50º aniversario de la Conferencia Episcopal Española: ¿celebración o penitencia?
Cuando leo alguna noticia sobre la próxima celebración del 50º aniversario de la creación de la Conferencia Episcopal Española, suelo acordarme de la parábola evangélica de los talentos. Ya saben: un Rey se va de viaje y entrega a sus sirvientes diversas cantidades (1, 2 o 5 talentos). Cuando vuelve de su viaje, el que había recibido cinco talentos le entrega al Rey diez y es felicitado; el que había recibido dos, entrega cuatro y también es felicitado; mientras que el que había recibido uno le entrega al Rey ese mismo talento, y es condenado por su cobardía y pereza.
Una cosa que siempre me ha llamado la atención de esta parábola es que no haya ningún siervo que entregue al Rey menos de lo que había recibido de sus manos. Los tres siervos creen que han hecho bien, dos de ellos con razón y uno injustificadamente, pero es evidente que ni el siervo más inconsciente podría esperar ser felicitado si devolvía mucho menos de lo recibido de manos del Rey de reyes. Apliquemos la parábola de los talentos a los cincuenta años de historia de la Conferencia Episcopal Española y a su celebración, recordando algunos datos importantes.
Hace medio siglo, en 1966, al terminar el Concilio Vaticano II, se creó en España la Conferencia episcopal para potenciar y coordinar la acción pastoral de las diócesis españolas. Los obispos, por aquel entonces, tenían encomendados los fieles de una nación con grandes deficiencias (como todas), pero dotada por la Providencia divina con indudables talentos desde el punto de vista de la fe: una historia y una tradición empapados de catolicismo, el ejemplo cercano en el tiempo (1936-1938) de los miles de mártires de la guerra civil, la aceptación social, cultural y legal de las grandes líneas de la moral católica, un sistema político que intentaba con mayor o menor acierto plasmar en la sociedad los principios católicos y una mayoría de españoles católicos, con sus pecados, debilidades y defectos, pero realmente creyentes y practicantes.
Hace medio siglo, recordemos, no había divorcio en España y casi todos los matrimonios eran católicos. Actualmente, hay dos divorcios por cada tres matrimonios, los nacidos de madre no casada superan el 40%, los matrimonios civiles son ya dos veces más numerosos que los sacramentales y el matrimonio católico, la nupcialidad sacramental, ha descendido tanto que se puede considerar que está en vías de desaparición (ya que, de continuar la tendencia, en pocos años quedaría en una cifra estadísticamente irrelevante). Desgraciadamente, cuando se fue a aprobar la ley del divorcio en 1981, no hubo más que dos o tres obispos de toda España que siguieran las directrices de Roma y que se opusieran con fuerza a esa ley, ante la pasividad de la Conferencia Episcopal, que pareció aceptar el divorcio como un mal inevitable, como un precio que había que pagar para poder integrarse entre la democracias liberales de Europa. Después de todo, se sugería, el divorcio había ya entrado en Italia por una ley firmada por el demócrata cristiano Giulio Andreotti, paradigma de políticos “católicos” (a quien en el 2000 se confió el discurso de apertura del Jubileo de los políticos). No era, pues, cosa de ser “radicales", ni convenía desprestigiar socialmente a la Iglesia en España, planteando por el divorcio una batalla destinada a la derrota (como si el criterio del comportamiento católico fuera la probabilidad humana de victoria, en lugar de la Voluntad de Dios).
El aborto, ese crimen aborrecible, hace cincuenta años estaba prohibido y la sociedad en su conjunto lo consideraba como algo criminal e inadmisible. Actualmente, se matan a sangre fría 150.000 niños cada año con la bendición del Estado y en buena parte a cargo de los contribuyentes, y a nadie le parece algo raro. Nueve de cada diez niños con síndrome de Down son asesinados en el vientre de sus madres. Según se ha referido, el mismo rey Juan Carlos I contó con el perverso consejo de algunos eclesiásticos, que le aseguraron, ante la pasividad de la Conferencia Episcopal y contra toda la moral católica, que podía firmar la primera ley del aborto. E increíblemente, la Conferencia Episcopal, por boca de su secretario, volvió a afirmar lo mismo en la ley del aborto de 2010. Durante todos estos años, desgraciadamente, la oposición de los obispos al aborto ha sido más teórica que práctica, más de palabra que de obra, pues han apoyado, con entusiasmo positivo o como mal menor, a partidos abortistas, como el PP. ¿Qué significa que ni un solo obispo haya ido a la cárcel por oponerse a que sus fieles más inocentes fueran masacrados por cientos de miles? ¿Cómo es posible que portavoces de la CEE o miembros distinguidos de ella hayan afirmado tantas veces que son buenas las relaciones de la Iglesia con los gobiernos, cuando ellos son los principales responsables del genocidio?
Con un costo enorme y sufragado por muchos “óbolos de viudas", la Conferencia Episcopal creó una radio y una televisión propias… pero, en lugar de utilizarlas para evangelizar y combatir las mentiras y males del mundo, las ha usado más bien para hacer propaganda manifiesta del partido abortista de derechas, desactivando sistemáticamente cualquier posible militancia católica organizada, fiel a la ley natural. En la misma línea y por obra de todos los partidos con representación parlamentaria, incluido el PP, el “matrimonio” del mismo sexo es hoy parte de nuestras leyes y también la ideología del género, la transexualidad o la experimentación con embriones están normalizadas. Y la eutanasia no queda muy lejos. Los “medios católicos” de información más importantes dependientes del Episcopado, tanto de prensa como de radio o televisión, no han dado la batalla con fuerza suficiente ante esta degradación creciente de la nación.
La indoctrinación laicista por parte del Estado continúa y se hace cada vez más invasora, afectando incluso a muchos colegios y universidades de la Iglesia, sin que las fuerzas de la mentira y del mal hallen un combate eficaz de las fuerzas de la verdad y el bien. Puede recordarse por ejemplo que, cuando unos cuantos padres se negaron heroicamente a que sus hijos recibieran la anticatequesis de la Educación para la Ciudadanía, los obispos y los colegios religiosos terminaron por abandonarlos vergonzantemente a su suerte.
Durante estos años los sacerdotes que, fieles a la Iglesia, han predicado y escrito contra la anticoncepción han sido una minúscula minoría, en tanto que eran innumerables los teólogos, presbíteros y catequistas que toleraban la anticoncepción o incluso la aconsejaban, utilizando los cursillos prematrimoniales, el confesionario y no pocas editoriales católicas como arma para destruir el sentido moral de los católicos. Todo eso con un índice de natalidad de 1,3, brutalmente por debajo de lo que una sociedad necesita para sobrevivir.
A veces, se justifican estas cosas diciendo que la situación está muy difícil, que los obispos han hecho lo que han podido, que era imposible conseguir más, pero la realidad es que han tenido plena libertad y todo tipo de facilidades para hacer algo que no han hecho. Durante estos cincuenta años, la Iglesia no ha tenido que ir a buscar a nadie para evangelizar, ya que entre comuniones, colegios religiosos y clases de religión, ha tenido durante decenios a casi toda la población joven a su disposición para catequizarla… Y el resultado ha sido la descristianización masiva del país. No era necesario ir al fin del mundo: venían a nosotros y se fueron con las manos vacías (o con relativa frecuencia, peor aún: llenas de errores y rencor contra la Iglesia). Ante la pregunta de Cristo, ¿qué hombre hay entre vosotros que, si su hijo le pide pan, le dará una piedra?,la verdad nos exige responder que no pocos obispos, teólogos, párrocos y catequistas han actuado así.
Con la tolerancia o la aquiescencia de los encargados de vigilar la fe (es decir, de los episcopoi, los obispos), han sido innumerables durante décadas los teólogos que niegan graves doctrinas de la Iglesia, enseñando barbaridades en seminarios, facultades y universidades de la Iglesia, predicando en parroquias, publicando en editoriales católicas, vendiendo sus libros en librerías católicas, a veces diocesanas, y dando conferencias en locales de la Iglesia. Incontables colegios católicos se han convertido en lugares donde no sólo no se predica la fe, sino que a menudo se enseña activamente en contra de esa fe, logrando que los niños salgan vacunados contra el catolicismo. La historia que se enseña en ellos se hace eco en buena parte de las leyendas anticatólicas de los últimos siglos, asumiendo como “dogma de fe” que fue la Ilustración liberal y relativista la que encendió la luz en la oscuridad secular de la Iglesia. De hecho, en la práctica, no son una excepción las parroquias y colegios religiosos que se han convertido en escuelas de ateísmo y anticlericalismo. Hasta algunos obispos, en ocasiones, se permiten negar públicamente la doctrina de la Iglesia, ya sea sobre la indisolubilidad del matrimonio, la pecaminosidad del adulterio, la anticoncepción, la ordenación sacerdotal de mujeres o sobre otros temas de la doctrina católica.
Cuando Juan Pablo II denunciaba como una realidad indudable que “los cristianos hoy, en gran parte, se sienten extraviados, confusos, perplejos e incluso desilusionados. Se han esparcido a manos llenas ideas contrastantes con la verdad revelada y enseñada desde siempre. Se han propalado verdaderas herejías en el campo dogmático y moral, creando dudas, confusiones, rebeliones. Se ha manipulado incluso la liturgia” (6-2-1981), estaba pensando en las Iglesias de Occidente, también sin duda en la de España. Ahora bien, los teólogos heréticos no suelen tener vocación de mártires, y esparcen sus herejías mientras ven que pueden hacerlo impunemente, mientras puedan permanecer en sus cátedras y sus publicaciones sin ser atajados eficazmente por sus obispos.Si los lobos andan sueltos entre las ovejas, seguro que harán estragos: herirán a unas, matarán a otras y muchas huirán, dispersando el rebaño.
Son muchas en España las casas de Ejercicios donde se imparten cursos de eneagrama, Qi Gong, zen, yoga, taichí, reiki, budismo, mindfulness y las doctrinas sectarias más burdas. A veces los profesores son sacerdotes o religiosos. También son muchas las editoriales “católicas” que no tienen ningún inconveniente en publicar lucrativos libros que promueven falsas religiones, espiritualidades orientales no cristianas y las ideas de los gurús del pensamiento débil. Si quisiéramos recopilar los abusos litúrgicos que se han dado en tantas parroquias españolas durante el último medio siglo, no habría papel suficiente para registrarlos.
Como consecuencia, el número de las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa se ha desplomado brutalmente y se considera un gran éxito que haya 150 ordenaciones sacerdotales en un año, cuando la realidad es que debería haber diez veces más todos los años sólo para evitar el terrible desastre de la falta de sacerdotes que se avecina, teniendo en cuenta que hay un treinta por ciento menos de sacerdotes que hace cincuenta años, que la mitad de esos sacerdotes ya están jubilados y que un 15% de los que se ordenan terminan por secularizarse. Las cifras de los seminarios españoles cayeron drásticamente en los años sesenta y setenta (por ejemplo, en el seminario de Pamplona las ordenaciones se dividieron por diez y el seminario de Vitoria, que llegó a tener mil seminaristas, actualmente tiene dos). La mitad de los seminarios diocesanos españoles tienen menos de diez seminaristas mayores, de los cuales una gran parte no llegará a ordenarse. Son muchas las comunidades religiosas que están desapareciendo y buena parte de las que quedan continúan por el camino del suicidio, ignorando el cumplimiento de las reglas que libremente profesaron, secularizándose cada vez más y dando cobijo a falsos profetas o profetisas.
