El daño de los sínodos ya está hecho (y el bien también)
Como ya sabrán los lectores, el Cardenal Burke y Mons. Schneider han pedido a los fieles que oren y ayunen para evitar que en el sínodo de la Amazonia se aprueben medidas y afirmaciones contrarias a la fe católica. Sin duda, se trata de una iniciativa encomiable, buena y, si Dios quiere, fructífera. No puedo, sin embargo, evitar la sensación de que el daño esencial que puede hacer este sínodo ya está hecho.
Consideremos un momento lo que ha sucedido: un sínodo de obispos católicos, que se va a celebrar en Roma, tiene un documento de trabajo frontalmente contrario a la fe. Sé que esta afirmación suena muy drástica, pero a mi juicio es evidente para cualquiera que lea el documento: está plagado de afirmaciones irreconciliables con la fe católica, coloca el catolicismo al mismo nivel que las religiones paganas (falsas) y, por lo tanto, a Jesucristo al mismo nivel que las supersticiones y los ídolos; promueve una visión panteísta de la naturaleza y del mundo ajena a la fe católica sobre la creación; relativiza la Revelación de Dios en su Hijo, igualándola a las (a menudo disparatadas) conclusiones de las distintas culturas amazónicas; y pone las bases para la abolición del celibato, la introducción del sacerdocio femenino y la desaparición de la distinción entre seglares y sacerdotes.
Esto es, por supuesto, un gran problema, pero no el más importante. Clérigos e incluso sínodos locales que dicen barbaridades y herejías los ha habido siempre y, si Dios no lo remedia, seguirán surgiendo hasta la segunda venida de Cristo. El problema, el verdadero problema, es que ese texto lleno de barbaridades y herejías no ha sido repudiado ni condenado en la Iglesia. Al contrario, a pesar de esas barbaridades y herejías se va a utilizar como instrumento de trabajo, con la aquiescencia de la Santa Sede y de la inmensa mayoría de los obispos del mundo, ya sea por acción u omisión.
Esto es terrible, porque, de hecho, sin necesidad de que se aprueben afirmaciones erróneas de este calibre al final del sínodo (que es lo que quieren evitar el cardenal Burke y Mons. Schneider), las más altas jerarquías no manifiestan ningún problema en que se niegue así la fe en documentos eclesiales. Es decir, incluso si no se aprobase ningún error en el sínodo, se está declarando que en la Iglesia se pueden negar las verdades fundamentales de la fe, que es admisible plantear que esas verdades no lo son y que es concebible que esas verdades se cambien si así lo deciden un sínodo, un número suficiente de obispos o un Papa. Dicho de otra forma, la fe se considera de facto en la Iglesia una opinión más. Es la opinión que ahora mismo defiende la Iglesia, pero mañana eso podría cambiar y la fe podría ser otra completamente distinta. Se puede discutir y plantear su cambio. Una vez que se ha aceptado eso, la batalla ya está perdida y se ha abandonado la fe católica. Da igual que materialmente se aprueben o no errores en el sínodo, porque tácitamente se ha aprobado algo mucho peor: el hecho de que no existe una fe católica, solo opiniones cambiantes con el correr de los tiempos.
No es la primera vez que esto sucede, por desgracia. Lo cierto es que este gran daño a la fe es fruto de otro anterior en el mismo sentido: cuando se celebró el sínodo de la familia, lo primero que se dijo es que se admitían todas las opiniones, se podía proponer cualquier cosa, y así se hizo: se defendieron barbaridades sin cuento sobre las relaciones prematrimoniales, los anticonceptivos, las parejas del mismo sexo, el matrimonio y el divorcio, sin que la Santa Sede condenara esas afirmaciones, cuyos defensores, lejos de ser reprendidos, han sido ascendidos y llamados a enseñar en nombre de la Iglesia. Al final, se aprobó confusamente, en un par de frases y una nota a pie de página, una carga de profundidad que destruye por completo la moral católica: la idea de que el fin justifica los medios y, por lo tanto, a veces Dios quiere que adulteremos y se puede dar la comunión a alguien que persiste en el pecado grave. Algo gravísimo, pero que era simplemente la consecuencia necesaria de un planteamiento contrario a la esencia misma de la fe.
Si la fe es solo una opinión más, antes o después prevalecerán las opiniones cómodas, las que no exigen dejarlo todo para seguir a Cristo, las que permiten llevarse bien con el mundo. Como sucede en economía, donde la moneda mala desplaza a la buena según la ley de Gresham, si no hay fe las opiniones mundanas y cómodas desplazan a las “opiniones” cristianas y difíciles. Al final, como si de un protestantismo “católico” se tratase, la única fe verdadera se cambia por quot capita, tot sententiae, tantas opiniones como cabezas.
De esta forma, el sínodo de la familia hizo posible el sínodo amazónico. En el primero, se pusieron los fundamentos que han hecho posible el segundo y que permiten que se nieguen ahora con claridad los fundamentos de la fe, del mismo modo que ya se negaron confusamente los fundamentos de la moral. También de estos barros vienen los lodos de la aparente (y de nuevo confusa) negación de la doctrina inmemorial de la Iglesia sobre la pena de muerte o la negación por altos responsables vaticanos de la doctrina católica sobre la guerra justa. Si se pueden cambiar los fundamentos de la moral y de la fe, ¿por qué no las doctrinas “menos importantes” que más les molestan a los biempensantes del mundo actual?
Lo mismo podríamos decir del sínodo alemán. Si la mayoría de los obispos alemanes se atreven a decir públicamente que van a discutir sobre diversas doctrinas y preceptos morales de la Iglesia para decidir si conviene cambiarlos, si la mayoría de los que participan en ese “camino sinodal” son laicos, teólogos y clérigos que ya han negado públicamente esos preceptos morales y doctrinas, si Roma refunfuña por tanta independencia pero no corta ese despropósito de raíz, es porque los presupuestos ya estaban ahí. El sínodo de la familia hizo lo mismo, pero menos abiertamente, y, como no pasó nada, como los obispos callaron, como prácticamente nadie protestó, lo normal es que los que desean destruir la fe pierdan el miedo y muestren abiertamente ese deseo, confiados en su impunidad. El mal de estos sínodos, por desgracia, ya está hecho.
Decía en el título, sin embargo, que el bien de estos sínodos también está ya hecho. Quizá a algunos les parezca muy poca cosa, pero lo cierto es que hay un importantísimo bien oculto en esas tristes constataciones de que la mayoría de los obispos callan. Si decimos que la mayoría callan es porque hay algunos obispos que se han levantado para decir públicamente que no aceptan las deformaciones de la fe y la moral que se están produciendo en estos sínodos.
De todos es conocido el caso de los cuatro cardenales que se atrevieron a presentar sus dubia al Papa sobre la nueva moral que subyace a Amoris Laetitia, aunque fuera sin ningún éxito y la mitad hayan muerto sin recibir respuesta. Otros obispos, aquí y allá en el mundo, y miles de teólogos, sacerdotes y simples laicos se sumaron públicamente a esas dudas a través de diferentes declaraciones y peticiones. Con respecto al sínodo de la Amazonia, varios obispos y cardenales (Brandmüller, Burke, Müller, Pell, Urosa, Azcona, Schneider, etc.) han dicho públicamente que el documento de trabajo es erróneo o herético o incluso una “apostasía". El Cardenal Sarah ha señalado sin miedo que la crisis del clero es, en realidad, una “crisis de fe”, porque “toleramos todas las puestas en causa. La doctrina católica es puesta en duda. En nombre de posturas llamadas intelectuales, los teólogos se divierten deconstruyendo los dogmas, vaciando la moral de su sentido profundo".
En la misma Alemania, donde todo parece ir tan mal (y no solo lo parece), doce obispos han votado contra la organización misma del sínodo y un obispo, Mons. Voderholzer, a quien Dios premiará abundantemente, ha dicho algo que yo ya desesperaba de oír en labios episcopales durante mi vida: que, como obispo y teólogo, ha jurado proclamar y defender la fe católica (por desgracia, lo contrario sí que lo había oído antes en boca de algún obispo). En ese sentido, Mons. Voderholzer se reserva el derecho a abandonar el sínodo si se vulnera la fidelidad a la doctrina de la Iglesia. Da gusto oír hablar así a los obispos, aunque sean pocos. Casi se diría que estamos oyendo ecos de Ambrosio, Atanasio, Agustín o Jerónimo.
Comprendo perfectamente que este bien parezca muy pequeño al lado del mal, que un puñadito de obispos con fe resulte poca cosa en comparación con la gran masa episcopal que calla o colabora entusiasta con la descatolización, pero así es como hace Dios las cosas. Dios actúa con medios pobres, pobrísimos y humanamente inútiles, para que se manifieste que una fuerza tan extraordinaria viene de Dios y no viene de nosotros. Cuanto más débiles sean humanamente los que defienden la fe, más podremos confiar en la fuerza de Dios. A fin de cuentas, el Reino de Dios es como una semilla de mostaza, al sembrarla en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las hortalizas y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas.
Dios siempre se busca un resto fiel que no está dispuesto a doblar la rodilla ante Baal, que no quiere renunciar a la fe, aunque de esa renuncia dependan ascensos, comodidades, elogios y palmaditas en la espalda. Esa es la fe que mueve montañas, que hizo extenderse a la Iglesia por el mundo, por la que murieron nuestros padres y que es la única que nos puede salvar. ¿Está contra ella quizá la mayoría de los que se dicen católicos pero hace tiempo que dejaron de creer? ¿Incluso multitud de clérigos y obispos están contra ella? ¿El mundo odia esa fe y solo desea su destrucción? Que así sea. Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
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El Señor se levanta a juzgar, se ha puesto en pie para sentenciar a su pueblo. El Señor viene a juzgar a los jefes y príncipes de su pueblo: Vosotros devastabais las viñas y tenéis en vuestra casa lo robado al pobre. ¿Por qué trituráis a mi pueblo y aplastáis el rostro de los desvalidos? -oráculo del Señor de los ejércitos-.
Isaías 5
El Señor alzará al enemigo contra ellos y azuzará a sus adversarios: al oriente, Damasco, al poniente, Filistea, devorarán a Israel a boca llena. Con todo esto no se aplaca su ira, sigue extendida su mano.
Pero el pueblo no se ha vuelto hacia el que lo hería, no ha buscado al Señor de los ejércitos. El Señor cortará cabeza y cola, palmera y junco en un solo día. (El anciano y el noble son la cabeza, el profeta impostor es la cola). Los que guían al pueblo lo extravían, los guiados se han perdido. Por eso el Señor no se apiada de los jóvenes, no se compadece de huérfanos y viudas; porque todos son impíos y malvados, y toda boca profiere infamias. Con todo esto no se aplaca su ira, sigue extendida su mano.
Isaías 9
Ambas lecturas se han leído en el Oficio de Lecturas de esta semana. ¿Coincidencia, casualidad, azar...?
Termino a lo Luis Fernando, que eso resume todo: santidad o muerte.
Unidos en la oración.
Hay que volver a hacer un hueco a Dios dentro de la Iglesia. Sabemos eso de las puertas del Hades... pero no podremos calibrar cuán catastrófica podría ser acercarse demasiado a ese punto en que Dios tenga que intervenir para evitarlo.
Señor, perdona nuestra impiedad, nuestra soberbia y desvarío.
Quisiera agregar otro bien que creo que estos sínodos generan. Se trata de algo muy similar a aquello que dices: "para que se manifieste que una fuerza tan extraordinaria viene de Dios y no viene de nosotros".
Siendo que en la mismísima Santa Sede circulan, se utilizan y hasta se publican oficialmente documentos que contradicen la fe católica, haciendo que esta parezca no ser sino "una opinión más", como tú dices, y por cierto no precisamente la opinión preferida (al menos no en Roma); sería razonable prever (para alguien sin verdadera fe) que en algún momento llegue a aparecer una proclamación, con los requerimientos propios de las enseñanzas magisteriales que la misma Iglesia ha definido como infalibles, afirmando algo contradictorio con la doctrina "anterior".
Es que, mirando las cosas desde una perspectiva meramente humana, parece natural: si la fe es una opinión, y esta opinión está cambiando en Roma, pues en algún momento deberían alterar su doctrina, tirando por la borda su noción previa de infalibilidad.
Podemos pensar por ejemplo en el dogma de la infalibilidad papal: "el Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra -- esto es, cuando cumpliendo su cargo de pastor y doctor de todos los cristianos, define por su suprema autoridad apostólica que una doctrina sobre la fe y costumbres debe ser sostenida por la Iglesia universal (...) goza de aquella infalibilidad de que el Redentor divino quiso que estuviera provista su Iglesia" (Dz 3074, CVI). Pues bien, si lo recién citado es mera opinión, y no la pura verdad, en algún momento debería verse refutado con los hechos: debería aparecer una proclamación "ex cathedra" que niegue una definición de la Iglesia también calificada de infalible por la doctrina de siempre.
Cosa que no ha ocurrido. Ni va a ocurrir. Dejando de manifiesto que incluso en medio de la terrible crisis actual, en la que un auténtico mar de opiniones heréticas de todo tipo inunda Roma y el mundo católico en general, la doctrina auténtica permanece intacta, inamovible, sin tocar. Porque quien garantiza su defensa es Dios, no los hombres. Para quien quiera ver, en las peores crisis la Iglesia, la fe resplandece por su incorruptibilidad.
