El censo en Chile y los católicos
A principios de abril se publicaron los resultados finales sobre del censo de vivienda y población, realizado en Chile en 2012. Según el INE, a mediados del año pasado nuestro país tenía 16.634.603 habitantes, lo que representa un aumento en la población cercano al millón y medio de personas respecto de la década anterior, pero con una tasa de crecimiento de población anual intercensal a la baja, de 1,64 para 1992; 1,24 para 2002; 0,99 para 2012.
A la consulta “¿Cuál es su religión o credo?” que se realizó a los mayores de 15 años, el 67,37% respondió “católica”; el 16,62%, “evangélica"; y el 11,58%, “ninguna"; repartiéndose el 4,43% restante entre testigos de jehová, mormones, judíos, religiones indígenas, budistas, ortodoxos, musulmanes y Bahá’i, en ese orden.
Desglosado por edad, el tramo entre 15 a 29 años declara su identidad católica en un 62,30%, hasta llegar al tramo de 60 años o más, que hace la misma afirmación en un 75%. Entre los que dicen no tener ninguna religión, la tendencia por edad es inversa, comenzando con 11,58% para el tramo más joven, y terminando con un 6,55% en los que superan las seis décadas de vida.
Comparado con el censo de 2002, la cifra de católicos sufrió una disminución de 2,59% , la que sin embargo fue muy menor a la del 6,8% que este mismo indicador experimentó entre 1992 y 2002, y con lo que indicaban las encuestas realizadas a nivel nacional en esta materia, que apuntaban a una caída cercana al 10%, influida sobre todo por los cambios culturales en las naciones occidentales, y algunos escándalos de tipo sexual que han salido a la luz durante esta década y que la Iglesia chilena ha debido enfrentar.
Comentando sobre estos resultados, el Arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati dijo “Teníamos la sensación, por lo que nos decían otras investigaciones, de que la caída iba a ser mucho mayor“.
Estas cifras admiten diversas interpretaciones.
Desde luego, nadie pretende que los más de ocho millones de chilenos que declararon ser católicos, estén viviendo una vida moral y sacramental completamente acorde con lo que pide la Iglesia. Eso nos lleva naturalmente a intentar hacer la distinción entre católicos “verdaderos” y católicos “a mi manera", culturales o “de cafetería", pero creo que esa es una tentación que deberíamos evitar siempre que fuera posible. La naturaleza de nuestra religión es tal que comienza por exigirnos que cada uno se reconozca como pecador, y que no está a la altura de lo que la justicia demanda en nuestra relación con Dios. Dicho de otro modo, la Iglesia nos invita a mirar antes la viga en el ojo propio, que la paja en el ajeno.
De cierta forma, el 67% es una cifra sorprendente, porque representa a las personas que han estado sometidas durante 10 años a un constante flujo de noticias acerca de los pecados gravísimos cometidos precisamente por aquellos llamados a guiar la vida religiosa de los católicos, y a pesar de eso han tomado la decisión consciente de declarar ante un desconocido su adhesión a esta vapuleada institución. Visto desde este punto de vista, es un 67% que ya está refinado de todos aquellos que naturalmente sintieron que debían dejar la Iglesia por las deficiencias de sus pastores.
Superada esa etapa, sin embargo, es bueno reconocer que esa cifra no es “real", en el sentido que es indudable que la doctrina católica contiene muchas enseñanzas que son profundamente contra culturales –pienso en temas como el divorcio o la moral sexual– y que evidentemente no son recogidas y aceptadas por los dos tercios de la población, ni mucho menos. Esto puede parecer como una disonancia grave, donde una importante mayoría dice adherir a una agrupación religiosa, y al mismo tiempo no acepta algunas de sus doctrinas fundamentales, pero creo que eso no es tanto un problema de la Iglesia, como una consecuencia de ser un grupo mayoritario dentro de la población, lo que la convierte en al “opción por defecto". Al contrario, es natural que una persona que forma parte de un grupo minoritario enfatice y se enfoque precisamente en aquellos aspectos que distinguen esa identidad de otras.
