¡Proclamamos tu resurrección!

Como lo había prometido, volvemos a  nuestra programación habitual, con un post pertinente al tiempo de pascua en que nos encontramos.

Desde el punto de vista de la apologética, no hay dudas que la resurrección es el evento central del cristianismo, porque sin ella, no hay nada que defender. O, como lo dijo San Pablo

14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.

Ahí está la yugular del cristianismo, expuesta para que sus enemigos se ensañen con ella ¡y vaya si ha tenido en la historia quienes han tratado de destrozarla! Desde Saulo de Tarso, que partió a Damasco a perseguir a la Iglesia, hasta la dictadura China que hoy mantienen a los obispos en prisión.

Sin la resurrección, la predicación de NSJC se reduce a las opiniones de un gurú más, con las que cada uno puede estar de acuerdo o no, y al que se puede citar, si queremos pasar por espirituales. Con la resurrección, en cambio, esa doctrina se convierte en la Palabra de Dios, viva y eficaz, más cortante que espada de doble filo (Heb 4,12), a la que el hombre sincero no puede menos que prestar su total sumisión y obediencia.

Hay muchos significados que pueden adherirse a este hecho histórico fundamental, significados de vida, de liberación, de alegría y de renovación, pero si se niega o se intenta opacar la radical afirmación de este milagro único, pues todo lo demás no tiene sentido. Jesús dijo “estaré con vosotros hasta el fin del tiempo", pero si no resucitó, tal vez estaba mintiendo; y dijo “ámense los unos a los otros", pero si es uno más de nosotros, yo digo “ódiense” y vale lo mismo; y dijo “he venido a liberar a los cautivos", pero si no pudo vencer a la muerte, tampoco pudo liberar a nadie.

Pero sí resucitó, y no como proponen algunos patéticos opinólogos, que quieren vender sus elucubraciones a cristianos incautos, sino realmente, como un cadáver que vuelve a la vida, como un milagro que Dios, que creó el universo por su sola palabra, no tiene inconveniente en hacer. Contra la resurrección se alza el prejuicio naturalista, que dice “esas cosas no pasan", sea porque Dios no existe o porque no interviene en la historia. Pero eso no es más que una tontería, un prejuicio, una negativa a observar la evidencia y emitir un juicio.

Y estas son nuestras evidencias:

El sepulcro vacío

Hasta hoy se conserva en Jerusalén el sepulcro vacío de Jesús, el lugar que la tradición identifica como aquel a donde se dirigían las mujeres en el domingo de resurrección. Cabe hacer notar que, a pesar de la importancia que ha tenido el cristianismo en la historia universal, y lo central que resulta la resurrección, nunca se ha propuesto otro lugar como aquel donde permaneció el cuerpo de NSJC.

Puede cuestionarse si hace dos mil años el sepulcro efectivamente estaba vacío, pero no se debe olvidar que en esa época quienes dominaban la zona eran precisamente los enemigos del cristianismo, es decir los sacerdotes del antiguo templo y los romanos. Sobre todo los poderes imperiales enfocaron ingentes esfuerzos en combatir esta nueva secta, y habría sido muy fácil para Roma decir “miren, esta es la tumba del rebelde Jesús de Nazareth ¿No dicen vuestras propias escrituras que si no resucito, vana es vuestra fe? pues ahí está". Nada de eso registra la historia, ni en documentos directos, ni en las refutaciones que escribieron los primeros cristianos a sus oponentes en las polémicas de los primeros siglos. Ni siquiera fuentes judías como el Talmud, que tienen cosas bastante desagradables que decir de los cristianos, acusan a los evangelios de mentir cuando dicen que el sepulcro estaba vacío.

Este es un punto no menor, porque todavía hay quienes quieren prestar oídos a tipos como James Cameron, que dicen haber descubierto la tumba perdida de Jesús. Mira tú, como si nadie hubiera necesitado saber eso unos siglos antes.

Ok, el sepulcro estaba vacío ¿Demuestra eso por sí solo la resurrección? ¿No hay otras posibilidades, aparte de la resurrección, que expliquen el sepulcro vacío?

Los propios evangelios dan cuenta de las “explicaciones alternativas” que circulaban por Jerusalén en aquella Pascua, particularmente, de la acusación contra los apóstoles de haber sustraído el cuerpo, y que los jefes de los sacerdotes dieron dinero a los guardias para decir que habían venido los apóstoles y se lo habían llevado. Es un texto muy interesante, porque da por supuesto que había guardias en el lugar, y si eso es cierto, entonces podemos descartar que los propios seguidores de Cristo hayan hecho esto para simular una resurrección ¡porque los guardias habrían impedido! La otra opción es que los evangelios no sean confiables cuando hablan de los guardias, pero ya hemos visto que sí están respaldados por la lógica y otras fuentes cuando nos hablan de cosas normales, como la muerte de Jesús , no habría por qué dudar cuando entregan información tan mundana como la referida a los guardias romanos apostados en la tumba.