Constantemente se habla de los pobres, los emigrantes y los marginados, pero la realidad es que un gran número de inmigrantes católicos, al venir a España, abandonan la práctica religiosa y terminan perdiendo la fe, ya que en muchas parroquias se limitan a ayudarles materialmente. Con bastante frecuencia se han hecho protestantes, porque o bien los católicos no les hablaban de Dios, de la vida cristiana y del pecado o, en algunos casos, ni siquiera les hablaban en español “por su propio bien” y “para que se integraran”. Como es sabido, una gran parte de los gitanos ha abandonado la fe católica para formar la llamada “Iglesia de Filadelfia", completamente ajena a sus tradiciones e historia. Las conversiones al catolicismo de los musulmanes que viven en España se aproximan al cero absoluto. En muchas misiones no se predica el Evangelio, por “respeto a la cultura y religión locales", reduciéndose a centros de beneficencia. Y un país como España, que enviaba misioneros a todo el mundo, hoy tiene que recibirlos del extranjero para mantener algunas de sus parroquias. Los organismos de la Iglesia dedicados a la acción caritativa, en muchos casos, se secularizan y evitan cuidadosamente cualquier expresión de catolicismo. Al mismo tiempo, se multiplican en las diócesis los organismos y delegaciones episcopales para el ecumenismo, la inmigración, la liturgia, la catequesis, la juventud, la dependencia y un sinfín de objetivos, de modo que la burocracia eclesial no ha dejado de crecer más y más.
Los planes pastorales son cada vez más largos y complejos, los sínodos diocesanos se celebran por doquier, las reuniones se multiplican y alargan, los papeles se amontonan hasta el cielo como modernas torres de Babel… pero, a juzgar por los resultados, apenas quedan tiempo y fuerzas para la evangelización de las gentes. Las enseñanzas “duras” de la Iglesia se ocultan y se sustituyen por tópicos políticamente correctos. La asistencia a la Misa dominical ha descendido del 80% o más a un 8% o menos. En muchas parroquias, las primeras comuniones son las últimas. El sacramento de la penitencia, en bastantes diócesis, prácticamente ha desaparecido, sustituido en algunos casos por esporádicas celebraciones pseudosacramentales. Los católicos se van de la Iglesia a millares, buscando a alguien que les hable de Dios, del sentido de la vida presente, de la esperanza de una vida eterna, porque es infrecuente que en las parroquias hallen algo que no sea lo que dice y promueve todo el mundo: más de lo mismo. No es extraño que el número de suicidios diarios en España haya ido creciendo imparablemente, si la sal se vuelve sosa y la luz de Cristo se esconde bajo el celemín. Nuestra sociedad está enferma y se muere, sedienta de una salvación temporal y eterna que sólo Cristo puede ofrecer y que hoy apenas se predica.
Hace poco un Cardenal se mostraba “perplejo” ante la situación de España, que parece haber tocado fondo en su degradación. Pero no hay efectos sin causas. Todo esto no es extraño, ni ha aparecido de la nada. Ancha es la senda que lleva a la perdición y, paso a paso, hemos ido avanzando por ella, derechos al abismo. Conviene recordar, por ejemplo, la famosa Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes del año 1971, bajo el mando y la inspiración del cardenal Tarancón (presidente de la Conferencia) y Mons. Echarren (director del Secretariado episcopal del clero y después obispo). La Asamblea Conjunta fue la interpretación fraudulenta que se dio al Concilio Ecuménico Vaticano II y que se impondría en adelante. Por ello, una vez celebrada la Asamblea en España, la Congregación vaticana para el Clero publicó un largo documento (9-2-1972) sobre sus ponencias y conclusiones, demoledoramente crítico, dirigido al cardenal Tarancón, que debía enviarlo a todos los obispos. “Hay orientaciones y planteamientos de fondo, esparcidos en todas las ponencias, que suscitan graves reservas doctrinales y disciplinares” (II,I,5). En el examen de la Ponencia I y de sus 60 conclusiones se aprecia que “el resultado final es una inversión y deformación de la naturaleza y de los fines de la Iglesia y del ministerio sacerdotal” (II,2).
Nunca, quizá, la Iglesia en España había recibido una crítica tan grave, una llamada tan clara de atención de Roma para que se replanteara el camino emprendido. Inmediatamente, toda la progresía teológica y mediática reaccionó contra el documento romano. Fue decisivo en este momento crucial el fuerte apoyo que dieron a la Asamblea Conjunta cuatro teólogos de Salamanca (Sebastián, Setién, Rouco y Olegario; los tres primeros posteriormente obispos) en un Estudio teológico-jurídico sobre el Documento de la Congregación del Clero, de unas 30 páginas, elaborado por los cuatro. El documento vaticano quedaría enterrado, con graves consecuencias, porque la Asamblea Conjunta había logrado, con una intuición certera, defender invariablemente las posiciones que demostrarían ser las más destructivas para la Iglesia española: culto a la democracia liberal, desmovilización política total de los laicos, politización del clero, nacionalismos, asamblearismo, predominio de la Conferencia sobre el obispo personal, implantación del “espíritu del Concilio”, asunción acrítica de las ideas izquierdistas infiltradas en los movimientos de Acción Católica, visión del mundo ingenuamente positiva y, desde un análisis liberal o marxista, fuertemente crítica del presente y de la historia de la Iglesia, especialmente de la Iglesia española; ante las herejías, promoción de la tolerancia muda en los responsables de velar por la enseñanza ortodoxa de la fe.
En cualquier caso, la Asamblea fue un hito histórico, un comienzo solemne para una trayectoria francamente desastrosa de la Conferencia Episcopal, que, por ejemplo, aceptó en 1978 sin apenas combate (fuera del cardenal González Martín y algún otro) una Constitución que afirma los principios del laicismo y anunciaba ya claramente la descristianización de España. ¿Cómo olvidar los elogios con que la CEE, tres décadas más tarde, alabaría el “extraordinario valor” del servicio a España de un Rey que firmó la ley del aborto, traicionando a los más pequeños de sus súbditos, abandonando a millones de ellos a la muerte antes de nacer? Por alguna razón, parece que, como también sucede en otras naciones, los obispos españoles, reunidos en Conferencia, parecen adquirir un tono gris y anodino, con documentos y decisiones caracterizados por la mediocridad, fruto de tendencias opuestas y únicamente coincidentes en la búsqueda de lo política y eclesialmente correcto. Me permito, con perdón, recordar el adagio latino: senator bonus vir, senatus mala bestia.
No olvidemos, por otra parte, que los pecados de omisión pueden ser los más graves y que quien calla al menos parece otorgar. Obispos ha habido que, ante el silencio de sus hermanos reunidos en la Conferencia, han coqueteado con los terroristas, han permitido (nihil obstat, imprimatur) la herejía en publicaciones y en cátedras, han tolerado como si fueran inevitables las pésimas inmoralidades implantadas por el poder político, han sido incapaces de defender con fuerza y en público las enseñanzas de la Iglesia, se han acostumbrado al divorcio, al aborto y a todo lo demás (“es el precio que hay que pagar por la democracia”), predicando a tiempo y a destiempo la corrección política. Da la impresión de que la Conferencia mantiene como criterio primordial la necesidad de evitar como sea una confrontación entre la Iglesia y el mundo secular moderno.
¿No hay nada positivo? Lo hay, ciertamente, pero, fuera de las actuaciones individuales más que honrosas de algunos obispos, es llamativamente escaso. En el campo del “haber” de la Conferencia Episcopal señalamos sin duda la instrucción pastoral de 2006 sobre La teología y la secularización en España, impulsada por Mons. Romero Pose. En ella se rechazaron los numerosos errores de exégesis, dogmática, moral o liturgia, enseñados en España durante varios decenios por teólogos nombrados, promovidos o tolerados en sus seminarios y universidades por los señores obispos que ahora denunciaban tantos errores. Que por lo demás, en gran parte, siguieron enseñándose impunemente.
Asimismo, podríamos recordar otras llamadas de atención a algún que otro teólogo heterodoxo como Vigil, Queiruga o Pagola (eso sí, después de que llevaran años y años pervirtiendo la fe del pueblo cristiano). En el caso, por ejemplo, de Marciano Vidal, la Comisión Doctrinal de la CEE reprobó su Moral de actitudes 25 años después de su primera edición (1974) y justamente después de que la Congregación para la Doctrina de la Fe, en el año 2000, reprobara esta obra, cuando llevaba más de dos décadas siendo ya el manual preferente de la Teología moral en lengua hispana, es decir, en la mitad de la Iglesia Católica.
También pueden apreciarse en el haber de la CEE algunos otros documentos, ciertos éxitos desde el punto de vista organizativo y, sobre todo, el hecho de que la situación eclesial en algunos países es bastante peor, como en Alemania, Suiza o Bélgica. Claro que en otros es significativamente mejor.
Ante todo esto, uno siente la tentación de olvidar la reverencia debida a los que realmente son Sucesores de los Apóstoles y desahogarse un rato. Sin embargo, quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Con todo el respeto del mundo, los obispos son pecadores, como todos nosotros, y no dan más de sí, ya sea por ignorancia, por debilidad, por la resistencia que a veces encuentran en el pueblo cristiano o por lo que sea. Además, los obispos no salen de la nada, sino que en buena parte son el reflejo de la situación del pueblo de Dios al que pertenecen, con sus defectos y debilidades. En ese sentido, la responsabilidad de los errores de los últimos cincuenta años no es exclusivamente suya, sino que constituye una carga que todos los católicos compartimos, en mayor o menor grado. Dios nos perdone.
Dicho eso, incluso comprendiendo la debilidad de los obispos y la época de mala doctrina en que no pocos de ellos recibieron su formación doctrinal, no se puede evitar una sensación de asombro al ver que, cuando contemplan estos cincuenta años, su tendencia es felicitarse unos a otros, considerando la época postconciliar que han presidido como un tiempo de “superación” de la esclerótica Iglesia anterior. Muchos somos los que no alcanzamos a ver el sentido de esa actitud. Yo me pregunto: ¿de verdad van a celebrar festivamente los obispos el 50º aniversario de la creación de la Conferencia Episcopal? ¿No les parece al menos inquietante que, a la hora de rendir cuentas, resulta que han perdido en medio siglo tres cuartas partes del rebaño que les entregó el Buen Pastor? ¿No les dará vergüenza comprobar la situación civil y religiosa de la España actual? ¿Por qué pudo derribarse tan gran parte de la Iglesia española después de casi dos milenios de vida católica profunda y tan fecunda que, por obra del Espíritu Santo, pudo engendrar tantas naciones en la fe católica? ¿Realmente conviene celebrar gozosamente las cinco últimas décadas de la Iglesia en España? ¿No son verdaderos y muy graves los males que he indicado? Quizá alguien pueda considerar que me he excedido en alguna expresión, pero es indudable que esos males son verdaderos y deben señalarse. Los cristianos, como Cristo, hemos venido al mundo para dar testimonio de la verdad, bien conscientes de que sólo la verdad nos hará libres.
Parece más bien que lo oportuno será que teólogos y sacerdotes, laicos y religiosos, con nuestros obispos al frente, recitemos con plena convicción el “Yo confieso ante Dios… y ante vosotros hermanos… por mi gran culpa” con el que comenzamos todas las misas. Teólogos y sacerdotes, seglares y religiosos, presididos por nuestros obispos, recordemos las terribles palabras de Cristo en la parábola: Siervo malo y holgazán… quitadle el talento… echadlo a las tinieblas exteriores y allí será el llanto y el rechinar de dientes. En lugar de celebraciones triunfalistas y festivas, ¿no serían más apropiadas unas jornadas de penitencia, presentando con humildad nuestra miseria ante la Misericordia divina en este Año Jubilar?
143 comentarios
Como es lógico, se trata de un artículo en el que los comentaristas deben cuidar especialmente de moderar sus comentarios.
[...]
Pero bueno, entiendo a los que prefieren [...] exculparles en parte de lo sucedido.
Comparto todas las ideas que planteas. Los males no conocen frontera y han cruzado el Atlántico.
La Conferencia Episcopal de Colombia tiene las mismas dolencias que denuncias por parte de la CEE.
Como lo dices, solo nos queda vestir saco y usar ceniza.
Porque, aun suponiendo -que es mucho suponer- que las cosas empezaran a areglarse hoy mismo, tardaríamos otros cincuenta años en recomponer el desastre.