El desafío, entonces, que este censo le presenta a la Iglesia es precisamente evangelizar a los católicos. A ese 67% hay que explicarle qué significa realmente haber sido bautizado y tomar una opción real por Cristo, incluso asumiendo la paradoja de que, si lo hacemos bien, muchos de ellos rechazarán a Cristo y a su Iglesia, tal vez optando por una religión menos exigente o ninguna religión. Así, si nos esforzamos, nuestros números en el próximo censo podrían ser incluso más bajos, y eso sería un gran éxito.
13 comentarios
Este preámbulo para comentar el criterio que adquirí en relación a la respuesta 'católico', a la pregunta Religión. Creo que los resultados reales, son muy inferiores.
Personalmente efectué varios cuestionarios -alrededor de un ciento-. En algunos casos, un marido encuestado, gritaba:"vieja,¿qué ponemos?"; a lo que ella respondía:"ambos somos bautizados,¿no?". Entonces yo apuntaba: Católicos.
Yo deduzco que NO eran practicantes. Y así como éste ejemplo, hubo otras respuestas que me indicaban lo mismo.
Por otro lado, un párroco nos proporcionó espacio para instalar las oficinas de mi territorio a censar. Un día me mandó llamar, pues el Cardenal y Arzobispo Juan Sandoval Iñiguez -hoy en retiro- estaba muy preocupado con las preguntas en esta área, del censo, ya que oficalmente existen 19 denominaciones 'católicas' ante el gobierno de la República; además de que tenía temor de la forma en que se manejarían los resultados.
Para concluir, me queda la idea de que de las cifras resultantes: 85% de católicos; somos en realidad unos dos tercios de la cifra oficial. Pero por inercia e indefinición de muchos, parece que furéramos más.
Desde muchos años atrás, sabemos que si todos los que nos decimos católicos en México, asistiéramos regularmente a la misa dominical, no habría iglesias -templos, edificios-suficientes para albergarnos, y los sacerdotes no serían suficientes para oficiar las misas necesarias. Y eso que somos el 'continente de la Esperanza'. Aun así, a Dios gracias, queda mucha fe entre nuestros hermanos, que habría que irla fundamentando debidamente: La Nueva Evangelización.
'Tanta la mies y tan pocos trabajadores'.
Pido al Espíritu Santo, que a través de SS Francisco, mejore mucho nuestra Iglesia Militante.
@ Alf_3: Es una gran experiencia la que cuentas. Efectivamente la cifra de los que van a misa cada domingo es muy inferior a los que se declaran católicos... pero eso no significa que no lo sean.
Generalmente estimo en un tercio la proporción de católicos practicantes, y de ahí hay que reducr la mitad la de los católicos fieles a la Iglesia en temas controvertidos. Aún así, si se organizaran un 10% de los votos bastaría para ganar elecciones.
Aunque pienso que la baja la merecemos....cada país tiene la Iglesia que se merece (comooos gobernantes... estamos pésimo en ambas categorías)
el resto de mi comentario sigue en pie, aunque debe sutituirse "comoooos gobernantes" por "como los gobernantes" (este teclado viejo me jueg malas pasadas)
@ Legolás: Yo no veo que la Iglesia esté peor en Chile que en otras naciones del ámbito latinoamericano, y de hecho se podría argumentar que está mejor, pues al menos ha logrado bloquear hasta ahora los intentos de legalizar el aborto.
@ Claudio: Efectivamente hubo varios cuestionamientos a la metodología general del censo, pero no creo que cambiara el resultado porcentual.
Pues igual me parece una tontería. El Estado debe colaborar con las religiones" estás equivocado, el estado SOLO debe coperar con la Iglesia. las falsas religiones no ameritan colaboración, sólo merecen tolerancia civil.
El Estado en países de mayoría cristiana debe cooperar con la Iglesia y tolerar otras religiones. En la frase que citas me refería a cualquier Estado, incluso aquellos de naciones paganas.
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