10 respuestas a 10 propuestas
Hoy apareció en la prensa Las 10 ideas del mundo laico para enfrentar la crisis de la Iglesia. Se da por descontado que la solución a esta crisis provendrá de los laicos, de modo que este tipo de documentos son más o menos inevitables. Esta vez son dos textos redactados por laicos chilenos, con 10 propuestas. Es notable que el artículo habla de que los autores son “laicos mayores", una categoría que al menos yo no había escuchado.
Lamentablemente no hay enlaces para revisar los originales de las propuestas, así que solo nos queda comentar lo que dice el artículo. Veamos:
#1. Fin al clericalismo
El clericalismo supone un ejercicio corrupto del poder religioso, y nadie podría estar a favor de eso. Los papas lo han denunciado, los obispos, los laicos de una y otra tendencia al interior de la Iglesia. ¿Ha sido más grave en Chile? Es posible. Cuando la Iglesia denunció las violaciones a los DDHH durante la dictadura ganó cierto prestigio que pudo haberse traducido en abusos de poder.
Terminar con el clericalismo no es una solución en sí, más bien es un intento de dar con una explicación, una causa de lo ocurrido. Pendiente queda escuchar qué propuestas concretas puede haber para dar fin a esta tendencia.
#2. Rol de los laicos
Básicamente es lo mismo que lo anterior. Para terminar el clericalismo los laicos deben tomar un rol más preponderante en la Iglesia. En este caso se toma como ejemplo el Opus Dei y su énfasis en la participación de los laicos. “El gran problema es haber endiosado a los sacerdotes y haberlos seguidos sin ninguna reflexión. El papel de los laicos para nosotros desde la Obra es central” dice Ana María Gálmez, y tiene toda la razón.
Yo agregaría que un paso previo a dar mayor rol a los laicos es que estos se formen adecuadamente. Lamentablemente, cada vez que hay un curso de formación en la parroquia la gente interesada es muy poca. Tampoco creo que haya verdadera resistencia a dar mayor participación a los laicos. Con todo el trabajo que existe en una parroquia y los sobre exigidos que están los curas, no veo que alguien se negara a recibir un poco de ayuda.
#3. Celibato
Acá empezamos con las propuestas concretas… y empezamos mal. “el celibato es innecesario para el cura de pueblo, para el cura de una parroquia en Santiago, la soledad que tienen es enorme. Ese clero tiene una soledad afectiva brutal” dice Joseph Ramos.
Terminar con el celibato, hacerlo opcional, que solo se trata de una disciplina, que hay sacerdotes casados en ciertos ritos. Todo es bastante habitual cuando se trata de “escuchar a los laicos". El celibato es un tema complejo, y que causa sufrimiento y soledad en algunos sacerdotes, pero no tiene lugar en una lista como esta. No es causa de la crisis de la Iglesia chilena, ni tampoco es algo que se vaya a decidir a nivel local.
#4. Reforma al seminario
El artículo enfatiza la necesidad de que los sacerdotes tengan una formación más amplia, en diálogo con el mundo y menos infantil. También se habla de aumentar las varas de selección y exigencia académica, y de tomarlo más como una profesión y menos como una vocación.
No conozco la realidad de los seminarios en Chile, solo que las vocaciones están a la baja en nuestra Iglesia. Eso puede haber llevado a que las exigencias y varas académicas se hayan reducido, o que se hiciera la vista gorda a condiciones como la homosexualidad entre los seminaristas.
#5. Mujeres en la Iglesia
Era inevitable que este asunto apareciera cuando se trata de “problemas en la Iglesia", pero al menos se evita el cliché del sacerdocio femenino. Debo decir que estoy totalmente de acuerdo con Ana María Galmes: es natural que el trato a las mujeres en la Iglesia refleje los nuevos roles las mujeres han asumido en la sociedad.
Si la sociedad es machista, no es raro que ese rasgo también exista en la Iglesia, y si hay mayor conciencia de que ese es un trato injusto, la Iglesia debe liderar en terminar con él.