¿Qué hacer ante esto para no caer en la desesperación?
A veces uno cae en larguísimos textos para evitar ver lo inmediato y simple: el COncilio dio pie a una misa nueva, que ha vaciado las iglesias, y a una colegialidad que provocó loque usted denuncia aquí. No creo que seguir denunciando estos escandalosos resultados haya servido ni sirva para nada, mientras sigamos negando cualquier relación de la actual situación con el Concilio.Seran parches, pero seguiremos de mal en peor, porque no se sana la raíz. Y lo que esta por llegar: le anticipo altas fiebres ecumaniacas de los obispos.
Pd: la verdad es que no quiero polemizar en algo en lo que tenéis marcada una línea clara, tampoco tiene mucho sentido insistir, no es la web para ello. Solo que me fastidia y te lo suelto, pero no hace falta que publiques mi comentario, no encaja en vuestra web
Y no sólo por la pasividad (o el politiqueo o la corrección política) de la que han hecho gala una y otra vez, sino por algo más grave que ya apuntaba Romano Amerio en su imprescindible obra "Iota Unum". De alguna manera las Conferencias Episcopales restan independencia a la labor de los obispos, que siempre están presionados por las decisiones comunes de sus compañeros del episcopado. Y como haya una mayoría "progresista" (o nacionalista como el caso de España o Bélgica)el problema se duplica.
Un ejemplo muy claro: Uno se pregunta si de haber existido una Conferencia Episcopal en la región norte de Italia en el siglo IV, alguien como San Ambrosio (obispo de Milán) hubiera actuado con la valentía que lo hizo ante Teodosio o ante los emperadores arrianos. O si más bien, recomendado u obligado por sus colegas en el episcopado (para no crear problemas políticos innecesarios) , hubiera dejado pasar la ocasión para penitenciar al emperador.
Hay un principio muy claro. En cualquier ámbito humano, los cobardes suelen ser mayoría, los valientes minoría. Apliquemos esa regla a las Conferencias Episcopales y ahí tenemos los resultados: por sus hechos los conoceréis.
Eso por no hablar de que, si a un comentarista de por aquí abajo se le ocurre afirmar cosas como las que se dicen en la columna de hoy, estaría baneado de Infocatólica de por vida. Es la famosa ley del embudo: "ancho pa mí y estrecho pa ti".
Casi ninguna misa de diario a las que acudo se recita esto. Las dominicales en casi todas sí.
Lo que ha pasado en España es lo que ha pasado en el resto de Occidente y en Hispano América.La Conferencia Episcopal es un síntoma que se repite por toda la geografía católica siendo inútil cargar contra los síntomas de la enfermedad.
La enfermedad viene de Roma. Querían abrir las puertas y ventanas de la Iglesia para que entrara la luz, cuando la Luz ya estaba dentro.
Esperaban la primavera y la civilización del amor, y llegó el crudo invierno y la cultura de la muerte.
No quisieron ser profetas de calamidades y por ello hoy la situación ha devenido en calamidad que denuncian los profetas que suscita Dios.
La Iglesia ha auto-demolido por obra y gracia del CVII todas sus barreras defensivas frente al mundo moderno.
Pablo VI denunció la auto-demolición señalando a Satanás, pero sin señalar la colaboración del católico en la tempestad pos-conciliar.
En Getsemaní, el Cristo que había tomado precauciones durante los tres años de predicación, se dejó prender porque había llegado la hora. Caían al suelo los esbirros por mostrar Jesús a sus apóstoles y a sus gentes que Él es Señor de la Vida y que la Suya la entregaba libre y conscientemente.
Si la cabeza se dejó conscientemente auto-demoler, su cuerpo, la Iglesia también se ha entregado libremente a su auto-demolición, cuando le llegó su hora en el CVII. La diferencia, es que esa entrega no es consciente, pues la Iglesia es cuerpo, pero no cabeza de Cristo.
Estos tiempos estaban profetizados. Los buenos se tienen que hacer santos y los malvados inicuos. Esto último solo es posible si la Iglesia emprendía un camino de auto-demolición barrenando toda la arquitectura defensiva de siglos erigida frente al mundo y su príncipe.
Sin esa arquitectura defensiva, sin esos recursos naturales y humanos, que defendían la Ciudad de Dios frente a la Ciudad del Hombre (de pecado), ser bueno es mucho, mucho más difícil, porque solo nos sostiene la Gracia. En un convento carmelita se salvan casi todos, pero en el Gulag,.... hay que ser un santo para resistir entre las estructuras de pecado que se enseñorean del mundo.
Lo que venimos viviendo es un entrenamiento para la Pasión de la Iglesia, que está por venir.
El Papa Francisco es el epítome de esa auto-demolición permitida por el Espíritu Santo. Es el Papa, el que en un momento de máxima debilidad para la Iglesia, en la que sus estructuras se caen a pedazos, la que quiere una Iglesia que salga a accidentarse en busca de hermano perdido, el último esfuerzo.
Es Cristo en Getsemaní. Y los buenos católicos gimen y dicen "Padre, si es posible, que pase de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya."
¡Qué misterios! Los apóstoles no entendían nada y huyeron ¿Lo haremos nosotros?
Dejen que celebren el 50 aniversario. Que lo celebren con gozo, pues Cristo también celebró su última cena antes de Getsemaní. Allí había un Judas, y hoy también los hay, como los hubo en el CVII y en el posconcilio, pero el Espíritu de Dios pilota.
Es un artículo larguísimo, por lo amplio del tema, así que no tiene el más mínimo sentido pedir que hubiera incluido otros veinte temas mas en él, conexos pero diferentes.
Sobre las causas puede leer: La desistencia en la Iglesia
El sacerdote puede elegir también limitarlo al "Señor, ten piedad", que para el caso es equivalente.
Los Obispos son los sucesores de los Apóstoles y sin ellos no hay Iglesia.
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-¡Vaya ahora resulta que yo, simple expectante, no soy iglesia
Según usted: Me da la impresión de que el famélico hijo no tiene derecho a decir a su padre CUÁNDO O PORQUÉ tiene que tener hambre.
Como ya le he dicho a Óscar, no tiene sentido pedir que un artículo hable de todos los temas del mundo. Y si quiere ir a las causas, tiene que remontarse bastante más lejos. Lea el artículo de la desistencia.
Por otra parte, el Papa actual tiene cosas criticables, como todos, pero dudo que su afán de ir a buscar la oveja perdida sea una de ellas. En cualquier caso, no es el tema.
Le ha faltado decir "sois todos unos fachas asquerosos".
Cuando no se puede aportar un solo dato que contradiga lo escrito por el autor del artículo, se acude a la provocación fascistoide tan típica de la izquierda eclesial y política, que considera facha y preconciliar todo lo que no sea decir sí y amén a la basura en la que nos han metido como nación y como Iglesia.
Los Obispos son los sucesores de los Apóstoles y sin ellos no hay Iglesia.
Precisamente porque sin ellos no hay Iglesia, y ellos se han comportado como se han comportado, la Iglesia está como está.
¿Sabe usted, por cierto, cuál es la labor de los profetas?
No consiste en decir sí y amén a todo, sino señalar aquello que debe ser reformado.
La Iglesia Católica no es una secta donde todos adulan a los líderes, hagan lo que hagan.
¿De verdad no te llaman la atención las cosas que escribes? Una vez más, se habla de un tema gravísimo, con puros hechos, y tu te dedicas a criticar al bloguero.
No eres ya el que, cuando le señalan la luna, se queda mirando el dedo, sino el que, cuando le señalan que su casa esta ardiendo, dice que el dedo que señala no tiene las uñas suficientemente limpias. ¿De verdad no notas el calor?
Digo yo que, cuando hay una enfermedad grave, lo primero es lograr que el enfermo lo reconozca, para que vaya al hospital en vez de seguir como si nada. Ésa es la verdadera misericordia.
¿Cuántos años llevan en Roma nombrando [...] en España? Ese es el problema.
¿No se habla ahora de que hay que se mas selectivo con la ordenación de sacerdotes para evitar, por ejemplo los casos de pederastia? Pues muchísimo mas selectivos habrá que ser con los obispos.
¿Cuánto tarda la Iglesia del SXX y del SXXI en corregir a teólogos, obispos y sacerdotes que realizan afirmaciones doctrinales escandalosas si es que en algunos casos llega a corregirlos? No estamos en la Edad Media, y hoy la información vuela y a ti te leen en todo el mundo. Y un escandalo se propaga como la polvora. Luego la Iglesia tiene que ser seria y actuar rápido.
Nuestros obispos, si hubiera que calificarles en grupo con las notas que ponían antes, habría que ponerlos un muy deficiente, porque los pocos buenos se ven ahogados por los malos. Y algunos de los supuestos buenos no lo han sido todo el tiempo. Sin embargo no nos olvidemos de Roma. Esta tan mal o pero que nuestra conferencia episcopal, y al último sínodo me remito, si es que queremos se serios y llamar al pan pan y al vino vino.
La seriedad y la coherencia tienen que empezar del Papa hacia abajo y manifestarse en hechos y decisiones concretas de buena doctrina y buen gobierno. Cuando pasen años con ese criterio, lo lógico es que la situación cambia.
¿Pero que se puede esperar de una IGLESIA española vergonzosa, que permite el escandalo de años de Setien, de Uriarte, de Pagola sin hacer nada nada mas que un pellizco de monja al final? ¿Cómo no va a Pagola a hacerse heterodoxo, si es que nunca ha dejado de serlo?
Háganse 70 copias y preséntense en las 70 diócesis.
"No era necesario ir al fin del mundo: venían a nosotros y se fueron con las manos vacías".
Ante estas cosas, a veces me indigno; otras veces me siento combativo, algunas veces me siento entregado y pienso, 'que con su pan se lo coman', pero hoy...
Hoy lloré. He llorado al recordarme como aquel chiquillo que iba a la Iglesia lleno de emoción y terminó siendo un joven que se marchó vacío; no con las manos vacías, no; vacío por completo.
Daré toda la eternidad gracias a Dios por haberme enviado la 'gracia del arrepentimiento'; arrepentimiento de abandonarle a Él por causa de los hombres. Sería interesante hacerse esta pregunta: '¿Cuántas conversiones son producidas por el Espíritu Santo y cuántas por una acción pastoral? (me refiero en nuestra sociedad occidental y entre los no creyentes); a mí, me agarró de la oreja -cariñosamente- y me devolvió a su Iglesia.
¿Cuánta gente pasa su vida en la Iglesia y jamás ha tenido una verdadera experiencia de 'conversión'?
El cristianismo es un encuentro con Nuestro Señor Jesucristo que te cambia la vida... ¿Cuánta gente está en las iglesias que les suena a chino todo esto?
¿Por qué tanta suspicacia ante los conversos? ¿Acaso desconocen su propia fe? ¿O es porque les hace patente su fracaso como evangelizadores? ¿Por qué la normalización o la homogenización tiene que hacerse siempre por abajo? ¿Por qué estropean mi momento de encuentro con el Señor durante la Eucaristía con grupitos musicales de guitarras desafinadas y jovencitos que cantan las canciones que a ellos les apetece? ¿Por qué se permite a un tipo en pantalón corto subir a hacer una lectura en Misa? ¿Por qué tanto creyente de misa diaria, presente en todo grupo parroquial y en toda convivencia, luego resulta un ser fuera del mundo y con misericordia hoy sí y mañana no, con éste sí y con ese no? ¿Por qué va usted a Misa y deja el coche mal aparcado molestando al resto de vecinos? ¿Por que usted lo vale? ¿Por que tiene usted un mercedes y tiene que enseñarlo?
¿Cómo es posible que los católicos voten al PP masivamente y durante años? Esta pregunta se la contestan a Dios y no a mí; medítenla. Yo en algunas elecciones voté al PSOE -no me duele en prenda reconocerlo- pero era porque vivía errado, apartado de Dios y caminaba en la oscuridad ¿Cuál es su explicación para votar al PP? Mediten.
