Los pobres fumadores

Ahora que el gobierno ha decidido impulsar un proyecto para extender los lugares en que no se puede fumar, muchos adictos al tabaco han recurrido a los mismos argumentos que los liberales tradicionalmente han usado para normalizar conductas evidentemente dañinas para la comunidad: que el Estado no debe meterse en mi vida privada, que si mi cuerpo es mío hago con él lo quiero, que mientras no se demuestre el daño por estudios científicos unánimes debe prevalecer la autonomía personal.

¡Pobres ilusos! en el fondo saben, pero a cierto nivel todavía no han asimilado, que en nuestra cultura el tabaco no goza de los mismos privilegios que el sexo.

Lo cierto es que todo el liberalismo de nuestros gobernantes y sus supuestas razones, apelaciones a la autonomía y dignidad de las personas, y sus acusaciones de menospreciar a los ciudadanos y su prudencia, sólo se ha traducido en normalizar desviaciones sexuales, y nada más, ninguna otra libertad se ha ganado. La cultura occidental cada día se aleja más del liberalismo filosófico, perfecciona los controles e intervenciones del Estado, y el aparato público incopora cada vez más funcionarios. Sólo somos liberales para una cosa, y esa cosa es el sexo, mientras, en todo lo demás, las prohibiciones aumentan día a día.

Donde es más fácil observar esta hipocresía es en el tratamiento hacia los jóvenes: Todos saben que tienen un cerebro inmaduro, que no evalúan correctamente las consecuencias de sus actos, y con buenas razones se les imponen severas restricciones para conducir vehículos, contratar, votar, beber, fumar, recibir tratamientos médicos, tatuarse, hacer deportes peligrosos y un largo etcétera, y les ponemos multas a los padres cada vez que uno se desbanda. Pero ¡líbrenos el creador de sugerir que se les restrinja el sexo! eso sí que sería ofender la esencia misma de su libertad, y ni hablar de lo ilusos que son quienes pretenden que modifiquen su conducta.

¡Que importa si la promiscuidad transmite enfermedades, algunas de ellas mortales, otras incurables, si aumentan los embarazos y los abortos, si lleva a la depresión, a una subvaloración de la propia imagen y al suicidio! el mandamiento es claro: ninguna restricción se ha de imponer a la actividad sexual. En contraste, el alcohol, el tabaco y otras actividades no gozan de la misma libertad ¿Por qué no? Pues porque no están teniendo sexo, así que la prohibición es lo que se tercia ¡faltaba más!

Los pobres fumadores efectivamente son una molestia para los demás y son vectores de algunas enfermedades para los que están cerca de ellos, por lo que verán su vicio prontamente prohibido por el Estado y estigmatizado en todo cuanto sea posible. ¡Ah! pero si un sujeto tiene SIDA y practica la promiscuidad, entonces nos entran todas las dudas y “¿Quién eres tú para decirle cómo vivir su vida? pobrecito ¡si esta enfermo!", y vamos financiando con impuestos millones de pesos en terapia gratuita, porque son víctimas de esta sociedad tan represora que los infectó de una enfermedad mortal.

¿Nos faltan ejemplos? Ni de lejos. Este mismo fin de semana Carlos Peña, representante del más estricto liberalismo chileno y gran defensor del matrimonio… mientras sea homosexual, llamaba al Estado a restringir la libertad de los padres y obligarlos a incorporar a sus hijos a la educación pública, para propagar las “virtudes propias de la vida cívica” (virtudes que sin dudas el autor tiene muy claras y encarna). O sea, para los liberales, la libertad de los padres se puede eliminar, al igual que la de los fumadores y los conductores, todo en aras (es decir, el altar) de la comunidad y su destino manifiesto, toda libertad muere allí, salvo la sexual. En este punto, es donde los progresistas comienzan a parecerse a los comunistas.

Podríamos seguir contando las nuevas restricciones a la libertad, con la comida chatarra, regulaciones urbanísticas, despliegues públicos de religiosidad, prestaciones de salud, obligaciones familiares, vecinales y cívicas, todo será regulado… menos el sexo.

Siempre me ha parecido que los liberales son personas inteligentes, que pueden darse cuenta que eso de la autonomía y la libertad a rajatabla no siempre funciona bien que ha actividades que son peligrosas y deben limitarse (por eso no son anarquistas), pero cuando llegamos al tema de la sexualidad sufren de un enorme “punto ciego"… y los fumadores están a punto de demostrar que no están dentro de él.