#6. Tradición y doctrina
En este punto se trata la necesidad de terminar con título monárquicos como “reverendísimo", “excelentísimo” o “príncipe". A este respecto no tengo mucho que decir, porque no conozco a ningún obispo, ni me ha tocado ver a alguien tratado con esos títulos.
También se habla de enfatizar “doctrinas centrales” como la trinidad, el amor y la eucaristía, por sobre los pecados capitales o los diez mandamientos. No sé en qué comunidad participa el que pensó en esto, pero cada domingo escucho sermones sobre la misericordia y la tolerancia, y con suerte una vez al año sobre los mandamientos.
Al menos con esta última propuesta estamos bien avanzados, pero va en la dirección precisamente opuesta a la necesaria. Si recordáramos que abusar de niños es un pecado, y que no se puede extender la misericordia con quien lo comete, no estaríamos aquí.
#7. Obediencia
Parece que la obediencia es un tema complejo en ciertos círculos. Hay dos cosas indudables: Primero, que cierto nivel de obediencia es inherente a toda institución jerárquica; y segundo, que llevado a un extremo la obediencia tiene efectos nocivos.
#8. Democracia y participación
Por favor presten atención:
El problema institucional es que en una Iglesia tan jerárquica como el ejército prusiano, el sistema de designación donde el nuncio recomienda el cura a Roma, hizo agua. En China el nombramiento de obispos se hace por acuerdo entre el Vaticano y el gobierno chino. ¿Será demasiado pedir que los nombramientos de obispos y pastores sea con participación de los laicos?
¿En serio se nos propone la situación en China como modelo de “democracia y participación"? ¿Querríamos que una dictadura pudiera vetar a los obispos que no les convengan? La designación de obispos y pastores ha visto muchas formas a lo largo de la historia, pero volver a poner a la Iglesia bajo la tutela del Estado es todo lo contrario de lo que se necesita hoy.
En cuanto a la participación de los laicos, parece razonable… hasta que nos preguntamos quién cuenta para participar en ese proceso. ¿Los amigos del cura? ¿Los que comulgan y se confiesan habitualmente? ¿cualquiera que va a misa una vez al año? ¿El bautizado que va pasando por la calle y tenga ganas? Y si vamos a elegir representantes eclesiales ¿queremos campañas políticas en la Iglesia?
En fin, que es buena idea en principio pero en la práctica genera más problemas de los que resuelve.
#9. Prevención de abusos
Gran revuelo provocó el lenguaje que usaba un protocolo para prevenir los abusos que estaba redactando una comisión de los obispos. Ahora se propone que cualquier paso en este ámbito se tome escuchando a psicólogos y expertos. Algo bastante obvio.
#10. Comisión de verdad
A estas alturas parece inevitable nombrar una comisión independiente que investigue los hechos ocurridos, y las circunstancias que permitieron que ocurriera. Me sorprende que no se plantee en este momento que sea dirigida por laicos con experiencia en la investigación de delitos. Tal vez es una omisión.
Lo que no es aceptable es la propuesta de que esta comisión se forme al alero del Estado. El Estado chileno no tiene nada que enseñarle a la Iglesia en términos de verdad y protección de la infancia.
6 comentarios
Por gracia de Dios tengo una serie de amigos rumanos católicos y ortodoxos que no son nada entusiastas del clero casado. Episodios como pelearse con el hijo/esposa del párroco por problemas cotidianos, sospechas de que donaciones para el templo son aplicadas a la vida cotidiana de la familia del sacerdote o irse a pueblos lejanos para confesarse con un sacerdote... .porque es célibe....
Estas cosas yo las he escuchado de su boca, como protagonistas, pero difícilmente en foros, webs o documentos sinodales.....
Si, es verdad, antiguamente el pueblo de Dios elegía a sus obispos...el problema surgió cuando se formaron banderías que llegaron a tumultos...esa es la razón del sistema actual. También es cierto que los reyes, en los 1000 primeros años, metían su cuchara en los nombramientos y a la Iglesia le tomó siglos quitárselos de enmedio.
Así que tan fácil no va a ser.
Marcos 10: 44
44- y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos.
@ Chimo: No sé quiénes son estos tipos, ni quién los nombró "laicos mayores". Por lo que a mí respecta son amigos del dueño del diario.
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