Efesios 5,23 ¿Estamos mal de la cabeza?

¡Vaya! Una semana sin publicar. Mi intención es hacer una o dos entradas por semana en el blog, pero la conversación que ha dado lugar el tema anterior ha estado pero que muy enriquecedora. También ha sido algo airada, así que tenía la intención de que el siguiente post fuera de un tema diferente. Pero ya ven que la cabeza no anda muy bien y sigue dando vueltas en lo mismo, sin dejarnos partir a praderas más pacíficas.

Examinábamos algunos pasajes provenientes de las Epístolas Paulinas, que con frecuencia se usan para acusar al Apóstol de los Gentiles de ser machista y misógino, así que manifestamos nuestra opinión al respecto, apuntando a que, por el contrario, San Pablo estaba en perfecta armonía con el trato igualitario que la primera comunidad cristiana otorgaba a las mujeres. Es en este contexto que se produce un debate, respecto del alcance que tiene el siguiente pasaje de la carta a los Efesios:

5:21 Sométanse los unos a los otros, por consideración a Cristo.22 Las mujeres deben respetar a su marido como al Señor, 23 porque el varón es la cabeza de la mujer, como Cristo es la Cabeza y el Salvador de la Iglesia, que es su Cuerpo.

Mi opinión preliminar, expresada en la entrada anterior, era que este texto no expresaba una mera relación de sumisión, como pretenden los críticos de la Iglesia, sino que entre la cabeza y el cuerpo existe una relación de identidad sin confusión, según las palabras de NSJC cuando le dijo a San Pablo “Saulo ¿Por qué me persigues?” y que el mismo Apóstol elaboró al escribir de la Iglesia, en la carta a los Corintios:

12:20 De hecho, hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo. 21 El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito», ni la cabeza, a los pies: «No tengo necesidad de ustedes».

Yo lo veo bastante simple, y sin grandes elaboraciones, pero me acusaron de “malabarista lingüístico", y en eso me he pasado pensando toda la semana.

De verdad, no me considero machista, y me encantaría que el cristianismo hubiera sido heraldo del más radical igualitarismo, desde su fundación. Pero no es así, y uno ya lleva demasiado tiempo conversando con herejes para tener siempre presente que uno está en la Iglesia, no para seguir lo que me parece justo y bueno a mí, sino lo que enseña el Divino Maestro. Es en este tipo de asuntos que tengo que ejercer el músculo de la fe, y no en cuestiones obvias a la razón, como la existencia de Dios.

Ahora que lo pienso, se parece bastante a la fe que ejercemos cuando adoramos la eucaristía: a los sentidos parece pan común y corriente, pero con los ojos de la fe sabemos que es el cuerpo y la sangre de NSJC, y la adoramos en consecuencia. De igual modo, ante el sentido común moderno, hombre y mujer se presentan en evidente igualdad de capacidades y funciones en la familia, pero la fe nos pide confiar en Dios cuando dice que hay diferencias relevantes. En tal caso, nuestra actitud no debe ser buscar la forma de esquivar la enseñanza católica, con argumentos baratos –del tipo “esa idea no es original de San Pablo"–, sino que tenemos que asumirla como discípulos, tomar aire, y hundirnos con ella, confiando en que sobreviviremos.

La otra opción es decir que se trata de una mera recomendación cultural. Y también me han criticado por eso, pero me parece evidente que hay mandatos en la Escritura que son de alcance limitado (como el uso del velo o la prohibición de comer carne sacrificada a ídolos), de modo que es válido preguntarse si estamos ante uno de esos casos.

Sobre este punto es que me gustaría escuchar la opinión de los que más saben de estas materias, pero mi personal indagación me ha llevado a descartar esa posibilidad, basado en textos como la encíclica Arcanum Divinae Sapientiae, sobre la familia, que en 1880, escribió León XIII, al que nadie podría acusar de retrógrado, pues inauguró la doctrina social de la Iglesia con su Rerum Novarum. En el párrafo 8 de Arcanum se lee:

El marido es el jefe de la familia y cabeza de la mujer, la cual, sin embargo, puesto que es carne de su carne y hueso de sus huesos, debe someterse y obedecer al marido, no a modo de esclava, sino de compañera; esto es, que a la obediencia prestada no le falten ni la honestidad ni la dignidad.

Cincuenta años después, en 1930, Pío XI reafirmó esta enseñanza, haciéndola suya en la encíclica Casti Connubi, y en su párrafo 10, explica:

Tal sumisión no niega ni quita la libertad que en pleno derecho compete a la mujer, así por su dignidad de persona humana como por sus nobilísimas funciones de esposa, madre y compañera, ni la obliga a dar satisfacción a cualesquiera gustos del marido, no muy conformes quizá con la razón o la dignidad de esposa, ni, finalmente, enseña que se haya de equiparar la esposa con aquellas personas que en derecho se llaman menores y a las que por falta de madurez de juicio o por desconocimiento de los asuntos humanos no se les suele conceder el ejercicio de sus derechos, sino que, por lo contrario, prohíbe aquella exagerada licencia, que no se cuida del bien de la familia, prohíbe que en este cuerpo de la familia se separe el corazón de la cabeza, con grandísimo detrimento del conjunto y con próximo peligro de ruina, pues si el varón es la cabeza, la mujer es el corazón, y como aquél tiene el principado del gobierno, ésta puede y debe reclamar para sí, como cosa que le pertenece, el principado del amor.

