Higinio Fernández: Mis propuestas para el Sínodo
Participante invitado: Higinio Fernández, licenciado en Teología Pastoral Buenista por la Universidad Koinonía de Teología a Distancia y profesor en el Instituto de Ciencias Sociorreligiosas de Parla (Madrid). Está casado y mantiene el blog Todos somos hijos de Dios en Multirreligión Digital.
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Sigiendo el ejemplo de altas personalidades de la Iglesia, he pensado que yo también debería aportar un par de propuestas para que las considere el Sínodo extraordinario de obispos sobre la familia, que se celebrará en octubre de este mismo año (por cierto, ¿para cuándo un sínodo extraordinario de familias sobre los obispos?; si queremos una Iglesia verdaderamente igualitaria, no puede haber diferencias). Es una ocasión única de hacer oír la voz de los sin voz, para que la oigan los sin oídos.
Mis propuestas, como es lógico, son meramente pastorales, sin afectar a la doctrina, ya que se se basan en situaciones terribles que están experimentando actualmente incontables familias, con unos sufrimientos insoportables. Hay que decirlo bien alto: esos sufrimientos insoportables son responsabilidad de una Iglesia que se niega a ser misericordiosa con sus hijos más necesitados de afecto y comprensión. Si no lo denunciamos, nos hacemos cómplices de esa situación.
El primer caso concreto que quiero recordar es el de las parejas de cristianos progresistas, es decir, de cristianos normales y corrientes, que se casan y son felices… hasta que uno de los dos sufre una transformación total que destruye el matrimonio y hace completamente infeliz al otro cónyuge (ya sea el cónyuge A o el B, por supuesto).
Me refiero, como es lógico, a esas ocasiones en las que un miembro de la pareja católica progresista se deja seducir por la llamada “ortodoxia”. Es algo terrible, pero que ocurre con más frecuencia de lo que pensamos. Esta tragedia puede suceder de muchas formas, ya sea la captación por una secta movimientista, la seducción del hiperritualismo latino, la recepción de una errada formación filosófica o un simple impulso repentino (que los supersticiosos se empeñan en llamar “gracia actual”, como si algo tan destructivo pudiera hacerle gracia a alguien).
Se produzca como se produzca, la “conversión a la ortodoxia” tiene efectos desastrosos para la pareja, a veces después de muchos años de feliz convivencia. Es frecuente que el miembro captado por la mentalidad sectaria destruya la convivencia de la pareja empeñándose, por ejemplo, en ir a misa los domingos, como si los domingos no fueran, por voluntad divina, el día en que descansamos de nuestras obligaciones laborales y religiosas. También he oído mencionar casos en los que el cónyuge abducido vulnera la libertad religiosa del otro, mediante prácticas intolerantes y obsoletas, como bendecir la mesa, querer más de un hijo a pesar del peligro ecológico para el planeta o bautizar a los hijos en lugar de esperar a que decidan por sí mismos.
No podemos despreciar el sufrimiento insoportable que esto causa al cónyuge fiel a sus ideas católicas progresistas. Cuántos pobres hombres se ven sometidos a la tortura de la misa dominical cuando, para realizarse auténticamente, necesitan irse a jugar al golf. Mi propuesta para acabar con este dolor inenarrable es lo que yo llamo “privilegio antipaulino”. Es decir, la anulación ab solstitio del sacramento matrimonial, por un cambio fundamental en las circunstancias de la pareja, que afecta al progresismo de uno de los cónyuges y atenta contra sus derechos fundamentales a la libertad religiosa y al descanso dominical. Así, el cónyuge progresista queda libre para rehacer su vida con otra persona y poder ser feliz, sin verse arrastrado por la triste deriva conservadora de su pareja.
He desarrollado ya esta idea en mi libro “Ante el horror de la conversión de un ser querido: una vía de escape”, Ed. Tenebrae, Nínive 2013. Todos los teólogos progresistas, monjas feministas y curas casados que conozco están de acuerdo con esta propuesta, así que es seguro que la gran mayoría de los católicos también lo estará. El consensus fideum, por lo tanto, está de mi parte.
