáticos".
@ Marc: Hay muchas partes de la Biblia que no han sido comprendidas en toda su profundidad por mucho tiempo. Incluso si la interpretación literal que propongo aquí fuera más correcta que otras que han sido comunes en el pasado, eso no significa que estén mal, simplemente se desplazan a alguno de los sentidos espirituales.
Por ejemplo, me parece fascinente tu interpretación sobre los ángeles fieles y apóstatas, y que, aunque no está en el sentido literal del texto, ciertamente que es un sentido espiritual válido.
La interpretación de Ratzinger es correcta, de entre diversas posibles.
El único problema (no el de Ratzinger) es que la tesis de la teogonía responde a un criterio histórico-crítico, muy propio de la teología católica y protestante alemanas.
Desde el siglo XIX, con el renacimiento de los estudios de religiones comparadas, así como de todos los campos de las ciencias en general, sobre todo en Alemania hubo un auge teológico de este tipo de explicaciones sobre la Biblia.
La llegada de masiva información procedentes de todas las campañas arqueológicas alemanas, francesas e inglesas del siglo XIX, empezó a causar un corrimiento de carga hacia el lado de la hermenéutica o interpretación bíblica fundamentada en la contextualización histórica.
Cosas que ningún protestante, católico u ortodoxo había conocido durante siglos y siglos, de repente se convierten en absurdamente necesarias para entender la Biblia:
--- que si el Deuteronomio y las Tablas de la Ley deben su estructura a los contratos de vasallaje entre los reyes asirios y sus súbditos, que si los misterios helénicos, que si la evolución del panteón egipcio, que si las teogonías de Gilgamesh, que si el politeismo mesopotámico en relación con la geografía, que si tal palabra procede etimológicamente de tal raíz sáncrita o indoeuropea, que si tal estructura económico-socio-político-cultural y tal y cual...
Al final, todo ha confluido en la eclesiocatástrofe esperada: el método histórico-crítico ha sentenciado que la Biblia y Dios son un proceso histórico de invención de las clases dirigentes judías (reyes, sacerdotes, profetas), como consecuencia de la confrontación con las diferentes divinidades circundantes y de las relaciones de poder tanto dentro como fuera de Israel: pura construcción social y cultural de la religión y la divinidad.
Un mal reconocible entre los exégetas y biblistas de hoy en día.
No me parece que tenga mucho sentido que Dios escoja a un ñpueblo y le diga que espere una cosa para luego darle otra cosa.
Y encima cuando los judíos hacen lo que tienen que hacer, es decir, rechazar a Jesús como Mesías porque ellos no esperaban un mesías como Jesús porque nada de eso se dice en el Antiguo Testamento, y cuando lo condenan a muerte por blasfemo porque la ley de Moisés revelada por el propio Dios así lo decía, resulta que se tiene que considerar a los judíos culpables de la muerte de Jesús ("caiga su sangre sobre nuestras cabezas") y cargarán por milenios con el estigma de ser el "pueblo deicida".
En todos los libros del Antiguo Testamento no había una sola profecía clara sobre el mesías y cada secta tenía su propia idea y surgieron muchos mesías.
Muchas veces uno espera de Dios que no actúe de esa forma tan rara, tan complicada, eligiendo a un pueblo y dándole unas instrucciones para luego dejarlo tirado y cambiar las normas y confundirlos.
" ¿Eh, se acuerdan de que Dios era puro espíritu, que no podía ser carne humana y no podía tener rostro ni se le podía representar, se acuerdan de que decir lo contrario era blasfemia y que había que matar a los blasfemos?, pues ahora olviden todo eso, yo soy Dios, sí yo el hijo del carpintero de Nazaret, y si me matan serán malditos, si me rechazan irán al infierno después de haber sido mi pueblo fiel desde la época de Moisés y el desierto, pero si no me rechazan ni matan tampoco podré salvar al mundo, porque eso era lo que tenía planeado desde el principio...".
