Polémicas matrimoniales (XXXIII): para que pueda actuar el Espíritu Santo
Desde que se hizo pública la lista de participantes en el Sínodo de la Familia de este año, me he encontrado con muchos católicos que se extrañan de que participen en el Sínodo bastantes obispos que han negado abiertamente la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio, la familia y la sexualidad humana, como Mons. Bonny, Mons. Vesco y los cardenales Marx, Kasper, Schönborn o Sistach, entre otros, y alguno con una conducta vergonzosa en relación con esos mismos temas, como el cardenal Daneels.
Ciertamente, es algo extraño, pero el cardenal Baldisseri, Secretario del Sínodo, ha dado la explicación de este hecho tan curioso: «el sínodo tiene que ser un espacio protegido para que pueda actuar el Espíritu Santo, de manera que los padres tengan la libertad de expresarse con parresía». Es decir, el cardenal nos explica que, para que pueda actuar el Espíritu Santo, debe existir libertad completa, aparentemente también la de negar la doctrina católica sobre el tema discutido.

Chesterton afirmó en cierta ocasión que un niño de diez años se asombrará si le decimos que se abrió una puerta y apareció un dragón. En cambio, un niño de dos años se asombrará si simplemente le decimos que se abrió una puerta. Al pensar en esas palabras de Chesterton, siempre me ha parecido que el más listo era, indudablemente, el niño menor, porque una puerta es algo mucho más asombroso que un dragón.
Magnífica la homilía del Papa ayer, en la celebración de vísperas en la Catedral de La Habana, con obispos, sacerdotes y religiosos de Cuba. Aconsejo vivamente a los lectores que la lean (se puede encontrar 
En la sesión extraordinaria del Sínodo de la Familia el año pasado, el representante de la Conferencia Episcopal Belga fue Mons. André Joseph Leonard, arzobispo de Bruselas y considerado un defensor acérrimo de la doctrina y la moral católicas.
Hoy, por ser el Día Internacional de los Blogeros de InfoCatólica… ¿Cómo? ¿Que eso no existe? Si el Patrimonio Audiovisual y el Uso Prudente de Antibióticos tienen sus días (el 30 de octubre y el 18 de noviembre, respectivamente), no veo por qué no han de tenerlo los blogueros de InfoCatólica. Sería una vergonzosa discriminación. Los blogueros infocatólicos también tenemos nuestro corazoncito y, aunque no seamos tan importantes como la Tuberculosis (24 de marzo) o las Marionetas (21 del mismo mes), digo yo que también podrían concedernos un Día Internacional o al menos un Minuto Internacional.
    
            




            
            
            
            
            
            