El susto que se darán muchos el día que se vean tal y como son en realidad; el día en que serán juzgados. Yo soy un pecador, pido misericordia y ayuda ¿Qué hacen ustedes?
Perdón por la extensión y por mezclar tantas cosas; hoy me sentí triste... Hoy soy la voz de ese niño que fue alejado de la Iglesia por la frialdad, la hipocresía y la nula espiritualidad reinante.
Abrazos y bendiciones
Da la impresión de que tu tienes nostalgia por la II República Criminal española y su persecución de no afectos y su genocidio de católicos.
¿No será que tu no eres católico?
Por cierto ¿Dónde has visto tu en el largo post algún elogio del franquismo?
¿Por qué tanta suspicacia ante los conversos?
LF:
Eso llevo preguntándome yo cosa de 15 años.
"Hay un momento en que hablas de que los obispos son expresión del rebaño, y que si son un desastre es porque nosotros lo somos. No estoy de acuerdo. Nosotros somos expresión de los pastores, no ellos de nosotros."
Yo sólo sé que debería ser santo y no lo soy. Y eso, por la comunión de los santos, hace que también sea responsable de la tibieza de la Iglesia en España.
En lo demás, bastante de acuerdo.
Solo Uno puede y quiere salvarnos. Tornémonos a El y roguemos por nuestra salvación.
Hace 50 años la Virgen, al parecer, advirtió que "sacerdotes, obispos y cardenales van muchos por el camino de la perdición y arrastran consigo a muchas almas". Parece ser que los hechos demuestran la verdad de esta advertencia
Yo no he criticado al Papa por ir a la búsqueda de la oveja perdida.
Lo que he dicho es que salir en su búsqueda en una situación de debilidad de la Iglesia es algo apocalíptico.
No juzgo. Simplemente describo.
La Iglesia del CVII y el Papa de ahora legítimamente podía optar entre una Iglesia fortaleza a la que se acercaran las víctimas del mundo moderno, o desmontar la fortaleza permitiendo que el enemigo se haga con la casa de Dios y en ese momento salir a por las víctimas del mundo moderno.
Solo digo que esto último lo lleva haciendo la Iglesia desde el CVII y que es apocalíptico. Lo malo, la tribulación que viene. Lo bueno, que está próxima nuestra liberación.
Solo digo que cargar contra la CE a estas alturas ya no arregla nada. La obra de auto-demolición está casi concluida y han sido los propios Papas quienes lo han hecho. Auto-demolición de las barreras defensivas de la Iglesia, no de la Iglesia en sí.
Lo que ocurre es que si eliminas el cinturón defensivo, el enemigo se apodera de la Iglesia y la mata. Esto es un Pasión, pero del cuerpo místico.
Su artículo valdría hace 25 años. Ahora ya no. Lo que usted dice ya pasó. Usted tiene que contar lo que va a pasar.
No hay Conferencia Episcopal que resista un Sínodo como el que se ha montado en Roma, por Roma y con Roma. Aunque el documento sinodal saliera inmaculado, que no va a ser el caso, este tipo de diálogo entre católicos y herejes sin anatemas es nuevo en la historia de la Iglesia. No juzgo, solo describo.
El Sínodo es un ejemplo evidente que las estructuras defensivas de la Iglesia no solo han sido voladas por los Papas sino que el Papa Francisco es quien ha incrementado el número de padres sinodales heterodoxos en el Sínodo, hasta visibilizarse una situación de conflicto abierto, sin que se tomen medidas.
Esto último no hay Conferencia Episcopal que lo resista. El Papa introduce a las ovejas perdidas de esos obispos descarriados a un Sínodo a ver si se convierten, pero haciendo eso está derribando una herramienta defensiva, como es un Sínodo, que está para aclarar y reconfortar a los fieles, para todo lo contrario.
Por supuesto que Francisco no quiere esto último. Lo que quiere es que los descarriados que viven en un cisma no declarado se enmienden.
El problema no es lo que ha pasado, es que todo lo que nombras SIGUE SUCEDIENDO HOY.
Me ha encantado esa metáfora que he leído en un comentario que dice algo así (perdón por no ser literal) "la Iglesia abrió las ventanas para dejar que entrara la luz del mundo, en vez de ser luz para el mundo". Ahí radica la raíz del problema, la jerarquía por cobardía, comodidad, o ignorancia han preferido cantidad a calidad y se están quedando sin lo uno ni lo otro.
¿Acaso le preocupó a Cristo el número de seguidores que tenía?. ¿Le preocupó nunca a Cristo o a los primeros cristianos agradar a la sociedad de su tiempo?. Ciertamente no. Ellos conocian cuál es la Verdad (si, así con mayúscula) y como tal la enseñaban. El resto, como dice Bruno es "sal que no sala", eso sí se puede echar en cantidad en todos los platos porque total no da sabor.
El contenido de este escrito me recuerda la célebre conferencia pronunciada en Madrid por D. Salvador Muñoz Iglesias ante el siempre lamentable Cardenal Tarancón, durante la conmemoración del 10º aniversario del Vaticano II
Los medios de comunicación en su mayoría son claramente beligerantes y los partidos políticos mayoritarios son indiferentes en algunos casos, enfrentados en otros e incluso en pie de guerra con la Iglesia
Nos encontramos con un panorama de desidia. Hay un vivero enorme de gente joven que en la JMJ arrasaban con alegría Madrid. Desgraciadamente, pasado un tiempo, los mensajes que reciben desde la prensa, televisión, profesores, compañeros, comics, memorias históricas, libros de texto, videojuegos, cine, series, temarios de asignaturas y cientos de fuentes de información más son... Ideología pura y dura contraria al catolicismo. Frente a ello, casi nadie de la jerarquía eclesiástica española ha movido un solo dedo. La deseable tolerancia se convirtió en desidia, permisividad y pasividad frente a los ataques y a la invasión de terreno que el anticlericalismo ha practicado desde hace cuarenta años en España.
La batalla de la propaganda se perdió hace mucho, la batalla de la educación también, la de los medios de comunicación no digamos, la de la presencia política quizá la más sangrante.
No sé si es culpa de los obispos, del clero, de los fieles o de quién pero viene a la memoria la frase aquella de "entre todos la mataron y ella sola se murió"
Más vale que despierten porque materia prima hay, historia hay y ganas de creer más de las que pensamos. Pero hay moverse. Como reza el título de una novela reciente (no muy buena por cierto). "Si tú me dices ven lo dejo todo, PERO DIME VEN"
"Yo no he criticado al Papa por ir a la búsqueda de la oveja perdida. Lo que he dicho es que salir en su búsqueda en una situación de debilidad de la Iglesia es algo apocalíptico."
Salir en busca de la oveja perdida es parte sustancial de la misión que Cristo mismo encomendó a la Iglesia y la Iglesia no puede (no debe) dejar de hacerlo hasta el día del juicio final. Si deja de hacerlo, sean cuales sean las circunstancias, está traicionando el mandato de Cristo.
En cualquier caso, como he dicho, el Papa no es el tema, así que no vamos a seguir por ahí.
"una Iglesia fortaleza"
A mi entender, la perniciosa costumbre de oponer algunas de las notas de la Iglesia a las demás (jerarquía o pueblo, institución o carismas, fortaleza u hospital), muy propia de los años sesenta, lo único que consigue es confundir las cuestiones. La Iglesia es todo eso y mucho más, porque más que algo es alguien, es el Cuerpo Místico junto con su Cabeza. En ese sentido, no es algo que construimos, sino alguien con quien nos encontramos y que nos precede, de manera que pretender decidir cómo va a ser es absurdo.
"Su artículo valdría hace 25 años. Ahora ya no. Lo que usted dice ya pasó. Usted tiene que contar lo que va a pasar."
Para saber lo que va a pasar, lo primero es saber lo que ha pasado. Para convertirse, lo primero es pedir perdón.
He puesto verdaderamente asombrado, lo que Paulo VI, ha escrito en la Humanae Vitae, profeticamente, en ese momento no estaba en la Iglesia, mi conversión ha sido posterior.
Personajes politicos argentinos, me entero que están divorciados, y /o se van a divorciar, comprometiendose en su destino final, dandome mucha lastima, con sinceridad, dolor.Que han hecho los pastores, y fieles durante años, no todos evidentemente, pero los que mandan en general, y los que acercan a los que mandan, que siempre tienen el poder parroquial!?.El Magisterio , he escrito sobre la Veritatis Splendor que es una maravilla.La Iglesia, es la consciencia moral de un pueblo, la conferencia episcopal es un organo consultivo, no quita al obispo sus severas obligaciones, como sucesor de un apostol, el magisterio ha sido obviado, no ha sido obedecido, lo peor es el que no ha sido obedecido, que es igual a amado es el SEÑOR, el Denzinger, tanto ha sido escrito!?, no hay dudas que el modernismo ha penetrado y profundamente en la Iglesia,.
Sin dudas que hay Sacerdotes, obispos muy buenos, en estructuras muy malas.
A mayor reposanbilidad el Juicio ante el que tiemblo, será mayor,.
Hay un debate entre pensadores, que la vida moral de los gobernantes, no tiene importancia, estoy terminando de leer a San Luis, COMO NO!?
Es excelente todo el post, que se aproveche, al indulgencia plenaria, para reencaunzar a la Iglesia, a sus hombres, porque el SEÑOR, la Guia y está al tanto de todo!!!!!!Leer el Magisterio, el Espiritu Santo está, hay que escucharlo, como los mártires.
Que Dios te bendiga y bendiga a la Iglesia.
- ¿Existe una religión que se haya vuelto mayoritaria sin el apoyo del poder político y en un ambiente de libertad religiosa? ¿existe alguna época en que una confesión religiosa haya conseguido imponer de forma interna su autoridad sin un respaldo de poder externo?
- ¿Cuál es la tasa de fertilidad actual de Polonia?
- La tasa de suicidios por cada 100.000 habitantes en España es actualmente inferior a la que hubo en la mayor parte del franquismo.
Dices, y dices bien, que «la conferencia episcopal es un organo consultivo, no quita al obispo sus severas obligaciones, como sucesor de un apostol». En la práctica no es así. He oído a algún obispo escudarse en las decisiones de la CE Española como si el obispado no fuera más que una sucursal, y eso que España es uno de los Estados más descentralizados, por lo que en teoría los obispos aquí tienen más importancia local en las realidades políticas y sociales. Y en otras latitudes, sobre todo desde que tenemos a Francisco,por ejemplo en Paraguay, actúan como rodillo contra obispos «díscolos» por eso de la «falta de comunión»: entiéndase el caso Livieres. Se han convertido algunas en lo que algunos temían: iglesias nacionales, al más puro estilo galicano; eso cuando no funcionan como soviets.
Mucho habría que hablar sobre la utilidad teórica y práctica de esta herramienta —sólo herramienta, que no tiene precedente histórico ni fundamento teológico— salida del CVII, pero posiblemente habría que hablar del propio CVII y sus documentos escritos la mayor parte de ellos en «lengua de madera».
En España no sopló un vientecillo. A finales de los años treinta sopló un huracán de persecución sangrienta. ¿Y cuál fue el resultado? Miles y miles de mártires que dieron la vida, a menudo torturados brutalmente, por no renunciar a su fe.
No me quiero imaginar lo que pasaría hoy (¿pasará?) si hubiera una persecución así, teniendo en cuenta la cantidad de gente (incluidos sacerdotes) que renuncian a su fe sin que los persigan, simplemente por caer bien y ser modernos. Dios nos conceda convertirnos.
Dicho eso, el artículo no trata el tema de "lo bien que estaba en España la fe", sino que ha resaltado hechos concretos comparativos. Si ahora objetivamente estamos mucho peor que hace 50 años, todo lo malo que se pueda decir de hace 50 años lo único que hace es echarnos más abajo aún a nosotros. Repito: Dios nos conceda convertirnos.