"Para quien quiera ver, en las peores crisis la Iglesia, la fe resplandece por su incorruptibilidad"
Bien dicho. Es la antigua prueba de la fe que contaba Boccacio en su historia sobre el judío Abraham que viajaba a Roma.
Estoy seguro, de hecho lo sé, que a muchos os ha pasado llegar a un grado de angustia absolutamente desbordante por la situación que vive la Iglesia. A mí ya no me pasa, veo con tanta claridad la Majestad de Jesucristo el Señor moviéndolo todo que no temo, no me angustio: sé que la Iglesia de Cristo, custodia del depósito de la fe en la que confirma al pueblo de Dios, se abrirá camino; las puertas del hades no prevalecerán. Sé que todavía no hemos tocado fondo y que nos quedan por vivir momentos muy amargos pero no creo que pueda haber purificación alguna sin haber tocado fondo. Sigamos gritando con cien mil lenguas, es nuestro deber y colaboramos con el Señor de la historia para rescatar a la Iglesia y a la humanidad de este momento tenebroso en el que se han sumergido. El poder de la Sinagoga de Satanás y su veneno, el relativismo, no son eternos, tengamos ánimo. Un abrazo a todos.
El sometimiento al partido comunista es lo peor de la actualidad
No hay Sínodo ni autoridad alguna terrena que pueda llegar a Cristo sino por la Fe, esa renovación interior de la que habla el Apóstol es siempre previa a la acción para poder llevar a cabo lo que Dios quiere, todo lo demás si se busca por otro camino llevará al error. Si la Iglesia no custodia la revelación de la que es administradora pero no dueña en vano se afanan los Obispos.
Esto no es nuevo, se presenta como nuevo a partir del gran desconocimiento que hay sobre la Doctrina, la Teología Dogmática, Teología Sacramental, Teología Moral, ni hablemos del Derecho Canónico, hagan una encuesta y pregunten qué contiene el Misal Romano, qué contiene la Instrucción General del Misal Romano, qué dice la instrucción Redemptionis Sacramentum.
La última pregunta debe ser si hay que cumplir esos contenidos o se puede prescindir de los mismos ?.
Al menos en el primero, antes de la película, veíamos como se inauguraban pantanos para la siempre sedienta España; se veían curas fieles vestidos de tal; salíamos niños humildemente vestidos pero con una alegría y una pureza en la mirada que las nuevas tecnologías arrebataron.
Es extraño constatar, que en ese mundo en blanco y negro, había una luz que desapareció.
Están confiando más bien en que sus doctrinas novedosas sean aplicadas y aceptadas por el Pueblo de Dios sin más, y que esa aceptación general cierre el debate. Están convencidos de que serán aceptadas porque creen que son más fáciles de tragar por el cristiano acomodaticio que el auténtico Evangelio. Bastaría con ningunear a los críticos, esos fariseos histéricos. Veremos.
La clave está en qué hará el Pueblo de Dios. En mi opinión los que están desapareciendo rápidamente son los católicos secularizados, pasando directamente a la indeferencia religiosa o muriendo por causas naturales. Está quedando un resto pequeño de fieles que quizá no crece pero, sorpresa, tampoco decrece. Y me parece que no está en mucha sintonía con el "nuevo paradigma".
Por cierto, ¿por qué ya nadie habla con arrobo del "nuevo paradigma"?Algo está pasando. Están solos.
"Yo creo que hay que confiar en la asistencia del Espíritu Santo a la Iglesia y especialmente al Santo Padre"
Siempre hay que confiar en el Espíritu Santo, pero, por supuesto, sabiendo que todos los humanos, incluido el Papa, tienen libertad para aceptar o no la asistencia de ese Espíritu.
El Espíritu Santo no falla, los humanos sí. Unos más y otros menos.
"Si la Iglesia no custodia la revelación de la que es administradora pero no dueña en vano se afanan los Obispos"
Sí. Toda la lucha del mundo contra el cambio climático no ha salvado nunca a nadie.
En oposición diametral a su misión. Un enorme perro mudo y desdentado.
Si así funciona la reforma de la Curia en otras instancias..
¡Pobre Iglesia!
"Aquí se ve a los que de verdad son buenos obispos. Los que siempre fueron considerados buenos obispos por su recta doctrina y buen gobierno diocesano, no son tales si ahora callan, ya sea por respeto humano, ya por ahorrarse la molestia"
Tiendo a pensar lo mismo y me entristece mucho.
Sin embargo, conviene tener en cuenta que es posible, en casos concretos, que haya circunstancias que no conocemos. El caso más evidente es el del Papa emérito: es muy posible que piense (acertadamente o no) que hablando haría más daño a la Iglesia que callando, por el peligro de división entre "dos" papas enfrentados.
"¿Y la Congregación para la Doctrina de la Fe?"
La que más debería hablar, pero no dice nada. Y, cuando lo ha hecho, habría sido mejor que se hubiera quedado callada.
Poder se puede hablar, el caso del Cardenal Sarah (y el del mismo Müller) lo confirma, pero hay que querer hacerlo y no tener miedo a las consecuencias.
Pero lo que mas me duele , es el SILENCIO de muchos pastores. No se ha llegado hasta aquí de forma súbita; ha sido un proceso largo, lento, y anunciado.
Gracias por tu llamado a una sana moderación en el juicio.
"Debemos siempre tener..."
Sin duda. Y eso es lo que hacemos: mantenernos firmes en lo que la Iglesia jerárquica siempre ha determinado y rechazar lo contrario a esa enseñanza. Sean quienes sean los que la contradigan.
Como, por otra parte, nos manda la propia Palabra de Dios: "Pero si aun nosotros [la más alta jerarquía, un apóstol], o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema."
«Lo que era cierto ayer también lo es hoy. Debemos mantenernos firmes en lo que Benedicto XVI llamó la hermenéutica de la continuidad. La unidad de la fe implica la unidad del magisterio en el espacio y el tiempo. Cuando se nos da una enseñanza nueva siempre se debe interpretar en coherencia con la enseñanza anterior.»
Usted, como es lógico, puede creer lo que quiera, ya que ni usted ni yo podemos entrar en la mente de Benedicto XVI. Lo que sí podemos hacer es ver lo que aprobó y firmó como Papa y como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que son precisamente esas cosas que se niegan en Amoris Laetitia.
Yo lo único que sé es que decir, como dice Amoris Laetitia, que en ocasiones adulterar puede ser la respuesta generosa que Dios nos pide, que el fin justifica los medios, que no existen los actos intrínsecamente malos, que la gracia de Dios no basta para salir del pecado y que se debe dar de comulgar al que está en pecado grave habitual y público y no quiere salir de él es contrario a lo que ha enseñado siempre la Iglesia (incluidos los tiempos de Benedicto XVI y el card. Ratzinger).
Y si tengo que elegir, me quedo con lo que ha enseñado siempre la Iglesia y no con Amoris Laetitia.
Veo que ya le expliqué todo esto, con mucho mayor detenimiento, en los comentarios de este post:
Acusaciones de herejía contra el Papa
Y veo que en aquella ocasión no respondió usted a los argumentos que le di. ¿Tiene quizá alguna información nueva que aportar al tema?
En la historia han habido Papas nefastos que hacen dudar del buen juicio del Espiritu Santo. Y ahora nos toca contemplar el pontificado de otro más. Francisco es lo peor que le ha podido pasar a la Iglesia en mucho tiempo. Negarlo es negar la verdad. Y como se decía por ahí "la verdad os hará libres".
Ahora pregunto por qué no se usa el término que corresponde a la naturaleza Canónica de lo que se quiere hacer ?.
Las normas Canónicas que se mencionan por Roma son las que refieren concretamente a un Concilio Particular que es la figura aplicable, no existe un Sínodo Local como pretenden en Alemania. El Concilio "encubierto o no " tiene potestad de régimen y sobre todo legislativa que de ser aprobada una situación concreta pasa a ser obligatoria. Por eso Roma les advierte que "que los planes de los obispos alemanes violan las normas canónicas y, de hecho, se proponen alterar las normas y doctrinas universales de la Iglesia.
En su revisión legal de los proyectos de estatutos, el arzobispo Iannone señaló que los alemanes proponen tratar cuatro temas clave: «autoridad, participación y separación de poderes», «moralidad sexual», «la forma de vida sacerdotal» y «mujeres en ministerios y oficios de la Iglesia».
«Es fácil ver que estos temas no solo afectan a la Iglesia en Alemania, sino a la Iglesia universal y, con pocas excepciones, no pueden ser objeto de las deliberaciones o decisiones de una Iglesia en particular sin contravenir lo expresado por el Santo Padre en su carta», escribió Mons. Iannone.
Normas invocadas por Roma:
Canon 439 § 1. El concilio plenario, para todas las Iglesias particulares de la misma Conferencia Episcopal, ha de celebrarse siempre que a esa Conferencia Episcopal parezca necesario o útil, con aprobación de la Sede Apostólica. § 2. La norma establecida en el § 1 se aplica también al concilio provincial que se celebre en una provincia eclesiástica cuyos límites coincidan con los del territorio de una nación.
Canon 445 El concilio particular cuida de que se provea en su territorio a las necesidades pastorales del Pueblo de Dios, y tiene potestad de régimen, sobre todo legislativa, de manera que, quedando siempre a salvo el derecho universal de la Iglesia, puede establecer cuanto parezca oportuno para el incremento de la fe, la organización de la actividad pastoral común, el orden de las buenas costumbres y la observancia, establecimiento o tutela de la disciplina eclesiástica común.
446 Una vez concluido el concilio particular, su presidente debe cuidar de que las actas completas del concilio sean enviadas a la Sede Apostólica; los decretos dados por el concilio no se promulgarán sino después de que hayan sido revisados por la Sede Apostólica; corresponde al mismo concilio determinar el modo de promulgación de los decretos y el momento en el que, una vez promulgados, empezarán a obligar.
Lo triste es que se centran en la cuestión canónica, en lugar de decirles la verdad a los obispos alemanes: todos esos laicos, teólogos y obispos que van a participar en el sínodo y han negado ya la fe y la moral católicas públicamente no solo no pueden participar en un sínodo católico, sino que, si no se arrepienten, deben abandonar cualquier cargo que tengan en la Iglesia y, si persisten, quedarán excomulgados.
Pero como no se atreven a hacer eso, siguen dándole vueltas a los cánones. Y el problema crece y crece y sigue creciendo.
No, yo no puedo creer lo que quiera. Tengo la obligación de creer lo que Dios manda creer, y si no lo hago acabaré condenándome.
Herejía y ambigüedad no son lo mismo. Si Amoris Laetitia fuera herética, todos esos buenos prelados y teólogos que han aceptado la Exhortación estarían pecando gravemente, ya sea por acción u omisión.
Sobre lo que usted dice de un post anterior, sí que le respondí a lo que usted dijo. El estudio que le enlacé daba respuesta a ello.
Gracias por no borrar mi comentario. Que Dios esté con usted.
P. S.: Sé bien que ustedes pueden identificar los comentarios que los lectores hemos escrito en el pasado, aunque cambiemos de nombre. Si se fija, verá que mi dirección de correo es la misma.
Así es ¿No es escalofriante?
"No, yo no puedo creer lo que quiera. Tengo la obligación de creer lo que Dios manda creer, y si no lo hago acabaré condenándome"
Pensé que era evidente que mi frase no era una invitación al libertinaje, sino simplemente una indicación de que una mera opinión o creencia no es un argumento.
"Herejía y ambigüedad no son lo mismo. Si Amoris Laetitia fuera herética, todos esos buenos prelados y teólogos que han aceptado la Exhortación estarían pecando gravemente, ya sea por acción u omisión"
Siento darle la mala noticia, pero las personas pecan. También los buenos prelados y teólogos. Ojalá no fuera así, pero sucede. Por eso, lo que hagan las personas es un argumento muy débil, que no puede sustituir a discutir los temas en sí.
Por otra parte, como ya le señalé, las ambigüedades fueron resueltas posteriormente por el propio Papa en la dirección mala, no en la buena. Qué quiere que yo le haga. Yo también desearía que no hubiera sido así.
"Sobre lo que usted dice de un post anterior, sí que le respondí a lo que usted dijo. El estudio que le enlacé daba respuesta a ello"
No. Usted comentó, yo le respondí, entonces usted puso ese enlace y yo le contesté, mostrándole con claridad que ese estudio decía exactamente lo mismo que yo. Con gran respeto, pero afirmaba que donde el Papa decía "bien" en realidad había que decir "mal" y donde el Papa decía que los adúlteros podían comulgar, en realidad había que decir que no podían comulgar y donde el Papa decía que no hay acciones intrínsecamente malas en realidad había que decir que sí hay acciones intrínsecamente malas (como el adulterio), etc.
Me di el trabajo de leer el artículo y mostrarle todo eso, con citas y ejemplos. Pero no respondió nada.
