Hablemos del acto conyugal
En una entrada anterior acerca de los preservativos en la Iglesia, un visitante con muy buena voluntad consulta:
supongamos que hablamos siempre dentro del matrimonio, yo quiero pensar que la iglesia entiende que las relaciones sexuales son algo importante para el matrimonio y lograr sostener la relación, osea no es algo que deba limitar su uso para procrear.
Sí y no.
Las relaciones sexuales, aún cuando no exista la posibilidad de procrear, son importantes dentro del matrimonio, y eso lo reconoce la Iglesia. Así, el Código de Derecho Canónico establece que, para que exista un matrimonio, es requisito esencial que los contrayentes tengan la capacidad de realizar el acto conyugal; la esterilidad, en cambio, no produce ese efecto. Así que las relaciones sexuales en el matrimonio son importantes, importancia que no se limita a la procreación.
Por otro lado, no son tan importantes que podamos llegar a decir que “logran sostener la relación”. Existen muchas vicisitudes en la vida que pueden hacer imposible que una pareja mantenga relaciones sexuales. Pienso, por ejemplo, en largos periodos de abstinencia provocados porque un soldado parte a una guerra, o una enfermedad larga y dolorosa. Incluso eventos tan normales como el nacimiento de un hijo a veces implican que por un tiempo considerable el marido no pueda mantener contactos conyugales con su esposa.
Nadie diría, sin embargo, que en esas circunstancias justifican terminar con el vínculo conyugal, ni tampoco (como se suele bromear a veces) para disminuir las exigencias de fidelidad mutua. Al contario, estas situaciones, llevadas con un espíritu cristiano de entrega, profundizan y templan la relación.Lo que debería sostener la relación es la comunicación y el cariño, no si en un momento determinado o no podemos mantener relaciones sexuales.
Pero hombre… seamos realista la sexualidad debe vivirse de forma responsable, supongamos una vida de un cristiano normal tratando de seguir sus enseñanzas, se casa a la edad de 20 y pocos años, probablemente no esté en condiciones de mantener un hijo hasta cerca de los 30.
No me queda completamente claro a qué te refieres con eso de “no esté en condiciones de mantener un hijo hasta cerca de los 30”.
La gran mayoría de las naciones occidentales entregan a sus ciudadanos las herramientas para mantener a un hijo en condiciones adecuadas de dignidad, que para nuestros bisabuelos habría sido impensables. Sala cuna, educación gratuita, suplementos alimenticios, comida razonable. Si a eso le sumas el apoyo de la familia extensa, abuelos y tíos, que tienen la obligación de apoyar a los matrimonios jóvenes, ese niño puede contar con condiciones que serían la envidia de la enorme mayoría de los seres humanos a lo largo de la historia.
El problema son nuestras expectativas. Cuando no queremos tener casa, auto y viajes antes de pensar en hijos, estamos pensando en darles la mejor educación posible, las mejores ropas, y los últimos artilugios que nos quiera vender apple. Pero eso, lo que vemos como ideal y a la vez condición indispensable, en definitiva es un problema nuestro, no de Dios, que espera nuestra colaboración para demostrarnos su generosidad.
A veces, a pesar de todas estas razones, las condiciones no logran ser las básicas para que la familia reciba a un niño, y en esos casos (que son cada vez más raros) se permite que los cónyuges distancien el nacimiento de los hijos, pero siempre recurriendo a medios lícitos.
¿A qué me refiero con “medios lícitos”? Precisamente vamos a eso.
Tampoco veo diferencia entre un preservativo y los métodos anticonceptivos que fomenta la iglesia […] y no sé que métodos utiliza la iglesia para clasificarlos y que el preservativo resvulte “inmoral” y el otro no. Ya que en ambos de forma voluntaria se está reduciendo la probabilidad del embarazo de forma voluntaria por la pareja.
Esta es una crítica que se escucha mucho: Si con el método natural se obtiene el mismo resultado que con la anticoncepción artificial ¿por qué se permite uno y se prohíbe el otro?
Tanto en este ámbito como en otros, la Iglesia nos recuerda que no da lo mismo el medio que se utiliza para alcanzar un fin. El objetivo que tengamos en mente puede ser bueno y razonable, pero eso no justifica cualquier método que usemos. Por ejemplo, si queremos reducir los niveles de cesantía, lo que ciertamente es un fin loable, no es lícito convertir a los desempleados en esclavos; un esclavo puede tener techo y comida asegurados, pero la dignidad no se transa.
Tratándose de los hijos ocurre algo parecido. Hay circunstancias en la que puede ser razonable e incluso obligatorio no tener hijos, pero eso no significa que se permite cualquier método para ese fin, los medios también tienen que ser buenos y razonables. El problema con la anticoncepción artificial es que, si bien puede estar justificado que no se tengan hijos por ahora mientras se siguen manteniendo relaciones sexuales, lo que se hace es poner una barrera (física o química) en un acto que debería ser de total entrega mutua, y que resulta totalmente ajena al las características comunicativas del acto.
