“Jesús anunció el reino y vino la Iglesia” aleluya, aleluya
Muchos conocen la frase entre comillas que encabeza este post, habitualmente usada por algunos cristianos, para expresar su decepción ante lo que perciben como un evidente fracaso de Jesús, y el resultado de su misión. Tal vez no todos sepan que está tomada del libro L’Évangile et l’Église (aquí algunos trozos traducidos al español) de Alfred Loisy, teólogo francés muerto en 1940 y excomulgado en 1908, en razón de sus posiciones modernistas.
En esta frase, parece que el Reino de Dios –o “de los Cielos” como prefiere San Mateo, conforme a la piedad judía–, no es más que un sinónimo del cielo, un reflejo de todas esas aspiraciones, esperanzas y alegrías a las que nos llama Jesús, pero corregidas, completadas y aumentadas por la bondad y poder infinitos de Dios, un verdadero gobierno celestial en la tierra.
Si eso es el Reino de Dios, podríamos decir que Loisy, y los que se lamentan con él, tienen toda la razón, pues hace tiempo que Cristo concluyó su misión, lo único que queda es la Iglesia Católica y no parece que ese reino ideal esté por ninguna parte.
Pero esa esperanza de un Reino ideal de Dios, un tierra donde mana leche y miel ¿Podríamos decir que surge de la evidencia bíblica sobre la predicación de NSJC?
Creo que no y que, tal como algunos judíos esperaban un mesías político y no reconocieron a Jesús por no adecuarse a esas expectativas, los cristianos corren el riesgo de no reconocer en el mundo al Reino de Dios inaugurado por NSJC, en razón de ciertas esperanzas demasiado elevadas, las que surgen de una tradición meramente humana de lo que debería ser ese Reino, pero no realmente de las fuentes cristianas.
Para examinar esta posibilidad, conviene comenzar por el Catecismo de la Iglesia Católica, que nos recuerda que “Jesús llama a entrar en el Reino a través de las parábolas, rasgo típico de su enseñanza” (564), de modo que, para saber qué fue lo que realmente enseñó NSJC acerca del Reino, nos dedicaremos a revisar las parábolas, donde explicó sus principales características.
Aquí tenemos una lista muy conveniente de la parábolas. Parto de la base que todos las conocemos, al menos en términos generales, así que sólo pondré la parte de la parábola que menciona al Reino, que es lo que nos interesa:
Parábola del Sembrador: “Todo el que oye la palabra del Reino y no entiende, viene el maligno y arrebata lo sembrado en su corazón” de lo que podemos concluir que El Reino proclama una palabra, pero no siempre ella produce frutos, es decir, lejos de la omnipotencia divina, a veces el Reino fracasa.
Parábola de la Cizaña: “El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras dormían los hombres, vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo, y se fue.” Esta es la parábola que más claramente describe la situación actual del Reino, donde sus hijos y los del enemigo crecen juntos hasta el fin de los tiempos.
Parábola del grano de mostaza: “El Reino de los Cielos es semejante al grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo”. Clásica explicación de la naturaleza progresiva del Reino, es decir, que no bajará del cielo de un día para otro, sino que crecerá, a veces imperceptiblemente, como un árbol.
Parábola de la Levadura: “El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que toma una mujer y mezcla con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta”. Es claro a partir de esta imagen que el Reino se mezcla y “convive” con aquello que es diferente y hasta opuesto.
Parábola del tesoro: “El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo” El Reino es algo valioso, pero también oculto, no evidente para todo el mundo.
Parábola de la red: “El Reino de los Cielos es semejante a una red que, echada en el mar, recoge todo clase de cosas”. Semejante a la parábola de la cizaña, en el Reino conviven cosas buenas y malas.
Parábola de los trabajadores: “El Reino de los Cielos es semejante a un amo que salió al amanecer a contratar obreros para su viña”. La parábola continúa pero la conclusión la conocemos todos: en el Reino de Dios no corre eso de igual paga por igual trabajo… Espera ¡¿qué?!
