Higinio Fernández: Esta vez, Francisco se ha pasado

Participante invitado: Higinio Fernández, licenciado en Teología Pastoral Buenista por la Universidad Koinonía de Teología a Distancia y profesor en el Instituto de Ciencias Sociorreligiosas de Parla (Madrid). Está casado y mantiene el blog Todos somos hijos de Dios en Multirreligión Digital.

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Supongo que no es necesario que explique a los lectores lo que es Multirreligión Digital. ¡Quién tuviera alma de poeta para cantar las alabanzas de ese paraíso del pensamiento libre, ese parnasso de los teólogos transfronterizos, ese antro de salvación y amor fraticida! Baste decir que se trata del principal portal multirreligioso en español, con más de un trillón de visitas por segundo (aunque este dato no suelen darlo, por su extrema humildad).

¿Por qué cuento esto, que es algo que ya sabe todo el mundo? Por una terrible injusticia, una falta completa de misericordia y manganimidad que ha cometido el Papa contra esa joya del catolicismo español que es Multirreligión Digital. Es una vergüenza.

Desde la elección del nuevo Papa Francisco, o Papa Paco como le llamo yo, Multirreligión Digital le ha apoyado en todo lo posible. Constantemente ha elogiado sus palabras, sus actos y, sobre todo, su estilo fresco e innovador. Además, ha hecho un gran trabajo para desvelar lo que ocurría entre bambalinas: la terrible oposición oculta contra el Papa de obispos y movimientos paleo-neo-conservadores, como el Opus Dei, Comunión y Liberación o Legionarios de Cristo, a los que Francisco (como cualquier persona normal) no puede ver ni en pintura. Por no hablar de la revelación, con todo tipo de datos fechacientes, de la conspiración para matar al Papa protagonizada por la Curia asesina: “Vivo o muerto Francisco es un peligro y está en peligro. Sólo Dios lo puede salvar”. Conspiración que, como todos sabemos, ha quedado demostrada por los hechos posteriores (aunque las autoridades vaticanas hayan ocultado esos hechos por miedo a la opinion pública).

Mucho es, en fin, lo que tiene que agradecer Francisco a Multirreligión Digital. Si no hubiera medios como MD para publicar sus palabras y meterlas, aunque sea con calzador, en titulares resultones, nadie le conocería. Es más, en muchos casos, los medios como Multirreligión Digital pueden considerarse verdaderos coautores de las palabras del Papa, al haber realizado toda una tarea de interpretación y, cuando se tercia, de proyección del espíritu de sus palabras mucho más allá de lo que el mismo autor podría soñar. Esto, que en tiempos pasados más oscurantistas se habría considerado deformación, en nuestra época constituye la manifestación de las mejores prácticas periodísticas, porque no podemos olvidar que “el medio es el mensaje”, como dijo Marshall McDonald, y, por lo tanto, los medios ya no tienen que limitarse a contar noticias, sino más bien generarlas de forma libre y creativa.

Por otro lado, fiel a su misión de asegurar que la Iglesia, velis polis, entre en el siglo XXI, Multirreligión Digital lleva tiempo empeñada en una campaña que tiene por objeto un noble ideal: el nombramiento de mujeres como cardenales. La situación actual, de ombligarquía machista en el colectivo cardenalicio es una injusticia que clama al cielo, desde que el Concilio de Trento instituyó la norma que excluye a las mujeres cardenales. Multirreligión Digital ha hecho todo lo posible por promover el nombramiento de mujeres cardenales, ya sea reproduciendo “noticias” sobre lo que dicen otros, creando rumores o publicando artículos de blogs, como los siguientes:

¿Será esta mujer la primera cardenal de la Iglesia católica? J. Bastante (por supuesto, sugiriendo para cardenala el nombre de una teóloga feminista)

El Papa necesita tres mujeres cardinales, X. Pikaza

Mujeres al poder eclesiástico, Celso Alcaina

¿Qué persona en su sano juicio podría objeccionar algo contra estos exquisitos argumentos, basados en lo más granado del pensamiento políticamente correcto de nuestros días? Sin duda, nadie y menos que nadie alguien tan campechano y majete como el Papa Paco. De hecho, Multirreligión Digital ya estaba preparando un artículo de opinión para generar el sensato rumor (si non e vero, e ben truffato) de que el Papa pensaba como ellos, aunque no lo decía por miedo a Rouco.

Pues bien, en este clima de tranquilidad edénica, incluso paradisiaca, cayó como un rayo del cielo una brutal declaración del Papa en su última entrevista:

“- ¿Puedo preguntarle si tendremos mujeres cardenales?
- Es una frase que salió de quién sabe dónde. Las mujeres en la Iglesia deben ser valorizadas, no «clericalizadas». Los que piensan en las mujeres cardenales sufren un poco de clericalismo”.

Ya he vivido unos cuantos años y estoy curado de espantos, pero, la verdad, nunca creí que vería algo así: el Papa acusando de clericalismo a Multirreligión Digital. ¿Cómo se atreve? ¿Quién se habrá creído que es? Esto es inaceptable. Como dijo Voltaire, es la abominación de la desolación. O citando los inmortales versos de Teresa de Avilés:

“Y fue el repelús tan fiero,
que un poco más y me muero”.

Ciertamente, Francisco ha dicho muchas veces que es “hijo de la Iglesia” y cosas similares, pero tanto Multirreligión Digital como yo pensábamos que con eso quería decir… bueno, que en realidad no quería decir nada, que sólo era una expresión exagerada, como la madre patria o la madre que te parió. Pero nunca pensamos que estaba afirmando que de verdad respeta las tradiciones, los dogmas y otros restos de un pasado oscurantista y retrónomo de la Iglesia. ¡Qué triste!

Francamente, es una grandísima decepción. Y un gran retroceso tanto para la igualdad de la mujer en la Iglesia como para el papel de los medios de comunicación independientes en el catolicismo. ¿Qué sería de la Iglesia sin las mujeres y sin Multirreligión Digital?

No podemos subestimar la importancia de este hecho para la evaluación del pontificado de Francisco desde un punto de vista histórico-crítico. Ha sido un pronunciamiento cavernario de una gravedad inmensa, comparable sólo a la de la crisis narniana del siglo IV, en la que la Iglesia hizo retroceder el progreso teológico durante tres milenios, cerrando el paso a la investigación seria sobre Jesús de Nazz´areth.

¿Podrá recuperarse la ICAR de este tremendo golpe? Francamente, lo dudo. Especialmente si sigue acusando inquisitorialmente y sin motivo a algunos de sus principales pilares, como Multirreligión Digital, honra y prez del panorama mediático-periodístico-plurirreligioso del Estado español.