Los métodos naturales, en cambio, logran el mismo fin, con un porcentaje de eficacia muy parecida, pero no dependen de esa barrera, al tiempo que exigen a los esposos entrar en una comunicación íntima y de respeto. Claro que no son tan fáciles como tomar una píldora, pero todo padre sabe que lo fácil no es siempre lo mejor.
Pasando al problema de la promoción de los condones, nuestro visitante señala:
Tampoco veo el hecho de tanto énfasis en la campaña contra los preservativos, sinceramente me parece mucho peor el fumar que atenta contra el cuerpo o el alcohol que el preservativo, pero el hecho de usar preservativo. También me duele que a veces es por uno de los puntos que se ataca a la iglesia
Como digo en el artículo anterior, el problema no es con el preservativo, sino con las campañas que se imponen desde los órganos internacionales.
Si tú me dices “voy a repartir condones a los grupos de riesgo de contagio del SIDA, prostitutas y grupos swinger”, yo te diría que está bien, es lo que se necesita. En cambio, si una vieja feminista me dice que todas las relaciones deben condonizarse, incluso entre personas casadas, entonces no me parece y me opongo, porque en ese caso se acaba con la especie humana en una generación.
Las campañas que imponen los organismos internacionales en este ámbito, bajo la amenaza de no recibir préstamos de dinero de los bancos internacionales, son agresivas y se traducen en “condones para todos”. Esta es una mala política, no solo desde el punto de vista moral, sino también social, porque en definitiva aumenta la incidencia de enfermedades de transmisión sexual, entre ellas el SIDA.
Es cierto que en una relación individual, el condón reduce la probabilidad de contagio. El porcentaje exacto en que lo hace, sin embargo, todavía es desconocido, pues las estadísticas que se suelen citar (entre un 80 y 95% de eficacia) se refieren a la incidencia de embarazo al cabo de un año, lo que depende de muchos otros factores, y no a las enfermedades; y con un uso correcto, lo que rara vez ocurre. El problema se produce por la falsa sensación de seguridad que proporcionan, lo que se traduce en que las personas modifican su comportamiento, incurriendo en conductas más peligrosas.
Es un fenómeno muy conocido, denominado compensación de riesgo, y que se comenzó a observar en los conductores de automóviles, que tendían a circular a mayor velocidad y más cerca del vehículo que los antecedía, cuando se sentían protegidos por el cinturón de seguridad o una bolsa de aire. En concreto, esto significa que a mayor promoción de los condones entre la población general, aumentan las conductas de riesgo, es decir, la promiscuidad de la población, que acaba en más relaciones, tanto con y sin condón.
La Iglesia desde luego se opone a que los Estados promocionen las conductas promiscuas, que en definitiva es toda actividad sexual fuera del matrimonio, pero incluso su posición tiene sentido desde el punto de vista de la salud pública.
Espero no molestar y yo pecador trato de seguir las enseñanzas de la iglesia pero esto es algo que me cuesta pila entender. Por lo que agradecería si me podrían guiar un poco más. Y aprovecho para decirles que esta web esta genial, eh encontrado mucha info útil. Y también aprecio pila que se tomen la molestia de responder los comentarios. Muchos saludos y sigan así.
¿No es verdad que InfoCatólica es genial? Por eso…
36 comentarios
Del Catecismo de la Iglesia Católica:
2352 “El uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice a su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine”. Así, el goce sexual es buscado aquí al margen de “la relación sexual requerida por el orden moral; aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un amor verdadero” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 9)
Da igual Chile que España todos conocemos católicos de misa dominical, de cofradías, hasta catequistas, que te confiesan que usan anticonceptivos.
La diferenciación entre métodos anticonceptivos naturales y artificiales es completamente artificial, y casi nadie se traga las explicaciones oficiciales.
La "barrera" no es un trozo de látex, sino la voluntad de la pareja de no tener hijos y por tanto lo mismo da medir la temperatura basal, que hacer la "marcha atrás", que usar condon.
Ni veo mayor virtud en el método Ogino que en el diafragma.
Abiertos a la vida? Eso solo significa que los métodos aceptados por la Iglesia tienen un porcentaje mayor de fallos. Pero el preservativo tampoco es eficaz al ciento por ciento así que también está "abierto a la vida".
Respecto al meme repetido hasta la saciedad de la falsa sensación de seguridad, los cinturones y airbags han salvado vidas y disminuido las muertes en accidentes de tráfico, las cifras están ahí. Si tan perniciosos fueran por la falsa sensación de seguridad se retirarán.
