Dennis Barton, La tradición clementina del Evangelio -7
Dennis Barton, La tradición clementina del Evangelio, edición de 2017
Capítulo 1. Redescubrimiento de la tradición clementina del Evangelio
Capítulo 2. El zigzag sinóptico y los dobletes
Capítulo 3. El origen del Evangelio de Marcos
Capítulo 4. El Evangelio de Marcos y Lucas-Hechos
Capítulo 5. Antijudaísmo en Mateo
Capítulo 6. La evidencia histórica temprana
Capítulo 7. Las liturgias (typicon o ustav) de las Iglesias orientales
En un libro de Adrian Fortisescue titulado The Mass [La Misa], leemos: “Parece claro que originalmente los libros eran leídos en un orden continuo, como lo son todavía (con abreviaciones considerables) en los Maitines. Así la Epístola y el Evangelio de cada Misa continuarían [desde] donde los de la Misa anterior finalizaron. El texto de las Constituciones Apostólicas (II, lvii, 5-7) implica esto con claridad suficiente. Muchas series de homilías predicadas en Oriente y Occidente siguen las lecturas en el orden regular. Generalmente se supone que el Diatessaron de Taciano (siglo II) fue elegido para el propósito de la lectura continua en la iglesia. Casiano (en 435) dice que en su tiempo los monjes leían todo el Nuevo Testamento ordenadamente.” (258-259) [Énfasis agregado].
En las Iglesias orientales, este principio (con interrupciones para las fiestas) todavía se aplica. La Iglesia bizantina, por ejemplo, en sus Evangelios litúrgicos comienza leyendo a Mateo inmediatamente después de Pentecostés, Lucas lo sigue desde septiembre, Marcos comienza antes de la Cuaresma y Juan es leído desde el tiempo de Pascua de Resurrección. Los sirios tienen la misma organización, evidentemente antioquena en su origen (AF 258 y CC 066:59a). En el rito romano, la práctica de la lectura continua se ha vuelto tan completamente sobrecargada con fiestas y tiempos que no queda nada de ella (AF 259). Sin embargo, estas liturgias antiguas indican cuán fuertemente la tradición Mateo-Lucas-Marcos-Juan estaba establecida en las primeras iglesias.