Parábola de los invitados: “El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró las bodas de su hijo, y envió a sus criados a llamar a los invitados a las bodas […]Los criados, saliendo a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos […] Entonces dijo el rey a sus servidores: Atadlo de pies y manos y echadlo a las tinieblas de afuera”. Nuevamente, parece que en el Reino no es para un grupo selecto de santos, sino que se sentarán a la mesa los buenos y los malos, pero los que no estén apropiadamente vestidos serán expulsados.
Parábola de las vírgenes: “Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al esposo”. Recordamos que de estas vírgenes, cinco eran prudentes y cinco necias, y sin embargo el Reino se parece a las diez.
Incluso con esta breve revisión, podemos decir que el Reino que predicó Jesús dista mucho de una situación idílica o paradisiaca, donde los buenos sólo reciben su recompensa, mientras que todo lo malo esté excluido. Más bien parece claro que hay dos fases: una de desarrollo, cuando el Reino se expande y mientras tanto conviven en él lo bueno con lo malo; y otra de consumación, en que lo malo será erradicado, para pasar a un estado definitivo y perfecto, pero sólo al fin del mundo.
Lo que es importante para nosotros, es que el Reino que anunció Jesús se refiere siempre a ambas realidades, y no es menos reino la situación actual porque a veces fracase en la predicación, que la etapa siguiente cuando serán expulsados de él los que obran mal. Por eso nadie podría decir razonablemente que Jesús anunció el Reino, pero lo que tenemos ahora es algo diferente a lo prometido.
En un artículo titulado Jesús anunció el reino y vino la iglesia ¡qué fracaso!, el teólogo Juan José Tamayo escribe:
El anuncio del reino de Dios tiene carácter inconformista, utópico y desestabilizador. En una palabra, subversivo de todo orden establecido de su tiempo: del Imperio romano y de la religión judía, de los líderes políticos y de las autoridades religiosas […].Las prácticas eclesiales son realizaciones parciales del reino de Dios en la historia, pero con frecuencia se han convertido en graves desviaciones del reino de Dios entendido en su sentido originario, es decir, como utopía de justicia, paz, solidaridad, sororidad y como sociedad alternativa.
Ante esta imagen de un Reino utópico de justicia, paz y solidaridad, uno tiene derecho a preguntarse ¿De dónde surgen estas características? ¿No será que estamos llenando las palabras de NSJC con el contenido de nuestro propio ideario?
Cristo era ciertamente inconformista, y desestabilizador para las autoridades religiosas de su época, pero el Reino que anunció no parece compartir esas características según las parábolas que hemos revisado, o al menos ese no sería el aspecto más importante. Por ejemplo, nunca se lo describe como un ejército, una manada en estampida o una fuerza arrolladora, imágenes todas que podrían hablar de inconformismo y desestabilización; en cambio, el Reino es un tesoro oculto, una semilla y un árbol, levadura y un sembrador, todas cosas bastante estables.
Es cierto que NSJC dijo “Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!” (Lc 12,49), pero se refería a sí mismo y no al Reino, y que enseñó que el Reino les pertenecía a los mansos, pero no que fueran los únicos que estuvieran ahí.
Y en cuanto al carácter utópico, es cierto que en el Evangelio se nos habla de un triunfo definitivo y de una gran fiesta, que naturalmente nos recuerda a las bodas del cordero de las que nos habla el Apocalipsis, pero nunca esas imágenes van solas, siempre están acompañadas de una etapa de tensión entre lo bueno y lo malo.
Juan José Tamayo, y junto con él la opinión mayoritaria en el mundo desde tiempos de Lutero, pone gran énfasis en distanciar a la Iglesia Católica del Reino anunciado por NSJC, pero creo que su definición del Reino “como utopía de justicia, paz, solidaridad, sororidad y como sociedad alternativa” simplemente no tiene base en la Biblia.
Por el contrario, si uno quisiera buscar una realidad religiosa que existe en el mundo actual y que cumple las características de las que hablan las parábolas, donde conviven día a día el trigo y la cizaña; que comenzó como un grano de mostaza y ha crecido lentamente hasta convertirse en un gran árbol que ampara a los más débiles; que sale a sembrar la Palabra, muchas veces con tropiezos y a veces con fracasos; que a pesar de ser minoría se mezclan con el mundo y hacen subir toda la masa; si uno buscara una institución así, ciertamente que la Iglesia Católica, unida bajo el Papa Francisco sería la primera candidata a llenar esa descripción.