El segundo caso terrible contempla un sufrimiento específico de las mujeres. Incontables mujeres a lo largo de la historia se han casado con la mejor de las intenciones y luego han descubierto que su marido no era lo que esperaban. Pobrecita la mujer que, por ejemplo, descubre con horror que su marido es un buen médico o abogado, pero no sabe nada de fontanería, ni de mecánica. O es incapaz de hacer las cuentas del mes a la vez que la escucha a ella hablar sobre el último episodio de la telenovela. O no sabe bailar la zumba ni quiere aprender. O no gana lo suficiente con su sueldo para que ella pueda comprarse esos modelitos de marca que son los únicos que la hacen delgada y que son ab-so-lu-ta-ment-te necesarios para su autoestima. Por no hablar de que, como sabe cualquier mujer, ningún marido combina con todos los vestidos de su esposa: los atuendos cortos necesitan un marido bajito y peludo para parecer más largos y elegantes, cuando el vestido es de terciopelo el marido no puede llevar gafas y, si la mujer va de rojo, de ninguna manera puede ir de la mano de un marido rubio. Es evidente que, de nuevo, tenemos una situación de gran sufrimiento para las mujeres causado por las normas actuales de la Iglesia, que las obligan a contentarse con el marido con el que se han casado, aunque sea a todas luces insuficiente para hacerlas felices.
Mi solución para este caso está inspirada en la práctica de los musulmanes o, como yo los llamo, nuestros “primos en la fe”. Me refiero, como es lógico, a su antigua y a la vez moderna tradición de la poligamia. Una tradición que, por cierto, también se encuentra en el cristianismo: basta pensar en David, Salomón, Jacob, San Felipe de Hesse o San Brigham Young.
Algunos medirán, con razón, que la poligamia es una barbaridad (hasta su nombre, poli-gamia, muchos gamos, viene del tiempo en que se comparaba a las mujeres con animales). Ciertamente, en pleno siglo XXI no podemos aceptar tal cual esa práctica discriminatoria y dominadora de las mujeres. Sin embargo, modestamente creo que he dado con la forma de adaptarla al pensamiento progresista: sólo hace falta invertir la situación y aplicarla, en lugar de a los hombres machistas y sinvergüenzas, a las pobres mujeres angustiadas y desamparadas.
Así pues, mi idea es permitir que las mujeres puedan tener hasta un máximo de cuatro maridos, pero no a la inversa. Como inventor de esta idea, me he permitido ponerle el nombre de polimaridismo (en honor de Policarpa Maridi, gran activista italiana en favor de la causa del amor múltiple, trágicamente fallecida cuando uno de sus esposos le golpeó la cabeza repetidas veces con una plancha).
Con mi propuesta, acabaremos por fin con la esclavitud de las mujeres. Gracias al polimaridismo, una mujer podrá contar con cuatro sueldos que le permitan vivir según sus expectativas, sin necesidad de tener que trabajar ella misma ni en casa ni fuera de ella (¡bastante trabajaron ya sus abuelas y bisabuelas!). Tendrá también cuatro personas que se encarguen de las diferentes tareas de la casa, cada una con habilidades complementarias de fontanería, electricidad, pintura, mecánica, decoración, quiropráctica, etc. Dispondrá asimismo de cuatro baybisitters siempre en casa, para poder salir por ahí con sus amigas cuando quiera, sin tener que preocuparse por los hijos. Y cuando elija vestido, zapatos y complementos para ir a una fiesta, también podrá elegir al marido que mejor combine con lo que va a llevar puesto o con el ambiente de la fiesta. Eidentemente, todo son ventajas.
Mediante el polimaridismo, además de solucionar el problema de tantas mujeres angustiadas por la incapacidad de su único marido, estaríamos compensando los siglos y siglos en los que la poligamia ha discriminado a las mujeres. Así pues, aunque el polimaridismo discrimina a los hombres, es una discriminación positiva y, como todo lo positivo, es buena. Por otra parte, como ya sabemos, lo importante es el amor. Si hay amor, todo está bien. Y matemáticamente es evidente que, una mujer y cuatro maridos tienen que tener cuatro veces más amor que una pareja tradicional. ¿Quién puede estar en contra de más amor y más felicidad? Sólo los fascistas reaccionarios.
En fin, no quiero alargarme más. Cuando me llamen para hablar ante el Sínodo ya daré más detalles de estas y otras propuestas. Por ahora, me basta con que quede claro que, con un poco de imaginación, todo es posible, como mis propuestas, que son meramente pastorales y basadas en la misericordia ante situaciones verdaderamente insoportables.
38 comentarios
Intervenciones anteriores de D. Higinio en este blog:
- Esta vez, Francisco se ha pasado
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- Monseñor Munilla y la paz eclesial
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- Sabor agridulce de la visita del Papa
Mmmm, Higinio, no des ideas que en Roma te las compran...
¡Es usted un santo !
