Feliz día de la libertad religiosa
El 3 de febrero de 313, el Emperador Constantino promulga el Edicto de Milán, dictado para poner término a las persecuciones contra los cristianos, pero que en realidad beneficio a todas las religiones, pues permitía a todos los habitantes del imperio “dedicar su alma a aquella religión que estimare convenirle".
¡Que gran día para celebrar la bondad de NSJC! que, luego de purificar a su Iglesia por 280 años, con martirios y persecuciones, y luego de la persecución más sanguinaria que ejecutó Diocelciano, quiso que viviéramos en paz con las autoridades seculares.
Agradezcamos a Dios por los mártires, que por siglos soportaron el yugo opresor del Estado, expresado en muerte y tortura, para que nosotros pudiéramos gozar de la plenitud de la fe en la Iglesia Católica, y que finalmente obtuvieron, no sólo para los católicos sino para todos los hombres, la libertad de adorar a Dios.
¡Alabado sea Jesucristo!
Nota a nuestros amigos protestantes: Constantino no estableció el cristianismo como religión del Estado, el que lo hizo fue Teodosio, 70 años después del Edicto de Milán. Por lo tanto, tampoco fundó la Iglesia Católica, y si bien es cierto que convocó al Concilio de Nicea en 325, lo hizo bajo consejo del obispo San Osio de Córdoba, para resolver el problema arriano, posición teológica que él mismo favorecía, según se puede deducir del hecho que fue bautizado por un obispo de esa tendencia.
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Es más, basta con echarle un vistazo al Concilio Vaticano para ver que la libertad religiosa va en contra de la ideología católica, el papa Pio iX dice en el Syllabus Errorum:
"Ningún hombre es libre de abrazar y profesar la religión que crea verdadera, guiado por la luz de la razón... Es necesario, incluso en el día de hoy, que la religión católica sea considerada la única religión del estado, excluyendo las demás formas de devoción... La libertad civil para elegir el tipo de fe y la concesión de poder absoluto a todos para manifestar abierta y públicamente sus ideas y opiniones conduce con mayor facilidad a la corrupción moral y mental de las personas... El Pontífice Romano no puede ni debe reconciliarse ni estar de acuerdo con el progreso, el liberalismo y la civilización moderna"
Es justo y necesario ser honestos y reconocer que la libertad religiosa es una batalla ganada al Vaticano (sin duda gracias a otros cristianos como Lutero, paganos, deístas y ateos).
Como anexo, hay que decir que los primeros cristianos no eran santas palomas, se caracterizaban por ser violentos e incendiarios, muchos de los denominados primeros mártires, no fueron condenados por su religión, pero si por las muertes y violencia que generaban en el nombre de ella.
@ Galo: La fundación de las universidades y el haber conservado los idiomas griego y latino, junto con sus alfabetos (que precisamente nos permiten leer a los clásicos en su lengua original) desmienten tu tesis.
Además, hay que ser muy cuidadoso con las comillas. La cita que pones no se encuentra así en ninguna parte del Syllabus, y por lo tanto induce al engaño.
La libertad religiosa es una batalla que el cristianismo ganó al Estado, porque hasta antes de su aparición, todas las religiones era estatales.
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