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9 comentarios

  
Ana
Yo estoy encantada en que no se pueda fumar en sitios peqqueños pero en restaurantes que habáin hecho obra de separación no molestaban, si acaso la medida es buena por el personal de hostelería que tiene que respirar esos humos.
De todas formas y sabiendo que es tan malo que no lo vendan y que no ganen dinero con esos impuestos. Parece que en los paises que lleva tiempo la ley se ha reducido en número de infartos
25/01/11 5:15 PM
  
Pato Acevedo
@ Ana: Yo también prefiero estar en lugares libres de humo... mi opinión iba más a la hipocresía de la cultura, que habla de libertad sólo para algunas cosas.
25/01/11 8:33 PM
  
Ana
Hipocresia toda;cobrar impuestos de algo que se juzga mortal,permitir que se tengan máquinas expendedoras en restaurantes aunque no se pueda fumar. Castigar hasta con cárcel a un padre que de un bofetón y luego legislar esa terrible ley del aborto,hablar de garantizar las libertades y ¿Que hay del derecho de los padres primeros educadores?,hablar de recortes, congelaciones ,rebajas de pensiones y luego ya vemos
28/01/11 5:55 PM
  
Daniel
Creo que usaste dos cosas completamnete diferentes; yo soy un fumador pasivo por culpa de los irresponsables y poco caritativos fumdores que prenden sus cigarros donde queiren, cuando quieren y se sientan en lo que pase a otra persona con su vicio inmundo (no sé si haz tenido que llegar en la noche tras estar en alguna fiesta o celebración que todos fuman y uno queda con la ropa ahumada por su culpa).

Ahora respecto al tema del sexo, estoy de acuerdo en lo que dices, pero que pasa si los padres nos se preocupan o no lo pueden hacer?, si como familias echamos a los abuelos que en muchos casos eran nuestros profesores diarios de ética, moral y religión. Siguiendo esta línea podriamos picar más fino y ver que Megavisión (cuyo dueno es el señor Claro, un católico reconocido) perviritó a adolescentes con su prgrama "Mekano".

Ah y respecto al tema del SIDA, creo que la falta de carida de tú comentario llega a ser insultante en un sitio como infocatolica

28/01/11 9:16 PM
  
Pato Acevedo
@ Daniel: Yo no soy fumador, y detesto el olor a tabaco, que como dices, se impregna en la ropa. Personalmente estoy a favor de mayores regulaciones, y confío en que existirán.

Mi problema es con la hipocresía de los argumentos liberales, que sólo sirven para el sexo. Por eso comparo una cosa con otra.

Espero haber aclarado eso.

Y respecto a mi falta de caridad... no soy ningún modelo al respecto, pero me cuesta arrepentirme cuando mi crítica se refiere a una política gubernamental, no a ninguna persona.
29/01/11 3:20 AM
  
santi
Creo que en el artículo se utiliza 'liberalismo' en su acepción americana, lo que en España se traduce como progresismo. Es una pena que se utilice para ese fin una palabra de origen español y de tan noble, en origen, significado. Desconozco al Sr. Peña, pero con semejante postura no se le puede considerar un verdadero liberal, quizas lo sea en lo económico pero eso es sólo una parte.
Por otro lado estoy totalmente de acuerdo con el autor en la hipocresía en las edades límite para autorizar conductas. Para muestra, en España la edad para tener relaciones sexuales consentidas es 13 años... Mientras que se pide a los padres permiso para llevar alumnos a una excursión del colegio bastante más allá.
31/01/11 4:41 PM
  
Gallego
El artículo dice cosas totalmente falsas. En España no está permitido hacer el amor en público, los programas de sexo explícito no pueden echarse en la televisión en horario infantil, hay una edad mínima para teenr relaciones sexuales, si se obliga a alguien a tener sexo sin su consentimiento es violación....

O sea que no es cierto que no haya prohibiciones en el tema del sexo.
Y en el del tabaco también, claro.
Y en el de la comida, también.
05/02/11 7:40 PM
  
Pato Acevedo
@ Gallego: Tienes razón en que todavía se mantiene la prohibición en contra del sexo no consentido.

En cuanto a los programas de sexo explícito en horario infantil, habría que analizar por qué se prohíben ¿Porque el sexo es malo para los niños? habrá que ver cuánto aguanta esa prohibición, mientras al mismo tiempo se impulsa que los niños conozcan de sexo lo antes posible, incluso contra la voluntad de los padres.
05/02/11 8:30 PM
  
Gallego
"Tienes razón en que todavía se mantiene la prohibición en contra del sexo no consentido"
Y las otras prohibiciones también. Un adulto no puede tener sexo con una menor de 12 años aunque sea consentido: es delito.
Ni se puede hacer el amor en plena calle.

"En cuanto a los programas de sexo explícito en horario infantil, habría que analizar por qué se prohíben ¿Porque el sexo es malo para los niños?"
Supongo que porque se considera que no están suficientemene formados para entenderlo en toda su dimensión.
05/02/11 8:48 PM

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