¡Y para qué recordar a nuestros hermanos que, en el cristianismo, todos los principados se encuentran sometidos al amor! ¿no es cierto?

No faltarán los que argumenten “¡Pffff! Pre Vaticano II” a lo que replicamos que Casti Connubii no es una bula papal perdida en los tiempos medievales, de algún Papa Borgia, es apenas 30 años antes del Concilio, lo que en tiempos de la Iglesia es nada. Además, tenemos pronunciamientos posteriores al Concilio, nada menos que de Juan Pablo Magno, en Mulieres Dignitatem, sobre la vocación y dignidad de la mujer, de 1988. En su acápite 24 señala:

El autor de la Carta a los Efesios no ve ninguna contradicción entre una exhortación formulada de esta manera y la constatación de que «las mujeres (estén sumisas) a sus maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer» (5, 22-23a). El autor sabe que este planteamiento, tan profundamente arraigado en la costumbre y en la tradición religiosa de su tiempo, ha de entenderse y realizarse de un modo nuevo: como una «sumisión recíproca en el temor de Cristo» (cf. Ef 5, 21), tanto más que al marido se le llama «cabeza» de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, y lo es para entregarse «a sí mismo por ella» (Ef 5, 25), e incluso para dar la propia vida por ella. Pero mientras que en la relación Cristo-Iglesia la sumisión es sólo de la Iglesia, en la relación marido-mujer la «sumisión» no es unilateral, sino recíproca.

¿Esta el Papa en contradicción con la enseñanza de León XIII y Pío XI? Yo al menos no lo veo. Para construir esa oposición habría que leer a los documentos anteriores en oposición a la sumisión mutua de la que habla Mulieris Dignitatem, pero es ese tipo de relación a la que se refiere Casti Connubii cuando entrega el principado del amor a la mujer, y Arcanum Divinae Sapientia al destacar la dignidad y la honestidad de la obediencia.

Por otro lado, la sumisión recíproca no es algo que se inventara Juan Pablo Magno, o que los papas anteriores ignoraran, sino que siempre ha estado explícita en Efesios 5,21:

Sométanse los unos a los otros, por consideración a Cristo.

A algunos les molesta que se ponga el énfasis en la sumisión de la mujer, y no en la del hombre, pero creo que para llegar a decir eso habría que aislar un verso de todo el resto de la escritura, que precisamente habla del tipo de sumisión y servicio que el esposo debe a su mujer. Otros se van al extremo opuesto, y acusan que la Iglesia se ha rendido a la influencia cultural que tiende a hacer exactamente iguales al hombre y la mujer, pero a ellos les responde Juan Pablo Magno, al concluir el apartado 25 de Mulieris Dignitatem:

Al mismo tiempo, Cristo puso de relieve
toda la originalidad que distingue a la mujer del hombre, toda la riqueza que le fue otorgada a ella en el misterio de la creación. En la actitud de Cristo hacia la mujer se encuentra realizado de modo ejemplar lo que el texto de la Carta a los Efesios expresa mediante el concepto de «esposo». Precisamente porque el amor divino de Cristo es amor de Esposo, este amor es paradigma y ejemplo para todo amor humano, en particular para el amor del varón.

Hasta ahí, podemos concluir con seguridad que en el matrimonio marido y esposa se deben respeto y sumisión mutuos, tanto en la igualdad de la dignidad, como en la diferencia de la función.

Ahora, a nivel de reflexión personal, creo que los feministas cometen un grave error al proponer una igualdad radical entre los cónyuges, porque en definitiva le está diciendo al esposo “cualquier cosa que tú hagas, tu esposa lo puede hacer igual o mejor que tú". Y si ese es el caso, un hombre que se precie de tal reaccionará diciendo “si aquí no soy necesario, me voy”. Así terminamos tanto con separaciones y divorcios, como con matrimonios que siguen juntos, pero el hombre no está realmente presente y comprometido con su esposa, y ella siente que debe cargar con todo el peso de lo que significa la familia.

Por el contrario, creo que la enseñanza católica encierra una gran sabiduría que apunta al bien de la familia para nuestro tiempo, al poner de relieve la diferencia entre hombres y mujeres. Porque en esta época, que ha reivindicado con toda justicia la dignidad de la mujer, el varón también necesita sentirse indispensable en el hogar, que le digan “te necesito, lo que decidas, por mí está bien. Porque te amo, confío en ti", con actos más que con palabras. O tal vez sólo soy yo el que lo necesita.

Existe una sumisión que proviene de los méritos o la autoridad de uno por sobre otro, pero también existe la sumisión que proviene del amor, de la confianza mutua. Y si las familias están cada día en peor condición, tal vez sea porque la cabeza no sabe que tiene una función específica que cumplir en la familia.

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27 comentarios

  
Ramontxu
Recuerdo un cura que nos decía "sois libres... para obedecer". Como yo era pequeño, pensaba que lo decía en serio pero luego, ya adulto, pienso que a lo mejor lo decía en broma, porque no se puede ser libre para cumplir una obligación. Es la cuadratura del círculo.

Lo mismo ocurre con el tema del post. A lo mejor Pato está hablando en broma, porque "someterse y obedecer" no es igualdad. Ser "jefe y cabeza" no es igualdad. Se pinte como se pinte, no es lo mismo. Así que San Pablo era machista. Lo cual, no tiene mayor importancia, porque en su época todo el mundo era machista (incluso ahora...). O no tendría mayor importancia si no se empeñaran ustedes en que hay que buscar excusas y explicaciones para cualquier impropiedad que ponga en la Biblia porque es Palabra de Dios.

