Matar en nombre de Dios y el cambio de paradigma
Estos últimos meses he estado participando en grupos en Facebook, de debate entre ateos y creyentes. El nivel no es demasiado alto, por la naturaleza misma del medio, pero sirve para tomar la temperatura a las ideas y preguntas comunes con que los ateos de bar creen haber refutado el cristianismo. Que Jesús nunca existió, que todos los cristianos son literalistas de la Biblia, o que Dios no puede crear una roca que el mismo no pueda levantar. Ya se imaginan.
Sin embargo, hay uno de esos “desafíos” que me gustaría tratar en este espacio.
“Si tu Dios te ordena matar a una persona ¿lo harías?”
La pregunta es relevante, porque hay varios lugares del Antiguo Testamento donde Dios ordena matar. A Abraham se le ordenó matar a su hijo Isaac, y se le considera como un gran mérito el haber estado dispuesto a hacerlo. Además, esta pregunta pone en tensión principios fundamentales del cristianismo: por un lado la absoluta soberanía de Dios, que conlleva nuestra total dependencia y obediencia a su voluntad, y por otro el valor inviolable de la vida humana inocente. También es una pregunta con tintes políticos y contingentes. Es inevitable pensar en los atentados terroristas cometidos por islámicos, que se justifican en estar cumpliendo una voluntad divina.
Si la pregunta es seria y aparentemente simple, conviene dar una respuesta directa y clara, para que no se nos acuse de evadir el tema, y luego entrar en explicaciones. Y esa respuesta es:
“No, no lo haría".
Entonces ¿cualquiera puede desobedecer a Dios cuando sus mandatos no se ajustan a su propio juicio moral? Claro que no.Dios es absoluto, libérrimo en sus mandatos, y sus criaturas no podemos sino obedecerle, confiando en su bondad. Por eso Abraham se levantó sin chistar cuando Dios le pidió el sacrificio de su hijo, a través del cual debía cumplirse la promesa de salvación a la humanidad. Sabía que su lugar como criatura no le dejaba otra alternativa, pero también sabía que Dios no está sujeto a las misma limitaciones del ser humanos. Además, san Pablo nos cuenta que él confiaba en que Dios podía resucitarlo (Heb 11, 19).
Abraham respondió así ante la orden de Dios, porque lo conocía parcialmente. Para él, y luego para los israelitas, Dios no tenía pares, era capaz de hacer milagros incomparables ante los dioses de otros pueblos, y había salvado a Israel demostrando su poder supremo. En esa relación, Dios podía pedir a Abraham el sacrificio de su hijo, y lo lógico era obedecer. Otro tanto podría decirse acerca de las ocasiones en que Dios ordena a Israel hacer la guerra a sus enemigos.
Sin embargo, la manifestación de Jesús a la humanidad representa un cambio de paradigma. La relación entre Dios y los hombres ya no es la misma, ha mutado radicalmente. “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos” (Jn 15, 15). Hoy sabemos más acerca de Dios de lo que se sabía en tiempos del Antiguo Testamento, y sabemos que Dios no desea la muerte del inocente.
Si un cristiano pensara que Dios le ha ordenado matar, debería responder que no, pues ese mandato no puede provenir de Dios. Dios no puede contradecirse, y su revelación pública en la persona de Jesús, incluyendo el respeto por la vida inocente, jamás podría verse anulada por una revelación privada. Por eso, a la pregunta de qué haríamos si Dios nos ordena matar, la pregunta debe ser un claro “No".
Todo este asunto podría parecer pueril, de no ser porque el “cambio del paradigma” está de moda hoy en la Iglesia.
En días recientes algunos personajes han hablado de Amoris Laetitia como un punto de inflexión, una nueva luz bajo la cual interpretar toda la enseñanza moral cristiana. Eso es absurdo. En la historia de la religión, un cambio de paradigma no es un evento que pase desapercibido, ni el producto de un nuevo enfoque que se le ocurrió a algún grupo de avanzada.