Todos los argumentos que ha dado son indirectos y ajenos al tema, por alguna razón no quiere tratar las afirmaciones evidentemente erróneas escritas en la exhortación. No sé por qué lo hace, porque no me voy a meter en su conciencia, pero así es imposible discutir sobre el tema. Por eso le preguntaba si quería dar algún argumento sobre el tema, porque hasta ahora solo ha alegado el artículo aquel que citó (que, como le mostré, en realidad decía lo contrario de lo que usted pensaba que decía) y el hecho de que hay obispos y teólogos buenos que han aceptado la exhortación (como si el hecho de que esos obispos y teólogos pequen todas las semanas, por ejemplo, de soberbia fuera una prueba de que no existe ese pecado).
"Sé bien que ustedes pueden identificar los comentarios que los lectores hemos escrito en el pasado, aunque cambiemos de nombre. Si se fija, verá que mi dirección de correo es la misma"
No pretendía acusarlo en absoluto de intentar engañar. Lo siento si lo ha parecido. He señalado el antiguo nombre que puso para que el que acudiera a leer su comentario antiguo pudiera encontrarlo.
Saludos y gracias por sus comentarios.
Con una lucidez así, la suegra de Pedro será su fundamento teológico para fabricar curas casados allí donde se precisen. Como dijo el obispo Rafael Cons, quien espera ansioso este sínodo, "hay que agradecer a Dios que suscita, a través del Espíritu, a cabezas tan clarividentes como la del Papa Francisco".
Lo que dice el Papa es un planteo historico a un momento dado .
para que se estudie el porque de esa situación .
Ud puso solamente una parte del pàrrafo no se con que fín .
Sí, estoy contigo Bruno en que el Señor saca bien en toda circunstancia, aun en esta tan difícil que vive su Iglesia, pero o volvemos a la Tradición
o ninguna fuera humana parará a los malos pastores y sus sínodos.
Poder se puede hablar, el caso del Cardenal Sarah (y el del mismo Müller) lo confirma, pero hay que querer hacerlo y no tener miedo a las consecuencias.Entiendo lo que quieres decir pero precisamente por el miedo a las consecuencias, ya no temporales sino eternas, deberían hablar y no callar. Porque al que mucho se le ha dado, mucho se le exigirá. Y no quisiera estar en los zapatos de esos "sacerdotes" de Cristo —que debiendo hablar, permanecen mudos— en el día de su juicio particular. Porque su silencio, en cierto modo, es una manera de negar a Cristo delante de los hombres. Y sabemos que es lo que dijo el Señor respecto de los tales.
Luego estan las medidas gubernamentales como las tomadas recientemente por Angela Merkel. Se subiran los impuestos a los combustibles fosiles y se subvencionaran las compras de vehiculos hibridos. Tambien podrian abaratar el transporte publico para incentivar su uso en lugar de utilizar los vehiculos particulares. Luego estan las energias renovables y los acuerdos de Kyoto.
Una cosa es ser ecologista y otra cosa es hablar de la Madre Tierra como si fuera una diosa. Aunque tambien creo que es una forma de hablar porque no creo que el Papa crea en una diosa llamada Madre Tierra al estilo pagano.
No le respondí entonces, porque vi claramente que usted difícilmente iba a escuchar lo que yo pudiera decir. ¿Por qué pienso eso? Pues mire: creo que es evidente que el estudio que le enlacé no es ninguna crítica de la Exhortación, como usted dijo, sino todo lo contrario. Su título es: AMORIS LAETITIA: PARA SU INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN. En él se afirma claramente la continuidad de la Exhortación con el magisterio precedente. Además, es un texto del Pontificio Consejo para la Familia, un Dicasterio de la curia romana, es decir, un organismo que ayuda al Papa en el ejercicio de su ministerio. Difícilmente este organismo escribiría un texto para la aplicación de Amoris Laetitia que fuera una crítica, o que se opusiera al magisterio o a la voluntad del Papa.
Por otra parte, el estudio es posterior a la carta que el Papa dirigió a los obispos de Buenos Aires; según usted, el Papa da una interpretación herética de la Exhortación en esa carta a los obispos. Bien, pues el estudio es posterior a ello. Y en él se afirma esto:
“A la luz de Amoris Laetitia y sobre todo de la enseñanza de San Juan Pablo II en Familiaris Consortio y Veritatis Splendor, las nuevas uniones de divorciados y las otras convivencias sexuales nunca deben ser aprobadas como objetivamente lícitas (cf. AL 291; 297; 303; 305)”.
El estudio puede encontrarse en Internet. En él se explica e interpreta Amoris Laetitia en sentido ortodoxo.
Resalto también que el Papa ha afirmado varias veces que los "divorciados vueltos a casar" no pueden recibir la Eucaristía. Puede comprobarse en las siguientes noticias:
infocatolica.com/?t=noticia&cod=28885
infocatolica.com/?t=noticia&cod=21995
(Hay que poner triple w y punto delante de los enlaces).
No son muchos quienes se atreven a oponerse con firmeza a este nuevo modelo, aunque estoy seguro de que son muchos más quienes ven con asombro, perplejidad y tristeza estos cambios, que saben que rompen con la tradición, cuando no son herejías o errores doctrinales.
A mi juicio, en 1962, año de inauguración del Concilio Vaticano II, los “conservadores” y tradicionalistas perdieron la batalla. La tendencia es imparable.
"Discurso de Su Santidad Benedicto XVI el 24 de enero de 2008 a un congreso con ocasión del 25º aniversario de la promulgación del Código de derecho canónico.
La ley canónica en la vida de la Iglesia: "pone de relieve la íntima relación que existe entre la ley canónica y la vida de la Iglesia de acuerdo con la voluntad de Jesucristo. Por eso, en esta ocasión deseo reafirmar un concepto fundamental que informa el derecho canónico. El ius Ecclesiae no es sólo un conjunto de normas emanadas por el Legislador eclesial para este pueblo especial que es la Iglesia de Cristo. Es, en primer lugar, la declaración autorizada, por parte del Legislador eclesial, de los deberes y de los derechos, que se fundan en los sacramentos y que, por consiguiente, han nacido de la institución de Cristo mismo. Este conjunto de realidades jurídicas, indicado por el Código, forma un admirable mosaico en el que se encuentran representados los rostros de todos los fieles, laicos y pastores, y de todas las comunidades, desde la Iglesia universal hasta las Iglesias particulares. El Código de derecho canónico contiene, además, las normas emanadas por el Legislador eclesial para el bien de la persona y de las comunidades en todo el Cuerpo místico, que es la santa Iglesia. Como dijo mi amado predecesor Juan Pablo II al promulgar el Código de derecho canónico el 25 de enero de 1983, la Iglesia está constituida como un cuerpo social y visible; como tal "tiene necesidad de normas para que su estructura jerárquica y orgánica resulte visible; para que el ejercicio de las funciones que le han sido confiadas divinamente, sobre todo la de la sagrada potestad y la de la administración de los sacramentos, se lleve a cabo de forma adecuada; para que promueva las relaciones mutuas de los fieles con justicia y caridad, y garantice y defina los derechos de cada uno; y, finalmente, para que las iniciativas comunes, en orden a una vida cristiana cada vez más perfecta, se apoyen, refuercen y promuevan por medio de las normas canónicas" (constitución apostólica Sacrae disciplinae leges: Communicationes, XV [1983], 8-9; L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 13 de febrero de 1983, p. 16).
De ese modo, la Iglesia reconoce a sus leyes la naturaleza y la función instrumental y pastoral para perseguir su propio fin, que, como es sabido, es conseguir la salus animarum. "El derecho canónico muestra, de esta manera, su nexo con la esencia misma de la Iglesia, y forma un mismo cuerpo con ella para el recto ejercicio del munus pastorale" (Discurso del Papa Juan Pablo II a los participantes en el simposio internacional con ocasión del décimo aniversario de la promulgación del Código de derecho canónico, 23 de abril de 1993, n. 6: Communicationes, XXV [1993], 15; L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 30 de abril de 1993, p. 8)".
Saludos cordiales.
"En cuanto a los Sínodos de la Familia y ya antes en el Consistorio de Cardenales cuando Kasper presentó su proyecto, hubo mucho rechazo. y 13 cardenales escribieron una carta al papa protestando acerca de la manipulación del Sínodo"
Es cierto y conviene recordarlo. Bien es verdad que, después del Sínodo, la mayoría de esos trece se callaron como muertos y no volvieron a decir nada, así que es difícil no tener la impresión de que en realidad no les importaba tanto.
"pese a que no se había logrado la mayoría necesaria para incluir ciertos pasajes..."
También es verdad y fue una maniobra despreciable. Pero los obispos rezongaron y nada más.
En cualquier caso, lo cierto es que, si un grupo de obispos, aunque no hubieran sido más de una docena, hubieran tenido la valentía de decir desde el principio que nadie, ni siquiera el Papa, tenía derecho a dar la comunión a divorciados sin arrepentimiento y que ellos, como sucesores de los apóstoles, nunca lo admitirían pasara lo que pasase y que ese tema ni siquiera se podía discutir en la Iglesia Católica, las estratagemas del sínodo habrían fracasado. Lo que motivó el envalentonamiento de los partidarios de destruir la moral católica fue darse cuenta de la cobardía de los que tenían fe.
Y se podría decir lo mismo de otros ámbitos. Si en España, hace 40 años, los católicos se hubieran opuesto de verdad al aborto encabezados por sus obispos y hubieran dicho seriamente que para matar niños a sangre fría en su país había que pasar literalmente por encima de sus cadáveres, nadie se habría atrevido a imponer el aborto. Pero no se hizo y ahora somos cuatro gatos que ya no pueden nada. De nuevo, la culpa es más de los buenos cobardes y comodones que de los malos.
Me causa una terrible tristeza decir estas cosas, pero no me cabe duda de ellas.
La culpa no es de los que no tienen fe, porque si no tienen fe, ¿qué van a hacer? La culpa es de los buenos, de los que sí tenemos fe. La característica definitoria de los católicos de nuestro tiempo es la tibieza. Dios tenga misericordia de nosotros.
"Comprendo la indignación y el dolor de los creyentes defensores de la tradición católica [...] los “conservadores” y tradicionalistas perdieron la batalla. La tendencia es imparable".
Es que para entender la Iglesia hay que mirarla con fe. Y las puertas del infierno (sean tendencias o lo que sean) no prevalecerán contra ella.
P.S. Conviene no ir cambiando de seudónimo y mantener el mismo, para no confundir a los demás lectores.
"Entiendo lo que quieres decir pero precisamente por el miedo a las consecuencias, ya no temporales sino eternas, deberían hablar y no callar. Porque al que mucho se le ha dado, mucho se le exigirá. Y no quisiera estar en los zapatos..."
Estoy de acuerdo.
Si no recuerdo mal, la frase sobre las sacerdotisas paganas era precisamente un argumento para mostrar que, si lo normal en su tiempo eran las sacerdotisas, el hecho de que los cristianos nunca hubieran tenido sacerdotistas era muy llamativo y una señal de que el mismo Cristo lo había querido así. Es un argumento apologético muy frecuente.
En cuanto a la frase de Mons. Cob, uno no sabe si achacarla a una conmovedora ingenuidad, a la adulación más descarada o a un sentido del humor digno de la Caverna.
"Estimado Bruno, la referencia al Derecho Canónico, su naturaleza y cumplimiento, debería entenderse no como una cuestión abstracta y académica sino en el sentido profundo que explica su existencia como tal y que ha sido enseñado en el preclaro"
Sí, no me expresé bien. Lo que quería decir era que había que evitar centrarse en las categorías más de derecho positivo y centrarse más bien en las esenciales, de ley divina. Tal como lo han planteado, le hacen el juego al Card. Marx, que presenta la disputa como una simple cuestión de mayor o menor autonomía local y enreda las cosas hablando de si realmente es un concilio provincial o un sínodo local o un camino sinodal, quitándole importancia a lo verdaderamente importante, que es que los participantes en ese supuesto camino sinodal han mostrado que se han apartado de la fe católica y, por lo tanto, no tienen nada que decir en asuntos de fe.
Es decir, conducir el tema por los cánones 750, 751, 1364, etc., para mostrar, entre otras cosas, que entre la herejía y el cisma lo más grave es la primera y no al revés. como si se tratara de simple disciplina de partido.
La denuncia que haces es contundente y bien fundamentada. Es una calamidad lo que sucede en la Iglesia, poniendo en entredicho la custodia de la verdad. Muchas gracias por hacerlo notar.
Efectivamente es muy bueno que aparezcan por todo el mundo luces de ortodoxia, de amor a Cristo y a su Iglesia. Dios no nos abandona, lo ha prometido.
También veo algo bueno más, dentro de todo lo malo que está sucediendo: Todos los heterodoxos se están poniendo al descubierto, han salido del armario, de las alcantarillas y de todos los oscuros lugares en donde se encontraban. Se han envalentonado y creen que esta es su hora, ya no se esconden como antes. Ahora sabemos con seguridad quienes son.
Basta ver quien aplaude (heterodoxo), quien condena (ortodoxo valiente) y quien calla (ortodoxo cobarde), para conocer a los personajes y sus personalidades.
Tengo la impresión de que la mayoría silente de los obispos son ortodoxos cobardes que cuidan su puesto y no al rebaño que les fue confiado. También ellos se están dando a conocer como indignos mercenarios; el hecho de que al menos no aplaudan les excluye de sospecha de heterodoxia, por lo pronto tienen el beneficio de la duda.