Y, Pato, si tu te ofendes cuando te dicen: “cualquier cosa que tú hagas, tu esposa lo puede hacer igual o mejor que tú", tu también eres machista. Sorry.
25/10/12 10:08 AM
  
Pato Acevedo
Te aseguro que en nada me ofende que mi mujer sea mejor que yo. Es una cuestión de sentirse útil. Ahora, si incluso en eso quieres ver machismo, entonces creo que estamos hablando de la igualdad radical a la que me refería, y que rechazo.

Entiendo que alguien no cristiano objete a la sumisión del amor que enseña Cristo. Me gustaría escuchar a los cristianos al respecto.
25/10/12 12:00 PM
  
Catholicus
En Brasil las mujeres resuelven rápido y facilito el asunto. El hombre es la cabeza,ok, pero la mujer es el pescuezo.

Así que el pescuezo hace a la cabeza mirar para donde quiere. Y todas felices... :-)

Aquí enseguida sale el Comando Gallinero Feminista a da estocadas, gritos y pataleos a ver a cuentos consiguen asustar.
Y lo consiguen con muchos, muchos, muchos....
25/10/12 1:05 PM
  
Catholicus
Eso por qué? Porque las mujeres somos sobrado capaces de echarnos la familia encima sin necesidad de un varón, sin embargo, no sucede lo mismo al contrario.
________

jeje yo conocía a una que siempre estaba preocupada de hacerle todo bien al marido, comida, plancha etc y decía "Ayy, que pena me da de los hombres, que los pobres no saben hacerse de nada".

La cosa tenía su gracia :-)
25/10/12 2:12 PM
  
Natanael
Maricruz Tasies: Discrepo profundamente de tu comentario.

"porque de habernos hecho primero a nosotras no habría visto la necesidad de crear a los varones".

Dios no es un hombre, por tanto no va realizando sus planes como si se le ocurrieran de repente. Ni crea nada innecesario. Si crea hombre y mujer y los hace en el matrimonio una sola carne, es porque ambos son necesarios para el otro.
No es esa la enseñanza que esta dando el genesis, esa es mas bien una interpretacion que cuadra muy bien a los tiempos actuales, pero dificilmente casable con la "mentalidad" del genesis.

"Porque las mujeres somos sobrado capaces de echarnos la familia encima sin necesidad de un varón, sin embargo, no sucede lo mismo al contrario."

Totalmente falso. Un hombre es perfectamente capaz de echarse la familia encima, es mas en muchas ocasiones se echa la familia encima... mujer incluida (cuando una familia esta bien estructurada suele ser lo natural, sobre todo en circunstancias especialmente crudas)(puesto que el hombre, teniendo el soporte del amor de su mujer, suele venirse menos abajo emocionalmente que la mujer, que es mas emotiva).
Que haya en lugares en los que sea casi costumbre social que el varon desaparezca, se debe a un mal planteamiento de las relaciones. Puesto que si que es cierto que el hombre descubre (por completo) su paternidad siendo padre, mientras que la mujer suele tener esa faceta maternal ya desde niña. De todas formas, te puedo asegurar que cuando las relaciones se van desnaturalizando, ni hombre ni mujer son capaces de echarse la familia encima.

"Si llegamos a necesitarlos, que de hecho lo hacemos, es para que nos alienten y nos apoyen emocional y afectivamente para continuar haciendo lo que hacemos mejor."

Falso de nuevo, no es para lo unico que se necesita. Se necesita en todo momento, no solo como un apoyo para hacer lo que ya de por si una es capaz de hacer. Si marido y mujer son una sola carne, son del todo indispensables el uno para el otro, y no resulta que uno lo hace todo y el otro apoya, sino que ambos hacen el matrimonio y su labor.

"mientras estemos convencidas de que han comprendido que nos son necesarios únicamente en el aspecto emocional y afectivo"

Permiteme decirte que esto es una tonteria. Si en el matrimonio se pone toda la vida en comun, no es porque despues resulta que lo unico importante es el aspecto afectivo. Si solo nos necesitaramos para lo afectivo, con poner lo afectivo sobraria.

Y como reflexion final decir que esto que comentas (en conjunto)... viene por una concepcion social venida del feminismo. Concepcion muy dañina para el matrimonio, en la que la mujer es la necesaria, y el hombre un añadido prescindible.
Y del todo incompatible con las escrituras, que Pato Acevedo ha ido desgranando en sus articulos.
25/10/12 2:14 PM
  
Natanael
"continuaremos amándoles mientras"

Se me escapo decir algo mas sobre esto...