Definición apropiada de conversión de Benedicto XVI, ir pensando la realidad, que no existe, como Dios que existe, si esto no sucede estamos por un camino equivocado, y no reconocemos la verdad.
Esto es Grave!!!!!
Que Dios te bendiga y lo haga con la Iglesia.
Que Dios te bendiga y lo haga con la Iglesia.
Estimado Bruno
Acaso, no es un conferencia episcopal un sinodo permanente.
Usted solo describe una pelicula que ya paso.
Parece que no quiere entenderlo. La Iglesia siempre salio a la busqueda de la oveja perdida. Pero cuando salia al resto las metia en el redil, no sea que viniera el lobo, mientras el pastor andaba a la busqueda de la oveja perdida.
Ahora han desmontado el redil. Es mas, a las ovejas que estaban en el redil, les dicen que tienen que salir, transformarse en pastores, y con riesgo de accidentarse, salir de lo que queda del redil a buscar ovejas perdidas.
Eso es el CVII. El crecimiento espiritual de las ovejas hasta transformarse en pastores seglares a cargo de otros pastores consagrados.
Lo anterior es descriptivo.
Ahora mi opinion. Esto es apocaliptico. En el tiempo por venir todos los hombres seran reyes y sacerdotes, pero hay que pasar por una tribulacion.
El CVII, desmontando todo el entramado defensivo, anima a las ovejas a transformarse en pastores, reyes y sacerdotes en anticipo del Reino que vendra.
En los Papas esta llevar las llaves de la Iglesia. Para hacer una Iglesia con redil o sin redil, mientras sigue saliendo a la busqueda de la oveja perdida con o sin redil. Solo me limito a constatar que hasta el CVII se siguio una estrategia, que era la del redil, y que a partir del CVII se aplico otra estrategia.
Y que Papa Francisco es el epitome del CVII. Y lo podemos ver en el Sinodo cuando introduce cardenales por los divorciados vueltos a casar. No quiere perder esas ovejas, pero por no perderlas por un cisma, mete a la Iglesia en una situacion en la que los seglares se ven obligados a crecer como nunca en la historia de la Iglesia.
Infocatolica es un buen ejemplo de ello. Hace 6 decadas seria inconcebible un laico que hiciera una descripcion de un organano de la Iglesia, como por ejemplo la CEE, a cara de perro como usted ha hecho. Sin ceder un milimetro al compromiso y poniendo los puntos sobre la ies. Ni Lefebreve durante el CVII arremetio contra el Concilio como usted ha hecho con la CEE. Sin el CVII usted no habria hecho esa exposicion de hechos.
Esto ultimo es solo el climax de un proceso de 6 decadas. El CVII, en terminos pastorales ha conseguido un laicado fuerte pero a un gran coste, pues muchas ovejas se han perdido. Constato lo positivo y lo negativo. Es descriptivo.
La CEE no es algo aislado. Esta en un contexto. Y ese contexto no se puede obviar. Ese contexto es el CVII.
En algunos comentarios, he sustituido expresiones o afirmaciones que me parecen inapropiadas por "[...]"
Si el comentarista prefiere que se borre su comentario en su totalidad, no tengo problema en hacerlo.
Debe ser la 1ª vez que un neocatecumenal reconoce algo bueno a la Iglesia antes del Vaticano II y del Camino Neocatecumenal. Por algo se empieza, Bruno.
La situación en España se avecina así de crítica al Perú y a América Latina.
En Perú salvo gratas excepciones como Mons Cipriani, Mons del Rio y Mons del Palacio o Mons Eguren (curiosamente del Opus, del Neocatecumenado y del Sodalicio respectivamente) El resto de la conferencia episcopal por aquí es de temer.
Eso no es de extrañar, pues la Iglesia en Latinoamérica por historia a vivido de la influencia y ha sido reflejo de la Iglesia española.
Ahora bien, dicho esto, es de extrañar que paralelamente ha la "degradación" del episcopado español, han surgido realidades en España como el Opus el Neocatecumenado y demás, que están dando frutos.
Sin embargo, creo que uno de los principales pecados de omisión de todas estás realidades, ha sido LA FALTA DE DENUNCIA A LOS PRELADOS Y SEÑALARLES SUS ERRORES.
En muchos casos, hasta me atrevo a decir, que sin querer claro está, la fuerza de convocatoria de estos movimientos, ha sido utilizada por muchos obispos como baños de popularidad al estilo de los políticos.
Tienes mucha razón en decir que no es solo responsabilidad de los Obispo, que quien esté libre de pecado....etc, sobre todo, porque muchos movimientos y realidades en la Iglesia, se han enfocado demasiado en los "frutos" y en la obediencia a ciegas y han olvidado completamente (quizás por la dependencia de la aprobación del ordinario del lugar para que les permita celebrar o poder vivir las particularidades propias de su carisma) que el Cristiano anuncia, PERO TAMBIÉN DENUNCIA.
Y por la cantidad de fieles que congregan, muchos movimientos y realidades en España, podrían ejercer una "presión de la buena" mucho más fuerte que la que ejercen los políticos.
Claro, el costo al que se arriesgan, es un costo al que parece que los fundadores o responsables de dichas realidades, no se quieren arriesgar, a pesar de que "sueñan" con el martirio y la cruz y el dar la vida, etc, etc. Aunque "curiosamente", si les tocan una coma de su carisma y sus formas, arde Roma.
Dios bendiga a Infocatolica, pues no sabe de cálculos y está para iluminar en la verdad integral, que no es otra que anunciar PERO SOBRE TODO Y EN ESTE TIEMPO DENUNCIAR.
Gracias a Dios por Infocatolica.
Gracias a Dios por ti Bruno y por este post.
Misericordia, Señor, hemos pecado.
Completamente de acuerdo con el artículo que creo se debe difundir porque es una magnífica síntesis que sirve de base para buscar soluciones
Con respecto a las conferencias episcopales creo que su principal problema, funcionen después mejor o peor en el día a día, es el error de base con el que se plantean en su realidad, que difiere substancialmente de los concilios provinciales o nacionales
Las conferencias episcopales han sido asumidas por los fieles, pero más todavía por el clero, incluidas las jerarquías, todos infectados inconscientemente de categorías liberales y de un mal entendido democratismo, como una suerte de parlamentos en los que se encarna la “soberanía” de la Iglesia.
De esta forma los obispos serían una especie de diputados de la asamblea y además con poderes de gobernador delegado (de una Conferencia episcopal soberana) en su diócesis.
Y todos ellos dependientes del presidente de la conferencia episcopal, de forma análoga al funcionamiento del poder civil en el Sistema Liberal, su congreso, el presidente y los delegados del gobierno.
Pues no señor. Cada obispo, sucesor directo de los apóstoles, es la máxima autoridad de su diócesis, sin que tenga que seguir ninguna consigna impuesta por la asamblea, y sólo está sometido a la Autoridad del Vicario de Cristo.
Eso parece haber sido olvidado en la Conferencia Episcopal Española, órgano burocrático y en el mejor de los casos consultivo y coordinador, cuando, comprometiendo a la Iglesia de España, se arroga la representación de la misma, en muchas ocasiones sin ni siquiera el respaldo de una votación unánime de apoyo concreto.
¡Qué la Conferencia Episcopal se dedique a conseguir precio como central de compras, a ofrecer servicios a los obispados y parroquias, como las mancomunidades de municipios, etc… y que abandone la política servil al servicio de partidos liberales abortistas, comprometiendo grave y negativamente a la Iglesia y deje a los obispos, en comunión con el Papa, la labor pastoral y magisterial, respetando su soberanía diocesana!
¡Y que asuma que no es un parlamento y sus cargos no son presidentes de un gobierno ni miembros de la mesa del Congreso, ni diputados, con “soberanía nacional” sobre los católicos de toda España!
Diez comentarios en seis o siete años... y los diez contra el Camino Neocatecumenal y metidos con calzador. Lo suyo no es normal.
Y aparentemente no ha leído nunca nada ni de este blog ni del Camino Neocatecumenal. Dice: "Debe ser la 1ª vez que un neocatecumenal reconoce algo bueno a la Iglesia antes del Vaticano II y del Camino Neocatecumenal. Por algo se empieza, Bruno". En mi vida he oído una afirmación tan absurda.
Dios le bendiga.
Me temo que Gustavo IIno ha reconocido frutos. Otros frutos que no están a la vista de todos, aún. Pero frutos. Ya engordaran y entonces los verán todos.
Gracias
Estoy de acuerdo. Las Conferencias deberían ser entes fundamentalmente prácticos y de perfil bajo. Por ejemplo para traducciones y ediciones litúrgicas (sería absurdo que cada diócesis tuviera que hacer la suya), organización de eventos nacionales, etc. Pero cuanto menos carácter político, mejor. A mi entender, sería muy bueno que no tuvieran presidente ni nada por el estilo, sino que simplemente presidiera las reuniones el Primado del país (algo mucho más tradicional y lógico).
Dicho eso, por desgracia el problema es mucho más profundo que el uso y abuso de la figura de las Conferencias.
Gracias por escribir este post. Parece algo evidente, sin embargo quien deberia verlo, parece no lo ve.
Gustavo IIlno
Tus comentarios me parecen de lo mas acertado que he leido en mucho tiempo. Un saludo.
Salut
Por lo demás, la culpa no parece ser tanto de la Conferencia Episcopal, que no es más que un ente jurídico neutro, como de los obispos que hemos tenido en España en estos últimos cincuenta años.
La pregunta es demasiado imprecisa. "La solución", así, en general, sólo la da Cristo. Pero sin duda hay cosas que se pueden (y deben) hacer de otra manera para cada problema en particular.
Por ejemplo, si un problema es que en las universidades, parroquias, colegios, etc. de la Iglesia se enseñan herejías, está claro que quien tiene autoridad tiene que prohibir que se enseñen esas herejías, como es su deber, aunque eso le acarree problemas e incomprensiones, y la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia debe anunciar oficialmente que tales y tales autores dicen barbaridades que no son católicas. Si el seminario no funciona, la solución puede pasar por que el obispo se vaya a vivir junto al seminario y lo cuide y mime con todas sus fuerzas (como han hecho muy buenos obispos), o por asignarle sus mejores sacerdotes, etc. y/o por que la comisión de seminarios de la Conferencia diga con claridad que esos "profesores" que tienen los seminaristas saben menos teología que el portero del seminario. Si se empieza a hablar del aborto en el país, digo yo que el obispo lo menos que puede hacer es irse a rezar a la puerta de las clínicas o la Conferencia puede denunciarlo sin eufemismos como un crimen, decir claramente que todo político que vote a favor (o rey que firme la ley) está en pecado mortal y no puede recibir la comunión hasta que haga penitencia pública, etc. Si el matrimonio católico empieza a ser un desastre, lo mínimo que puede hacer el obispo es cuidar que la preparación sea buena (en lugar de una sarta de lugares comunes, como en tantas parroquias) y, si es necesario, impartirla él mismo.
Y un larguísimo etcétera. Hay problemas de difícil solución. Pero viendo que los que tienen una solución clarísima no se solucionan, uno no espera mucho de los otros.
Por cierto, la AcNP, junto con la deriva del Ya, me provocaron, en su día náuseas bíblicas; fueron mi vomitivo salvador. ¡Pobre P. Ayala! Su fundación, después de un entreacto auténticamente católico, vuelve por sus fueros moderno-progresistas. Lástima. En resumen, tú has dejado un artículo para la posteridad y yo un relato testamentario para mis ejemplares hijos y nietos.Ni transición, ni Tarancón ni "Educación Sexual" podían quedar tergiversadas ni en el olvido. Que me llamen lo que quieran. ¡Enhorabuena, Bruno! Imposible alcanzarte. In Dómino.
Gustavo Lino ha puesto negro sobre blanco en sus comentarios. Ha ído directamente al meollo del tema tratado en el post. Y lo ha bordado.
