Tecnicismos legales
¿Han visto últimamente una película de abogados? ¿o una serie? Si es así, probablemente la película o episodio haya hecho referencia a algún “tecnicismo legal", una de esas situaciones en que nuestro héroe de ojos azules debe elegir entre servir la justicia, o respetar algún oscuro principio ético.
Es cierto que los escritores exageran las situaciones, pero los tecnicismos existen y son clara expresión de que, producto de su tradición cristiana, el derecho occidental está fuertemente influenciado por una forma de pensar en base a principios (y no en base a resultados), que es de lo que venimos conversando en las entradas anteriores.
Por ejemplo, todo queremos que los jueces dicten sentencias justas y condenen a los culpables de los delitos, pero el Estado ha puesto límites a esa función, y exige que la persona que sea condenada, lo sea en virtud de la prueba rendida dentro de un juicio, de modo que un juez no puede tomar su decisión basado en lo que dicen los medios de comunicación, sus propias ideas previas o lo que alguien le dijo fuera del juicio.
Básicamente, la ley ha dicho “Confiamos en nuestros jueces y en que, en su gran mayoría, emitirán juicios justos, pero si no hacen su labor de una forma pública y que los demás podamos controlar (es decir, dentro del juicio), uno o dos de ellos podrán verse tentados a abusar de su poder y lo que deciden es demasiado importante como para dejarlo así". Entonces, para evitar la tentación, se establece el principio de que toda sentencia debe fundarse en un procedimiento previo legalmente tramitado.
Lo relevante para nuestra conversación, es que al establecer este principio el Estado está aceptando que a veces no se obtendrán sentencias justas. Habrá situaciones (excepcionales, confiamos) en que una persona que haya matado a otra no reciba el castigo que se merece, porque habrá evidencia que no podrá presentarse en el juicio como prueba. Por ejemplo, aunque un testigo haya dicho a todos los canales que él vio a A matar a B, si él muere antes del juicio, no se podrá contar con su declaración para condenarlo. Así, vemos que la justicia, que podría parecer un principio absoluto, debe ceder y aceptar excepciones, cuando existe la posibilidad de abusos por parte de los jueces, que es una expresión más de la debilidad humana.
Tal vez sea por deformación profesional, pero reconozco que estoy más dispuesto a aceptar este tipo de argumentos aplicados al campo de la ética, que la mayoría de las personas. Por el contrario, y si la cobertura periodística de los desastres que han afectado a Chile este año refleja en algún grado la realidad, parece que la gente busca satisfacer su necesidad inmediata, sin que le importe mayormente los medios que se empleen para hacerlo. Lo curioso es que esa misma gente luego se espanta de los saqueos, o de los fraudes cometidos en la distribución de la ayuda.
No sirve de nada tratar de endulzar nuestra posición: si el derecho tiene principios anteriores a la justicia, tendrá que asumir que a veces la justicia no será respetada, y si nuestras leyes se basan en principios, habrá momentos en que aplicarlos causará mucho dolor a las víctimas.
Igualmente, si los derechos humanos son nuestro principio, y entre ellos el primero es respetar a la vida humana inocente, debemos asumir que esa decisión tarde o temprano causará un gran dolor a una mujer y a un hombre, y que debemos tomar las medidas para mitigar ese dolor, pero sin llegar a destruir la vida de otro. La opción es poner la vida de un ser humano en las manos de otro… y la historia nos muestra que eso nos puede llevar a un desastre mucho mayor.
De nada sirven los hipotéticos de “si tú te pusieras en el lugar de esa pobre mujer…” porque yo no soy parámetro para nadie, y lo más probable es que, puesto en la situación concreta, también buscara satisfacer mi necesidad inmediata. Pero eso, lo que cada uno de nosotros haríamos, no puede por ese solo hecho elevarse a regla de conducta universal, cuando lo que está en juego es tan importante.
Imagino que a los liberales todo esto les debe sonar como típica discurso catastrofista conservador, y que nada es más importante que el individuo y su inviolable libertad. ¡Que más quisiera yo que compartir esa confianza! ¡Que mejor que confiar en las decisiones que tomará el prójimo! ¡o yo mismo en una situación extrema! pero no puedo, la experiencia en mi campo de trabajo, y los noticiarios y periódicos me lo impiden. No es un mero discurso de cosas que puedan ocurrir en el futuro, es la constatación de lo que hace la gente día a día cuando tienen libertad.
Ojalá alguien pudiera demostrarme lo contrario, y restablecer mi confianza en la humanidad, pero mientras eso no ocurra, sólo nos queda confiar en el único hombre bueno que ha registrado la historia: NSJC.
7 comentarios
Claudia Pizarro es una mujer chilena embarazada de un niño sin cerebro. Ella siente sus movimientos pero sabe que son espasmos involuntarios. El niño ni siente ni padece y cuando nazca acabará muriendo irremediablemente (sin cerebro ¿cómo respirará y se alimentará fuera del vientre materno?). Además ella padece un cáncer del que no se puede tratar mientras siga embarazda, y por ello pide autorización a las autoridades chilenas para un aborto terapéutico, para no pasar por el trauma de dar a luz a un bebé que morirá (y que tampoco se puede decir que esté "vivo") y para no acabar ella misma muriendo porque el cáncer se haya extendido demasiado durante el embarazo.