Sin embargo, los evangelios cuentan que eran multitudes los que seguían a NSJC, precisamente los pobres y enfermos, y comentaban "ciertamente este es el que tenía que venir al mundo" y "cuando venga el mesías ¿hará signos más grandes que estos?". Tantos fueron los judíos que lo siguieron, que el primer concilio se cita para decidir si era posible admitir a los gentiles como seguidores del Mesías de los judios. Y los que se resistieron fueron los sacerdotes y los fariseos.
Claramente lo de pueblo deicida es falso. Pero no te preocupes, Dios conoce los corazones y juzgará a todos en justicia.
Todo lo contrario. El relato de la creación en el Génesis concuerda de un modo sorprendente con el paradigma actual de Big Bang con inflación (inflación "one time", cuya existencia está prácticamente comprobada, no "inflacion eterna" que es un concepto no cientifico porque no puede falsificarse). Esto es posible a partir del hecho de que no existen, y probablemente no existan nunca, observaciones de "huellas" o "firmas" ("imprints" o "signatures") de las condiciones del universo ANTES de la inflacion, ni en la CMB ni en ningun otro lado. Debido a este hecho, es totalmente legitimo postular que el universo comenzó su existencia directamente en la época inflacionaria ("inflationary epoch").
Con este supuesto, inicialmente el universo está vacio, con solamente un campo escalar (o sea no vectorial), llamado "inflatón" y que podría ser el Higgs, que no es NI materia NI radiacion ("luz"). Nótese la concordancia de este estado inicial con:
"En el principio Dios creó los cielos y la tierra. La tierra era algo informe y vacío, y las tinieblas cubrían la faz del abismo." (Gen 1,1-2a)
A continuacion, al terminar la época inflacionaria, en el evento de "reheating" el campo "inflatón" decae en bosones, tal que el boson inicial especifico depende del modelo de inflacion especifico, pero en todos los modelos de inflacion este boson inicial inmediatamente decae a su vez en todas las demas "particulas" del Modelo Standard de fisica cuantica, entre las cuales está el fotón, o sea el bosón correspondiente a la radiación electromagnetica, comunmente llamada luz. Nótese la concordancia del evento de "reheating" con:
"Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz." (Gen 1,3)
Claramente la concordancia es total. Por lo tanto, la creacion de la luz antes que la del sol tiene perfecto sentido en el marco conceptual de la física moderna.
Dios no hace las cosas de cualquier manera sino de la mejor manera posible.
Que nuestra limitada capacidad para entender las cosas hace que nos resulte confuso no es problema de la forma, sino nuestro.
Off topic, por cierto, una caracteristica comun al hombre moderno, en especial al ateo y de manera esencial al darwinista/evolucionista, es esa posición de superioridad respecto al pasado y sus capacides y conocimientos... pero ninguno de nosotros sobreviviría a las condiciones de vida normales para aquellas gentes.
Y lo extienden a todo el que no opina como ellos, ya que no lo hacen porque, por lo visto, somos menos listos, o tendríamos que ser igualitos a ellos :-)
En fin... donde dice el AT que Dios no puede encarnarse? De donde has hecho el copypaste?
Un saludo en la Fe
Por otro lado, yo no haría mucho caso a don gringo, este tipo de comentarios al final monopolizan el hilo de comentarios y parece que el monotema acaba siendo la fe de uno que pasaba por aquí y que resulta que era ateo. Pues vale. La Biblia habla casi nada del ateísmo, lo despacha todo con un "el necio se dice a sí mismo: no hay Dios". Sería mejor -pienso- que el que sepa resolver y explicar bien la dificultad que plantea lo haga como obra de misericordia con los que no sabemos y pasar a hablar del post de nuevo. Bueno, sólo es mi despreciable opinión...