Lo de los colegios religiosos clama al cielo.
No sé si entiendo lo de las "360 páginas". ¿Has escrito un libro sobre el tema? No consigo encontrarlo.
Lo del "carácter fundacional" es claramente cosa del "espíritu del Concilio" y no del propio Concilio.
En cualquier caso, los 50 años se refieren a la celebración que se va a hacer de la creación de la Conferencia Episcopal. Y para ir a las causas, como sucede siempre, hay que remontarse mucho más atrás. Sugiero de nuevo leer La desistencia de la autoridad en la Iglesia para un apunte sobre el tema.
"quizá falte mencionar la pérdida por la Conferencia Episcopal del Diario "Ya", cabecera católica de referencia en España, en el marco de una operacion desastrosa"
Sin duda. Una de las grandes meteduras de pata.
"Por lo demás, la culpa no parece ser tanto de la Conferencia Episcopal, que no es más que un ente jurídico neutro, como de los obispos que hemos tenido en España en estos últimos cincuenta años"
Es evidente que "culpa" sólo pueden tenerla las personas. En cualquier caso, la Conferencia no es más que los obispos reunidos.
Muchas gracias. Me alegra mucho que el artículo le parezca valioso, porque confío en su criterio.
- "cualquier expresión de catolicismo" (Corto y claro)
- "tópicos políticamente correctos" (Del P. Iraburu, que no había leído. Incluyen un comentario de LF, otro de Emilio y una respuesta del P.Iraburu)
Merece no perdérselo.
Gracias InfoCatólica.
No hay que esperar una actitud heroica por parte de los obispos. Hay que esperarla de uno mismo. Hay que pedirla. Esperar grandes actos por parte de la CEE puede desilusionarnos. Esperar que surja un partido político que pueda cambiar las leyes del aborto, divorcio, gaymonio, etc es irreal. Por lo menos en los próximos 30 años.
Somos los laicos los que tenemos que "arrimar el hombro". Catequizar a nuestros amigos, cuidar de nuestras familias, colaborar en fundaciones de apoyo familiar, etc. Es ahí donde más hay que fomentar los comportamientos coherentes con nuestra fe, en la Iglesia de base.
A señalar también como se cargaron a la Hermandad Sacerdotal los que manejaban el cotarro entonces. Y mencionar, entre otros muchos a un gran luchador de esa Hermandad, D. Luis Vera Ordás, Canónigo de Málaga, que fue apartado y perseguido por todos en su Diócesis.
Desde el Vaticano, además de intoxicar y engañar a Pablo VI y a través de los nuevos Nuncios comenzaron a nombrar Obispos por razones políticas. El resultado fue terrible.
Hay un comentarista por allí que dice que es culpa de los fieles, pero no tiene razón. Los padres son responsables de sus hijos. Los obispos son responsables de los fieles. Así como yo como padre debo de enseñar la Fe a mis hijos y ser muy celoso y vigilante pues de ello depende en gran parte su salvación, lo mismo nuestros pastores.
Españoles! lean el libro España que sangra de Julio Menvielle (está online) y entenderán su España.
Es que no se te puede tomar en serio, cuando en un comentario sobre uno de los artículos mas certeros y detallados que se ha escrito nunca sobre la iglesia en España empiezas con tus traumas irredentos.
TRANSCRIBO SIMPLEZA: Tras el Estado confesional franquista, que ya dejó mucho que desear de principio a fin...
A ver campeón, ¿respecto a que dejo que desear mucho el estado confesional franquista? Y te contesto porque ya eres cansino con tu fobia enfermiza e infantil a Franco. ¿Dejó mucho que desear respecto la II Segunda República Criminal y Genocida española? ¿O respecto a la primera? ¿O lo estas acaso comparando con la Restauración? ¿o con el convulso siglo XIX? ¿O con los reinados de Fernando VII y luego de Isabel II? ¿ O es que era peor que el régimen que hubieran implantando los comunistas si hubiesen ganado la guerra civil, o el maquis o la invasión por el valle de Aran? ¿O acaso lo estas comparando con nuestra democracia actual, donde hay libertad política, pero el aborto campa a sus anchas, y la población reclusa se ha quintuplicado para un aumento de población general que no llega al doble? Explicate campeón. Lo estamos deseando para presentarlo al Guinnes de la bobada.
No sere yo el que diga que el Régimen de Franco fuese perfecto, ni que tengamos que volver a una dictadura, pero ya estoy harto de oir sandeces. Cuando critiques algo ponlo en situación, y compáralo con lo que tiene alrededor, porque a lo mejor descubres que con todos sus defectos era bastante mejor que todo lo que le rodeabal.
No entiendo porque usted dice que este es un artículo duro, cuando no es mas que una recopilación de hechos presentada de forma respetuosa. Otra cosa es que el contenido sea muy triste.
Tampoco entiendo que se diga que el artículo es a cara de perro y sin ceder un milímetro al compromiso.
Yo no veo la cara de perro por ningún sitio. Si lo escribiera yo ibas a saber lo que es un artículo a cara de perro.
Y lo de sin dejar un milímetro al compromiso. ¿Por qué hay que comprometerse con el error, la falsedad, la indolencia o el mal hacer? nuestro único compromiso tiene que ser con la Verdad.
SANTIAGO LI
El ejemplo que pones es magnífico, aunque un hijo puede salir mal a pesar de los esfuerzos de sus padres, en general los padres son los responsables del resultado de como sean sus hijos.
Estaba yo meditabundo por tu artículo, no porque no supiera muchas cosas de las que dices, sino porque nunca las había visto antes todas juntas, ordenadas, y expuestas tan estructuradamente, cuando descubro en otra web la foto del obispo de Saltillo Mexico, disfrazado de médico junto a una feligresa de buen ver disfrazada de enfermera en una especie de carnaval en el que parece que simulan jugar a los médicos.
Este obispo además es un prenda a favor del aborto y el gaymonio.
No es que le quite gravedad a lo que denuncias. Aquí al menos los Setienes y Pagolas y Yanes, no han hecho el ridículo así que sepamos.
Sigo pensando que aunque la Iglesia es divina, tiene que replantearse su nefasta gestión de personal, sobre todo en el nombramiento de sus altos cargos. En la medida en que se nombren obispos santos la iglesia será mas santa. Y en la medida en que se sigan nombrando obispos indignos la Iglesia será mas indigna.
¿Quién ha nombrado a tanto obispo perdido?
Decía ¿Quién ha nombrado a tanto obispo perdido?
Viendo a un obispo como el de Saltillo no puedo menos que acordarme de la severidad de Francisco con Monseñor Livieres. ¿Y ahora permite esto? Igual es porque ahora estamos en el año de la misericordia, supongo y cuando le toco a Livieres no. Es que la comparación resulta escandalosa.
Para entender lo que ha sucedido en España los últimos 50 años hay que leer LA ESPAÑA QUE SANGRA, DE JULIO MENVIELLE!!!
Esta online!
Gracias por la aportación querido Jorge!
Está claro que el pobre Luis Fernado ni pincha ni corta. Bruno corta el bacalao.
No se trata de un simple post, puesto que sigue primero en la lista y otros muy posteriores aparecen debajo. Es más un editorial encubierto.
Infocatólica se concibe a sí misma como el corpúsculo destinado a restaurar la Iglesia. Al menos uno ha oído: "Fulanito, repara mi Iglesia". Y Fulanito no es Francisco.
Pero, cuando el papa Francisco renuncie, corremos un peligro gravísimo de cisma que este post no despeja. Veo dos tendencias opuestas en el resto infocatólico de Israel:
1 - El padre Iraburu debe ser nombrado papa.
2 - Ni hablar, Kiko Argüello debe ser papa.
¿Cómo quedaría Bruno en estos escenarios?
2 - Bajo Kiko I, Bruno es Secretario de Estado. Sus deseos ardientes de servir al Santo Padre (Romero a Roma) engrosan la positio que van preparando sus incondicionales.
1 - Por sus pecados, Bruno es nombrado Secretario de la Conferencia Espiscopal Española. Exculpa sibilinamente al rey Felipe VI por firmar una ley que permite a los padres instalar un filtro en el móvil y la tablet para impedir a los niños visitar Infocatólica y Vita Brevis. Se consuela consultando las estadísticas, al comprobar que Donald Trump entra a menudo desde la Casa Blanca.
Su penúltimo comentario lo he tenido que censurar. Trazo demasiado grueso e injusto, me temo.
No he leído "La España que sangra". Lo buscaré.
Y esa es la historia de casi toda la iglesia en el Ocidente.
Es 'EXTRAÑO' que tengamos crisis de vocaciones, cuando tenemos escuelas (kingergarde - universidades) para tener suficientes sacerdotes para el pueblo de DIOS.
[...] comentario de Óscar, ayer a las 9.36 am. Comentario al que me adhiero: creo que la única pega que se le puede poner a su artículo es el silencio sobre las causas últimas, sobre las raíces de la situación actual de la Iglesia, no sólo española, sino universal. O sea, el CVII y su espíritu, que no es un ectoplasma inventado por los progresmodernistas y los "lefes y filolefes", cada uno para llevar el ascua a su sardina. Los mismos responsables del CVII admitieron un "espíritu": como el Card. Felici, el CArd. Traglia, y otros muchos. Espíritu que recorre los documentos conciliares, y que en especial, se encuentra en la indigesta, ingenua y superficial Gaudium et Spes y en la "extraña" (seré bueno esta vez, y la calificaré así) Dignitatis Humanae.
Como intuye en estos momentos, yo también soy un "leproso filolefe".
Un abrazo cordial desde cierta discrepancia.
A mi entender, el "espíritu del Concilio" es algo relacionado (aunque no idéntico) con lo que podríamos llamar el "ambiente" o el "estado de ánimo" de los Padres Conciliares. Especialmente en algunos documentos del Concilio, se puede percibir un exacerbado optimismo que, sin duda, es lo que más rápidamente quedó obsoleto del Concilio. Dios no ha dado nunca garantías sobre ese "estado de ánimo" de los padres de un concilio, así que no hay nada extraño en que pueda resultar, como en este caso y en algún otro, ingenuo y muy lejano de la realidad.
El gran problema se produjo cuando una gran cantidad de clérigos identificó ese estado de ánimo con la esencia del Concilio, convirtiendo en un ídolo algo que no sólo era una circunstancia y no algo esencial, sino que además era precisamente la circunstancia del Concilio más desafortunada. Esa identificación fue la que creó el llamado "espíritu del Concilio" como fuerza destructora que justificó una enorme parte de los desmanes teológicos, litúrgicos y pastorales del posconcilio que todos hemos tenido que sufrir. En nombre de ese espíritu se tiró a la basura la letra aprobada por los padres conciliares, se tomaron medidas muy alejadas de lo decidido por ellos (por ejemplo, en la liturgia) y, sobre todo, se toleraron los abusos más increíbles.
Saludos.
El macho alfa no termina de cogerlo. Ains.
Eso que dice es una barbaridad, contraria a la moral católica. Si eso es lo que le enseñaron en el colegio, le enseñaron mal. El Rey no tiene responsabilidad legal por las leyes que firma. Por supuesto que tiene responsabilidad moral. Todas las constituciones del mundo no pueden eliminar la responsabilidad moral de los actos de nadie.
El hecho de que legalmente esté obligado a firmar no le exculpa moralmente. La demostración es sencillísima: los cristianos de los primeros siglos estaban legalmente obligados a hacer sacrificios a los dioses. Pero es evidente que eso no les exculpaba moralmente si cometían ese gravísimo pecado de apostasía.
La firma de una ley inicua es una colaboración directa con el mal que se deriva de ella. El hecho de que esa firma tenga que ser refrendada sólo significa que quien refrenda también es responsable, pero no que el que firma no lo sea.
Es más, como con la autoridad viene una responsabilidad particular, la colaboración del Rey con ese mal gravísimo tiene una especial gravedad añadida.