¿Qué pasará con ella?
¿Y qué pretendes gringo? ¿Hacer una ley general a partir de un caso particular?
Es lo que hacen los progres: a partir de un caso particular quieren hacer una ley general para TODOS.
Siempre te mueves por prejuicios.
¿Acaso he dicho yo que haya que hacer una causa general?
Hay que hacer una causa particular sobre el caso de Claudia Pizarro, una mujer enferma de cáncer (que es lo que menos te importa), y habría que legislar sobre esos casos extremos en que el feto es inviable fuera del útero y además existe riesgo para la salud de la madre.
Pero claro, luego están las mentes como la tuya que se piensan que admitir excepciones en el aborto es legalizar el infanticidio y dar carta blanca a las inmolaciones de bebés a Baal, o que admitir la evolución es equipararnos a los monos y matar a Dios.
¡Qué pena de esfenoides plano el tuyo!
"sólo nos queda confiar en el único hombre bueno que ha registrado la historia: NSJC."
A lo que NSJC le contestó:
"¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno." (Lucas 18;19)
El hombre solo puede ser "bueno" de la forma que su intelecto, empatía y sentimiento le da entender. No tiene más armas que esas. Pero ¡ojo!, son las mismas que tiene el creyente y el no creyente. De ahí que critique la sublimación de los principios teóricos cristianos sobre la práctica mundana que nos afecta a todos, seamos de la condición que seamos y del credo que quieras.
Y en cuanto a la sublimación ¿se refiere a las leyes inspiradas por el cristianismo? Porque si espera a que se rechacen todas, debe estar dispuesto a vivir con esclavitud, clasismo, el poder absoluto del pater familia y todas las otras instituciones jurídicas precristianas que hoy nos parecen inaceptables.
No, no lo ignoro. Pero tampoco ignorará usted que eso es lo que luego dijeron los jerarcas huamanos y religiosos, tan proclives al desatino y el arribismo como cualquier hijo de vecino.
No comprendo, además, que defendieras en este blog que el Dios único de judíos, musulmanes y cristianos era el mismo, y, por tanto, no se te podía aplicar a ti aquella frase de Roberts sobre que tu también eras ateo, si luego defiendes la postura trinitaria que nunca postuló Jesús y de la que los judíos ancestrales no tenían ni pajolera idea.
Y, por otro lado, simplemente he colocado una cita evangélica (impepinable para usted) en la que Jesús desmonta a alguien que lo llama "bueno", como si el no fuera lo mismo que Dios.
"Y en cuanto a la sublimación ¿se refiere a las leyes inspiradas por el cristianismo? Porque si espera a que se rechacen todas, debe estar dispuesto a vivir con esclavitud, clasismo, el poder absoluto del pater familia y todas las otras instituciones jurídicas precristianas que hoy nos parecen inaceptables."
Mire usted, los japoneses (en su mayoría) no han sido nunca cristianos, y no veo que esas instituciones que usted menciona sigan funcionando. Es más, esa América inmensa y profunda, tan cristiana hoy, no solo padeció los más abominables actos inhumanos a manos de "cristianos" de pura cepa (cfr. J. Ginés de Sepúlveda), sino que hasta hace bien poco, en esa nación que se gloria tanto de tener a Dios en su Carta Magna y de repetir frecuentemente aquello de "God Bless America", consideraba monos a los japoneses (bombardeando con ello, durante la 2ª Guerra Mundial, objetivos civiles sin ningún rubor) y tenían a los afroamericanos sumidos en la exclavitud y en la segregación racial de derechos civiles, jurídicos y humanos. A buen seguro, ya usted estaba nacido cuando eso sucedía a plena luz del día.
Corolario: Nuestra situación actual jurídica y de derechos no se puede vincular de forma exclusiva a la religión. En mi opinión ni siquiera la religión ha tenido un papel preponderante en esta materia. Para mí han sido más los acontecimientos sociales causados por la Doble Revolución. La Ilustración, además, desarrolló nuevas formas de entender a la humanidad, eliminando ciertas concepciones "divinas", extraídas de hombres como S. Agustín (Civitate Dei), donde se desarrollaba un discurso elitista y oligarca de sumisión y sometimiento de humildes y mujeres (sociedad estamental).
Por tanto, no abogo ni por instituciones pre-ni post cristianas. Abogo por el sentimiento de compasión y respeto que siento por mis congéneres, por el simple dolor que siento y que no sé por qué la mayoría de nosotros tenemos de no poder ver sufrir a otros humanos, e incluso, a otros animales. En esta concepción, personal y mayoritaria además, no prima la defensa interesada de un determinado discurso político y grupal (católicos, socialistas, comunistias, castristas, etc), sino la efectividad pura y dura de un sentimiento que ha hecho evolucionar a la humanidad sin distinción de credos, razas o ideologías, y de la cual la gran mayoría de nosotros somos portadores.
Dejémoslo para otra oportunidad, y recuérdeme Ud. abordarlos si es que yo me olvido ¿vale?
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