Sigamos a los auténticos pastores que, en medio de la confusión, mantienen vivo, puro e íntegro el mensaje de salvación, confiado a la Iglesia por el Señor (como San Vicente de Lerins explicó: la fe verdadera es la de siempre, que se creyó desde el principio, por todos los católicos en todas las épocas y en todas partes).
"No le respondí entonces, porque vi claramente que usted difícilmente iba a escuchar lo que yo pudiera decir"
Supongo que comprende que ese tipo de afirmaciones son ofensivas y equivalen a un insulto. Si me acusa de no escuchar, no tiene sentido que hable conmigo. Y, por otro lado, hay que tener una desfachatez asombrosa para decirme eso después de que me molesté en responder larguísimamente a cada una de sus afirmaciones, leer el artículo que usted cito, desmenuzárselo con citas explicadas, etc. Si eso no es escucharle, no sé lo que es.
"¿Por qué pienso eso? Pues mire: creo que es evidente que el estudio que le enlacé no es ninguna crítica de la Exhortación, como usted dijo, sino todo lo contrario"
Como ya le he dicho, lo que usted crea no es un argumento. Yo le di argumentos, le cité una afirmación tras otra del artículo en que, educadamente, el autor decía exactamente lo contrario que la exhortación. Pero usted no se molestó en responder a lo que yo le mostré con total claridad, tomándome el trabajo para ayudarle y perdiendo un tiempo que no me sobra. ¡Y después se atreve a decirme que yo no le escucho a usted!
"Su título es: AMORIS LAETITIA: PARA SU INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN. En él se afirma claramente la continuidad de la Exhortación con el magisterio precedente. Además, es un texto del Pontificio Consejo para la Familia, un Dicasterio de la curia romana, es decir, un organismo que ayuda al Papa en el ejercicio de su ministerio. Difícilmente este organismo escribiría un texto para la aplicación de Amoris Laetitia que fuera una crítica, o que se opusiera al magisterio o a la voluntad del Papa."
Ya le mostré que el artículo corrige un montón de veces expresamente la exhortación. Y además, el artículo termina diciendo que el capítulo VIII no se dan órdenes, sino consejos. Es decir, lo interpreta como una especulación del Papa, que, por lo tanto, no tiene carácter vinculante y se puede y se debe corregir de acuerdo con la doctrina y la Tradición de la Iglesia (que es lo que hace el artículo).
Como ya le he señalado, no es un argumento que a usted algo le parezca "difícil", porque contra facta no valent argumenta. Si de hecho el artículo corrige lo que ha dicho el Papa, no vale decir que es difícil que vaya a corregirlo.
"Por otra parte, el estudio es posterior a la carta que el Papa dirigió a los obispos de Buenos Aires; según usted, el Papa da una interpretación herética de la Exhortación en esa carta a los obispos. Bien, pues el estudio es posterior a ello"
La carta es de un mes antes del estudio, pero se hizo pública dos semanas antes de la fecha del artículo, como una simple carta protocolaria. No se introdujo en las Actae Apostolicae Sedis como documento "magisterial", ¡por voluntad del propio Papa!, hasta un año después.
Es evidente que no se tuvo en cuenta en el estudio, donde no se cita en absoluto, o como mínimo se consideró como meramente protocolaria y no vinculante (cosa que un año después ya no era posible).
"Resalto también que el Papa ha afirmado varias veces que los "divorciados vueltos a casar" no pueden recibir la Eucaristía. Puede comprobarse en las siguientes noticias...."
Tengo que darle otra mala noticia: la gente no siempre cumple lo que promete. El Papa prometió informalmente varias veces a obispos preocupados que los divorciados vueltos a casar no podrían recibir la Eucaristía... y después, sin el menor problema, declaró oficialmente que los obispos argentinos que les daban la comunión a los divorciados estaban aplicando la única interpretación posible de Amoris Laetitia. Y felicitó a los obispos de Malta por hacer lo mismo. ¡Y en su propia diócesis de Roma se da la comunión a los divorciados vueltos a casar! ¿Qué más quiere? ¿Que venga el Papa aquí al blog a decirlo también?
Y puede usted leer multitud de artículos de este blog en que se detallan frases de AL que niegan directamente varios dogmas y principos morales fundamentales de la Iglesia.
Si se empeña usted en negar la realidad evidente, ¿qué más le puedo decir? Yo he hecho lo que he podido.
Le vuelvo a poner los párrafos en que le mostré que el artículo que usted citaba corregía lo dicho por el Papa (se podrían dar más ejemplos):
Ese documento que usted cita critica radicalmente Amoris Laetitia, pero con un lenguaje tan suave que los legos en la materia no se dan cuenta. Supongo que es para evitar el escándalo.
Por ejemplo: "Amoris Laetitia confirma la doctrina tradicional: ... Por el contrario Amoris Laetitia guarda silencio acerca de las normas generales negativas, que prohíben hacer el mal. Estas obligatorias en cualquier situación, sin excepción alguna que pueda ser considerada objetivamente lícita, tal como enseña rotundamente, siguiendo la tradición católica, la encíclica Veritatis Splendor de San Juan Pablo II ... El silencio de Amoris Laetitia en el tema de las reglas negativas puede dar pie a una interpretación errónea, según la cual en algunos casos estas uniones serían objetivamente lícitas, como un bien análogo al matrimonio, aunque este sea incompleto" (es decir, Amoris Laetitia dice que confirma la doctrina tradicional, pero después la niega, omitiendo la existencia de las acciones intrínsecamente malas y, por lo tanto, permitiendo que pecados graves se consideren objetivamente lícitas).
O también: "Amoris Laetitia excluye la gradualidad de la ley y la doble moral ... Sin embargo, a veces nos encontramos con algunas ambigüedades del lenguaje, justificadas por el tono discursivo y la exigencia comunicativa: por ejemplo, se atribuye a las segundas uniones de los divorciados y a otras convivencias sexuales el calificativo de bien imperfecto y momentáneamente posible ..., mientras que con un lenguaje teológico más preciso habrían de ser consideradas como un mal moral, en las que se dan algunos bienes" (es decir, en lenguaje llano, lo que afirma Amoris Laetitia es una barbaridad, porque llama bien al mal y considera bueno lo que en realidad es un pecado muy grave).
Etcétera. Y todo esto sin tener en cuenta que esas caritativamente llamadas "ambigüedades" después se han ratificado en la práctica hacia el lado malo, cuando el Papa ha permitido, aprobado y dado calidad de magisterio a los textos de los obispos que las ponían en práctica en el sentido inmoral y condenado siempre por la Iglesia.
Cada uno, como es lógico, puede creer lo que quiera, pero evidentemente se trata, de principio a fin, una forma respetuosa de señalar los grandes errores de la exhortación (supongo que intencionada, pero, si fuera inconsciente por parte del autor, resultaría aún más efectiva).
Cuando el documento que usted ha enlazado señala que una exhortación de carácter moral y doctrinal llama "bienes" a pecados muy graves como el adulterio, la está descalificando completamente, porque no hay nada peor en la moral. Está haciendo referencia implícitamente a Is 5,20 y a Editae Saepe de San Pío X y a otros mil textos de condena. No hay peor descalificación. Cuando dice que no tiene en cuenta (y niega) la existencia de actos intrínsecamente malos, lo que está diciendo es que está condenada expresamente bajo la encíclica Veritatis Splendor de Juan Pablo II y toda la moral anterior de la Iglesia.
También indica el documento que usted ha enlazado que a los adúlteros debe ayudárseles a reincorporarse a la vida de la Iglesia por otros caminos "diferentes de los sacramentos", a pesar de que Amoris Laetitia da a entender lo contrario y esa ha sido la práctica posterior (incluida la propia diócesis del Papa: Roma).
Asimismo, el texto que usted ha enlazado dedica un largo párrafo a recordar que el magisterio ha definido al más alto nivel que nunca es imposible cumplir la ley de Dios con el auxilio de la gracia, citando varios documentos... excepto Amoris Laetitia, porque de hecho AL dice expresamente lo contrario. Etcétera.
La ambigüedad a la que se refiere empeora la exhortación en lugar de quitarle responsabilidad, porque consiste en que, en varios lugares, la exhortación afirma que mantiene la doctrina tradicional y, tres líneas más abajo, la niega frontalmente. Eso no es ambigüedad en el sentido inocente del término, sino en el sentido o bien malicioso o, en el mejor de los casos, culpablemente ignorante del mismo.
En Amoris Laetitia, como ya he señalado, los adúlteros son considerados “miembros vivos” de la Iglesia y se afirma que no pueden “cumplir plenamente las exigencias objetivas de la ley”, que no se puede decir que “viven en pecado mortal” o que estén “privados de la gracia”, que el adulterio es, en ciertos momentos, “la respuesta más generosa que se puede dar a Dios” y “lo que Dios mismo está pidiendo” y que las reglas generales no pueden “contemplar absolutamente todas las situaciones particulares” (y, por lo tanto, no existen actos intrínsecamente malos). Son barbaridades del más alto nivel y, además, evidentes.
Por otro lado, por si todo eso fuera poco, en la práctica el Papa ha mostrado y declarado oficialmente que él entiende cualquier posible ambigüedad en el sentido heterodoxo, aprobando las prácticas de dar de comulgar a adúlteros no arrepentidos en varios países e incluso elevándolas a magisterio (!), además de decir que "no hay otra interpretación". A eso se unen sus elogios y nombramientos a puestos importantes precisamente a los eclesiásticos que han dicho con total claridad que defienden la interpretacion heterodoxa de Amoris Laetitia.
Conociendo la moral católica, hay que estar ciego para no ver esto.
Dice en su punto 301
Por eso, ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante. Los límites no tienen que ver solamente con un eventual desconocimiento de la norma. Un sujeto, aun conociendo bien la norma, puede tener una gran dificultad para comprender «los valores inherentes a la norma» o puede estar en condiciones concretas que no le permiten obrar de manera diferente y tomar otras decisiones sin una nueva culpa.
Bien, aunque el contexto es el del adulterio, lo que se afirma en ese punto afecta a TODA la ley natural y divina. ¿Y qué significa eso?
Donde pone "norma" pongamos toda la lista de pecados que se nos ocurra. No solo el adulterio. Pongamos, por ejemplo, el asesinato. Queda así:
Por eso, ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante. Los límites no tienen que ver solamente con un eventual desconocimiento de la norma. Un sujeto, aun conociendo bien la norma sobre el asesinato, puede tener una gran dificultad para comprender «los valores inherentes a la norma» o puede estar en condiciones concretas que no le permiten obrar de manera diferente y tomar la decisión de asesinar sin una nueva culpa.
Pongamos por ejemplo, abusar sexualmente de un niño:
Por eso, ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante. Los límites no tienen que ver solamente con un eventual desconocimiento de la norma. Un sujeto, aun conociendo bien la norma sobre el abusos de menores, puede tener una gran dificultad para comprender «los valores inherentes a la norma» o puede estar en condiciones concretas que no le permiten obrar de manera diferente y tomar la decisión de abusar de un menor sin una nueva culpa.
¿Sigo?
No hace falta ser católico formado para darse cuenta de la salvajada que propone Amoris Laetitia. Basta tener un poco de sentido común y de respeto por la verdad.
Y ahora ya puede usted enlazar a doscientos mil estudios y apelar a las opiniones de medio millón de expertos. Que lo que es, es.
Fin.
Por ejemplo, ya está claro que aquel que tiene como ministerio confirmar a los hermanos en la fe, está confundiendo y/o destruyendo la fe de millones de hermanos. En ese sentido, se puede afirmar que Francisco es canónicamente Papa pero ministerialmente es el mayor anti-papa que ha habido jamás.
También está claro por qué Cristo dijo que los peores de todos son los tibios.
Clarísimo es el gran bien que aportan los escasísimos pastores que se han tomado en serio la defensa de la fe. Aunque fuera tan solo uno, su labor serviría para salvar el alma de todos los elegidos.
Y aún han de quedar más claras las cosas en los próximos meses. El Leviatán ya no se esconde. El lobo ya no se disfraza de oveja. Y la abominación de la desolación puede tener lugar, si es que no lo ha tenido ya, en cualquier momento.
Como dice una de las plegarias eucarísticas "cuéntanos, Señor, entre tus elegidos".
Y la abominación de la desolación puede tener lugar, si es que no lo ha tenido ya, en cualquier momento.En mi humilde opinión, creo que todavía no ha tenido lugar porque va asociada a la supresión del perpetuo sacrificio. Y si entendemos por perpetuo sacrificio a la Eucaristía, entonces ESTA todavía no ha sido reemplazada por la abominación desoladora. Aunque como viene la mano, no pareciera que faltara mucho tiempo para que, tristemente, todo eso se concrete.
No ha sido mi intención ofenderle, como tampoco creo que haya sido la suya hacerlo cuando ha dicho que yo parezco no entender, o que me «emperro» en negar la realidad.
Quizá no debí decir que usted no iba a «escuchar» lo que yo pudiera decirle. Quizá debí emplear la palabra «captar». «Captar» en el sentido de entender lo que el estudio y un servidor decimos.