Y el uso de preservativos es mucho mejor que su ausencia. Comparen las cifras de SIDA de cualquier país desarrollado con las de uno del África negra o el sudeste de Asia. Por no hablar de los niños tirados en la calle que tanto impactaron al papa en su último viaje.
"...y en esos casos (que son cada vez más raros) se permite que los cónyuges distancien el nacimiento de los hijos...".
Me parece arriesgado decir que se trata de casos "cada vez más raros". Se trata de un juicio prudencial dependiente de las circunstancias sociales, familiares y conyugales.
Cuando Pío XII dio clara formulación a los «motivos morales suficientes y seguros» para el uso de la continencia periódica para espaciar los nacimientos dijo que tales motivos son «bien amplios» (poseen naturaleza diversa, según el Papa: médica, eugenésica, social, económica) y se presentan «no raras veces».
Es un punto en el que se ha de resistir la tentación casuistica y la formulación legalista (regla-excepción). En esta web el p. Iraburu publicó un completo estudio sobre el tema, distante tanto del laxismo anticonceptivo como del procreacionismo imprudente.
Saludos.
No quiero decir que los matrimonios que usan condón no se amen. Pero sí que la continencia periódica sólo se da en parejas con una unión y una compenetración espiritual absoluta que saben esperar y que cuando tienen relaciones son inmensamente más satisfactorias que si lo hicieran con condón. Yo y mi esposa, en nuestro matrimonio, usábamos condón hace años y ahora no. Doy fe que nuestro amor como pareja es ahora inmensamente más auténtico que antes. Descubrimos empíricamente que las normas de la Iglesias sobre el preservativo sólo pretender conducir a la pareja a la felicidad y a una unión verdaderamente santa.
Un preservativo se puede usar con cualquier mujer, la quieras o no. Pero la continencia periódica, el autocontrol y la fidelidad radical a la esencia del acto conyugal -sin plásticos ni barreras físicas- sólo se puede dar en un matrimonio donde prime verdaderamente el amor, la unión, la fidelidad y la indisolubilidad. En el matrimonio sacramental cristiano en definitiva, no en otro.
Por ejemplo el robo o la mentira. Tendrían que adecuarse a la práctica social, si señor....
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No es un método para no traer familia. Tienes hijos pero espaciados y con el método natural si a Dios le da la gana que la esposa ovule dos veces al mes para que tengan un hijo más, incluso cumpliendo estrictamente con la abstinencia conyugal, lo tienen. Esa es la gran diferencia con el preservativo, los esposos siguen estando abiertos a la voluntad de Dios. Con el preservativo se cierran a la voluntad de Dios.
Efectos secundarios de dispositivos intrauterinos: cólicos frecuentes, es abortivo, incremento de infecciones pélvicas y riesgo de inflamaciones, aumenta riesgo de que se produzca embarazo ectópicos (fuera del útero), etc...
La gran mayoría de los matrimonios católicos de misa semanal, usa anticonceptivos. A lo mejor es triste, pero es lo que hay.
"Abierto a la vida" significa no tomar acciones que interrumpan el curso propio del acto sexual. No tiene nada que ver con probabilidades.
@ Martin Ellingham: Cuando dije "cada vez más raros" no me refería al número absoluto de situaciones que justifican espaciar los hijos, si son o no habituales, sino a que en la actualidad, en contraste con el pasado, contamos con mejores condiciones generales para tener hijos.
@ Beatriz: No hablo aquí de cuántos hijos tener, yo mismo solo tengo 2 hijas. Solo me refería al caso que planteaba el comentarista, de los que no quieren siquiera tener uno, pensando que no podrán darle las condiciones óptimas para su vida.
@ Nacho: La mayoría de los pecados se pueden justificar apelando a la libertad, mentir, matar, robar, cometer adulterio, todo te deja, al menos en un primer momento, "más libre".
Si quieres buscar un argumento a favor del condón, tendrás que esforzarte más.
Como le decía a gringo, se busca evitar una vida, sí, y eso no siempre es malo. Lo que hace malo el acto es el medio empleado, tal como lo explico en la entrada.
@ Demandred: "No son para todo el mundo" es una de las peores frases en boca de un católico.
Si es verdad, entonces existen católicos de primera y segunda categoría, los puros a los que Dios da la fuerza para cumplir los mandatos más difíciles, y el resto que debe conformarse con cumplir los mínimos.
Esta idea es el núcleo duro del peor de los clericalismos.
En contra, la Iglesia ha insistido que la virtud no depende de cuántos puedan alcanzarla: si todos mienten, roban y matan, eso no significa que esté bien hacerlo.
Dices que
"en la actualidad, contamos con mejores condiciones generales para tener hijos."