Para que un judío pudiera comer animales que Moisés declaró impuros no basta con que algún rabino de prestigio o incluso el Sumo Sacerdote del Templo lo ordenara. Tuvo que venir el hijo de Dios a declarar que habían sido purificados (Mt 15, 11), y luego una visión y una voz que le ordenara a Pedro matar y comer (Hch 10, 9-20). Del mismo modo, la enseñanza cristiana acerca del matrimonio y el divorcio que Jesús entrego no sufrirá ningún cambio de paradigma, ni aunque el Papa lo diga.
Puesto que la revelación pública se cerró al morir el último de los apóstoles y no habrá nueva revelación pública hasta la segunda venida, no me hablen a mí de cambios de paradigma. A mí, denme el paradigma de los apóstoles, muchas gracias.
39 comentarios
Si tomamos en cuenta como ejemplo el pedido de Dios a Abraham, partimos de que no es el pedido de un asesinato sin mas. Dios le pide a Abraham un sacrificio, que conlleva la muerte de la victima, si, pero no es por capricho o razones banales, es el sacrificio entregado a Dios, es hacer algo parte de Dios.
Por lo tanto, y sin justificar con esto que si Dios pide sin mas la muerte de alguien el cristiano esta obligado a cumplirlo, la distinción es fundamental, porque se habla del pedido de hacer un sacrificio no un asesinato.
Puede parecer a simple vista que el fin no justifica el medio, pero creo que tal debate requiere un nivel de profundización mucho mayor que el simple principio de la dignidad de la vida inocente.
En la misma línea de pensamiento, puede aplicarse también una distinción al acto de declarar la guerra a otras tribus, conforme a la voluntad de Dios y según que los enemigos sean culpables o no, se vería como que Dios pide a su pueblo impartir su justicia.
Por eso, como ud. dice al principio, el nivel de dichos debates no es demasiado alto, y ahi hay un peligro mucho mayor de parte de los católicos, caer en argumentos y conclusiones erróneas o confusas.
Amoris Laetitia es una muestra mas de eso, Newman lo decía, el gran mal está en la teología pobre y la filosofía deficiente y desvariada, de donde salen palabras superfluas, confusas y hasta engañosas.
En tiempos de Abraham, y todavía mucho después, algunas civilizaciones sacrificaban a sus hijos. Para Abraham la petición pudo, por tanto, parecer lógica y no discrepante con su entorno. Pero Dios dejó claro que no quería ese tipo de sacrificios con el desenlace de la historia. Por cierto, que muchas veces me he encontrado con personas que citaban este ejemplo del sacrificio de Isaac para criticar a Dios (al menos, al del supuesto del Antiguo Testamento), pero siempre los críticos se centraron en la petición de Dios y siempre olvidaron citar el desenlace.
Aclarado lo cual, me da la impresión de que la cuestión está aquí excesivamente esquematizada. Hay algunas profesiones, como la del médico o la del militar, donde se deben tomar decisiones que implican la muerte de inocentes y que no son pecado.
Lo mismo si trabajo en la policía, por ejemplo, y me veo envuelto en un tiroteo en el cual peligran personas inocentes. Debo hacer uso del arma reglamentaria, y eso implica que eventualmente puedo matar a alguien.
Por otra parte, Dios es el dueño de la vida, y no tiene a nadie por encima de Él a quien deba obedecer o dar explicaciones. En su Providencia establece el momento de la muerte de cada ser viviente, desde la Eternidad, valiéndose para ello normalmente de las causas segundas creadas, entre las cuales nada obsta a que figuren también las creaturas racionales.
Es mas, Dios es la fuente de todos los derechos, así que sería absurdo que alguna creatura alegara ante Él el derecho a la vida.
En el Nuevo Testamento tenemos el caso de Ananías y Zafira, a los que Dios mismo castiga con la muerte. Hechos 5, 1, 11.
Y San Pablo, en la Carta a los Romanos, dice que "la autoridad es un instrumento de Dios para tu bien. Pero teme si haces el mal, porque ella no ejerce en vano su poder, sino que está al servicio de Dios para hacer justicia y castigar al que obra mal." (13,3).