He dejado el título del estudio para que pueda ser buscado y leído por quien lo desee. Mantengo que no es una crítica, sino una explicación de Amoris Laetitia. En esto no nos ponemos de acuerdo, Bruno. Si es una crítica como usted afirma, ¿por qué el autor escribe esto?:
«A la luz de Amoris Laetitia y sobre todo de la enseñanza de San Juan Pablo II en Familiaris Consortio y Veritatis Splendor, las nuevas uniones de divorciados y las otras convivencias sexuales nunca deben ser aprobadas como objetivamente lícitas (cf. AL 291; 297; 303; 305)».
Además, en ese texto se afirma la posibilidad de que, en situaciones de error temporalmente invencible por parte del penitente, el confesor pueda absolverlo y darle la comunión, en situaciones excepcionales. Esto dice el estudio:
«… e) en caso de error temporalmente invencible y por lo tanto rechazo de la continencia sexual, considerada en el propio caso imposible o absurda y sin valor, determinar la posible rectitud de conciencia, a la luz de la personalidad y de la vivencia integral (la oración, el amor al prójimo, la participación en la vida de la Iglesia y el respeto de su doctrina, la humildad y la obediencia a Dios); exigir que la persona se comprometa al menos a orar y a crecer espiritualmente con el fin de entender correctamente y cumplir fielmente la voluntad de Dios sobre él, cuando le sea manifestada; f) por último, se puede conceder la absolución sacramental y la comunión eucarística, teniendo cuidado de mantener la confidencialidad y de evitar el escándalo (cf. AL 299)...».
Entiendo que esto no es más que la doctrina moral tradicional, que enseña que en situaciones de error invencible en las que el confesor prevea que el penitente no va a obtener fruto al ser avisado de su error, conviene en determinados casos dejarlo en su ignorancia para evitar que peque formalmente. Esto dice un manual ortodoxo de teología moral al respecto:
«717. Cuestiones. — Cuest. 1.ª ¿Hay que avisar siempre al penitente que se halla en ignorancia acerca de alguna obligación?
Resp. 1.° Afirm., si se ve que está en ignorancia vencible, esto es, si el confesor advierte que el penitente duda de manera que ya no está de buena fe. — La razón es porque no hay peligro alguno en amonestarle, y, por otra parte, obrando el penitente con aquella duda no se libra de pecado. Si el confesor duda si el penitente está, o no, en ignorancia vencible, pregúntele de tal manera que no le dé ocasión de dudar, poniéndole de este modo en mala fe, si es que antes no dudaba. Por tanto hará mejor preguntándole con palabras generales, v. gr. si por ventura le remuerde la conciencia acerca de algo en materia grave. Cfr. Génicot, n. 358.
Resp. 2.° Si la ignorancia de una obligación cualquiera es invencible, se ha de avisar al penitente en caso de que se espere fruto del aviso; de lo contrario, no, hablando en general. La razón es porque, de una parte, ese aviso no aprovecharía, y, por otra, le haría daño, pues una vez avisado pecaría ya formalmente. S. Alf., n. 610, y otros comúnmente. Cfr. Casus Romae ad S. Apollinar., pág. 175».
(Ferreres, Compendio de teología moral, 1923, t. II, p. 454).
Amoris Laetitia propone que se guíe gradualmente a los penitentes en su proceso de conocer y cumplir la ley divina, en estos tiempos en los que la ignorancia de la doctrina no es infrecuente.
Usted dice:
«Es evidente que no se tuvo en cuenta [la carta de los obispos argentinos] en el estudio, donde no se cita en absoluto, o como mínimo se consideró como meramente protocolaria y no vinculante (cosa que un año después ya no era posible)».
¿Cómo sabe usted eso? ¿Conoce al autor del estudio o lo que él pensaba al escribirlo? El hecho de que no se mencione la carta, no significa que el autor no la tuviera en cuenta. El texto está publicado en una página de Internet perteneciente a un Dicasterio de la curia romana. ¿No cree que es muy posible que los responsables de este organismo conozcan perfectamente la voluntad y el pensamiento del Papa, por tratar con él con frecuencia, y hayan plasmado en el estudio la interpretación real que el Papa da a la Exhortación?
Por otra parte, el estudio sigue publicado en la página oficial del Dicasterio, y ya han pasado varios años tras la carta dirigida a los obispos argentinos, y su inclusión en Acta Apostolicae Sedis.
Por último, las citas que usted reproduce no son una crítica contra la Exhortación, sino una explicación de la misma. Si uno está de acuerdo con lo que el autor escribe, debería estar también de acuerdo con la Exhortación, pues el autor está interpretando y explicando el magisterio del Papa.
No es mi intención importunarle más. Gracias por su tiempo y su paciencia al publicar mis comentarios. Termino aquí.
Saludos.
Acabo de volver a leer uno de sus comentarios dirigidos a mí, y veo que usted dice que me "empeño" en negar la realidad evidente. No sé si usted ha editado ese comentario de nuevo, cambiando "emperrar" por "empeñar", o si yo me equivoqué y leí mal. Si es lo segundo, le ruego que me disculpe.
Saludos.
1. Tenga la valentía intelectual y varonil de no seguir borrando mis comentarios
LF:
Si eso me lo dice a mí, sepa que yo no modero los comentarios en los blogs de InfoCatólica salvo en el mío. E incluso en las noticias, aunque soy el primero en moderar, luego suele haber un segundo repaso que no hago yo.
Oscar:
2- Deje de dar como dogmas, simples opiniones suyas, respetables pero opinables, pues con esto no contribuye a una sana apologética sino a sembrar mayor confusión
LF:
Yo opino como quiero, en el tono que quiero y de la manera en que me apetece. Obviamente mi palabra no es dogma de fe. Pero cuando algo lo veo muy claro, lo digo y paso de seguir discutiendo sobre ello. ¿No le gusta? Pues qué se le va a hacer.
Oscar:
3.-Sea respetuoso con quien está con usted eventualmente disintiendo y no corte abruptamente, un posible debate, lo que empobrece el diálogo y demuestra impotencia de ideas.
LF:
Tras 10 años debatiendo con protestantes y otros 10 con católicos modernistas, me cansé de debatir. Y me importa un pimiento que se empobrezca el diálogo. Eso del diálogo está muy sobrevalorado. Ha venido a ocupar de facto la confesión de fe.
Es un punto muy complicado: antipapa significa que fue elegido irregularmente, no que sea alguien malo o ni siguiera equivocado. San Vicente Ferrer en algún momento de su vida consideró legítimo al que ahora llamamos antipapa Benedicto XIII.
Personalmente he creído, o mejor dicho, quiero creer que canónicamente su elección es válida, pero debo admitir que lo que sabemos de la mafia de San Galo me genera algunas dudas y, continuando con mi sinceridad, analizando lo que hace y deja de hacer, lo que dice y deja de decir, mi inquietud cada vez crece más.
Pero no puedo compartir sus graves juicios contra el Papa. Prefiero seguir los consejos de San Ignacio y Santa Teresa respecto a la virtud de la obediencia (que no hay que confundir con el servilismo acritico)
Ciertamente vivimos en unos tiempos convulsos en la Iglesia, precisamente por ello creo que conviene tener el maximo de prudencia, y no decir cosas de las que luego pueda arrepentirme.
En la noticia de 25/09/19 titulada "Burke y Schneider recuerdan las veces en que la Iglesia no aceptó los errores de Papas", se han borrado masivamente muchos de los comentarios que habían allí. Quizá usted no lo sepa.
Se os ha ido la pinza totalmente.
''NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE VER''. Gracias por sus artículos!!!
Dependiendo de si haya o no cisma oficialmente y dependiendo de las características del mismo, creo que en los próximos años estaremos haciendo comparaciones con el Papa Honorio I por sus opiniones heréticas o con el antipapa Anacleto II de origen judío, cuyos detractores lo presentan como de moralidad dudosa, ávido de riquezas incluso hay quienes creen que intentó dinamitar la iglesia desde dentro.
No parece en absoluto estar fuera de lugar dicho comentario.
Eso es todo.
"Ambas lecturas se han leído en el Oficio de Lecturas de esta semana. ¿Coincidencia, casualidad, azar...?"
La Palabra de Dios sigue hablándonos. Otra cosa es que escuchemos lo que dice.
"Prefiero seguir los consejos de San Ignacio y Santa Teresa respecto a la virtud de la obediencia (que no hay que confundir con el servilismo acritico)"
Quizá una muestra de que no está enfocando bien la cuestión es que este tema no tiene que ver con la virtud de la obediencia (excepto para casos especiales, en su inmensa mayoría clérigos, y de manera meramente secundaria). No se trata de que el Papa mande cosas y nosotros obedezcamos o no, sino de un tema completamente distinto: si algunas cosas muy graves que se están enseñando en nombre de la Iglesia son acordes con su fe o no (ya que parecen negar frontalmente lo que la Iglesia ha hecho y enseñado hasta hace cinco o seis años). Hay que considerar el cuarto mandamiento y el respeto debido hacia la autoridad en la Iglesia, por un lado, pero por otro lado la virtud teologal de la fe, que incluye su proclamación y defensa públicas y la defensa de los que son extraviados por novedades y doctrinas extrañas. En cambio, si lo plantea en términos de obediencia eso va a hacer, casi con seguridad, que llegue a conclusiones equivocadas, como si intentara decidir si se queda con un dinero de otra persona basándose en el sexto mandamiento.
"Ciertamente vivimos en unos tiempos convulsos en la Iglesia, precisamente por ello creo que conviene tener el maximo de prudencia, y no decir cosas de las que luego pueda arrepentirme"
Siempre hay que tener el máximo de prudencia, sean cuales sean los tiempos en que se vive, porque la prudencia es una virtud. En cualquier caso, conviene tener en cuenta que la prudencia no solo está en no decir cosas que no se deben decir, sino también en no callar cosas que no se deben callar. Como decía Santa Catalina de Siena en su famosa frase: "¡Basta de silencios! Hablad con cien mil lenguas, porque por haber callado el mundo está podrido". No hay recetas mágicas para ser prudente simplemente callando.
"Se os ha ido la pinza totalmente"
Si no creyera en Dios, solo con verte se me pasarían las dudas. Eres un ser asombroso, admirable y exótico, como el okapi o el oricteropo, fruto de la maravillosa sobreabundancia de la creación de Dios. Es evidente que mi pobre imaginación nunca habría podido crear a alguien que año tras año y artículo tras artículo, impasible el ademán, consigue no prestar ni la más mínima atención a los temas y limitarse a los ataques ad hominem. Un ser menos asombroso tendría algún descuido en el que se interesase tangencialmente por los temas gravísimos de los que hablamos (si los grandes principios de la fe están siendo deformados o no, si se ha introducido el divorcio por la puerta chica en la Iglesia, si el problema más importante del planeta es la pérdida de la biodiversidad o la necesidad de salvación en Cristo, etc.), pero tú no. No conozco a nadie más a quien le digan "no pienses en un elefante azul" y, aparentemente sin el más mínimo esfuerzo, no piensa en el elefante azul, porque eso de los elefantes azules es muy carca y probablemente sea un elefante falangista. Verdaderamente admirable.
Saludos.
"En el nombre de Jesucristo crucificado le digo: niéguese a seguir los consejos del demonio, quien retrasaría su santa y buena resolución. Sea hombre a mis ojos, y no un temeroso. Responda al Señor, quien lo llama a sostener y ocupar la silla del glorioso pastor San Pedro, cuyo vicario ha sido usted. Y alce el estandarte de la santa cruz; dado que al haber sido salvados por la cruz—así dice Pablo—alzando su estandarte, que a mi entender es refrigerio de los cristianos, seremos liberados – de nuestras guerras y divisiones, y muchos pecados, el pueblo infiel de la infidelidad. Así vendrá y conseguirá la reforma, dando buenos sacerdotes a la Santa Iglesia. Llene el corazón de ésta con el amor ardiente que ha perdido; al haber sido drenada de su sangre por hombres perversos que la han devorado, dejándola completamente debilitada. Reconfórtese y venga, padre, ya no haga más esperar a los servidores de Dios, que están afligidos por su deseo.
Fuente: //adelantelafe.com/santa-catalina-siena-al-papa-no-sigua-los-consejos-del-demonio/
La oposición de la Congregación "compuesta por una carta y una evaluación canónica, el Cardenal Ouellet precisó que los planes de los prelados alemanes “no son eclesiológicamente válidos”.
En la evaluación canónica, realizada por el Pontificio Consejo de Textos Legislativos, se precisa que "los planes de los obispos alemanes violan las normas canónicas y, de hecho, buscan modificar normas universales y la doctrina de la Iglesia".
Con relación a la normativa hay dos cánones íntimamente relacionados:
"750 Se ha de creer con fe divina y católica todo aquello que se contiene en la palabra de Dios escrita o transmitida por tradición, es decir, en el único depósito de la fe encomendado a la Iglesia, y que además es propuesto como revelado por Dios, ya sea por el magisterio solemne de la Iglesia, ya por su magisterio ordinario y universal, que se manifiesta en la común adhesión de los fieles bajo la guía del sagrado magisterio; por tanto, todos están obligados a evitar cualquier doctrina contraria.
751 Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma; apostasía es el rechazo total de la fe cristiana; cisma, el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos".
De forma tal que la herejía no es para cualquiera, no cualquiera puede ser hereje, tiene que estar muy preparado para serlo y debe existir una condición de permanencia de "obstinación duradera".
