Sobre la decisión del juez de California
El juez que declaró inconstitucional la Constitución de California, concluyó que
La evidencia muestra que la Proposición 8 [que modificó la constitución] fracasa en presentar cualquier fundamento racional en singularizar a hombres gay y lesbianas en la negativa de una licencia de matrimonio […] De hecho, la evidencia muestra que la Proposición 8 no hace más que consagrar en al Constitución de California las noción que las parejas de sexo opuesto son superiores a las del mismo sexo […]
Lamentablemente estos trozos del veredicto no nos dicen mucho, porque hacen refrencia reitaradamente a “la evidencia” y no sabemos qué evidencia se rindió en el caso. En este caso, los temas de procedimiento son particularmente relevantes, porque correspondía que el Gobernador, como representante del Pueblo, defendiera la Proposición 8 en la corte, pero resulta que Schwarzenegger (Republicano) no sólo no defendió el resultado de la votación popular, sino que, conocido el resultado ¡felicitó a los vencedores por su victoria!
Sí nos queda clara la impresión que, para evitar la opinión de las mayorías, basta con ubicar a un juez que esté de acuerdo con uno, y luego invocarlo como precedente.
El juez también agregó
La mera desaprobación moral es un fundamento impropio sobre el cual negar derechos a hombres gay y lesbianas. La evidencia muestra conclusivamente que la Proposición 8 establece, sin razón, una visión moral privada que las parejas del mismo sexo son inferiores a las parejas de sexo opuesto.
Lo cual, traducido, básicamente dice que la mayoría no puede imponer su moral acerca de qué es el matrimonio a una minoría. Esto es llamativo porque en otra parte del fallo el juez escribe:
La evidencia muestra que el matrimonio se aleja de una institución de géneros y se mueve hacia una institución libre de roles de género impuestos por el Estado, que refleja una evolución en la comprensión del género más que un cambio en el matrimonio. La exclusión de los gays al matrimonio existe como una anomalaía de un tiempo cuando los géneros se veían como teniendo diferentes roles en la sociedad y en el matrimonio. Ese tiempo ha pasado.
En otras palabras, los ciudadanos convocados a votar no pueden plasmar sus opiniones en la Constitución, pero un juez sí puede imponer su doctrina de la igualdad (que dicta que hombres y mujeres no deben tener roles propios) por un mero acto de voluntad, le basta decir “Ese tiempo ha pasado".
Se suponía que estas cosas no debían pasar en democracia. Se suponía que los derechos fundamentales eran claros y simples, y que en los asuntos complejos y dudosos los jueces deberían decidir de la forma más acorde a lo que querría la mayoría, expresada en la ley. Aquí, sin embargo, vemos que todavía tenemos castas privilegiadas, facultadas para decirnos que lo que pensamos no está bien.
En el caso de los EUA, ya se anticipa que el conflicto alcanzará a la Corte Suprema y ahí se habla de una decisión incierta y polarizada, en donde el voto que rompa el empate entre las posiciones será el de un solo juez, Anthony Kennedy, y lo que él decida se aplicará como ley a millones de estadounidenses. Se suponía que esto no debía pasar en democracia.
Los vencedores en esta decisión la han comparado con los fallos de los años 60 que anularon las leyes que prohibían los matrimonios interraciales y establecían escuelas segregadas, y en cierto sentido tienen razón, porque se trata en ambos casos de leyes apoyadas por la mayoría, pero que fueron derribadas por una casta judicial, en base a ningún texto legal o constitucional, sino a su personal sentido de lo que era correcto hacer.
Pero lo único que demuestra el paralelismo entre ambas situaciones es que la misma herramienta puede usarse para hacer algo muy bueno o muy malo, y que, por lo tanto, ningún regimen político nos asegura por sí solo tener un buen gobierno. Se necesita algo más. Sólo democracia no basta.
11 comentarios
Como católicos estamos llamados a la esperanza y a predicar a Cristo resucitado, pero el futuro que se adivina a la vuelta de la esquina es sumamente preocupante.
Aquí en España después de que el Parlamento aprobara por mayoría la nueva ley del aborto, el PP la ha recurrido al Tribunal Constitucional, lógicamente con el aplauso de los católicos, que igualmente habrían apoyado la medida aunque la ley se hubiera aprobrado en referendum (vale, en España no son vinculantes, ya lo sé).
La proposición ocho consistía en una modificación de la Constitución estatal de California, que lógicamente no puede contradecir a la Constitución federal, como los estatutos de autonomía en España deben estar en consonanciacon nuestra Constitución.
Y un juez ha dictaminado que dicha proposición era inconstitucional.
En fin, que los cristianos americanos en unos años tendrán que vivir en la terrible situación de que ellos seguirán haciendo su vida normal, pero otros americanos podrán casarse aunque sean del mismo sexo, sin meterse con nadie y sin obligar a nadie a hacer lo mismo.
Algo que les quita el sueño a los seguidores de Jesús.
@ Gringo: Yerras el punto del post, que no es si las uniones homosexuales son legítimas o no, sino la falta de respeto a lo decidido por el pueblo californiano.
@ Norberto: También encontré ese dato en los artículos en inglés, así que debe ser cierto.
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Por esa regla de tres... también se le falta al respeto al pueblo catalán que decidió su independencia de España en referendum.
Hay decisiones que no son legales y punto, incluso aunque no nos gusten, y lo que decida un pueblo no puede estar por encima de lo que se haya decidido para todo el país. Cuestión de leyes por el bien general, no de falta de respeto.
¿Cuándo ocurrió eso?. No hay peor mentira que una verdad a medias.
En cualquier caso, allí los jueces mangonean políticamente mucho más que aquí, aunque solo sea porque son de verdad independientes.
Un juez del Supremo, una vez nombrado, lo es para siempre, y no necesita plegarse a los deseos de quien lo nombró.
En cualquier caso, ni estas élites togadas pueden sustraerse al positivismo jurídico. Si la definición de matrimonio como unión de hombre y mujer se incorpora a la Constitución federal tendrán que envainarse sus opiniones personales, y tragar.
Creo que hubo algún movimiento para modificar la Constitución en esa linea, pero desconozco la rigidez del sistema de enmiendas constitucionales.
Al final, no quedará otra en USA para que se respete algo tan sencillo como que tipo de institución matrimonial quieren los americanos, expresado sistematicamente referendum tras referendum, e ignorado sistematicamente por la "élite" "democrática".
Un referéndum que se convoca con reglas fuera de lugar no puede ser válido, además de ser falso pues se sabía que fuera el resultado el que fuera no tendría vigencia jurídica.
El Derecho no es una ocurrencia.
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