Existen otras respuestas al sepulcro vacío, pero son, si no más, al menos tan difíciles de creer que la resurrección, como que en realidad Jesús no murió, sino que se desmayó en la cruz y luego se despertó en el interior de la tumba, corrió la piedra y se marchó, o que el cuerpo fue devorado por animales salvajes, hasta no dejar ni un rastro.

Los testigos del resucitado

Si nos quedáramos con la evidencia de la tumba abierta, tendríamos un misterio, un enigma sin respuesta, similar a la sábana de Turín, donde diversos datos parecen apuntar a la resurrección, pero otros permanecen en el misterio y no entrega una respuesta definitiva. Sin embargo, para salvar ese carácter equívoco tenemos el testimonio de los apóstoles que reportaron haber conversado con el mismo hombre a quien vieron morir en la cruz, y que luego se apareció a muchas personas.

El testimonio puede parecer una cuestión menor, que fácilmente se puede descartar acusando a los testigos de mentir, pero ¿Es fácil que un testigo muera por sostener su mentira? Tal vez un fanático muere por aquello que cree que cierto, pero no un mentiroso, y a pesar de eso los apóstoles optaron por el martirio, y no negar que Cristo había resucitado. Hoy, cuando no existe el politeísmo, no nos damos cuenta lo fácil que habría sido para ellos admitir que Jesús había sido una especie de mago, un hombre poderoso, un semidios más, como Alejandro Magno, pero no era esa una opción.

Y no es sólo uno, sino que son doce los que se convirtieron en testigos privilegiados del resucitado. Esto implica que, si se quiere acusar a los apóstoles de mentirosos a los apóstoles, más vale que se cuente con verdaderas pruebas. Pero ninguno de ellos se retracto, ni se conservan objeciones a su testimonio. Compárese esto con el intento de Joseph Smith de invocar el testimonio de 11 personas para respaldar la existencia de las placas doradas que decía haber recibido de un ángel, y a pesar de que ninguno de los testigos fue perseguido, varios de ellos ni siquiera se mantuvieron en la nueva religión.

El siguiente paso busca esquivar el asunto de la sinceridad, y apunta a establecer que los apóstoles de alguna forma imaginaron sus entrevistas con Jesús posteriores a la resurrección.

Sin embargo, varias dificultades se alzan contra esta hipótesis, y de ellas nuevamente la primera y más evidente es el número de los testigos. Se suele hablar de una alucinación colectiva, pero toda alucinación, por definición, es algo que ocurre al interior de la cabeza del sujeto, y por lo tanto no hay forma que luego varias personas reporten el mismo hecho.

Por otro lado, si los evangelios al menos son creíbles en aquellas cosas mundanas, es evidente que los apóstoles no estaban esperando la resurrección. Así, se nos cuenta que, cuando se les apareció NSJC en el cenáculo, ellos pensaron que se trataba de un fantasma, conforme a su cultura, y sólo cuando lo vieron comer pescado entendieron que estaban ante un fenómeno único. Es común alabar el escepticismo de Tomás, pero los restantes apóstoles tampoco estaban dispuestos a creer de buenas a primera en la resurrección, pues, si bien el judaísmo habla de la resurrección, ello no se suponía que debía suceder antes del fin del mundo.

Cada uno de estos indicios, mirados aisladamente puede admitir explicaciones alternativas que descarten el milagro. Pero cuando los vemos en su conjunto, las probabilidades son tan bajas que exigen tanta o más fe, que creer en la resurrección.

Por ejemplo, el cuerpo fue sustraído por los apóstoles, que luego lograron convencer de la resurrección a los otros seguidores judíos de Jesús, entre ellos su propia madre y las otras mujeres que lo habían visto morir públicamente y que no esperaban la resurrección del Mesías, para luego abandonar su vida como hombres simples de Judea y dedicarse a predicar esta nueva religión por todo el mundo antiguo, engañando a sabiendas a cientos de personas, y así alcanzar la muerte por crucifixión, una de las torturas más crueles inventadas por el hombre. Y doce hombres se pusieron de acuerdo para hacer esto, sin que ninguno se retractara.