Hay que esperar rezando que esa situación no se presente y que devenga en una Torre de Babel, mientras tanto ya están advertidos, se les ha pedido de buena manera que no lo hagan, pero insisto tremendamente dolorido, íntimamente dolorido, falta Oración, recuerdo a Benedicto XVI "“Y tú vas a arrasar ese lugar, en vez de perdonarlo por amor a los cincuenta justos que hay en él?” (v. 24b). De esta manera pone en juego una nueva idea de justicia: no la que se limita a castigar a los culpables, como hacen los hombres, sino una justicia distinta, divina, que busca el bien y lo crea a través del perdón que transforma al pecador, lo convierte y lo salva. Con su oración, por tanto, Abraham no invoca una justicia meramente retributiva, sino una intervención de salvación que, teniendo en cuenta a los inocentes, libera de la culpa también a los impíos, perdonándoles" (Los diez justos que no salvaron a Sodoma y Gomorra el tercer capítulo del nuevo libro del papa Joseph Ratzinger).
Saludos cordiales.
Usted mismo lo ha dicho al introducir la palabra "parecen"
"Ya que parecen negar frontalmente lo que la Iglesia ha hecho y enseñado hasta hace cinco o seis años"
Hay diferencia entre parecer y ser. Por ello me parece arriesgado emitir un juicio inapelable de herejía sobre el Papa Francisco.
Esto último no lo digo por usted (aunque a veces se queda cerca) sino por otros intervinientes.
A parte de los párrafos conflictivos de Amoris Laetitia, me gustaría saber si usted considera equivocada alguna enseñanza de este Papa sobre cristología o mariología.
Para emitir un juicio tan contundente de hereje hay que tener en cuenta muchas más cosas. Si no, la herejía podemos cometerla nosotros, si nos obstinamos en acusar al Papa de hereje.
En cualquier caso, cualquier crítica al Papa debe hacerse con ponderación y amor filial, si no estaremos actuando como Lutero.
El juego de la ambigüedad in aeternis, tiene como propósito tener entretenidos tanto a unos como a otros.
De forma explícita, Francisco nunca se va a pronunciar contra la Fe y la Tradición, por el simple motivo de que no le conviene.
Quiere ser un monarca absoluto y eso implica gobernar sobre todos. Sabe que si se diera el cisma de facto, esa gente que a él tan poco le gusta, pero le siguen guardando obediencia por ser Papa, estarían libres de obedecerle. Sólo le interesa el cisma implícito pero nunca claramente formulado.
Los alemanes empiezan a cansarse también.
Esto es como lo del refranero popular. "........ (póngase nombre) promete y promete hasta que la mete, y una vez metido, adiós a lo prometido.
Muchas promesas incumplidas ven los alemanes, que creían que compartían un objetivo común. Pero no. Ellos quieren su Iglesia independiente. Y Francisco quiere un solo anillo para gobernarlos a todos.
Está dispuesto a jugar al mismo juego y alargarlo hasta que se muera. Total... Quién sabe si después hay algo?
No veo nada fuera de la ortodoxia en la homilía de Abu Dabi.
Además me parece un texto profundo y bellísimo, escrito con la sensibilidad de un místico.
Francamente, es asombroso. Vuelve usted a escribir un comentario sin responder a ni uno solo de los argumentos que le he dado. Simplemente, los ignora como si no existieran y vuelve a decir lo mismo, como si repetir y repetir añadiera algo.
No puede usted decir que el artículo que citó no corrige AL, porque le he mostrado párrafos en los que corrige expresamente la exhortación. A eso se une que el artículo afirma expresamente que el capítulo VIII de AL, que es el que estamos tratando, está formado por meros consejos del Papa, lo cual, tratándose de temas de moral fundamental, es una forma obvia de señalar que no hace falta aceptar lo que dice, es decir, que hay que "interpretar" ese capítulo a la luz de lo que enseñaron los Papas anteriores sobre este tema, corrigiendo lo que es erróneo.
"¿por qué el autor escribe esto?: «A la luz de Amoris Laetitia y sobre todo de la enseñanza de San Juan Pablo II en Familiaris Consortio y Veritatis Splendor, las nuevas uniones de divorciados y las otras convivencias sexuales nunca deben ser aprobadas como objetivamente lícitas (cf. AL 291; 297; 303; 305)"
Pues escribe "a la luz" por ser educado, supongo (y por eso lo matiza con el "y sobre todo de la enseñanza de San Juan Pablo II"), porque lo cierto es que el Papa Francisco dice exactamente lo contrario, cuando afirma que a veces el adulterio es lo que nos pide Dios. Cuando el Papa afirma eso, solo puede estar diciendo una de dos cosas: que no existen actos intrínsecamente malos (es decir, los que no deben hacerse nunca) o que el adulterio no es un acto intrínsecamente malo o que Dios quiere que hagamos cosas intrínsecamente malas. Las tres cosas son barbaridades terribles, así que el autor del artículo simplemente da por supuesto que el Papa, como tal, no puede enseñarlas y que se habrá equivocado al escribir lo que ha escrito y que hay que "interpretar" lo contrario de lo que dice el texto en ese caso. Que es en efecto lo que hace, como en varios otros lugares.
"Además, en ese texto se afirma la posibilidad de que, en situaciones de error temporalmente invencible por parte del penitente, el confesor pueda absolverlo y darle la comunión, en situaciones excepcionales"
Esa posibilidad siempre ha existido, pero no tiene nada que ver con lo que ha aprobado el Papa en Buenos Aires, en Malta, en Alemania, en Filipinas y en su propia diócesis. Esa posibilidad tradicional significa que, en un momento puntual, si hay un error invencible, se puede recibir la comunión aunque haya un pecado objetivo. Si uno no sabe, por ejemplo, que ese dinero que ha cogido no era suyo, sino del vecino, o se trata de un converso que aún no ha estudiado el séptimo mandamiento, no ha pecado subjetivamente aunque objetivamente haya robado el dinero. En los casos aprobados en esas diócesis, sin embargo, no existe esa ignorancia invencible: los casos tratados son de personas que saben perfectamente que la Iglesia y la ley de Dios no admiten el divorcio y que, por lo tanto, divorciarse y volverse a casar es un pecado grave. Lo que pasa es que no están de acuerdo con la Iglesia o creen que la Iglesia debe cambiar con los tiempos o quieren seguir con su nueva "mujer" y todo lo demás les da igual. Eso no es ni puede ser un caso de ignorancia invencible, es lo que siempre se ha llamado falta de arrepentimiento. Pero ahora, mágicamente, se quiere presentar la falta de arrepentimiento como "ignorancia" y se pretende que así todo está bien y que esos no arrepentidos puedan comulgar con las bendiciones de la Iglesia, justificándolo precisamente por el hecho de que no están arrepentidos, algo que es, francamente, blasfemo y demoniaco.
"En situaciones de error invencible en las que el confesor prevea que el penitente..."
Una vez más, no ha entendido usted lo que ha leído. Esa posibilidad contemplada por la moral tradicional es exactamente lo contrario de lo que ahora se pretende aprobar. En la moral tradicional, si un converso, por ejemplo, venía a confesarse después de veinte años sin confesarse y se confesaba de tres adulterios, dos asesinatos y un genocidio, se enseñaba razonablemente al sacerdote que no hacía falta que, en ese momento, le dijera al penitente que además había pecado por no ir a Misa, haber comido carne los viernes, no haber ayunado en viernes santo y no haber ayudado a la Iglesia en sus necesidades. Si el penitente no se planteaba esos temas, se le podía dejar hasta que, en otro momento conveniente, se le pudiera instruir sobre ellos. En cambio, si el penitente preguntara sobre ellos, era obligatorio decirle la verdad (que son pecados graves y que los está cometiendo) y, desde ese mismo momento, estaría obligado a confesarse de esos temas para recibir la absolución.
En cambio, en el "nuevo paradigma", no es gente que no sabe que el adulterio es pecado o que ellos han cometido adulterio, sino gente que sabe perfectamente que lo que hacen está prohibido por la Iglesia pero quieren seguir pecando por diferentes razones. Si hubiera alguna ignorancia, se despejaría inmediatamente, porque las diócesis que han implantado el nuevo paradigma, para tranquilizar sus conciencias, los inscriben en una especie de camino de conversión (con diversos nombres), en el que se habla del tema, pero, paradójicamente, en vez de llevar al arrepentimiento y la conversión, lleva a que la Iglesia les deja comulgar oficialmente a pesar de que son conscientes de que lo que hacen está prohibido por la ley de Dios. Es exactamente lo contrario que esa práctica tradicional a la que usted apela.
"Cómo sabe usted eso? ¿Conoce al autor del estudio o lo que él pensaba al escribirlo?"
No tengo que conocer a nadie. Si un experto escribe un artículo sobre un tema de interpretación de un texto y no menciona la aclaración formal que el autor del texto ha hecho sobre su significado o el experto no se ha enterado o su negligencia es tal que invalida cualquier cosa que pueda decir su artículo. Es como si en un artículo de matemáticas se empezara diciendo que dos líneas paralelas se encuentran en el punto X, ya no haría falta seguir leyendo. Por lo tanto, doy por supuesto que el autor simplemente no se había enterado de esa aclaración o que la había considerado meramente protocolaria (lo cual era ciertamente razonable antes de que el Papa mandara que se publicara en las Actae como "magisterio").
"Por último, las citas que usted reproduce no son una crítica contra la Exhortación, sino una explicación de la misma. Si uno está de acuerdo con lo que el autor escribe, debería estar también de acuerdo con la Exhortación, pues el autor está interpretando y explicando el magisterio del Papa"
Está lloviendo y vuelve usted a decir que hace sol. ¿No entiende que decir que hace sol no añade nada cuando está lloviendo? Le he mostrado textos en que el artículo dice, por ejemplo, que la exhortación llama a adulterar "bien" moral, pero en teología hay que decir que es un "mal" moral. Si eso no es corregir es que no existen las correcciones en este mundo. Una interpretación que interpreta lo contrario de lo que dice el texto solo se puede llamar interpretación en un sentido de cortesía y como eufemismo de corrección.
No se refiere a una homilía, sino al texto conjunto firmado por el Papa y el Imán Ahmad Al-Tayyeb.
A mi entender, desgraciadamente, es un texto lleno de errores muy graves. Por ejemplo, empieza diciendo que "La fe lleva al creyente a ver en el otro a un hermano que debe sostener y amar. Por la fe en Dios, que ha creado el universo, las criaturas y todos los seres humanos —iguales por su misericordia—, el creyente está llamado a expresar esta fraternidad humana, protegiendo la creación y todo el universo y ayudando a todas las personas, especialmente las más necesitadas y pobres."
Esto suena bien, pero solo porque lo entendemos cristianamente, cuando, en realidad, no se está refiriendo a la fe cristiana, ya que el texto está firmado por el Imán musulmán que no comparte esa fe, sino a una especie de "fe" que no es católica, sino interreligiosa o común a las distintas religiones. Eso es una barbaridad y, ciertamente, falso, porque, si no estamos hablando de la fe sobrenatural, hay muchas creyentes de otras religiones que creen firmemente que hay que odiar a estas personas o aquellas otras por mil razones. En el mejor de los casos, es una tontería falsa e irenista. En el peor, lleva a la confusión entre la fe verdadera, que es sobrenatural, y algo que no puede llamarse fe, sino opinión.
Todo el documento está lleno de esas afirmaciones que siembran la confusión. Por ejemplo, su finalidad es invitar "a todas las personas que llevan en el corazón la fe en Dios y la fe en la fraternidad humana a unirse y a trabajar juntas". Eso es, literalmente, el credo masónico, que ha sido siempre rechazado por la Iglesia porque sustituye la fe sobrenatural, que es la única que salva, por esa supuesta "fe" en la fraternidad humana y un Dios que no es el Dios cristiano.
Dice cosas como:
"En nombre de la «fraternidad humana» que abraza a todos los hombres, los une y los hace iguales" (¿de verdad lo que "abraza" a todos los hombres y los hace iguales es un valor puramente secular como la "fraternidad humana"? Entonces, ¿para qué queremos a Cristo?)
"En el nombre de la inocente alma humana que Dios ha prohibido matar, afirmando que quien mata a una persona es como si hubiese matado a toda la humanidad y quien salva a una es como si hubiese salvado a la humanidad entera" (esto es puro bla-bla sin sentido, entre otras cosas porque literalmente no se puede matar un alma y, en otro sentido, solo se la puede matar por el pecado mortal, el asesinato no mata el alma del asesinado)
"Declaramos también la importancia de reavivar el sentido religioso y la necesidad de reanimarlo en los corazones de las nuevas generaciones, a través de la educación sana y la adhesión a los valores morales y a las enseñanzas religiosas adecuadas" (el Papa declara la importancia de reanimar el sentido religioso islámico y la adhesión a sus enseñanzas, en pie de igualdad con la enseñanza de la Revelación de Cristo, ¿de verdad?)