Porque si decimos que el Reino de Dios es utópico o conformado sólo por los “verdaderos seguidores", estamos desmintiendo que en él encuentran su lugar tanto el trigo como la cizaña; si decimos que es un proyecto de sociedad alternativa, en el fondo negamos que sea una realidad visible, como una ciudad sobre una colina; o si decimos que crece como una fuerza disruptora, tenemos que hacernos cargo de la imagen del tesoro y de la semilla.
Punto aparte es si la Iglesia Católica da cuenta de la totalidad de la realidad que es el Reino de Dios en este momento de la historia, pero ese es otro tema.
14 comentarios
Notable post.
Jesús predicó el Reino, y vino la Iglesia.
No sin ironía, por supuesto. Y así fue tomada la frase, no sin ironía.
Loisy asierra la rama en la que está sentado. Porque si Jesús predicó el Reino y vino la Iglesia, quién predicará de nuevo el Reino, válidamente? El Chapulín Colorado, con todo respeto? Si la Iglesia no es válida, porque no siguió predicando el Reino, y es como un tarugo que apareció ahí, la situación es irremediable.
Sin embargo, hay algunos esforzados chapulines que sí dijeron Yo!! o mejor Nosotros anunciaremos el Reino!! porque al parecer tenían una Línea Directa con Cristo. Sería el Espíritu Santo, que al parecer con la Iglesia anduvo medio flojo, porque la dejó que no predicase el Reino sino otra cosa. Pero volvió a soplar en estos chapulines! Aleluya
(A veces le erraron un poquito en la identificación de ciertos reinitos, pero errare humanum est, seamos tolerantes).
Y en pleno siglo XX al fin se dieron cuenta de cómo venía el asunto del Reino, que tiene una faceta sociopolítica muy fuerte, pero bienvenido, porque ahora es el Reino de Verdad. Y dónde está el Reino? en los pobres, claro. Y su liberación es la instauración del Reino. (Los pobres siguen existiendo y es más, se renuevan, pero nada de esto parece inquietar a los chapulines).
Con justa intuición, algunos chapulincitos y chapulincitas más colorados que otros, dijeron: pero no solamente los pobres son marginados. Hay mucha marginación en el mundo... entonces hay una incipiente teología feminista, de los indígenas, del Jesús que era negrito, de los gays, de los que no están conformes con su nacionalidad...
Uno podría llegar a preguntarles cómo estar seguros de que este sí es el Reino de Verdad, o no será que terminará viniendo otra Iglesia? Qué garantías tenemos de que este es el Espíritu de verdad, no el medio soplo del que gozó la Iglesia, esa que vino en lugar del Reino?
Y cómo es que las cosas se deterioran de esa forma? Será que el demon... no, el demonio no porque es una metáfora del mal, según los chapu. Será el segundo principio de la termodinámica? Puede ser.
En todo caso, la teología modernísima resuelve el problema en un plumazo, apelando implícitamente a cierta dialéctica de las dos Iglesias: hay un Vaticano avejentado, invernal, censor, contrario a la "libertad de cátedra teológica" al que pronto el Papa Francisco "se cargará", y luego la columna de Verdad del pueblo, ardiendo en el Espíritu, aunque parezcan cuatro sujetos reunidos en un comité y no muy bien llevados entre ellos, aunque lo parezcan. Pero el pueblo que piense como los chapulines, no sea cosa que el pueblo cristiano haga otra cosa de lo que ellos dicen que va a hacer.
Nunca se sabe: uno no tiene garantías si Jesús predicó el Reino, y vino la Iglesia.
Para entrar en el Reino de Dios hay que nacer del fuego del Amor del Espiritu.
Para entrar en el Reino de Dios,primero hay que ser rescatado del gobierno del principe de este mundo,para pasar a ser subdito del Rey de Reyes y Señor de Señores.
Una vez en el Reino se prodcue el fruto del Espiritu(Galatas;5) para atraer a otros al Reino.
Cristo es el Rey y el Reino,el que esta cerca de Cristo,esta en el Reino de los cielos.