Alguna vez leí que el Pentateuco fue escrito-compuesto-redactado (no sé cómo decirlo) en un período histórico de decadencia de las grandes civilizaciones antiguas: ya había caído el Antiguo imperio Babilónico y Egipto ya no era el esplendoroso Imperio de construyó las colosales Pirámides. Por otro lado, los relatos del Génesis, previos a Moisés, se basarían en tradiciones orales que traían los cananeos (aún no "Israelitas"), desde la migración de Abraham; de ahí la coincidencia de ciertos pasajes bíblicos con leyendas babilónicas: el Edén, el Diluvio.
Me parece evidente que por tratarse de un libro de fe, el Pentateuco no podía ser sólo una "crónica", sino que debía llevar consigo una reflexión acerca de la obra de Dios en este pueblo recién rescatado de la esclavitud de una manera tan sorprendente como misteriosa; por eso debía hacerse cargo de explicar lo previo, de civilizaciones que debieron ser esplendorosas por lo colosal de las ruinas, pero que decayeron a pesar de su grandeza, mientras que ellos mismos, un pueblo modesto, recibía la vocación de ser el Pueblo Elegido del Dios Todopoderoso. Se recurrió al conocimiento de la época (lo antes mencionados relatos del Edén y del Diluvio) pero interpretándolo con la lógica de Dios como Señor de la Historia.
Al pie de la cruz había exactamente tres judíos.
Dices que le rechazaron los sacerdotes (saduceos) y los fariseos, pero es que eran las sectas mayoritarias. Como eran pacifistas tampoco los cristianos atraían a los violentos zelotes. Muy pocos judíos se hicieron cristianos especialmente en Palestina. Con los judíos de la diaspora hubo más suerte.
Aun así a Pablo lo sacaban a palos de cada sinagoga.
El cristianismo siempre tuvo más éxito entre gentiles que entre judíos.
La otra opción (también posible) es que cuando se escribió el Génesis, se hizo al modo de un oráculo, es decir que el autor no entendía realmente lo que estaba diciendo. Es una posibilidad, pero no debería ser nuestra primera opción, porque la Iglesia siempre ha dicho que los autores humanos de la Escritura son verdaderos autores, no meros amanuenses de Dios.
@ Yo2: Varios han notado "esa posición de superioridad respecto al pasado y sus capacides y conocimientos" de la que hablas y le han llamado "esnobismo crónico", es decir, creerse superior por el solo hecho de vivir en diferente tiempo.
@ Gabriel B: Me alegra que te parezca interesante. También me parece que es bastante obvio una vez que lo piensas.
Ya dejando la ironía, hay que dejar bien en claro que los mitos son importantes puesto que constituyen una base para la cultura de cualquier pueblo, pero llegados a un punto de madurez intelectual, hay que dejar bien en claro que son producto de la poderosa herramienta que es nuestro cerebro a la hora de formular construcciones ideales que nos sirvan como un medio para explicarnos la realidad.
Y sí, soy ateo, por esto pienso que los humanos engendramos dioses, entre otras tantas fantasías.
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
En este caso particular, si el capítulo 1 del Génesis fue escrito en un tiempo cercano al Exodo de Egipto, el escritor pudo haber querido ubicar la creación de la luz en el versículo 3 antes de la creación del sol como refutación de la religion solar egipcia centrada en Ra, destacando que Dios no sólo es el creador de la luz y del sol, sino que ni siquiera necesita del sol para crear la luz.
Si en cambio el capítulo 1 fue escrito en el tiempo del Exilio en Babilonia, el objetivo del escritor pudo haber sido refutar la narracion de la creación de la religion antigua de la Mesopotamia (y posiblemente tambien del zoroastrismo de los persas que la conquistaron en 539 a. C.), notando que el estado inicial de la creación en que "la tierra era sin forma y vacía, y la oscuridad era sobre la superficie del abismo" se debia simplemente a que Dios recien estaba comenzando su obra de creacion, o sea reflejaba simplemente una carencia de la accion creadora subsiguiente de Dios.