Bueno.. retiro lo santo para no equipararle a cierto polaco de ingrata memoria.
¡Es usted un sabio !
Sus palabras han sido para mí un bálsamo para mis heridas; una delicada epítema sobre mi dolorida alma; como el rocío sobre el delicado lirio del valle en tiempo de sequía.
Le digo esto, porque ayer, mientras mis hijos y los de mi actual mujer se peleaban con los que tenemos en común,mi esposa tuvo que reprocharme mis relaciones con mi joven secretario.Mientras yo sufría insoportablemente, me preguntaba: ¿ No habrá un Papa que bendiga mi vida, para confusión de los retrógrados ,y que de paso nombre a la Real Sociedad como campeón de liga ?
Terrible mi dolor;inaguantables mis injustas heridas; sólo me hacen más llevadero mi sufrir, mi profundo alcoholismo y la lectura de RD.
Yo creo que en estos tiempos es mucho más oportuno el "polimadridismo" (es decir, ser seguidor de varios equipos de fútbol de Madrid). Esto resultará especialmente útil en la final de la Champions league (Copa de Europa, en tiempos preconciliares) que se celebrará proximamente, ya que permitirá que, sea cual sea el resultado de dicha final, tengamos la enorme alegría de que nuestro equipo sea el ganador.
"y que de paso nombre a la Real Sociedad como campeón de liga"
"Yo creo que en estos tiempos es mucho más oportuno el "polimadridismo""
Me han quitado la palabra de la boca. Es una vergüenza, que, a estas alturas, el sistema de la liga de fútbol siga siendo tan discriminatorio, competitivo y machista. Ya es hora de que, al igual que se hace en otros países civilizados, en la liga no haya vencedores ni vencidos. O, mejor dicho, todos sean vencedores. ¿Es que lo importante no es participar?
Higinio aún tiene restos de mentalidad carca-conservadora-futbolística y no está de acuerdo en esto conmigo, pero hay (muchas) veces en que una mujer tiene que llevar los pantalones en su casa y decirle a su marido lo que tiene que pensar.
La verdad es que no me parece bien que... [censurado por el bloguero a petición de Doña Loretta Apostolidis de Fernández]
Eso es imposible. Es de público conocimiento que los buenos progres como Higinio(aunque debido a su corta edad, no estoy muy convencido), lo donan todo a los pobres, incluyendo, créase o no, hasta dinero.
Jajajaja, saludos!
Pongo mi corona de laureles a sus pies. Y los beso en proskinesis adorante.
...Lo de los extraterrestres necesitará una precisa definición del género, porque no nos podemos pasar.
Don Higinio, usted mucho predicar y poco dar trigo. ¿Cómo que Mr Spock y el matrimonio petrino? ¿Y Skywalker y cía qué? ¡Discriminación, discriminación!
Pst, pst, así entre nosotros y sin que nos oiga nadie, yo me pido a Obi Wan Kenobi. ¿Se le puede bautizar y ya luego, si eso, nos casamos?
Pero puedo presentarle a Chewbacca, para un hermoso enlace interracial. Los pelos son lo de menos, tiene fuertes tendencias humanistas, lo que no es menor, tratándose de un alienígena. La princesa Leia, lo digo con orgullo, es teóloga feminista y miembro del colectivo LGBT.
Don yomismo, no crea. En la Antigua República, los jedis corellianos sí que se casaban y en la Nueva Orden Jedi se casan todos, hasta el maestro Luke. Así que le consigo a Obi un pasaporte falso o una máquina del tiempo y ya está. (Vale, acabo de demostrar mi inmenso frikismo ;-)
El caso es que Higinio Fernández cada vez me recuerda más a su padre.
Lord Vader, en cambio, fue el Comisario de la Orden Jedi durante la Tercera Purga. Se cuenta que entró en Templo y, sin que conste en los Archivos ninguna acusación, los misericordieó a todos con el sable láser.
Yo, lamentablemente, la última vez que fui a un cine fue para ver el estreno de una película de Boris Karloff, que dicho sea de paso, interpretaba a un personaje con un notable parecido físico e intelectual con D.Higinio.
Mira la fotografía de Higinio. Trata de "des-photo-shopearla" sacándole unas cuantas décadas. ¿A quién ves?
(Esto lo hago para que no te llegue la guadaña de la censura.
De nada.)
Ejem, ejem...Mi ordenador está empezando a fallar.
Donde pone Boris Karloff, yo había escrito Rodolfo Valentino.