Y en la época de San Pablo era normal que las autoridades aplicasen la pena de muerte.
No es posible compatibilizar la fe en el Dios verdadero con la absolutización del hombre propia de la mentalidad moderna. Cuando la cultura moderna piensa en Dios, piensa en una especie de hombre agrandado.
Es cierto que también la Iglesia enseña que nadie puede disponer de la vida humana por fuera de los caminos legales e institucionales, así que es difícil la hipótesis de que Dios venga a decirme a mí personalmente que mate a alguien.
Por eso, en ese caso pienso que sería mejor negar el supuesto de la pregunta, que responder a ella directamente, pues si vamos a la respuesta directa, debería ser que sí.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
Lo que existe es la obligación de defender la propia vida.
" El que por defender su vida mata a otro que lo quería matar, no es culpable de homicidio, mientras su intención al hacerlo sea conservar su propia vida y no matar al agresor ." (teología moral ) .
Lo mismo para la guerra , cuando hay agresión . Lo mismo para la pena de muerte .
@ Pensador & Corda: Dudo que el contexto cultural hiciera de alguna forma más fácil para Abraham acceder a la orden de Dios. ¿Muerte de otra persona? Seguro, no eran desconocidos las religiones con sacrificios humanos en la época, pero ¿dar muerte al propio hijo? ese es un tabú mucho más asentado en la psicología humana, todavía más en el caso de Abraham, que tanto lo había esperado.
@ Ricardo: Acepto la crítica de simplificar demasiado. Mi excusa es que la pregunta inicial supone una revelación privada directa de Dios, y por lo tanto no se examinan otros casos en que pudiera ser legítimo dar muerte a otro. No solo es "en nombre de Dios" como dice el título, sino "por expresa orden de Dios" lo que se trata aquí.
@ Néstor: La hipótesis es difícil, sin dudas. En conclusión también respondo que es imposible, al decir que esa "revelación privada" jamás podría provenir de Dios. El problema es que si comienzas por rechazar la pregunta es fácil que te acusen de evadir la cuestión, con "excusas bizantinas" o "jerga teológica".
La misión del Papa y cualquier consagrado es conservar el depósito de la fe, contenido en las Escrituras y Tradición, de las cuales depende el Magisterio. Cambio de paradigma es cambio de depósito de la fe, por lo que toman el lugar de Dios y hacen una cosa que Dios no hará nunca: desdecirse.
Anathema sit!
Las voces la mandaron a " Hacer coronar el Delfín a Reims ...y ECHAR A LOS INGLESES de Francia " .
De Hecho , Santa Juana nu usaba la parte afilada de su espada , solamente el canto .
¿A qué tipo de decisiones te refieres? Has dicho:
"Hay algunas profesiones, como la del médico o la del militar, donde se deben tomar decisiones que implican la muerte de inocentes y que no son pecado."
Si vas a escribir sin ser preciso mejor no escribas. El médico esta para salvar.
Por eso, a la pregunta de qué haríamos si Dios nos ordena matar, la pregunta debe ser un claro “No".
Esto se lo dices al profeta Elías el de Thisvée que se cargó como a cinco mil falsos profetas de Baal.
@ rastri: Un cristiano cualquiera conoce más de Dios que el más grande de los profetas. Mateo 11, 11. Cristo es el que hace la diferencia.
Como cuando a Josué ordenó matar a "todo ser viviente" incluyendo mujeres y niños y en ocasiones hasta el ganado, durante la conquista de Canaán (Jos 10,6).
Esas cosas ya las tenía previstas Dios cuando hablaba con Juana de Arco ¿No?.
