¿Cómo celebraban la Eucaristía los primeros cristianos?
Jesucristo nos recuerda en el Evangelio del I Domingo de Cuaresma: «Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a Él solo darás culto” (Lc. 4, 8). Él como Redentor nuestro eleva sus oraciones también a Dios Padre por nosotros, sobre todo sobre el altar, donde se hace presente en la Eucaristía como verdadero Dios y verdadero Hombre que es. Sta. Teresa de Jesús, recordando todos los ultrajes que recibe Cristo en la Eucaristía y cómo hay en el mundo almas que no le dan a Dios Padre culto por medio de la Iglesia Católica, rezaba así a Dios Padre:
“ Pues ¿qué he de hacer, Criador mío, sino presentaros este Pan sacratísimo y, aunque nos le disteis, tornárosle a dar y suplicaros, por los méritos de vuestro Hijo, me hagáis esta merced, pues por tantas partes lo tiene merecido? Ya, Señor, ya ¡haced que se sosiegue este mar! No ande siempre en tanta tempestad esta nave de la Iglesia, y salvadnos, Señor mío, que perecemos.” (“Camino de perfección”, Cap. 35, 5)
En ese capítulo de su libro, Sta. Teresa de Jesús tiene particularmente en cuenta el daño que hacían a la Iglesia los luteranos de su época. Desde entonces, han aparecido más divisiones aún entre los cristianos.