El milagro de la cinta escarlata
Quiero compartir con Uds. un pequeño milagro que Roy Schoeman relata en su libro “La salvación viene de los Judíos“. Roy es judío de nacimiento, sus padres huyeron de la persecución nazi para establecerse en Nueva York, creció con una educación completamente secularizada, y se graduó de la Harvard Business School, pero luego de una experiencia mística se convirtió al catolicismo y ha establecido un ministerio para invitar a sus connacionales a considerar el catolicismo como una opción, no ya de conversión sino de plenitud de la religión judía,
En una entrevista, Roy señala:
Qué es el milagro de la cinta escarlata, y cómo es interpretado por académicos católicos y judíos?
La mayoría de los cristianos conocen las diversas formas en que el Antiguo Testamento apoya las aseveraciones cristianas acerca de que Jesús era el Mesías Judío, pero pocos están familiarizados con los pasajes en el Talmud -un “texto sagrado” estrictamente judío, basado en tradición oral y escrito a lo largo de varios siglos después de la muerte de Jesús- que hacen lo mismo. Considero cerca de media docena de esos pasajes en mi libro. Probablemente mi favorito es el “milagro de la cinta escarlata". En resumen, el Talmud registra que cuando el Templo se alzaba en Jerusalén, los pecados del pueblo judío eran removidos cada año en un día, Yom Kuppur, el día más santo del año, cuando el Sumo Sacerdote entraría en el Sancta Sanctorum con un sacrificio para expiar los pecados del pueblo en el año precedente. Cada año, una cinta escarlata era atada a la entrada del Sancta Sanctorum, y milagrosamente cuando el sacrificio al interior había sido aceptado, la cinta se tornaría blanca como un signo de que los pecados habían sido perdonados. Bueno, el Talmud registra que, por ninguna razón claramente identificable, el milagro dejó de ocurrir cerca de 40 años antes de la destrucción del Templo.
En otras palabras, después del año 30 D.C. ¡la cinta nunca más se tornó blanca! Sabemos, como cristianos, que ese fue precisamente cuando los sacrificios del Templo perdieron su efiicacia -en el momento de la crucificción, cerca del año 30 D.C., cuando, como signo de ese hecho, la cortina del Templo se partió en dos (Mt 27:51). Asi, a los ojos de un cristiano, es evidente que el Talmud mismo da fe de la verdad del cristianismo. Los académicos judíos tienen una explicación alternativa, no muy convincente, sobre por qué este milagro dejó de ocurrir: que Dios dejó de perdonar los pecados a los judíos ¡porque demasiados de ellos habían cometido el imperdonable pecado de seguir a Jesús!
Es notable que la fuente de esta información sea el Talmud, que por ser una fuente hostil al cristianismo, ningún interés tendría en proporcionar información como esta.
Para los que quieran ver el texto por sí mismos, les dejo el enlace a una versión en línea del Talmud. Tengo entendido que todavía no se ha traducido al español, así que sobre este tema les ofrezco mi propia traducción.
En Seder Mo’ed, Rosh Hashana 31b (pag 96) dice:
Originalmente solían atar la cuerda de escarlata en la puerta del atrio del templo por fuera. Si se tornaba blanca, el pueblo se regocijaba, y si no se tornaba blanca ellos estaban tristes. Por lo tanto, hicieron una regla que fuera atada a la puerta del atrio por dentro. La gente, sin embargo, todavía miraba y veía, y si se tornaba blanca, el pueblo se regocijaba, y si no se tornaba blanca ellos estaban tristes. Ellos por lo tanto decidieron que la mitad de ella se debía atar a la roca y la mitad a los cuernos de la cabra que era enviada [al desierto].
Una nota a Seder Mo’ed, Yoma 39a (pag. 115) explica qué significa esa cinta:
(12) [la cinta blanca] se refiere a la que se ataba a los cuernos del novillo. Si ella se tornaba blanca, significaba que el Santo, bendito Sea, había perdonado el pecado de Israel. Cf Isa 1, 18 “Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve".
Y en Yoma 39b (pag. 115) nos encontramos con el milagro que refiere Roy Schoeman.
Nuestros Rabbis enseñaron: Durante los últimos cuarenta años antes de la destrucción del Templo, la suerte [’Para el Señor’] no aparecía en la mano derecha; ni la cinta de color carmesí se tornaba blanca.
La “suerte” a que se menciona aquí, tengo entendido que hace referencia al rito descrito en Levítico 16 “8 En seguida echará las suertes sobre los dos chivos: una suerte para el Señor y la otra para Azazel".
En todo caso, lo importante para nosotros es que, si bien a veces el sacrificio del sumo sacerdote no era aceptado y la cinta permanecía roja, a partir del año 30 D.C. nunca más los judíos presenciaron esta milagro que les confirmaba la eficacia del perdón, lo que es totalmente compatible con la enseñanza cristiana que “La muerte de Cristo es a la vez el sacrificio pascual que lleva a cabo la redención definitiva de los hombres” y “este sacrificio de Cristo es único, da plenitud y sobrepasa a todos los sacrificios".
3 comentarios
Suscribo lo que dice el autor sobre el "diálogo" judío-católico, lo explica sencillo y con caridad pero sin ocultar nada. Yo no sé qué es peor, si los que ven judaizantes por todas partes o los que quieren judaizar la Iglesia. Parece que, dependiendo de la época, abundan más unos u otros y en la nuestra creo que hay más de los segundos. Por eso, da verdadero gusto ver a alguien que pone las cosas en su justo lugar, y todavía da más gusto porque es un converso judío que conoce en primera persona ambas partes. No me extraña que lo vean como una persona incómoda, su mera presencia les destroza su mundo de luz y de color.
En cuanto al milagro de la cinta escarlata me ha resultado muy interesante. Siempre me he preguntado como es que a los judíos no les parece extraño que Dios no les haya enviado un profeta desde hace dos mil años. La cinta escarlata es más de lo mismo.
@ Eva: Hay mucha información muy interesante en el sitio de Roy.
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