Materia sacramental de la Unción de enfermos: el óleo
Desde el principio, y a tenor de lo prescrito por la epístola de Santiago, el óleo era la materia central del sacramento de la Unción de enfermos.
Una vez bendecido, durante el primer milenio era habitual que los fieles mismos, a modo de sacramental probablemente, se lo llevasen en caso de necesidad y se lo aplicasen o lo degustasen y, en los casos más graves, fueran los sacerdotes hasta el enfermo a rezar sobre él y ungirlo.
El rito sacramental se va centrando, cada vez más, en la presencia del sacerdote que reza, impone las manos al enfermo y lo unge con una fórmula sacramental.
En el rito romano, al vincularse la Unción con el perdón de los pecados y la penitencia, se retrasa el momento de su realización hasta después del viático, convirtiéndose en “Extremaunción”, ungiendo los miembros y sentidos del enfermo-agonizante con sentido penitencial.