"El primer y más importante objetivo de las religiones es el de creer en Dios, honrarlo y llamar a todos los hombres a creer que este universo depende de un Dios que lo gobierna, es el Creador que nos ha plasmado con su sabiduría divina y nos ha concedido el don de la vida para conservarlo." (esto es directamente falso; primero porque pone en pie de igualdad "las religiones" con el cristianismo, que es algo cualitativamente distinto; en segundo lugar, porque, si ese fuera el objetivo, que se cumple igualmente en el Islam, entonces sobraba Cristo y bastaba el judaísmo)
"El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos" (esto ha sido muy criticado, porque es evidente que la diversidad de religión no es algo que Dios quiere, como la diversidad de sexo o colores, sino algo que meramente permite por el pecado del hombre, pero lo cierto es que esa idea de que a Dios le gustan por igual todas las religiones está en toda la declaración).
Podríamos seguir durante horas, porque casi cada párrafo está lleno de estos mismos errores. Es, francamente, de lo peor que ha escrito el Papa en su pontificado y, al menos yo, no lo reconozco como algo que pertenece a mi fe católica. Por fortuna, no es ni siquiera lejanamente magisterial.
En cuanto al tema de la Virgen de Fátima, creo que Residente se refiere a algunas expresiones poco afortunadas del papa sobre la Virgen, que, a mi entender, ciertamente no son una herejía, sino solo formas de hablar que rechinan en oídos católicos:
"Peregrinos con María… ¿Qué María? ¿Una maestra de vida espiritual, la primera que siguió a Cristo por el «camino estrecho» de la cruz dándonos ejemplo, o más bien una Señora «inalcanzable» y por tanto inimitable? ¿La «Bienaventurada porque ha creído» siempre y en todo momento en la palabra divina (cf. Lc 1,45), o más bien una «santita», a la que se acude para conseguir gracias baratas?
¿La Virgen María del Evangelio, venerada por la Iglesia orante, o más bien una María retratada por sensibilidades subjetivas, como deteniendo el brazo justiciero de Dios listo para castigar: una María mejor que Cristo, considerado como juez implacable; más misericordiosa que el Cordero que se ha inmolado por nosotros?"
A mi juicio, afirmaciones algo imprudentes y con un lenguaje un tanto irreverente, que sería mejor haber expresado de otra forma, pero no herejías.
De hecho, los párrafos que siguen son un poco más preocupantes, porque dan a entender que la justicia de Dios solo se ha manifestado en la cruz de Cristo, pero que, después de ella, ya solo existe la misericordia y todo se perdona, lo cual no es cierto. Pero de nuevo es muy posible que sea solo una forma de hablar desafortunada.
A parte de los párrafos conflictivos de Amoris Laetitia, me gustaría saber si usted considera equivocada alguna enseñanza de este Papa sobre cristología o mariología.El negar el dogma de la Inmaculada Concepción de María, ¿entra en la categoría de enseñanza equivocada? Porque en los saludos navideños a los empleados de la Santa Sede el 21 de diciembre pasado, el obispo de Roma habló sobre la Virgen y San José en la escena de Navidad, diciendo que estaban desbordantes de santidad y alegría. Y continuó diciendo:
“¡Y ustedes me dirán: por supuesto! ¡Son la Virgen y San José! Sí, pero no pensemos que fue fácil para ellos: no se nace santo, nos convertirnos en santos, y esto vale también para ellos”.O sea que para el obispo de Roma, la Santísima Virgen María no nació santa, sino que se hizo santa. Pero bueno, tampoco se le puede exigir que recuerde a Lucas 1:28, Génesis 3:15 y lo que promulgó solemnemente Pío IX el 8 de Diciembre de 1854; después de todo, solo es el Papa.
La Iglesia ha de encontrar el camino de esa tan anhelada Nueva Evangelización, pero no puede hacerse al modo como lo hace el mundo, legislando para las minorías. El mundo sin Dios persigue que no exista la mayoría, que vive en lo esencial obedeciendo a la verdad que le constituye, a pesar de la naturaleza pecadora con la que todos estamos marcados. Ni tampoco se puede hacer ofendiendo el modo de vivir la fe de los más sencillos, aunque no nos parezca la forma más adecuada o profunda de hacerlo.
Quien quiera abrir un nuevo camino para pastorear el rebaño de la Iglesia, lo ha de hacer con mucha humildad y con mucha oración, y reservar la agresiva denuncia para quienes niegan a Dios por vía de la palabra o de los hechos. No se puede pastorear desde la arrogancia, la superioridad.
El mundo es arrogante y presuntuoso, y desde esa vanidad que no reconoce más autoridad que su voluntad, intenta establecer una ley contraria a la de Dios. Pero el diablo no es sólo un ególatra; se enmascara de aquello a lo que pretende atacar: es un lobo con piel de cordero. Ataca a la familia, a la sexualidad humana, al individuo en su identidad de ser humano "defendiendo" a aquellos que no pueden o no quieren vivir en función de esas realidades fundamentales. No podemos imitar estas actitudes ni siquiera en la forma. Y menos aún sus contenidos.
La destrucción de la verdad de Dios no pasa por que tenga dificultades para cumplirla, sino por que crea que su incumplimiento se debe a que no puede aplicárseme. La Iglesia siempre ha reconocido situaciones excepcionales en los que la responsabilidad moral está limitada (enfermedad mental, grave inmadurez afectiva, etc.), pero no podemos agrandar lo excepcional hasta convertirlo en normativo, en normal. Con ello no sólo no ayudamos a acercar a Dios a esas personas en esas graves situaciones, sino que alejamos a los demás de la ley de Dios, y transformamos ésta en lo opuesto a lo que es. La caridad y la misericordia son realidades que parten de la verdad; es más, son frutos de ella. Lo contrario, supone hacer recaer su fundamento en realidades ajenas que poco tienen que ver con ella (sentimiento, éxito, adaptabilidad, satisfacción...).
No te prives, hombre. Dilo una vez más. Sam, tócala de nuevo...
- Residente, no sabes hasta qué punto te comprendo. Pero todos estamos "rodeados eclesialmente" de unos y también de otros. Lo que pasa es que nos "pican" unos más que otros, como si acaso nos hiciera falta el reconocimiento de todos. Y pasan los años, y los años, y aquí nos sigue manteniendo y ayudando el Señor, como tú imploras.
Por si te sirve de algo, y no es un consejo, líbreme Dios, no te esfuerces demasiado en fiarte de "quienes tienen como ministerio -o "automisión"- confirmar a los hermanos en la fe". Lo que no te confundan unos te lo van a confundir los otros.
Nada te turbe, nada te espante, y si ves que huele a política, ni caso. Es absurdo amargarse la vida con las opiniones de los demás.
Escúchalos y exprésate, que eso no es malo, pero poco más.
Según lo explica, me imagino que tampoco comparte el diálogo interreligioso abierto por San Juan Pablo II.
Lo que el Papa quiere decir es que la Santidad no es algo estático, acabado y ya está. La Santidad siempre está en continuo crecimiento porque la gracia de Dios es infinita.
Creo que le entiendo, han pasado tres años y medio desde AL y usted está todavía en la fase de negación: No puede ser que el papa esté enseñando un error. Tiene que haber alguna fórmula para entender AL de forma ortodoxa. Si fuera tan heterodoxa todos esos obispos y cardenales no estarían sonriendo tan tranquilos.
Pues no. El propio Francisco con palabras y obras ha ido confirmando el sentido de la AL, que no era otro que el que los más avisados sospechaban incluso antes de los sínodos de la familia, desde los primeros días de su pontificado, cuando en una entrevista se mostraba propicio a tratar sobre el tema de la comunión de los divorciados y vueltos a casar. Y a esto sumamos muchos otros errores de variada magnitud, desde las meras imprudencias hasta afirmaciones directamente contrarias a la fe.
Por la fase en la que usted está hemos pasado muchos antes. El amor al papa y a la Iglesia nos frenaban. Pero la verdad está ante nuestros ojos, es terrible pero hay que afrontarla: estamos en una de esas raras situaciones en las que hay que exigir al papa que rectifique sus errores, que admita que no puede cambiar ni una coma de lo que ha recibido y que nos confirme en la fe. Lo que exige la prudencia ya no es disimular o buscarle tres pies al gato pensando que la AL es confusa y que a lo mejor podemos verla de forma ortodoxa. Ahora lo que nos pide la fidelidad a Cristo es obrar como San Pablo, que reprendió públicamente a San Pedro "porque había obrado con doblez". Cardenales, Obispos y sacerdotes por un lado, laicos por otro, todos debemos defender la fe en este momento. Y, ojo, hay que dar la talla, la salvación de cada uno va en ello.
En estos años incluso los más paletos hemos aprendido quiénes eran Liberio, Honorio y Juan XXII, y qué fieles acertaron y cuáles erraron cuando se enfrentaron a una situación parecida.
Negar lo que pasa por reverencia al papa ya no es prudente. Es más, nunca lo ha sido, la reverencia no obliga a mentir ni apreciar la verdad tal cual es.
Lo que el Papa quiere decir es que la Santidad no es algo estático, acabado y ya está. La Santidad siempre está en continuo crecimiento porque la gracia de Dios es infinita.Si eso es lo que quiso decir, no lo sabe nadie, excepto él. Lo tuyo es una especulación al respecto. Pero lo cierto es que dijo que la Virgen no nació santa. Su afirmación fue clara, eso es un hecho y no está sujeto a opiniones. Para Francisco la Virgen María no fue santa desde su concepción, sino que se hizo santa. Y si a ti eso no te hace "ruido", lo siento. Porque es contrario a lo que el Papa Pio IX declaró solemnemente (esto es, de manera infalible, ex-cathedra):
Para honra de la Santísima Trinidad, para la alegría de la Iglesia católica, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra: Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si además osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho.
"Según lo explica, me imagino que tampoco comparte el diálogo interreligioso abierto por San Juan Pablo II"
El diálogo interreligioso, en sí mismo, consiste en llevarse bien con gente de otras religiones, algo que sin duda está bien (siempre es mejor llevarse bien con otros que mal), pero que no tiene gran importancia en comparación con la misión de la Iglesia, que es evangelizar y dar culto a Dios (el mismo Jesús ya nos advirtió que nos íbamos a llevar muy mal con el mundo). No tiene mucho sentido preguntar si uno comparte o no el diálogo interreligioso, que es una afirmación vaga y a la que no se puede responder concretamente. Lo que sí es posible es analizar acciones específicas y, mejor aún, afirmaciones específicas, para ver si simplemente consisten en llevarse lo mejor posible con gente de otras religiones, lo cual es estupendo, o presentan un peligro de indiferentismo o relativismo religioso, lo cual es un desastre contrario a la misión de la Iglesia.
Por eso le he puesto afirmaciones concretas (entre muchas otras del mismo documento) que, hasta donde puedo ver, no concuerdan con lo que cree la Iglesia. Si usted cree que sí concuerdan con la fe católica, dígalo y podemos discutir sobre ello si le interesa, pero pasar de lo concreto a las afirmaciones vagas no lleva, creo yo, a ningún sitio.
Saludos.
En efecto, esa afirmación del Papa no es defendible en sí misma, porque lo cierto es que la Virgen sí nació santa. Y los demás no nacemos santos, pero casi: con el bautismo quedamos limpios de pecado original y, al no tener pecado personal todavía, si muriésemos de bebés después de bautizarnos iríamos directamente al cielo, que es la definición de ser santos.
De todas formas, no se trata, a mi entender, de una herejía del Papa, sino una simple muestra más de discurso pobretón y con un nivel bastante bajo. En otras ocasiones el Papa ha expresado adecuadamente el dogma de la Inmaculada Concepción, por ejemplo aquí, aquí o aquí.
A mi entender, al Papa le preocupan muy poco la teología y los dogmas. Tiene una mentalidad más bien práctica. No piensa tanto en categorías de verdadero y falso como en categorías de útil o no útil. Eso no es algo bueno, me temo, pero al menos quita gravedad a afirmaciones erróneas pero que en realidad no son herejías, sino que más bien no tienen contenido intelectual, solo exhortativo.
Gracias a Rubén de Argentina por su interpelación a doña MANÚ...
Hola Manú: Le parece poco adefesio el que dijo papa Francisco sin que NADIE de la jerarquía colombiana le hubiera puesto el ojo, en Villavicencio, cuando dijo hace casi dos años: " Sangre PAGANA corrió por la sangre de Jesús!" Por Dios: Sangre de Jesús, Sangre de María, la Purísima, precisamente preservada Inmaculada por ser la Bendita Madre escogida por Dios como la PLENA DE GRACIA? Y, otras perlitas:
la que dejó escrita y firmaron junto con el Imán :
"El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia VOLUNTAD DIVINA, con la que Dios creó a los seres humanos", LE PIDIERON CORREGIR...NO LO HIZO, y eso que lleva 160 "burradas"... como "la santita"... salidas de sus "opiniones argentinas" poco castellanas... ya que fué la hija díscola de España que no depende de la Real Academia... PERO, se ve que no has entrado a
Denzinger-Bergoglio... Sería bueno, a un clic en Google. Luego me contestas, .. entre tanto no vale la pena. OREMOS por La Iglesia!
Es paradójico que el principio de obediencia de San Ignacio de Loyola, tan aplicable en su época, llegue a ser cuestionable seguirlo, y hasta riesgoso para nuestra salvación, en los tiempos que corren. Seguir, hoy en día, de manera acrítica todo lo que viene de arriba, es como caminar a ciegas por un campo minado.