O tal vez, el cuerpo de Jesús fue devorado por perros, y al llegar a la tumba Pedro quedó tan consternado que se imaginó una serie de apariciones a los doce apóstoles, quienes, por seguirle la corriente, lo respaldaron sin que nadie dijera que estaba loco, exponiéndose a ser crucificados por los romanos, como lo fueron en definitiva,

O mejor aún, Pablo de Tarso tuvo un colapso neurótico camino de Damasco, mientras perseguía a los seguidores de un Rabí muerto hace algunos años atrás, se imaginó que había una tumba vacía en Jerusalén y luego logró convencer a los mismos cristianos que le odiaban y temían, de que su maestro había resucitado… para morir él mismo decapitado en Roma, 30 años después.

Lo cierto es que cada una de estas explicaciones requiere una coincidencia de eventos y encubrimientos tan inverosímiles, que son dignos de la mejor novela de la conspiración. Por eso, la opción más simple, la que exige menos elementos que explican la falta del cuerpo y la expansión del cristianismo, es que NSJCresucitó en verdad.

¡Ven Señor Jesús!

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13 comentarios

  
Manuel Escariz
Dios es sencillo y para los sencillos. Gloria a su infinita Misericordia.
19/04/12 11:49 AM
  
rastri
-Esto de "Anunciamos tu resurreción" me resulta un tanto falto de precisión. Pues Cristo ha tiempo que ya resucitó. Y resulta un tanto ocioso anunciar lo que ya ha sido consumado.

-Con mis disculpas, digamos mejor: "...Proclamamos tu resurrección"
19/04/12 4:44 PM
  
qwertyy
Pero, hombre, Pato. ¿Cómo van a decir los romanos que la tumba de Jesús está vacía si no saben donde está la tumba de Jesús? ¿Tú crees que el imperio romano tomaba nota de dónde enterraban sus familiares a los crucificados?
El cristianimo en sus primeras décadas fue una secta muy menor del judaismo, tan menor que nadie se tomaba en serio desacreditarla. Y eso de que el santo sepulcro es la tumba de Jesús porque lo dice la tradición pues tendrá validez para los que valoren la tradición, para el resto no vale un pimiento. Con decir que "encontraron" cosas como los clavos de Cristo o pañales del niño Jesús está todo dicho. Cuando hay ganas se encuentra lo que se quiere.
19/04/12 5:26 PM
  
Pato Acevedo
@ Rastri: Tienes toda la razón, eso me pasa por hacer posts a la rápida.

@ qwertyy: Nerón inició su persecusión en el año 64, apenas 31 años después de la crucifixión, y efectivamente no es probable que supieran de primera mano dónde estaba la tumba de Jesús, pero los líderes de los judíos habían estado persiguiendo a los cristianos desde el día 1 y perfectamente podrían haber dicho a los romanos "miren, ahí lo enterramos". Muy menor habrá sido como secta, pero ya en el año 34 Estaban era muerto por lapidación por ser cristiano, y en el 36 Paulo de Tarso pedía a los sacerdotes su autorización para ir a perseguir a los cristianos de Damasco.
19/04/12 10:41 PM
  
Renzo
Hola Pato, veo que con este articulo quieres dar una vuelta de tuerca a los mecanismos del razonamiento que no es pequeña precisamente.
Tu que eres abogado y estas familiarizado con lo de que "la ausencia de prueba no es prueba de ausencia", crees sensato dar el paso que presentas como "evidencia"?, es decir, aceptar que la ausencia de prueba es la prueba y demostracion de lo que no se puede probar por no tener ninguna prueba, le ves mucho futuro a ese tipo de argumentaciones en un juzgado ?.
Los testigos, bueno de eso se ha hablado mucho en esta web y, aunque no parece que os interese mucho saberlo, seria bueno documentarse algo sobre psicologia y neurociencia antes de dar credito al testimonio de alguien ( o muchos ). Si lo anterior es una realidad palmaria para testigos a los que podemos interrogar, imaginate cuando el testimonio es solamente lo que alguien escribio sobre lo que otro, o el mismo, dijo haber visto u oido.
Saludos.
20/04/12 12:08 PM
  
Pato Acevedo
@ Renzo: Agradezco tu preocupación, y me interesa mucho escuchar cuáles son los fallos en mi razonamiento. Para eso son los comentarios de un blog, creo yo. Me llama la atención el aforismo que citas, porque es uno que los que habitualmente se escucha en el debate sobre la existencia de Dios ¿Se invertirían los papeles aquí? es curioso.

Pero específicamente, en cuanto a que la ausencia del cuerpo sea prueba de la resurrección, estoy de acuerdo contigo, y lo menciono en la entrada, que si nos quedáramos ahí no tendríamos realmente una prueba, sino apenas un misterio. Lo que convierte a esa ausencia en prueba es precisamente la evidencia de los testimonios.