Es algo que no admite duda alguna desde el punto de vista de la moral.
Hace tiempo, escribí sobre ello: El falso dilema del Rey.
PD: El que tiene la capacidad de mantener un post arriba del todo soy yo, pero bueno, eso no tiene mayor importancia, :D
Si los obispos de nuestra Conferencia Episcopal, que saben mucho de temas morales, también exculpan al Rey, en cuanto firmador de leyes injustas, por algo será. Me fío de la valoración que hacen ellos del asunto. Un saludo cordial.
Otros tenemos la manía de fiarnos algo más del ejemplo del Rey Balduino, que parece que tenía un concepto bastante superior al del Rey Juan Carlos y la CEE de lo que significa ser fieles a Cristo.
Así de simple es la cosa.
Sin duda, fiarse de los obispos es una buena norma de conducta en temas morales.
Dicho eso, hay veces que los obispos, como seres humanos, se equivocan o dicen cosas que no son ciertas. Por ejemplo, cuando Pablo VI escribió la Humanae Vitae, hubo conferencias episcopales enteras que la rechazaron. Otras veces son obispos individuales los que afirman cosas que contradicen la enseñanza de la Iglesia, por ejemplo:
Polémicas matrimoniales XIX
Polémicas matrimoniales XVII
Cuando los obispos se separan de lo que enseña la Iglesia, no estamos obligados a seguirlos, sino, al contrario, a arguirlos incluso públicamente.
Ciertamente, usted hace bien en fiarse más de los obispos que de un laico desconocido en Internet, por eso no le he pedido que se fíe de mí, sino que le he dado argumentos y un razonamiento moral para que vea que, en esto, el Señor Secretario de la Conferencia Episcopal no se ajustó a la moral de la Iglesia.
Un saludo.
Pienso que en la llamada Transición fué un gran pecado de la Jerarquía, y también de los simples fieles, el aceptar una Constitución en la que no se reconoce a Cristo como Rey, ni a sus Mandamientos como el límite que ningún poder político puede contradecir ni traspasar.
De hecho en el texto constitucional no se menciona ni tan siquiera una sola vez el nombre de Dios ni el de Cristo.
Expulsamos a Dios de la política y de la Constitución, yéndonos alegremente a fornicar con el falso idolo de la democracia liberal, atea en la práctica, en la cual nada importa si las leyes que hacen los políticos contravienen o no los Mandatos divinos, bastando con que sean conformes a la mera voluntad del pueblo.
En resumen, en la Transición le pusimos en los cuernos a Dios en la política y nos fuímos desvergonzadamente a fornicar con la democracia liberal que no reconoce la soberanía política de Dios y su Cristo.
Y en ese mismo pecado de deicidio político permanecemos impasibles hasta el día de hoy, sin que la Jerarquía, salvo raras excepciones se haya arrepentido, hecho penitencia y rectificar.
Por ello todos los planes pastorales episcopales no darán apenas fruto, por muy elaborados y técnicos que sean, mientras los Obispos de España no hagan penitencia por aquel horrible pecado de deicidio político y hagan lo posible por devolver a Cristo el honor político debido como Señor y Rey no sólo de las personas sino también de las sociedades.
Nada de celebraciones espiscopales, sino dura y sincera penitencia, y mas valiera que los Obispos, vestidos de saco y rociados de ceniza proclamen que aquella inicua cesión en materia política fué un grave pecado del que ahora debemos arrepentirnos y rectificar.
Hay que reformar la Constitución española y volver a colocar en ella a Dios y a su Cristo en el lugar de donde jamás debimos expulsarlos. Si los Obispos no asumen y se arrepienten de este gran pecado de deicidio político y no hacen nada para que se reforme esta inicua Constitución Dios no bendecirá los planes pastorales y veremos que por mucho que se trabaje pastoralmente seremos estériles.
Nuestro Dios es un Dios celoso, y no quiere que le tributemos honor sólo en el plano individual o personal, sino también en el plano social y político. No prediquemos a un Cristo mutilado, que sólo es Señor en el ámbito personal o privado, sino a un Cristo completo y que también es Rey y Señor en el ámbito social y político.
En resumen, mientras los Obispos no asuman valientemente la predicación de la realeza social y política de Cristo, y hagan todo lo posible porque la sociedad la acepte y la Constitución la proclame, los planes pastorales episcopales darán escaso fruto, comparado con el que podrían y deberían dar, e iremos cada vez de mal en peor.
Todo ciudadano español que sienta aún correr por sus venas una sola gota de sangre católica, debe de proclamar sin tibieza ni rodesos la realeza social y política de Cristo, pues como dice el Salmo: "Decid a los pueblos que el Señor es Rey, que Él gobierna las naciones rectamente."
El Alzamiento Nacional necesitó de los católicos (no sobraba nadie: ni el catalanista Cambó y los suyos, ni los terratenientes latifundistas como el Duque de Alba, ni el pseudoizquierdista Lerroux, ni el carlismo "del otro rey" Javier I, ni los cedistas de Gil-Robles, ni los falangistas minoritarios), pero cuando el levantamiento militar, muchos religiosos habían sido ya asesinados y muchas Iglesias quemadas con la indiferencia de los militares luego sublevados (son mártires del s.XX, no de la Guerra Civil los beatificados, por ejemplo en Tarragona). Franco bajo palio en una simbiosis fatal con el catolicismo jerárquico hasta los años 60 en un Estado confesional católico donde la iglesia creía que mandaba sin mandar (todo el moralismo desmesurado era interesado para remontar la población diezmada como en Europa tras la II Guerra Mundial), después la Iglesia jerárquica devino antifranquista hasta meterse en el pacto constitucionalista que padecemos. El camaleónico franquismo también tuvo sus altibajos con la Iglesia: un sector de militares estaba por el divorcio de la República al estilo francés tras la Guerra; después del Concilio Vaticano II, algunos militares no querían entender nada por su interés; el final del franquismo (europeísta) ya respiraba en sus medios de difusión, en su Universidad, en sus escuelas... cierta hostilidad hacia los católicos sinceros (no era casual, se preparaba ya lo de ahora y había que "mantener a raya" a los católicos de piedra picada para que no alborotasen el gallinero). podría hablar más, pero me causa pena hacerlo...
El ejemplo sangrante lo tenemos en la liturgia. "Pro multis" se traduce "por todos". Eso sí, en España y en muchos otros países. En algunos otros; no. Como por ejemplo EE. UU., GB. Con lo cual resulta que tantos católicos no tienen siquiera el mismo rito.
En general, muchos asuntos se someten a votación, lo cual añade otro problema a los tantos existentes. Si un obispo queda en minoría, aunque hable bien, a veces queda "mal" si desentona del resto.
... el franquismo apareció para devover la monarquía borbónica histórica a España
Juan, tienes una empanada mental impresionante con todo lo que tiene que ver con la historia de España.
Es más, estás obsesionadísimo con ese tema. No te hace bien.
El uso político del hecho religioso fue una moneda frecuente en los fascismos europeos.
Me gusta la visión de Castellani, que sugiere que el fariseísmo (el uso político del hecho religioso precisamente) ayuda a explicar el contundente anticlericalismo larvado en la España pre guerra-civilista.
Ya sé que este artículo no es sobre la guerra civil, pero si no entendemos "los polvos" de donde vienen estos lodos, nuestra visión sobre la debacle (muy real por cierto) de la Iglesia en España, nos llevará a una visión parcial como la que presenta a la CEE como causa del mal, cuando es solo consecuencia y síntoma.
Es obvio que lo que más daño ha hecho a la Iglesia en España es el nacional-catolicismo, el que no quiera verlo está ciego.
Perdonad mi ignorancia, pero es que hasta que no he leído un post profético de una tal LISA MARIE, no me he dado cuenta de que va esto en realidad.
Asi que al grano, vale que cuando mandéis en Roma os repartais las principlaes sinecuras, pero digo yo que dejareis algo para los comentaristas como yo que aportamos bastante. Yo comprendo que no puedo pedir que me hagáis cardenal, pero siempre quedara por ahí algún enchufe de esos de coordinador o supervisor de algo. De sueldo no pido mucho, eso si con entrada gratuita perenne a los museos vaticanos.
Ten cuidado con las concordancias porque las carga el diablo.
No se si sabes la historia esa de que había un hombre poco espabilado en un pueblo y había otro que si lo era pero concordaba con el. Al final acabaron ambos igual de mal.
Yo creo que como tu dices lo que mas daño ha hecho a la iglesia ha sido el nacional catolicismo, primero por librarla del genocidio republicano comunista, y después por permitir que tanto desertor del arado se apuntase al seminario.
si usted lee, por ejemplo, los Episodios Nacionales, verá que el anticlericalismo en España es anterior al siglo XX. Atribuir al franquismo el odio a la Iglesia es una justificación muy socorrida pero falsa en casi todos los casos. Ocurre lo mismo con la bandera rojigualda. Dicen que no les gusta por la utilización que el dictador hizo de ella. Eso no es cierto, porque de ser así no la habrían sustituido ya en 1931.
El odio a la religión en general y a lo católico en particular, viene de la influencia de ciertos sectores ilustrados y otras ideologías derivadas. Es muy esclarecedor a tal efecto, leer sobre la persecución liberal que la Iglesia sufrió en España durante el siglo XIX, Un buen ejemplo es la matanza de frailes en Madrid en 1834, cien años antes de la guerra civil.
Yo no sé si lo que dice usted pretende ser un credo quia absurdum, porque no tiene ni pies ni cabeza.
Dudo mucho que Castellani diga que el fariseísmo es el "el uso político del hecho religioso", porque es simplemente una tontería, teniendo en cuenta que, en el Evangelio, los que hacen eso son los saduceos y no los fariseos. Una cosa muy diferente es que no ha habido ningún paraíso en la tierra en la historia y que todas las épocas tienen aciertos y errores por parte de los cristianos, de modo que en las persecuciones se mezclan el puro odio a Cristo y resentimientos más o menos justificados.
En cualquier caso, nada tiene eso que ver con el franquismo, que es posterior a la guerra civil y no anterior a ella. Y, por supuesto, pretender que los males señalados en el artículo son culpa de rescatar a la Iglesia del exterminio sangriento, dar libertad e incluso privilegio al catolicismo e intentar legislar según la moral católica y natural es lo más ridículo que se puede decir. Según esa idea disparatada, permitir las herejías, coquetear con el marxismo, la tibieza ante el aborto y compañía, la descristianización de los colegios y universidades, etc., en cambio, no tienen nada que ver con el desastre actual. Muy lógico todo. Y, además, con la desfachatez de llamar ciegos a los que no se apuntan a las tonterías políticamente correctas proclamadas con un seudónimo de la Revolución Francesa.
Todo el mundo tiene derecho a tener las neuras políticas que quiera, aunque sean absurdas y contradigan todos los datos históricos, pero como es lógico no voy a permitir que esas neuras desvíen la atención del tema del artículo. Borraré los comentarios que lo hagan.
Es en una frase la visión nacional-católica
Por cierto, De Castellani, que defendía a Franco como mal menor para tapar la sangría de muertes:
"Pero yo tengo también una certeza: que toda esa
sangre de cristianas venas (porque también marxistas
españoles tienen sangre —y quizá algunos alma— de
bautizados) ha sido reclamada ante Dios por una gran
pirámide de pecados previos contra el pobre —de pecados
contra el hermano, de pecados contra el débil, de
pecados contra el niño, de pecados contra Dios. De
pecados désos que dice la Escritura claman al cielo. Y
no me parece imposible que en esa mole de pecados
que ahora se lava en sangre estuviesen también representados
algunos de los que hora más vociferan: ''¡Guerra
santa, guerra santa, guerra santa!"
De "Cristo y los Fariseos"
Las heterodoxias,el modernismo, la senibilidad,Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edit Stein, manifiesta que las crisis de la Iglesia,son crisis de vida interior, que pudo hacer Santa Teresa, en su epoca, ponerse a orar.