Esta es la parte mas seria de todas las que has puesto. Es una actitud contraria a lo que es de si el matrimonio cristiano. Uno se casa una vez y para toda la vida, y contrae la obligacion de amar a aquel con el que te casaste (o aquella, obviamente).
Cierto que somos humanos y a veces no somos capaces de mantenernos fieles a lo que supone el matrimonio, pero plantear el "continuaremos" como declaracion de principios general resulta un golpe letal al matrimonio y al amor.
25/10/12 2:20 PM
  
Miriam
Hermoso lo que has escrito!. Y tan cierto!. Estoy casada (sacramentalmente) hace casi 20 años (aunque aun no tengo 40 años), 4 hijas y un bebé en camino. Tengo estudios universitarios, mi esposo primarios (trabaja en el campo), pero veo que estas palabras de Sabiduría Divina se cumplen perfectamente en aquellos que le obedecen. Siempre he confiado en él, en sus decisiones, y con el tiempo nos hemos visto tan, tan bendecidos!. Por esos pequeños actos de fe (y amor, y obediencia) hacia él, Dios nos ha regalado inmensos bienes. He visto que, en la fidelidad y obediencia a la Palabra de Dios (y en sus Sacramentos) hay encerrada una perla preciosa, que no todos saben (o quieren ver). He visto la bendición de amor a Dios y a nosotros de nuestras hijas (las mayores adolescentes). Y lo más hermoso, comprobar cuán feliz soy, viendo a mi esposo feliz y tremendamente amado y admirado por las nenas. No comparto lo que dijo el sacerdote (en el comentario de Maricruz), porque hasta a María Santísima se le dió un esposo...¡al que ella (por amor a Dios)obedecía! (¿o no fue a José que le hablaba el angel en sueños para que llevara acá o allá al Niño?). El padre Horacio Bojorge tiene un precioso libro "La casa sobre roca" donde expone la Sabiduría Divina revelada sobre la relación del varón y de la mujer (a la que Satanás se ha empeñado (y se empeña) en destruír) para todos aquellos que deseen profundizar más en el plan original de Dios sobre el amor humano.
25/10/12 3:34 PM
  
Miriam
Natanael: muy, muy acertado tu comentario. Dios te bendiga.
25/10/12 3:40 PM
  
Yolanda
Natanel, iba a comentar algo similar, pero ya lo hiciste tú, así que me lo ahorro. De acuerdo en todo... Sólo una discrepancia: no creo que sea cierto que la mujer "suela venirse menos abajo emocionalmente". Vamos, estoy segura de que no es así.

25/10/12 4:45 PM
  
Yolanda
pato:

¡Y yo creyendo que lamentabas el escaso eco de tu primer post sobre el tema! te lo animo un poco y tampoco te caontentas...

* Malabarista luingüístico: lo vi así en el anteriro post. Ahora me lo has confirmado

* "De verdad, no me considero machista". Ya, claro, nadie. Pregúntale al tal Catholicus, fijo que él tampoco. Dicho sea de paso: el tono y el léxico ofensivo y despectivo del susodicho, ¿se permite aquí? Porque en ese caso jugamos todos con las mismas reglas.

* "me encantaría que el cristianismo hubiera sido heraldo del más radical igualitarismo, desde su fundación. Pero no es así" ¿Pero a qué llamas tú Radical igualitarismo"? Porque luego admites, con la Mulieris Dignitatem, que la sumisión ha de ser mutua, y eso es justamente de lo que se trata. No de que los varones sean mujeres o viceversa, ni de que los varones no sean necesarios,etc. Sigues haciendo malabarismos lingüísticos para afirmar en un mismo texto una cosa y su contraria.


* "...León XIII, al que nadie podría acusar de retrógrado, pues inauguró la doctrina social de la Iglesia con su Rerum Novarum..." Ejem. Dios me libre de usar esa vulgaridad de argumentos (¿retrógrado?) pero como la Rerum Novarum es acerca de otra temática, no vale para el caso. ¿Ahora va a ser un adalid de la modernidad León XIII? No, no: León XIII es un papa de su época, con un Magisterio como es y ha sido siempre el de la Iglesia: inamovible en las verdades de fe, sujeto a circunstancias cambiantes en lo mudable. Nada más y nada menos.

* ¿Por qué en las citas de la Mulieris Dignitatem no resaltas en negrilla las dos veces que insiste en la reciprocidad, o la frase en que claramente habla de arraigo de una idea en la sociedad de la época de san Pablo, o cuando dice que ese mandato ha de entenderse de un modo enteramente nuevo, para insistir en la reciprocidad de la sumisión?

* "¿Esta el Papa en contradicción con la enseñanza de León XIII y Pío XI? Yo al menos no lo veo" Me temo que hay que tener voluntad firme y decidida de no verlo para no verlo. A ver si, en efecto, va a tratarse de algo cultural...

Bien, del resto nada que decir. Me parece que en un matrimonio, obviamente, varón y mujer son imprescindibles, que hay papeles exclusivos de cada sexo y papeles intercambiables; que en un matrimonio sano, en el que se respeten mutuamente los cónyuges y se viva realmente la igual dignidad de ambos, ni se plantea este tema de obediencias, autoridad, poder, susmisión, bla bla bla. Sencillamente, a ninguno de ambos se le pasa por la imaginación que la relación de amor implique ejercer JAMÁS algo así como el mando o la jefatura. pero no a nivel teórico ni en el ámbito de los principios, no: hablo de la vida cotidiana y del día a día.

¿Es sostenible una relación de poder entre cónyuges? Imposible, ¿verdad? En eso estaremos todos de acuerdo, seguro. Lo sano,natural, auténtico y realmente amoroso es que que ni se contemple algo diferente a la igualdad de dignidad y de capacidad para las decisiones y las responsabilidades. Y ello sin forzar situaciones, sin declaraciones programáticas cada dos horas, sin reivindicaciones, con total naturalidad y fluidez.