Naturalmente que, por mi línea de trabajo, me interesa muchísimo lo que la neurociencia y la psicología tengan que decir acerca de los testigos. Incluso diría que he leído más que la mayoría de la gente al respecto. Pero tampoco puedo soslayar que la prueba de testigos sigue siendo admitida en nuestras cortes, y nada menos que para condenar a una persona a muchos años de cárcel, cuando ellos son múltiples, contestes en lo esencial y divergentes pero no contradictorios en lo accesorio.

El derecho penal se ufana de tener el estándar probatorio más alto posible (más allá de toda duda razonable), porque lo que está en juego es nada menos que la vida y la libertad de una persona; y a pesar de eso no exige la certeza absoluta para condenar, porque se admite que ese estándar es imposible de alcanzar.

Tal sea por deformación profesional, pero ese es el estándar que aplico al evaluar el hecho de la resurrección, y en mi opinión, la prueba supera ese estándar.
20/04/12 3:44 PM
  
qwertyy
Pato, no hay razón alguna para pensar que los judíos sabían dónde estaba enterrado Jesús.
La razón por la que se perseguía a los cristianos es que eran monoteistas y se negaban a rendir culto a los demás dioses, pero su importancia era mínima en sus primeros años como atestigua la escasas fuentes de la época que les referencian. No eran amenaza ninguna porque eran irrelevantes. Eso sin contar que el cristianismo primitivo no era un cuerpo sólido sino que estaba dividido en multitud de creencias enfrentadas entre sí.
20/04/12 4:59 PM
  
Pato Acevedo
@ qwertyy: Como decía antes, los cristianos fueron perseguidos desde el año 34, por los líderes de los judíos, y su líder crucificado por orden del procurador romano, bajo el cargo de ser "rey de los judíos", para la pascua. Eso no ocurría todos los años. Y al parecer el entierro no fue para nada un secreto, si los propios seguidores de Jesús tuvieron que ir a pedir el cuerpo a los romanos, y la tumba pertenecía a un miembro conocido del sanedrín.

Cierto, no era "noticia mundial" hasta unos 20 años después, cuando se empezaron a notar en Roma, pero sí en Judea, y tanto así que al menos ameritaban una persecución formal, como la que inició Saulo de Tarso, sólo 3 años después de la crucifixión.

Tampoco es claro que estuvieran tan divididos. Es cierto que había diferentes opiniones dentro de la comunidad, pero el liderazgo de los apóstoles como "piedra de toque" se mantuvo durante todo el primer siglo, como lo demuestra la controversia con los judaizantes, resuelta en el Concilio de Jerusalén.

Muchos de estos detalles provienen de las propias fuentes cristianas, y por eso podrían dar lugar a dudas, pero son tan mundanos que no se ve la necesidad de hacerlo. Es como el dato de que las mujeres fueron las primeras en recibir la noticia de la resurrección: si quieres falsificar un hecho en el mundo antiguo ¡no pones como testigos a mujeres! Luego, es probable que ese detalle sea verdad.

Y por cierto, los romanos no tenían ningún problema con el monoteísmo de los judíos.
20/04/12 5:44 PM
  
qwertyy
Una cosa es que fuesen perseguidos (habría que ver la intensidad de la persecución) y otra que fuesen relevantes. De todas formas nos estamos desviando del tema. Lo central es que si la tumba de Jesús era conocida o no.
Si lo hubiese sido no hay razón para que no fuese un lugar de culto entre los cristianos anteriormente al supuesto descubrimiento por Elena, la madre de Constantino. Resulta chocante que un lugar de tanta importancia fuese "descubierto" por una extranjera sin conocimientos del terreno siglos después de lo acaecido. Ergo lo más probable es que el santo sepulcro sea falso y ni las autoridades judias ni romanas sabían cuál era el verdadero (si es que hay alguno verdadero). Teniendo esto en cuenta presentar como prueba de la resurrección la falta de cadáver es absurdo.
Por otra parte, si los evangelios no mienten, resulta como poco sorprendente la falta absoluta de escritos que relaten lo sucedido por fuentes no cristianas. Por ejemplo, en los evangelios se narra que cuando Jesús muere se rasga la cortina del templo y los cadáveres salen de sus sepulcros. ¿Salen los cadáveres de sus sepulcros y nadie dice nada? ¿No se enteran las autoridades? ¿A nadie le extraña lo suficiente para decirselo a los demás o dejar algo por escrito que lo atestigue? ¿Los cadávers volvieron solos a su sepulcro? ¿Y los soldados que custodiaban la tumba de Jesús? ¿No informaron a las autoridades romanas? ¿No informaros éstas a Roma y su senado? ¿Resucita gente y nadie dice nada ni escribe nada? Mucha discreción me parece a mí.
Por cierto, hay un evangelio apócrifo que narra la resurreción de Jesús, es totalmente surrealista, sale un Jesús gigante (hasta el cielo) y una cruz parlante.
20/04/12 6:35 PM
  