La Novo Mille nnio Ineunte, y tantos documentos del Magisterio Ignorados, las Iglesias deben ser escuelas de Oración y cita a Santa Teresa y San Juan de la Cruz, documento no magisterial de San Juan Pablo II, a los obispos para vencer la cobardia, Levantaos y Vamos.
Ignorancia, y mas ignorancia, y tener el Cuerpo de Cristo en sus manos un Sacerdote, dignidad superior a la de los Angeles, pero estudia, ora, se forma permanentemente.Por supuesto también están nuestras omisiones, como objetivo alcanzar el conocimiento de los conocimientos el de Cristo Dios Nuestro Señor, y no trabar al Espiritu Santo, la falta de Fe de la Iglesia, en los Dones el Padre Philipon, habla de la resistencias a la Luz, basta de amar y no se peleen, como se enteran los feligreses, sino tienen tampoco muchos consciencia, de la necesidad de formarse!?
Que Dios te bendiga y lo haga con la Iglesia.
"Es en una frase la visión nacional-católica"
Supongo que entiende que eso no quiere decir nada, ¿verdad? Una etiqueta no sustituye a una argumentación, ni sirve para descalificar a nadie entre hombres racionales. Comprendo que encuentre ridícula su argumentación cuando se explicita, pero lo que corresponde en esos casos es reconocer el error y a otra cosa, no intentar descalificar al contrario sin ningún argumento.
En cuanto a su cita de Castellani... dice exactamente lo que he dicho yo ("todas las épocas tienen aciertos y errores por parte de los cristianos, de modo que en las persecuciones se mezclan el puro odio a Cristo y resentimientos más o menos justificados"), que es también exactamente lo mismo que ya decía mi abuelo, que tuvo que sufrir la guerra civil y no fue asesinado por la gracia de Dios.
Y lo que no dice es lo que ha dicho usted, a saber, que el fariseismo sea el "uso político del hecho religioso". Sobre lo cual, por cierto, habría que decir que, durante el franquismo, si alguien fue culpable de un "uso político del hecho religioso" fueron los sacerdotes y religiosos comunistas e independentistas, que se aprovecharon del gran respeto y libertad de los que gozaba la Iglesia para introducir sus ideologías en España.
En cualquier caso, le he permitido este último comentario ex gratia. Como he dicho, borraré cualquier comentario posterior que se desvíe del tema por este camino.
Un saludo.
Que Dios te bendiga y bendiga a la Iglesia.
Llevamos años y años hablando de este tema. No pasa una sola semana sin que alguien saque algún artículo en alguna conocida web religiosa sobre la crisis que vino a partir del Concilio. Eso cuando no es un cardenal - ni más ni menos - el que se dedica a despejar con sus memorias la más mínima duda de las lamentables actuaciones y relaciones eclesiales de los últimos 50 años.
El problema es que nos quedamos en las palabras. Eso no es solo insuficiente, sino que es contraproducente. Hacemos de los pecados de la Iglesia el tema preferido de la corrala católica.
Ya vale. Asumamos el hecho porque es agua pasada. El daño ya está hecho. La Iglesia de nuestra generación no es la del Concilio y nos estamos quedando como la mujer de Lot convertidos en estatuas de sal mirando siempre hacia atrás. No vale decir que hay saber el pasado para comprender el presente para justificar nuestra pobreza religiosa y nuestra actitud de estar siempre apuntando con el dedo al mismo sitio.
¿Es que está acaso mejor la Iglesia ahora que hace 5 años?. No. Y lo que es peor, que dentro de otros 5 estará peor que ahora, porque la Iglesia de ahora, nosotros, vamos de víctimas, justificando nuestro fracaso de mil formas, que si la sociedad, que si la Iglesia progre, que si los obispos, que si tal y pascual.
Porque el fracaso en la educación religiosa de mis hijos, de mis actividades pastorales, de mi ambiente social incluso de mi mismo - si es que lo llegamos a reconocer - siempre lo tienen otros. Entonces es cuando artículos como este tienen cientos de comentarios de gente que suscribe lo que dices, porque a no pocos les sirve para encontrar esa agradable explicación de su fracaso: la culpa la tienen otros.
Te diré lo que veo HOY. Miles de fieles y sacerdotes gustosos por apuntarse a cualquier encuentro, reunión, y celebración ligth. Bien sea multitudinaria o bien sea privada. Donde la gente pueda hablar, donde se haga cuchipandi y los niños hagan amiguitos. Donde se haga barbacoa en verano y en invierno cenas bajo techo. Donde se rece si no queda más remedio, y donde la misa - siempre ocasional y en los días en los que la iglesia obliga - puede ser muchas cosas, pero no la raíz de la vida cristiana.
Veo las Iglesias a diario prácticamente vacías, solo con cabezas grises. Las veo así, porque nosotros no vamos a misa a diario. Ni nos acercamos aunque sea solo 15 minutos a visitar al Señor. Veo al Señor solo, esquinado en una capilla donde quizás una de cada 3000 o 4000 almas de la zona se acerca para acordarse de Él en ese día. Algunos se contentan porque sacan - atención - 5 minutos para rezar vísperas o hacer alguna lectura en el trasporte público. Hay decenas y decenas de movimientos, cada día que pasa más. No pocos presumen de tener mucho éxito, de que lo están petando. Y cada día que pasa menos gente se ven en la Iglesias
Y estos son los que nos tenemos como piadosos. Vamos a poner encima de la mesa lo que hacemos hoy. ¡Ah!, que no se puede, porque la confusión es total. La mayoría presume de ser fieles a la Iglesia...y ¿cómo es posible que la vida religiosa de todos ellos se parezca como un huevo a una castaña?. Aquellos basan su religiosidad en los cantos - en sus cantos-, otros en su reunión característica, el otros en otras prácticas...de tal forma que si cogiéramos a cualquiera de ellos al azar y lo cambiáramos a otro grupo al azar, se sentiría totalmente fuera de lugar, incómodo, violento, con ganas de largarse en ese mismo instante.
¿Qué tenemos hoy?, una Iglesia llena de gente satisfecha con lo que hace. Más vale a hacer un llamamiento a ponerse las pilas cada uno. Porque si tu parroquia se viene abajo, si tu marido o mujer flojea cada vez más en su fe, o tus hijos salen de tu casa para amancebarse, o en tu trabajo "te obligan" a hacer cosas que no debes, lo mismo un día te llevas una sorpresa.
Lo mismo es que lo que hacías y tu vida de trato con el Señor no eran tan buenas.
El artículo de Bruno no podía ser bueno hace años porque no estaba escrito. Mándanos la referencia de algún artículo o post como este, o de los últimos 400, puesto que salen semanalmente. Te esperamos con sumo interés. El artículo de Bruno es magnífico. Y punto.
Que hay de lo mio, yo quiero hablar de mi libro. Todavía no me habeis dicho si me vais a dar el pase gratis para los museos. ¿O lo haceis para despistar la lisa marie? Por cierto Lisa Marie, tu aqui estas desaprovechada, lo que tienes que hacer es predecir números de lotería o en su defecto de los ciegos.
Que Dios te bendiga y lo haga con la Iglesia, todos los que estamos en el mundo tenemos una enorme responsabilidad, que a veces uno se tiene que exponer, al fimar un certificado, defendiendo a un enfermo uno se expone, y los que lo hacen provocando enfermedades y mortales que afectan al bien comun también serán severamente juzgados, y provocan sufrimiento y dolor, debemos todos economistas!!!abogados, médicos estar muy atentos, que espacios de verdad hacemos?!
Defendemos a la vida , a la familia y creamos situaciones de dolor, separaciones,enferemedad, muerte!!!!!!Como tratamos a nuestros empleados???Que horas trabajan, como son tratados!?
Quisiera saber que en la familia no te ha pasado nada, que tu mujer está bien, que tus hijos están bien.Le estas dando con todo, en los post, si estas cansado, duerme, lo mismo a tu señora, el sueño repara las energias, y abre las neuronas, bueno esto para mi sería, un hallazgo.
Se pueden apartar los demás miembros, si se cansan, duerman, sin prejuicios.Hacer actividad fisica, puede ser muy peligroso.
Muchos Saludos, y un abrazo.
Es una cuestión que siempre me ha interesado, ya que soy nieto de un leonés que hace 100 años escapó de España para evitar el servicio militar, que fue cerrilmente antifranquista, que ayudaba económicamente a los republicanos y que se gloriaba junto con su mujer de no ir a la Iglesia. El ambiente cultural de su familia iba desde el materialismo más craso hasta el marxismo, con un marcado afrancesamiento. Uno de mis primos murió combatiendo en la guerrilla marxista de los '70.
Como yo considero que Franco jugó su vida por la España de siempre, pudiendo haberla perdido como tantos otros que combatieron al liberalismo masónico y al comunismo ateo (los dos brazos del Mal), siempre ha contado con mis simpatías. Pero mi familia era republicana. ¿Entonces?
Mi conclusión ha sido la siguiente: que el Enemigo ha enviado sus huestes más furibundas allí donde más arraigada estaba la Fe en Cristo. A México mandó a los masones, a Rusia a los comunistas, a España a los republicanos. Ha realizado un trabajo impresionante que empezó en lo cultural, siguió en lo político y desembocó finalmente en lo militar.
Culpar a los franquistas de tanta sañña asesina e iracional es un desatino tan grande como acusar a la víctima de un crimen de haberlo provocado. Desatino que se inscribe dentro de la gran Traición que la pestilente españa actual ha perpetrado contra sus raíces, en torpe y tardía imitación de lo que ha hecho el resto de lo que aún se llama "europa".
Termino con una anécdota esperanzadora: una hija de ese abuelo republicano, maestra soltera e izquierdista radical de toda la vida, tuvo la gracia de ingresar siendo ya muy anciana en una de las casas que las Hermanitas de los Ancianos Desamparados tienen en Argentina. Apartada de su ambiente cultural habitual quiso convertirse, entonces una sobrina nieta le enseñó el catecismo y pudo así recibir la Eucaristía y la Confirmación antes de morir.
www.elmundo.es/sociedad/2016/03/26/56f42282ca4741cf5f8b45f6.html
E.M.—¿Pero usted casaría a dos homosexuales?
O.—No. Ciertamente, no es un matrimonio cristiano. [Que noooo, que ni siquiera es matrimonio]
E.M.—¿Y lo será algún día?
O.—Creo que no. [O sea, que existe la posibilidad según Osoro]
E.M.—¿Y qué le parece la Ley de Transexualidad aprobada por la Comunidad de Madrid?
O.—Mire, yo no he contestado a esa ley porque espero que todos los obispos de España, en comunión, respondamos. [Aunque se trate de una ley local autonómica, así quedan más repartidas las tortas, y fariseo fundamentalista el que se salga de la foto] Y entonces ya verá lo que respondemos. [¡Huy, que miedo!]
E.M.—¿Pero van ustedes en la línea de la carta de los obispos de Getafe y Alcalá?
O.—No la he leído todavía.
E.M.—No me lo puedo creer.
O.—No la he leído.
E.M.—Perdone, pero no me puedo creer que no haya leído una carta de dos obispos suyos.
O.—No, no. [Se ve que, como estamos en Semana Santa, alguien ha de interpretar a Pedro y las tres negaciones]
E.M.—Bueno, se la adelanto yo: lo ponen a parir.
O.—¿A mí?
E.M.—No, hombre... Todavía no. [Jaaaajaja] Al texto de la ley. Dicen que esa ley es un insulto. [Pues sí, empezando por la inteligencia]
O.—La ley sí la conozco. Espero que la próxima carta del Papa nos guíe y clarifique a todos los obispos. [Pues a esperar sentados porque de pie nos cansamos]
E.M.—Vale, pero como yo al que tengo ahora enfrente es a usted y no a todos los obispos, se lo pregunto: ¿cuál es su opinión ante esta ley?
O.—No me gusta. Yo le pondría cotas. [...]
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