No digo que no haya momentos difíciles en un matrimonio, o discrepancias de pareceres y dificultades,sino que la solución a estos momentos de prueba pasa necesariamente por la ausencia de ejercicios de poder. Eso sería una claudicación ante las pruebas, tan grave como el recurso a la separación.
25/10/12 5:37 PM
  
Yolanda
en mi comentario de las 4:45 PM, donde dice mujer debe decir varón (obvio, un lapsus)
25/10/12 9:17 PM
  
Catholicus
Maricruz,
Tu comentario está muy bien. Se entiende fácil y encima es muy verdad.

Miriam, precioso testimomio. Así es, dejándose guiar por Dios y obedeciendo en todo sus designios se alcanza el matrimonio feliz.

Es que Dios exige confianza en sus mandatos y luego ayuda activamente a quienes son fieles, y les premia con vida plena. Siempre con alguna cruz llevadera, obviamente.

Esto nunca lo entenderán las histriónicas afeministadas. Y así se pasan el día eternamente amargadas.

Son las madres y esposas como tu la esperanza de la humanidad. Las únicas que trasmitiréis a vuestros hijos la Palabra y el ejemplo de Dios.

Que Dios bendiga abundantemente tu familia. Fruto de un árbol que vida y vida plena.
25/10/12 11:56 PM
  
Catholicus
no me considero machista, y me encantaría que el cristianismo hubiera sido heraldo del más radical igualitarismo, desde su fundación

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Esto que dices hermano es una grave confusión. Gorda de las gordas.

Puedes consultar a los doctores, el igualitarismo atenta frontalmente contra la Justicia divina.

Es lo más injusto que hay.

La Justicia, inseparable de la caridad, es dar a cada uno lo que le corresponde, o distribuir a cada cual según méritos y/o necesidades etc etc. según el tipo de Justicia que hablemos (vindicativa, distributiva etc, etc).


Dios no es igualitario, ni trata igual a todos, y no siquiera elige a todos por igual.
Dios es justo, jamás igualitarista. Dos cosas opuestas.
26/10/12 12:20 AM
  
Eva
Don Pato, qué frase tan estupenda: "Uno está en la Iglesia, no para seguir lo que me parece justo y bueno a mí, sino lo que enseña el Divino Maestro." Y apostillo, si me lo permite: porque lo que enseña Él es lo que realmente es justo y bueno. Por eso la obediencia, correctamente entendida, nos libera.

Doña Yolanda, una frase suya muy interesante: "Me parece que en un matrimonio, obviamente, varón y mujer son imprescindibles, que hay papeles exclusivos de cada sexo y papeles intercambiables." En mi opinión, no sólo es cierto en el matrimonio sino en general. Y me parece que con esta frase se entiende muy bien la igualdad cristiana. Por contra, lo que ahora llaman igualdad no es sino igualitarismo: quieren eliminar los papeles exclusivos, incluso en el terreno biológico. Pues va a ser que no, en mi tierra hay un refrán que dice 'Dios perdona siempre, los hombres algunas veces, la naturaleza nunca.'
26/10/12 5:15 AM
  
Natanael
Maricruz:

Esta muy bien todo lo que vienes diciendo ahora... pero siento decirte que es un apaño sobre lo que dice tu primer comentario (puede que sea un apaño debido a que no puntualizaste bien lo que querias decir, pero sigue siendo un arreglo).

En cuanto a la homilia del sacerdote, tu la pusiste de ejemplo sin mas, y no señalaste en ningun momento que pensaras de otro modo (es mas, aparece en claro apoyo de lo que continuas diciendo a continuacion).

Tu comentario fue en sentido absoluto, simplemente afirmaste que "las mujeres somos sobrado capaces de echarnos la familia encima sin necesidad de un varón, sin embargo, no sucede lo mismo al contrario." Sin mencionar que eso sea solo lo que pasa en tu pais.

(Por cierto, yo mismo mencione que hay lugares en los que es ya costumbre social, o mejor dicho mal social, que el varon desaparezca)

En el siguiente punto lo mismo, no afirmaste en ningun momento que hablaras solo desde un punto de vista expecifico.
Ademas, la afirmacion seguiria siendo falsa. Hablando del matrimonio se necesitan ambos conyuges el uno al otro en sentido absoluto, en cualquier nacion, pues es una cuestion humana y de lo que es el matrimonio en si.

En cuanto a mi colofon... sigo defendiendolo, el feminismo tiene mucho que ver, pues se ha mezclado en la mentalidad general de muchas sociedades (si bien no siempre conscientemente).
Lo que si creo que es justo añadir que tambien viene de sociedades en las que de facto el varon esta desaparecido, y por tanto lleva a que se piense asi de este (aunque no se puede decir que de este mal social sea culpable solo el hombre... a nivel general, despues estan los casos particulares en las que la puede tener toda).
Pero son ambos aspectos que se alimentan el uno al otro.
26/10/12 8:53 AM
  
Catholicus
"Por otra parte, toda autoridad es una fuerza acrecentadora y unitiva (auctor-augere, acrecentar), que estimula el crecimiento de personas, familias, comunidades, sociedades, manteniéndolas en la unidad por la obediencia, y facilitando así grandemente la comunión del amor fraterno. Por eso, donde la autoridad se debilita, viene necesariamente el decrecimiento y la división.