De este modo, los versículos 1 y 2 refutan la noción mesopotámica de que el caos y la oscuridad iniciales eran una divinidad primordial maligna (Abzu y Tiamat) que debio ser vencida por dioses "benignos" (en comparacion) que no la habian creado (Ea y Marduk). (O, en el caso del zoroastrismo, la nocion de que la falta de forma y oscuridad iniciales eran el resultado de la acción de un principio de caos y destruccion que interferia en la obra de un creador bueno).
En esta posibilidad compositiva, la ubicación temporal de la creación de la luz en el versículo 3 antes de la creación del sol tiene el mismo efecto que en la posibilidad anterior.
Sí podemos hablar de un relato que emplea un lenguaje mítico, pero lo hacemos precisamente para encontrar la verdad fundamental que subyace tras él, y que proviene de Dios.
@ Juan Argento: Me parece que das en el clavo con esa interpretación de cómo la luz es anterior al sol. Anora me parece obvio que mostrar a la luz como independiente respecto al sol es un inteto de denigrar aún más a los dioses egipcios.
En este sentido, entiendo lo que se dice de que los autores bíblicos no son meros amanuenses de Dios sino verdaderos autores del texto que relatan. Aun así, creo que la del amanuense no es la única explicación posible para que el texto refleje una realidad literal.
Quiero decir: ¿Y si al autor le fue dado presenciar los hechos en una visión?
A San Juan se le concedió el presenciar el Apocalipsis, lo cual reflejó en un libro en el que relata "vi tal cosa, vi tal otra, había esto o lo otro, tal dijo esto, los otros dijeron aquello"...
Ahora pensemos en quien escribió el Génesis: cae en éxtasis y presencia la creación del Universo, como una sucesión de escenas, que interpreta como días: primero un estallido de luz, luego las estrellas, luego el enfriamiento de la tierra, la formación de océanos y continentes, la explosión de la vida, el Hombre...
Al despertar, quiere describir lo que ha visto, pero no lo hace en el estilo de San Juan, como cronista que ha sido testigo de unos hechos y que se incluye a sí mismo como narrador en primera persona, sino que, consciente de la grandeza de lo que ha presenciado, usa un lenguaje mítico que prescinde del testigo que observa y se centra en el hecho observado.
Este testigo no es un amanuense, ya que no se limita a transcribir lo que le es dictado. Es verdadero autor del texto que describe lo que verdaderamente ha presenciado. Tal vez un texto así escrito pueda, aun así, señalar elementos de otras religiones contemporáneas para negarlos, pero no sería algo que necesariamente tenga que suceder.
Por descontado, en absoluto afirmo que esta sea la interpretación correcta. Simplemente supongo que es una posibilidad, y como tal la comparto.
Un saludo.
Dicho eso, la visión, incluso antes de ser puesta por escrito por el vidente, puede corresponder a un hecho natural o expresarse ella misma en términos de símbolos. Y luego cabe la pregunta acerca de si el vidente entiende lo que está viendo. San Juan, por ejemplo le pide al ángel que le explique su visión.
En fin, todo eso para decir que es un posibilidad.
"Estos libros (Antiguo Testamento),aunque contengan tambien cosas imperfectas y transitorias, ponen al descubierto sin embargo, la verdadera pedagogia divina...En la Sagrada Escritura, salva siempre la verdad y santidad de Dios, se manifiesta la admirable "condescendencia"de la Sabiduria eterna, "para que conozcamos la inefable benignidad de Dios, y como ha adaptado su modo de hablar en atencion a nuestra naturaleza". N.13 y 17 de la Dei verbum
la Segunda es que evoca a Cristo Jesus, al Divino Niño:"Los libros del Antiguo Testamento adquieren y manifiestan su plena significaqcion en el Nuevo Testamento y al mismo tiempo lo ilustran y explican" N. 17 de la Dei Verbum
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