Cómo seglar, me siento atado de manos ante el "statu quo" clerical, y aterrado por la impotencia ante una corrupción tan grave del mensaje y la praxis del Evangelio que viene impulsada "desde arriba" por quienes deberían ser sus fieles custodios.
Mi reflexión apunta a que sólo una intervención sobrenatural y extraordinaria de Dios podrá sanar el daño causado a estas alturas a la causa de Cristo por parte del demonio y sus cómplices.
Por si fuera poco, coincide esta "autodemolición" (en palabras de San Pablo VI) en la Iglesia de Cristo con la peor corrupción, decadencia y odio anticristiano en el mundo. Lo cual augura una especie de "tormenta perfecta" demoníaca contra la Iglesia. ¡Señor, ten piedad de tu pueblo! ¡Madre Santísima María, protege a tu pueblo de las acechanzas del Maligno!
Benedicto XVl lo aclara
"La genealogía de Mateo es una lista de hombres, sin embargo, antes de llegar a María, se menciona a cuatro mujeres: Tamar, Rahab, Rut y la mujer de Urías ¿Por qué aparecen estas mujeres en la genealogía? ¿Con qué criterios se las ha elegido?
Se ha dicho que estas cuatro mujeres habrían sido pecadoras. Así, su mención implicaría una indicación de que Jesús habría tomado sobre sí los pecados y, con ellos, el pecado del mundo, y que su misión habría sido la justificación de los pecadores. Pero este no puede ser el aspecto decisivo en su elección, sobre todo porque no se puede aplicar a las cuatro mujeres. Es más importante el que ninguna de las cuatro fuera judía. Por tanto, el mundo de los gentiles entra a través de ellas en la genealogía de Jesús, se manifiesta su misión a los judíos y a los paganos.
Pero, sobre todo, la genealogía concluye con una mujer, María, que es realmente un nuevo comienzo y relativiza la genealogía entera.”
Un saludo
creo que la expresión "Sangre PAGANA corrió por la sangre de Jesús!" es en extremo desafortunada y también es defendida por Francisco Javier Delgado aquí en infocatólica. Pero no es herejía dado que no niega ningún dogma.
El argumento del padre es que la sangre del rey David tenía sangre pagana y que Jesucristo, siendo su descendiente, también la tenía. No explicó con detalle, pero creo que se refería a Ruth la moabita que era su abuela. Esa tribu era considerada manchada porque se cree que Moab fue el fruto del incesto de Lot con su hija.
Sabemos que Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo, y que fue judío por ley de Moisés al haber sido reconocido por José, pero no tenía su sangre. Por otra parte, no tenemos total certeza de la genealogía de la Santísima Virgen, pero el padre Delgado cree que también era descendiente de David, tomando como argumento, obedeciendo el edicto Cesar Augusto con respecto al censo. lo hizo bajo su casa. Pero el padre parece ignorar que en los censo romanos la familia entera, incluyendo esclavos, lo hacían en el lugar de origen del paterfamilias y que eso no prueba nada.
Lo que parece mas probable, es que tomando en cuenta que Santa Isabel era descendiente de Aarón y que la Santísima Virgen era su pariente cercana, es que Jesús era de sangre levita de casta sacerdotal.
Pero lo que no es ni será nunca es un Antipapa, pues es legítimo y el concepto de antipapa es más bien jurídico.
Francisco es, es el ejercicio de su ministerio lo mismo que muchos pensamos que es el Novus Ordo: sacralmentalmente válido, jurídicamente legítimo y a pesar de ello peligrosl para la Fe de la Iglesia.
No, no, Francisco no es un Antipapa, es un Papa legítimo.
Lo único que NO es aplicable a Francisco es la papolatría que se les aplica a los Papas desde Pío XII (inclusive).
¿Puede un Papa publicar Amoris Laetitia? Pregunto yo: ¿puede un Papa liquidar la Liturgia de la Iglesia y suplantarla por un producto de buró vaticano como el Novus Ordo?
En ambos casos estamos ante un ejercicio del Ministerio Petrino viciado, por estar desvinculado de la Iglesia y de la comunión con los Obispos.
Hoy día se brinda por el Papa antes que por la Iglesia, y de ahí tanto mal.
Es como si un aficionado al fútbol va a un partido y en lugar de ver la pericia y trabajo de los jugadores se lo pasa mirando sólo al árbitro: ni se entera de nada y se confunde.
Le acabo de decir que no se admiten comentarios sobre la moderación y pone otros tres, los borro y los vuelve a poner. Con los mismos insultos velados e histrionismos de supuesta humildad. Como temía, no es usted capaz de atenerse a unas normas básicas, así que borro todos sus comentarios. Lo siento mucho. Saludos.
Pues, hombre, mire que hay cosas buenas escritas por S. Juan XXIII y el beato Pablo VI, pero es asombroso citar precisamente esos párrafos, que son una muestra del optimismo ingenuo de su época que ambos Papas se tragaron sin darse cuenta y que ha demostrado ser un completo error y un completo desastre para la Iglesia. No estoy dando una opinión, sino un hecho evidente: el resultado de ese optimismo ingenuo y pelagianillo ha sido la apostasía masiva y la pérdida formal de cientos y cientos de millones de católicos, con multitud de países que han dejado de ser católicos, además de la pérdida material de la mayoría de los demás católicos, que siguen siéndolo formalmente por inercia, pero, como muestran todas las encuestas, en realidad rechazan la fe y la moral de la Iglesia.
Hoy en día, lee uno esos discursos y se queda estupefacto ante las cosas que decían. Por ejemplo, esta frase: "El Concilio ha enviado al mundo contemporáneo en lugar de deprimentes diagnósticos, remedios alentadores, en vez de funestos presagios, mensajes de esperanza: sus valores no sólo han sido respetados sino honrados, sostenidos sus incesantes esfuerzos, sus aspiraciones, purificadas y bendecida"
Es llamativa, porque esos "valores" que la Iglesia respetaba, honraba, sostenía, purificaba y bendecía, han mostrado su verdadera cara: el abandono masivo de la fe, el asesinato por decenas de millones cada año de niños inocentes, la destrucción del matrimonio, la destrucción de las normas más básicas de la ley natural, el abandono de la verdad e incluso de la misma idea de verdad absoluta, el relativismo moral, el asesinato de los ancianos, la bendición del suicidio, el rechazo de la voluntad creadora sobre el hombre y la mujer, la promiscuidad normalizada, la destrucción de la familia... Parece que no eran "valores" tan dignos de respeto, honra, sostenimiento y bendición y que la purificación nunca existió. De hecho, la ingenuidad de decir algo así en plena revolución sexual en occidente y con la otra mitad del mundo bajo el ateísmo marxista es sobrecogedora.
En cuanto a que "El Concilio ha enviado al mundo contemporáneo en lugar de deprimentes diagnósticos, remedios alentadores, en vez de funestos presagios, mensajes de esperanza", resulta que el mundo contemporáneo echó un vistazo a esos remedios alentadores y mensajes de esperanza y dijo que no le interesaban en lo más mínimo. Y apostató masivamente.
Y la misma idea de que "la Iglesia Católica, al elevar por medio de este Concilio Ecuménico la antorcha de la verdad católica, quiere mostrarse madre amable de todos, benigna, paciente, llena de misericordia y de bondad para con los hijos separados de ella" solo puede parecer una buena idea a alguien muy muy ingenuo o que no tiene hijos, porque una verdadera madre no es la madre que se muestra amable de todos, benigna y llena de bondad, sino la madre que sabe conjugar todo eso con castigar cuando tiene que castigar y ser severa cuando tiene que ser severa. Si falta esto, lo primero no consigue más que educar hijos malcriados, egoístas e incapaces de amar a nadie.
La "medicina de la misericordia", separada de la justicia, la verdad, la severidad necesaria y la condena de la maldad, solo ha servido para dejar desamparados a los pobres fieles, cuya fe ha sido destruida por clérigos sinvergüenzas que se aprovechaban de esa "medicina de la misericordia" para deformar impunemente la fe católica y proclamar desde el púlpito todos los errores y maldades de su época. A lo largo de mi vida he conocido innumerables parroquias, colegios, instituciones y familias que han sido sembradas de sal de esa forma y en los que la fe ha desaparecido por completo. Por culpa de la supuesta "medicina de la misericordia". A otro perro con ese hueso.
Y, francamente, el hecho de que el Papa Francisco cite precisamente esos párrafos, que son los que peor han envejecido de toda la época conciliar, muestra que vive en gran parte en un mundo que solo existió (y ni siquiera) hace sesenta años y que no tiene absolutamente nada que ver con el mundo de hoy.
"Estoy leyendo el Instrumento de Trabajo del Amazonas. Para alguien formado en la Iglesia Occidental, le resulta difícil captar cabalmente , en una primera lectura, lo que sugiere"
El problema es exactamente el contrario: que se entiende muy bien lo que sugiere y lo que sugiere no tiene nada de católico.
Ah, aprovecho para contarle algo que parece desconocer: la región del Amazonas pertenece a la Iglesia Occidental.
Lo único que tengo en común con un católico chino, pakistaní o indio (de las Indias Orientales) es nuestra fe y la pertenencia a la Iglesia en plano de igualdad, con este Sínodo no tendré nada en común con un indio amazónico, excepto la vaga pertenencia a la especie humana.
Por eso estoy haciendo cuarenta días de penitencia, ayuno y oración. Laus Deo.
Pero ya ves que escribo muy poco, y no me molesto ya en debatir con vosotros ¿para que? Si os retratáis vosotros solos.
"Cómo se ve que Ud. vive en Europa! . No tiene la menor idea de lo que son esas culturas. Tan sólo por ignorancia puede decir que pertenecen a la civilización occidental. No tiene la más remota idea"
Je, je. No sabe dónde vivo, ni lo que yo sé o dejo de saber. En cambio, lo que sí está claro es que usted metió la pata diciendo "alguien formado en la Iglesia Occidental" y, cuando yo le hice notar que, como es evidente, el Amazonas es parte de la Iglesia Occidental (y, por lo tanto, todos los que han escrito el documento de marras se han formado en la Iglesia Occidental), en vez de admitir su error, usted maliciosamente cambió a "civilización occidental" (a la que, por cierto, también pertenecen todos los que han escrito el documento). Francamente, entenderá que no me tome muy en serio su comentario falto de argumentación, basado en errores evidentes y justo después de haber tenido que borrar un comentario suyo insultante.
Por otra parte, las mismas tonterías del documento de trabajo del sínodo del Amazonas ya se decían por aquí, en España... hace diecinueve siglos y medio, cuando éramos paganos. Por fortuna, vinieron los apóstoles Santiago y San Pablo y nos quitaron de la cabeza esas estupideces para enseñarnos la fe católica. Desgraciadamente, los encargados de la evangelización en el Amazonas parecen ser, en buena parte, más paganos que los propios paganos y prefieren decirle a los apóstoles lo que deberían cambiar del Evangelio.
"Bájese del minarete"
¿Es eso una canción argentina? ¿Hay que leerlo con música de tango?
"Esperemos que la Iglesia diga si el Sínodo es católico o no, y no un grupo de opinólogos"
Entonces, como usted tampoco puede hablar en nombre de la Iglesia, lo mejor será que se calle en lugar de dar su opinión, ¿no? A ese juego podemos jugar todos.
"No hace falta que lo repita Luis Fernando, es ya tan evidente... Los comentarios al post sobre El Valle de los caídos darían asco si no fueran porque dan risa"
Por si necesitas orientación, este post no es sobre El Valle de los Caídos, sino sobre el sínodo del Amazonas y el sínodo alemán. Temas evidentemente importantes para los católicos y sobre los que se pueden decir muchas cosas. Pero tus únicas aportaciones han sido: "Se os ha ido la pinza", "Franco", "dais asco", "dais risa" y "voy a asegurarme de no dar nunca ningún argumento" (parafraseando). ¿De verdad crees que merece la pena venir por aquí para eso?
"Pero ya ves que escribo muy poco, y no me molesto ya en debatir con vosotros ¿para que? Si os retratáis vosotros solos"
¿Cómo era aquello de la zorra y las uvas?
"La pusilanimidad y el carácter acomodaticio de los obispos es legendario"
Bueno, también el carácter martirial de los obispos es legendario: los apóstoles, Ignacio de Antioquía, Policarpo, Cipriano, Hipólito, Juan Fisher, Simeón, Néstor, Ireneo, Estanislao, Blas, Fermín, Josafat, Pedro de Alejandría, Teodardo, Adalberto, Gerardo, los 54 primeros obispos de Roma...
El paso de obispos al luteranismo se dio, sí, pero NO al calvinismo.
Por eso algunos herejes calvinistas como Francisco Turretino argumentan una suerte de sucesión apostólica que les viene de los curas apóstatas de Roma. Por eso Calvino lloriqueaba a Crammer por un concilio de “verdaderos” obispos calvinistas y decía no sé qué de que él mismo cruzaría nadando el canal de la Mancha y bla bla bla blasfemia saliendo de la boca de Calvino.
Creo que eso de que los 54 primeros obispos de Roma sufrieron martirio es un error o una exageración.
Sólo por matizar.
Sí, bien visto, es una errata por 32 (aunque varios de los posteriores sufrieron persecución y se consideran confesores).
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