El Reino es un presente continuo de adoracion y servicio,de momento imperfecto por nuestra naturaleza,hasta que llegue la plenitud,que es un presente perfecto en el Amor.
El Reino de Dios es un ascenso por un camino recto,aunque te tropieces,vas a seguir subiendo porque tienes los cielos abiertos ,y la santidad llama mas fuerte que la vanidad.La Voz de Dios no tiene comparacion.Del Amor de Cristo,¿quien me va a separar?. El que ha gustado de las gracias del Reino,sabe que los placeres de esta vida se pagan caros ,porque son basura que envenena y contamina.
El Reino de Dios subsiste en la Iglesia de Cristo,pero no todos en la iglesia son con-vocados por el Espiritu y subditos del Reino. Muchos son con-vocados por el miedo de la tradicion,y siguen oprimidos por el mundo del principe traidor.
En cualquier caso,Dios llama especialmente a los mas extraviados.
Dios nos convoca al Amor de Cristo,los llamados a vivir por EL,son los miembros de SU Cuerpo...."por sus frutos los conocereis" ,si han entrado en el Reino y el Espiritu alienta en ellos.
@ Leonardo: Muchas gracias. Efectivamente hay mucho de dialéctica marxista en todo esto "Reino vs. Iglesia", simplemente no pueden ver que es una continuidad de lo mismo.
@ Luiscar: El Reino ciertamente es espiritual, pero nada hay que indique que sea exclusivamente espiritual.
Y asi dice uno de ellos,de los que han bajado mas por la subida al monte Carmelo;(aunque no es de esta obra la cita)
"Mira que no reina Dios sino en el alma pacifica y desinteresada" (San Juan de la Cruz).
Yo al contrario,creo que todo indica que el Reino es espiritual,porque Dios es Espiritu y solo en Espiritu y en Verdad,puede el alma unirse a Dios y solo SU Palabra se discierne espiritualmente.
El Reino esta dentro de nosotros y fuera,en el sentido que tambien esta en otros,por medio del Espiritu de Crsito. Y como es adentro es afuera;si dentro de ti reina Cristo,tu has de ser una proyeccion del Reino,pero el Reino no deja de ser Amor,no deja de ser espiritual,aunque se relacione con la materia,porque no puede ser otra cosa.
Paz.
Bueno,asi pienso y lo creo,hasta que alguien mee haga dejar de creerlo.
Aquí tengo otra entrada sobre el tema: ¿Fracasó Jesús como profeta del apocalipsis?
Entonces llegó un experto en marketing llamado Pablo (oriundo de Tarso, ciudad fenicia, de los inventores del comercio internacional) y se hizo cargo del proyecto. Pablo empezó por donde se debe empezar: por el desarrollo de producto. Diseñó un bote, una etiqueta y una caja; le puso un precio ex-works en base a un escandallo de costes y unos márgenes de beneficio cuidadosamente estudiados y decidió las condiciones de pago, posibles descuentos y comisiones; editó un vistoso catálogo y una página web en varios idiomas, así como un argumentario de ventas. Seguidamente se lanzó a participar en ferias sectoriales, a mantener entrevistas directas con posibles clientes, a dar degustaciones, a enviar muestras aquí y allá... y creó una red comercial con agentes en cada ciudad importante.
A todo esto, se vió obligado a introducir algunos cambios en la mermelada. Adaptó el sabor a cada país, porque en unos gustaba más dulce y en otros un poquito más ácida. Lo mismo hizo con la textura, ajustando el nivel de pectina según el destino, para que fuera un poco más líquida o un poco más firme. Le tuvo que añadir un conservante -natural, por supuesto, nada artificial-. Lo justo para que se mantuviera durante los largos tiempos de transporte y resistiera a los cambios de temperatura. La fruta hubo que comprarla a otros productores más potentes, algunos extranjeros, porque los que les habían servido hasta entonces tenían poca capacidad de producción y una calidad inestable. Todo eran cambios menores, que no afectaban a la esencia misma de la Mermelada de Jesús®.