María de las Nieves
Hay hechos totalmente objetivos, que como ocurren en un espacio temporo-espacial no ofrecen dudas, la muerte de Jesús es una certeza de que era un cadáver cuando lo bajaron de la cruz,lo dejan en el sepulcro,que era de uno del Sanedrin,todo esto es transmitido por los testigos,lo mismo que encontraron el sepulcro vacio.

El asunto para nosotros los creyentes,es que la fe de la Iglesia sigue basada sobre los testigos y que además muchos son los mismos que convivieron con EL Crucificado.O creemos en la transformación que ellos sufren por la irrupción del Maestro y Señor y les transmite su presencia de distinta forma a unos u otros, o nuestra fe vacilará,pero además se presenta afirmando que es El mismo y los signos que les da para constatar que es el que murió,pero su cuerpo siendo el mismo, sufrió una gran transformación,entra con las puertas cerradas aparece y desaparece a voluntad,les llena de alegría,les manda una misión.

O sea son los mismos testigos primero atados por el miedo,después por la alegría, y anuncian que EL Señor vive y que ha resucitado,pero sigue pareciéndonos lo mismo que a ellos antes de creer desatinos,y sin embargo es lo más real de nuestra fe,hecha vivencia para nosotros,si Él no resucitó nosotros tampoco resucitaremos ya que no creemos en EL.
Estos testigos nos interpelan hasta el hondón de nuestro ser no solo la mente sino en la resurrección del cuerpo,ellos murieron mártires por confesar esta verdad que llega a nosotros.
20/04/12 7:00 PM
  
Pato Acevedo
@ qwertyy: Te agradezco tu comentario porque haciendo una pequeña investigación acerca de tus objeciones he encontrado datos muy interesantes.

Pero primero, el hecho de ser perseguidos implica necesariamente que eran más relevantes que los esenios, por ejemplo, y los ubica con otros grupos como los rebeldes de Bar Kojba o los zelotes.

Segundo, no fue Elena la que descubrió por si sola la tumba de Cristo en el año 325, sino que fue excavada bajo la indicación de San Macario, último obispo de Aelia Capitolina y primer obispo de Jerusalén, así que seguramente él sabía donde partir buscando. Aelia Capitolina es la ciudad que se construyó sobre Jerusalén luego que en el año 138 fuera arrasada por los romanos y todos los judíos expulsados del lugar. Eso explica por qué no era un lugar de peregrinación en tiempos de Constantino.

Y tercero, el pasaje de Mateo al que te refieres, es efectivamente uno de los más enigmáticos, al punto que ni siquiera los otros evangelios lo consignan. ¿Significa que es falso y no es confiable en nada? Me parece que no. Los historiadores de la antigüedad no tienen el prejuicio naturalista de los modernos, y por lo tanto no sentían la necesidad de consignar cada hecho inexplicable que ocurría, si no se refería a un rey o un general.
20/04/12 9:52 PM
  
JMMCBXVI
Pues claro... qué tristeza que algunos teólogos "iluminados" (léase gnósticos) se empeñan en buscar a Jesús donde precisamente no está... "Resurrexit! Non est hic!" Por algo será que Benedicto XVI ha convocado a la Iglesia a un Año Jubilar de la Fe. Surrexit Dominus vere! Alleluia! Alleluia!
22/04/12 9:13 PM
  
anonimo
la resurreccion si existe porque la primeras que visitaron la tumba fueron mujeres mirad una cosa la mujer es signo de la vida porque es la unica que puede dar ha luz y si es signo de la vida ya eso es un signo de que jesucristo resucito, otro de los motivos es que maria madalena se conbirtio ha jesucristo porque este le habia sacado 7 demonios el 7signo de los 7pecados capitales otro de los signo es que los discipulo estaban encerrado y salieron ha predicar de buenas ha primera sin darle miedo de morir otros de los signos es que sin trabajar ninguno no le faltaba comida vestido ni cobijo otro de.los.signo es que existe el dinero y la biblia dice que no se puede servir a dios y al dinero porque amando a uno aborrece al otro que paso que ha jesus lo vendieron por 11 monedas de oro o plata no me acuerdo y seguiria pero ewtoy muy cansado saludos
02/08/12 1:31 AM

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