1 - Es de todos sabido que tras el cisma de los tatooinicos Darth Vader pasó a ser considerado de forma rotunda como precursor de la unión conyugal hombre máquina apoyados en la revelacion: "Luke, yo soy tu padre".
2 - Es increible que alguien que se dice teólogo de frontera utilice términos tan retráogrados como "marido" para referirse a uno de los miembros de una relación estable múltiple. Es bien sabido que para que exista un matrimonio no es necesario en absoluto ni uno, ni dos, ni varios entes, ni siquiere hace falta que existan entes ya que la palabra ente denota existencia y no es necesario existir para matrimoniar... ni para ser misericordiado.
Por mi parte si no se corrige esta deriva me veré obligado a votar a Podemos y a dejar de leer la caverna.
La Congregación para la Evangelización de los Alienígenas ha propuesto a don Higinio para evangelizar a los súbditos del Imperio Klingon.
Está previsto que embarque en la nave estelar Enterprise como misionero. En el viaje de ida podrá enseñar a los vulcanianos sin sentimientos el sentido de la caridad cristiana.
Se respira un gran optimismo ante el viaje de don Higinio dadas las costumbres ancestrales de los klingon (que se parecen mucho a las de los espartanos de la Antigüedad) en cuanto a la selección racial. Según sus alienígenas costumbres, solamente los súbditos más fuertes (alrededor del 25%) tienen derecho al matrimonio. Eso significa que a cada klingon superior le corresponden cuatro esposas. El resto de los klingon quedan condenados al celibato. De este modo, se renueva la fuerza del Imperio Klingon. Es de esperar, que se acepte la poligamia.
Por otro lado, está prevista una actividad misionera paralela para convertir a la Orden de Caballeros Jedi en una nueva congregación contemplativa que adopte la Regla de san Agustín para hacerles olvidar sus tendencias pelagianas. Dichos misioneros embarcarán en el Halcón Milenario.
Buenas tardes y gracias por acompañarnos.
leeros... ¡Jajajajajajajajjajajaj!)
Higinio, hijo, t'as pasao de "generoso" pidiendo, pero... ¡se t'aolvidao pedir un abanico
para la pobre señora que tiene c'aguantar a los cuatro maríos...! ¡Qué le vamos a ha-
cer! No te apures, hijo, que otra vez será (¡con la "venia" del personal, claro...!).
Don Higinio ha embarcado esta mañana en la nave estelar Enterprise como misionero para evangelizar a los klingon.
En rueda prensa, don Higinio ha manifestado su intención de moderar la poligamia de los klingon. Reconociendo la radicalidad de implantar en el Imperio Klingon el principio de "cada oveja con su pareja", don Higinio ha declarado que es partidario de implanter la regla del "3en1".
Don Higinio ha declarado que tratará de reducir de cuatro a tres el número de esposas a las que tienen derecho los klingon de la casta guerrera. La mujer sobrante se convertiría en la esposa de tres klingon de la casta de los parias. Si los klingon aceptan la propuesta de don Higinio habrán avanzado un paso hacia la monogamia.
Esta declaración de intenciones surge después de la denuncia del Maestro Yoda del Jedi que acusa a los klingon de establecer la selección racial en su Imperio con el fin de dominar la Galaxia.
El almirante de la flota estelar también ha mandado un embajador al Imperio Klingon para fundar un Cuerpo de Mosqueteros Estelares formado por guerreros klingon evangelizados bajo el lema de "tres para uno y una para los tres".
Seguiremos informando.
Este sínodo si que va a ser bueno, como se nota que el obispo de Roma es argentino y no alemán como el anterior, y es un hombre serio y de mundo, y deja hacer a Casper. Yo no se porque los reaccionarios llaman a Casper, La amenaza fantasma, con lo bueno que es. Este sínodo va a ser un punto de inflexión en la Iglesia. Se acabó con maltratar a los pobres divorciados y vueltos a casar, a partir de ahora da igual ocho que ochenta y juana que su hermana. Ya esta bien de hablar del pecado con lo desagradable que es eso, si la mayoría de la gente es buena, ni roba ni mata, bueno en España no, que se matan a muchos fetos y los políticos que son muchos roban a manos llenas, pero los que no abortan y no son políticos son buenos, ¿porque amargarles la vida con tecnicismos como que el matrimonio es para toda la vida? Con lo bien que sienta cambiar de caballo entre carreras. En fin bendito sea el higinio el Casper y todos los que les apoyan o les permiten actuar dentro de la Iglesia. Este comentario no es una gracieta, somos muchas y muchos los que queremos esto así que un respeto.
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