Donde sí hicieron falta cambios importantes fue en el área de producción y en la organización empresarial. Hubo que ampliar y mecanizarse, haciendo una importante inversión en instalaciones y bienes de equipo. Lo que había sido un grupito de artesanos trabajando en su taller se convirtió en un inmenso complejo industrial y en una macro-organización, con consejo de dirección, numerosos departamentos, secciones, sucursales, delegaciones de ventas y varios miles de empleados en total. Pablo convenció a los artesanos para que se afeitaran, se pusieran una túnica limpia y una estola, se instalaran en los mejores despachos de las oficinas centrales y se limitaran a "supervisar", dejando el día a día a otras personas más entrenadas en las técnicas de producción en masa, finanzas y marketing. Los artesanos se resistieron un poco, porque les daba la impresión de que la cosa se les estaba yendo de las manos y que la mermelada no era exactamente la que ellos habían aprendido de Jesús pero, a la vista del éxito que estaba teniendo en todo el mundo, se dieron cuenta de que la de Pablo era la verdadera Mermelada de Jesús®, o incluso mejor.
Y así, hasta nuestros días. Actualmente, Mermelada de Jesus Holdings es el mayor grupo de alimentación del mundo. Agrupa a más de 500 empresas que elaboran todo tipo de productos, siempre adaptándose a las necesidades de cada época y de cada mercado.Tienen fábricas en más de 25 países, delegaciones de ventas en cada ciudad medianamente importante del mundo y red logística propia que incluye una naviera y una compañía de cargo aéreo. Amén de una cadena de supermercados con más de mil establecimientos y varias franquicias de restaurantes.
Mermelada de Jesús® sigue siendo su producto más emblemático, pero las ventas de dicho producto sólo suponen ahora un 0,27% de las ventas totales del grupo.
@ Luiscar: tu último mensaje se filtra por ser off topic.
Tu historieta ignora totalmente los datos y fuentes referidos al contexto histórico de Jesús, especialmente en cuanto a que pertenecía a un pueblo donde existía la profecía de la llegada de un fabricante de mermeladas que extendería el conocimiento de sus productos por todo el mundo; o que él designó precisamente a doce jefes de planta, según la tradición de que su pueblo había sido fundado por igual número de artesanos mermeladeros; o que el supuesto experto en marketing, había sido un fariseo estricto, precisamente el grupo que se oponía férreamente a los cambios que había introducido Jesús en la receta tradicional,pero que un día, luego de haber perseguido con celo a los innovadores, se presentó en su puerta diciendo que Jesús le había pedido que trabajara en su fábrica.
En resumen, es una historia interesante, pero no es más verosímil porque no da cuenta de todas las fuentes y datos de que disponemos.
Ramontxu olvida que los artesanos estaban decididos a mantener la produción y a expandir las ventas. Que haya venido un experto en marketing no fue azaroso sino providencial: Lo contrató el dueño y creador del producto cuando fue necsario.
Ramontxu olvida que, en la receta original ya estaban los elementos que asegurarían la expansión segura del producto y su venta en mercados distantes. La pectina no hace falta agregarla, ya viene con la fruta. El conservador no hace falta, ya que el pructo inicial estaba pensado de ser envasado en frascos estériles, y el azúcar ayuda.
Que hoy hay como quinientas empresas (tal vez muchas más, si contamos las que hubieron desde que el fundador dr fue de viaje a atender asuntos del negocio en tierras lejanas, viaje del cual volverá pronto) que dicen que elaboran el producto original, es cierto. Pero estas empresas fueron fundadas por ex-empleados, quiene creyeron que podían mejorar la receta, peo terminaron haciendo productos sucedáneos que no tiene la identidad y calidad del producto original. Ella son productoras, se podría decir utilizando otra imagen alimenticia, de bebidas carbonatadas de marca cualesquiera, no de Coca-Cola.
¿Que el producto original se vende hoy solo en un 0,27% en relación con los productos sucedáneos? Pues era de esperarse, pues el creador y dueño del producto, solo le dió un tiempo de vigencia y sabía (fue el riesgo que corrió al hacer su viaje) que la ventas caería. Es más, hasta se preguntó si recogería algunas gancias a su vuelta.
Saludos
Los comentarios están cerrados para esta publicación.