Pues bien, como ya vimos (post 36), el alma misma del liberalismo es la negación de la Autoridad divina. El Señor no es Dios, el Señor es el hombre. La autoridad no viene de Dios, viene del hombre, del pueblo. La voluntad humana se afirma en sí misma de forma absoluta y autónoma, rechazando toda Voluntad divina que le obligue. La libertad del hombre es total, y no está obligada ni a Dios, ni a la naturaleza, ni a la tradición. Estas convicciones diabólicas han venido a ser la misma forma mental y espiritual del mundo moderno. Son errores satánicos que, aunque sea en formas diversas de liberalismo, más o menos radicales, están permanentemente afirmados en todos los ámbitos de la sociedad."
_________________________

Eso que recorto del Padre Iraburu es igualmente aplicable a las esposas "cristianas" que dicen que no quieren obedecer a sus esposos. No, es que no quieren obedecer a Dios. Es diabólico y satánico el feminismo incrustado en la Iglesia.

Non serviam, non serviam, non serviam !

Suma y sigue para el desastre de la familia.
26/10/12 1:49 PM
  
Pato Acevedo
Maricruz me ha pedido que borre sus comentarios, lo que se ha hecho. Lamento muchísimo que Maricruz haya tenido que hacer eso, y creo que todos debemos tomarlo como una ocasión para reflexionar y una advertencia para moderar la forma en que expresamos nuestras ideas, sobre todo entre cristianos.

"Pero, Pato" me puede decir alguno "¿Por qué no moderas los comentarios inapropiados?". La razón es que no me lo parecieron en su momento, y en ese sentido yo también tengo que revisar mi labor. Mi criterio es que un tono airado no amonta necesariamente a un insulto, y que al debatir por internet hay que tener el cuero duro, o nunca se diría nada.

@ Miriam: es un hermoso testimonio el que das, y está visto que la experiencia te ha recompensado por tu fidelidad a Dios.

@ Yolanda: Modero insultos y blasfemias. No modero "tonos despectivos".

Por "radical igualitarismo" entiendo el acusar de machista a cualquiera que sostenga que existe una diferencia relevante entre hombre y mujer. Por ejemplo, en una reunión dije algo tan obvio como "los hombres son más fuertes que las mujeres" (estábamos hablando de deportes y fuerza física) y todos me miraron como si fuera un mentiroso, hereje y machista, y me respondieron que era ridículo de pensar eso, porque una mujer, Mónica Seles (fue hace tiempo) siempre me ganaría a mí, un hombre, en tenis. Eso es igualitarismo radical.

¿Me va a criticar por las negritas? La cita está completa ahí, y el enlace al documento íntegro en vatican.va. Si alguien no la lee, ya es problema suyo.

@ Catholicus: Al escribir que me gustaría el igualitarismo radical, obviamente que admito mi error, pues también sostengo que esa doctrina está en desacuerdo con lo que enseña NSJC.

@ Eva: Efectivamente, la obediencia es la virtud olvidada de nuestro tiempo. La obediencia es el antídoto contra el individualismo (que me pone a mí como canon de la verdad) y de la soledad.
26/10/12 4:32 PM
  
Yolanda
Por "radical igualitarismo" entiendo el acusar de machista a cualquiera que sostenga que existe una diferencia relevante entre hombre y mujer
____________

Pues menos mal que acabas de abjurar de ese igualitarismo. Porque contra ese igualitarismo estamos todos (aunque cabría preguntarse "relevante ¿para qué?", vamos a dar por supuesta tu buena intención).

Estupendamente aclarado. No es necesariamente machista negar diferencias relevantes ¡y relevantísimas! entre hombre y mujer

Luego, claro, hay quien puede usar esa diferencia para cualquier delirio disparatado o, por el contrario, celebrar esa diferencia como fuente de una feliz complementariedad.
26/10/12 5:04 PM
  
Yolanda
¿Me va a criticar por las negritas?

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Sí, claro. ¿No ves que lo he hecho? Critico que se resalte en negrita lo menos relevante del párrafo frente a lo más relevante, que es la mención a considerar factores culturales en la exegesis de la frase de san Pablo y las dos veces que se habla de reciprocidad en la sumisión. Vuelvo a criticarlo, ya que lo mencionamos.
26/10/12 5:08 PM
  
Yolanda
Modero insultos y blasfemias. No modero "tonos despectivos".

_____________

Mal hecho.

El "tono despectivo" llega a adquirir grados de brutal zafiedad y desconsideración que a quien perjudica no es a lAs "despreciadAs", ni siquiera al que los profiere, [snip].

No: lo que desluce es el criterio del bloguero que consiente ordinarieces y exabruptos como los que tú has consentido en el post anterior contra doña Eva y contra mí. Y contra las mujeres en general. ¿Realmente has leído lo que dice ese comentarista cuyo sólo nick ofende y,habiéndolo leído, ni siquiera le llamas al orden? ¿De verdad no lo ves MUY censurable?

Si no lo ves, o si te complaces en ello,¿será que sois de la misma ... ? ¿se puede decir "calaña"?, Supongo que sí, según esa curiosa norma de tu blog; aunque me parezca a mí muy inadecuada es connotación y ese tono para debatir, tú lo aprobarás?



26/10/12 5:21 PM
  
Yolanda
El problema de estas discusiones estériles y rancias, que acaban en desprecios, malos modos, vulgaridad y desvergüenza ofensiva, son esos personajes que cruzan la línea roja de lo que es "tener el cuello duro para debatir" y escriben desde la torpeza mental y discursiva, los que desprecian al prójimo (en realidad, más ala prójimA) y se creen que ser católico es necesariamente equivalente a defender TODOS los tópicos de la cenutriez más patosa a condición de que le suene de fondo una cierta música que evoque ultraconservadurismo.