Digo que muchos juegan con ventaja porque la única respuesta que esperan es la siguiente: "Así como Dios no hace nada contra la naturaleza, porque, como dice la Glosa (Rom 11,24), la naturaleza de cada cosa es lo que Dios obra en ella, y, sin embargo, sí que hace algo contra el curso ordinario de la naturaleza; del mismo modo tampoco puede mandar Dios nada contra la virtud, porque la virtud y la rectitud de la voluntad humana consisten principalmente en su conformidad con la voluntad divina y en obedecer sus mandamientos, aunque sean contrarios al modo ordinario de practicar la virtud. Según esto, el precepto dado a Abraham de matar a su hijo inocente no fue contra la justicia: porque Dios es autor de la muerte y de la vida. Tampoco fue contra la justicia el mandar a los judíos que se apoderasen de los bienes de los egipcios: porque suyas son todas las cosas, y se las da a quien le place. Y asimismo no fue contra la castidad el precepto dado a Oseas de casarse con una adúltera: porque Dios mismo es el ordenador de la generación humana, y el debido modo de usar de las mujeres es el que El establece. Por tanto, es evidente que éstos de quienes hablamos no pecaron ni obedeciendo ni queriendo obedecer a Dios". S. Th. II - II, cuestión 104, art 4, respuesta 2ª.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
Por otro lado, decir que Dios puede crear una piedra tan pesada que no pueda moverla es negar la razón y convertir la misma noción de Dios en un sinsentido.
Sería lo mismo, por otra parte, que decir que Dios puede dibujar el círculo cuadrado, dejar de ser Dios, dejar de ser Santo, dejar de existir, no haber existido nunca, etc.
Nuestra mente puede crear un montón de expresiones contradictorias que como tales caen fuera del ser, y por tanto, de lo posible, y por tanto, de la Omnipotencia divina.
La diferencia entre el Omnipotente y nosotros no es que él pueda hacer lo imposible, cosa absurda, sino que puede todo lo posible, mientras que nosotros, sólo una pequeña parte de lo posible.
Saludos cordiales.
Si crees que Dios se puede contradecir al ordenar a alguien matar, robar, etc., lo coherente sería que también le vieras contradecirse al obrar sus milagros. Sin embargo "la naturaleza de cada cosa es lo que Dios obra en ella". No hay contradicción.
Para la Teología la solución es fácil: lo que manda Dios necesariamente es bueno (por mucho que nos parezca horrible). Los ateos no preguntan en vano.
Vuelvo a insistir: el mismo que a objetar de los milagros.
Tienes derecho a decir que tal o cual milagro no son obra de Dios, o directamente que no se han producido, pero no tienes derecho a decir que Dios no puede hacer milagros. Tienes derecho a decir que esa vocecilla que te ordena matar no proviene de Dios, pero no tienes derecho a decir que Dios no te puede ordenar matar. De hecho lo ha mandado en numerosas ocasiones, sólo tienes que leer la Biblia para darte cuenta de ello. Afirmar que conoces a Dios y decir que no te puede mandar matar es caer herejía de Marción o marcionismo.
La doctrina es clara y no en vano te preguntan por ella los ateos.
- Si un humano mata incluso mujeres y niños, viola o esclaviza todos lo consideremos totalmente inmoral.
- Si dios hace eso mismo (basta leer la Biblia), de pronto lo que era inmoral se convierte en algo bueno y que hay que hacer
Eso es lo que hace la dictadura que menciona Orwell en su novela 1984 conseguir un doble pensar, que la persona piense una cosa y la contraria a la vez sin darse cuenta de la contradicción.
Eso es lo que llevo a personas como Andrea Yates, a asesinar a sus hijos, porque igual que Abraham escucho voces divinas,
Respeto que apeles a la racionalidad en la fe. Yo he encontrado que la fe católica es la más racional. Por esa apelación a la racionalidad me asombra que digas que si algo no te gusta de Dios vas y lo cambias por otro. Es tan absurdo como que le digas a un doctor que si no te gusta su tratamiento porque te duele mucho, que lo cambie por otro menos doloroso. Si el doctor conoce su oficio, y tiene en mente la salud del paciente, es claro que lo racional es obedecerlo, sin importar cuánto duela, y no cambiarlo por otro que solo nos de dulces pero no nos sane.
Lo mismo pasa con Dios y sus mandatos. Él nos ama y sabe lo que nos conviene.
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