Y así, se creen que si uno es católico tiene que llevar en el mismo paquete las siguientes consignas:

a) la autoridad omnímoda del varón sobre la mujer y la máxima idiotización de ésta bajo el mando arbitrario del más bobo de los varones.

b) la lectura literalista de la Escritura o, como mucho, la defensa de la 100% desacreditada teoría del Diseño Inteligente (desacreditada por científicos católicos ortodoxos sin el menor complejo).

c) el negacionismo del cambio climático y del agujero de la capa de ozono sin saber qué sean ambas cosas, sólo porque los progres más tarugos se matan por la capa de ozono sin saber tampoco de qué va. La verdad importa -a unos y otros bobo-radicales- menos que posicionarse y diferenciarse contra el adversario ideológico en lo que sea.

d) el nacionalismo españolista a ultranza y desaforado,torciendo si se tercia hasta el mimísimo Decálogo y el Credo forzándolos a decir que España es un trascendental que emana de los atributos divinos.

e) la devoción por la tauromaquia y el desprecio por el lince ibérico y las ballenas; no importa si el lince merece o no merece nuestro respeto como parte de las excelencias de la Creación, sino que si un progre es tan adoquín que defiende al lince ibérico, a la foca monje y al pingüino emperador antes que a los bebés humanos, entonces, hay que atacar al lince, a la foca y al pingüino como si fueran el mismísimo progre descerebrado.
...

f, g, h, i, j, k... todos los tópicos mezclando lo más sujeto a juicio prudencial, o lo más circunstancial y contingente, o lo más banal, con los dogmas más fundamentales de nuestra fe.

Pues no. Eso es exactamente lo mismo que les ocurre a los fundamentalistas progres: se creen que para acreditar su condición de progres auténticos tienen que profesar y proclamar todos los tópicos necios del progrerío, se creen que tienen que ir todos los topicazos buenistas y todos los dogmas de la modernez mostrenca juntos en el mismo paquete de "creencias identitarias del progresismo", y que si se profesa un tópico hay que profesarlos todos en el mismo haz y con la misma intensa devoción..

Y así se llega al extremo de locura de ver monjas defendiendo el aborto y curas proclamando el divorcio y el arrejuntamiento en masa, teólogos defendiendo la eutanasia y profesores de universidades católicas negando la transubstanciación y la virginidad de la Virgen. Y empeñándose, con todo eso sobre sus conciencias, en llamarse católicos.

Pues lo mismo, lo mismo: ni son católicos los que defienden el aborto, el divorcio la eutanasia o niegan la transubstaciación y la virginidad de María, ni lo son los que leen literalmente a san Pablo (sólo en los versículos que les gustan literalmente), ni los que defienden la sumisión exclusiva de la mujer, ni los que añaden la unidad de España a los artículos del Credo, ni los niegan el hecho probado de la selección natural como mecanismo de la evolución de las especies, ni los que se pirran por los toros ni...

No, no lo son, no son más católicos por defender necedades ultras, ni la Iglesia enseña esas tonterías ni menos aún exige profesarlas. Sólo son una caricatura chata y tosca del catolicismo.

Tolerar sus disparates y su prepotencia chulesca, sus fanfarronadas de macho tabernario, su tono patán y su arrogancia desabrida con las señoras, no les hace un favor a ellos. Y desluce la gallardía de quien se los tolera.

Y como no cabe esperar más, quedaos con el pintoresco comentarista. Donde se toleren rudezas tan primarias como las de este personaje no puedo estar yo.
26/10/12 6:01 PM
  
Alejandro Galván
Yolanda:

Veo que el calor de la discursión ha subido enteros. Así que he preferido abstenerme de intervenir, para evitar ocasiones…

Hay una frase tuya que me intriga: "[…]Sencillamente, a ninguno de ambos se le pasa por la imaginación que la relación de amor implique ejercer JAMÁS algo así como el mando o la jefatura. pero no a nivel teórico ni en el ámbito de los principios, no: hablo de la vida cotidiana y del día a día.[…]

Solo para continuar la discursión: se podría decir que, según tú, si hablamos de amor, no se debe de hablar de un "orden"; la idea de "cabeza" en el matrimonio, es en sí mismo (no en ciertas realizaciones prácticas, sino en su propio concepto) totalmente inadecuado, máxime en el matrimonio cristiano?

Otro punto, posterior, sería aclarar:

[…]Me temo que hay que tener voluntad firme y decidida de no verlo para no verlo. A ver si, en efecto, va a tratarse de algo cultural... […]
Pues yo, a mi vez, veo una voluntad FIRME Y MUY, MUY, MUY decida a ver en la enseñanza de "Mulieris dignitatem" la refutación a la doctrina magisterial anterior. Lo curioso es que, hasta ahora, nos has expresado tus convicciones, sin citas ni textos que las apoyen. Sería interesante cambiar esta tendencia.
26/10/12 7:44 PM
  
Yolanda
Alejandro:

He abandonado este sitio y las razones son obvias.

Hay más sitios donde discutir, debatir o discrepar, pero limpiamente. Cuando el moderador es tan parcial y además no cuida de saber de la catadura de con quién se alía, más vale escapar del lugar.

Tampoco veo en usted ninguna actitud de franca apertura a hablar sin levantar muros de incomunicación: mis textos de apoyo son LOS textos, los que hay. Pero algunos los retuercen y otras no lo hacemos.

En cuando a su pregunta retórica sobre la frase mía que dice que le intriga, déjese de retoricas, si ya tiene una respuesta, usted se pregunta y usted se responde: se podría decir que, según tú, si hablamos de amor, no se debe de hablar de un "orden Qué absurdo, caballero: "se podría decir, se podría decir..." ¡Claro que NO "se podría decir" semejante cosa! A nadie amo más en este mundo que a mis hijos y lógicamente hay un orden en razón de su menor edad, saber y capacidad de gobierno. Según han ido cumpliendo años este tipo de relación se ha ido adecuando a su progresiva madurez. O sea: lo normal. Y lo saludable para su propia dignidad. Igual con mis alumnos, a los que aprecio y, por la caridad que les debo y la responsabilidad que tengo sobre ellos, debo asumir el orden jerárquico derivado de su minoría de edad, y de mi autoridad en la materia que imparto.

El resto de la retórica cuestión no sé ni a qué se refiere. Estoy intentando analizar sintácticamente la frase a ver si así al entiendo, pero no se deja. Sólo se ve lo obvio: que trasluce ganas de buscar lo que no va a encontrar, es decir, contradicciones. En mi matrimonio no he vivido ningún problema relacionado con precelencias, ni con poder, ni con autoridad, ni con jefaturas, ni en el ámbito de los principios ni en el día a día.

Lo dicho, si quiere seguir debatiendo, ya que al menos muestra un grado medianamente aceptable de urbanidad y civismo, no le será difícil encontrar el modo o el sitio en la inmensidad de la red. Pero no donde no se respeta nada.

Caballero, con Dios.


26/10/12 9:03 PM
  
Alejandro Galván
Yolanda:

Con Dios, entonces.
26/10/12 9:15 PM
  
mari
Mujeres al poder.
La mujer, la madre ha vuelto a ser seducida de nuevo por la serpiente. Y queriendo ser más grandes y poderosas que Dios han perdido todo su poder, valor, fuerza, creatividad... sobre la familia en Dios. Seguramente de eso se trata hacer creer a la mujer que su poder, su triunfo y su realización está en el mundo laboral cuando en realidad está dejando abandonados en manos del enemigo a sus hijos.
26/10/12 10:10 PM
  
Catholicus
Por "radical igualitarismo" entiendo el acusar de machista a cualquiera que sostenga que existe una diferencia relevante entre hombre y mujer.
______________________________

La "única" igualdad a considerar es la misma dignidad a los ojos de Dios, en cuanto ambos tenemos inteligencia y voluntad, a su imagen y semejanza.

A partir de ahí, el simple hecho de que las mujeres puedan engendrar hijos ya es una diferencia abismal entre unos y otros. No digamos nada de evidentes sensibiblidades, diferencias de carácter y eso que llaman "inteligencia emotiva", los propios cuerpos, la fuerza física, las apetencias y deseos y cien etc más.

Tratar de forzar haciendo igual lo que Dios hizo evidente, no es que sea voluntarismo, es que es abierta cabezonería en ir contra el designio de Dios, mucho más inteligente que nosotros.

Los resultados de este inmenso esfuerzo planetario en que sea igual lo que es muy distinto ya los vemos:

Esquizofrenia femenina a raudales, hombres "desnortados" que no pueden ser simplemente lo que son, un tremendo desastre familiar en todos los órdenes, una promiscuidad forzada en los pequeños que rompe el alma, una natalidad mortífera fruto de una generación de mujeres secas que no dan vida y se casan a los 40 en altísimo número, y para qué seguir...

"Hombre y mujer los creó". Es decir distintos.

P.d: Mucho de eso es en la Europa continental, pero ya lo meterán a saco en un par de lustros en toda Hispanoamérica.
29/10/12 11:22 AM
  
Catholicus
"«Sí —repite—; es la mujer la que más paga. Maternidad y virginidad (los dos altísimos valores en los que la mujer realizaba su vocación más profunda) han venido a ser valores opuestos a los dominantes. Pero la mujer, creadora por excelencia al dar la vida, no “produce” en sentido técnico, que es el único sentido que se tiene en cuenta en una sociedad entregada al culto de la eficacia, y por ello, más dominada que nunca por el hombre. Se convence a la mujer de que se la quiere “liberar” y “emancipar”, induciéndole a masculinizarse y haciéndola así homogénea a la cultura de la producción, sometiéndola al control de la sociedad masculina de los técnicos, de los vendedores y de los políticos que buscan beneficio y poder, y todo lo organizan, todo lo venden y todo lo instrumentalizan para sus fines. Al afirmar que la diferencia sexual es en realidad secundaria (y, por lo tanto, negando el cuerpo mismo como encarnación del espíritu en un ser sexuado), se despoja a la mujer no sólo de la maternidad, sino también de la libre elección de la virginidad; y, sin embargo, así como el hombre no puede procrear, así tampoco puede ser virgen si no es “imitando” a la mujer. Ésta, también por este camino, tenía el valor altísimo de “signo” y de “ejemplo” para la otra parte de la humanidad»."

Informe sobre la Fe. Cardenal Ratzinger
Mujer y feminismo.

http://www.conoze.com/doc.php?doc=7266
31/10/12 1:00 PM

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