Y eso me parece discutible. Con mejores condiciones médico-sanitarias, sí, aunque una cosa es vivir en Suiza y otra Sierra Leona... Pero el fin del matrimonio no es sólo "tener hijos"; es procreativo-educativo y no me parece que en en la actualidad existan mejores condiciones generales (morales), en la sociedad, para educar a los hijos que en el pasado.
Saludos.
"
"La doctrina eclesial de la paternidad y maternidad responsables se apoya en esta base antropológica y ética fundamental. Por desgracia, con respecto a este tema a menudo se entiende mal el pensamiento católico, como si la Iglesia apoyara una ideología de la fecundidad a ultranza, impulsando a los esposos a procrear sin ningún discernimiento y sin ningún proyecto. Pero basta una lectura atenta de los pronunciamientos del Magisterio para constatar que no es así.
En realidad, en la generación de la vida, los esposos realizan una de las dimensiones más altas de su vocación: son colaboradores de Dios. Precisamente por eso, han de tener una actitud muy responsable. Al tomar la decisión de engendrar o no engendrar, no tienen que dejarse llevar por el egoísmo o por la ligereza, sino por una generosidad prudente y consciente, que valora las posibilidades y las circunstancias y, sobre todo, que sabe poner en primer lugar el bien del hijo que ha de nacer. Por consiguiente, cuando se tiene motivo para no procrear, esta elección es lícita e, incluso, podría llegar a ser obligatoria. Pero sigue existiendo también el deber de hacerla con criterios y métodos que respeten la verdad total del encuentro conyugal en su dimensión unitiva y procreativa, tal como la naturaleza la regula sabiamente en sus ritmos biológicos [metodo natural], que pueden ser secundados y valorizados, pero jamás violados con intervenciones artificiales" (Angeluz, 17 de Julio de 1994)
Las mujeres llevan 40 años con la píldora y si no funcionara ya se habrían dado cuenta.
Por cierto todas las mujeres sufren estos efectos secundarios: aumento de peso, dolor abdominal, mareos, cambio de metabolismo... Tomando la píldora? No, con el embarazo.
Quizá "no son para todo el mundo" pueda causar pesar. Pero lo cierto, es que hay 'niveles' entre cristianos. Vivir en un monasterio de clausura, puede estar muy bien, pero no es para todos los cristianos. Eso no va a cambiar el hecho, de que hay gente mas espiritual que otra.
En el caso de los anticonceptivos. No todo el mundo tiene esa fortaleza, esa dedicación, y ese control de sus emociones y sentimientos. Lo cierto, es que la mayoría de la gente no lo tiene.
Con esto, a día de hoy, tienes que la mayoría de los matrimonios católicos que van a misa o bien no comulgan (complicado educar a los hijos en la fe en esta situación), o bien lo hacen ya que desde su punto de vista no están pecando (correspondiente pecado de sacrilegio).
Esta es la realidad. Ahora toca solucionarlo. Esta claro que con el tema de los métodos naturales no se soluciona mucho, puesto que si fueran tan fiables y tan prácticos, se habría adoptado de forma masiva. No es el caso.
Consigamos entonces que estas parejas encuentren la fuerza de voluntad necesaria para evitarlo. Pues en eso estamos desde los 60 y parece que no se ha encontrado la tecla. Son muchos años ya y así seguimos.
El mismo Dios cuando nos creó nos dio la sexualidad "y todo lo vio muy bueno", pero, a diferencia del resto de los animales que siguen un instinto, a sus hijos los bendijo diciendo: "Y serán una sola carne". La máxima expresión de esa unidad en los humanos es la sexualidad, que tiene que darse cuando la donación de uno mismo a la otra persona ha sido total. Es en esa entrega sacrificial cuando la sexualidad adquiere su más bella expresión.
Volvamos al inicio. Todo acto sexual debe estar abierto a la vida. Ahora lo tenemos que compaginar con la paternidad responsable. La Iglesia nos pide que sean métodos naturales, porque los métodos naturales están siempre abiertos a la vida. Nuestras tatarabuelas estiraban la lactancia lo máximo posible, porque descubrieron que mientras había leche no había ovulación, aunque podía haber fallos y, de hecho, os había. Otro es el método de la temperatura basal, que como saben muchas familias católicas, Ogino es el padre de muchísimos hijos.
Paternidad responsable nos indica podemos tener los hijos que con sacrificio somos capaces de educar. La palabra clave de la paternidad responsable es la generosidad con Dios. Estar abiertos al regalo de Dios sin egoísmos ni cicaterías. Ni pensar en el viaje a New York como motivo de evitar un hijo.
¿Se puede usar el condón? NO, es una barrera artificial y, en principio no está abierto a la vida. ¿Hay alguna ocasión en que se deba utilizar el condón: SIDA, enfermedades venéreas, etc? No, la Iglesia siempre ha dicho que el método más eficaz es la castidad hasta el matrimonio y es lo que debemos enseñar y promocionar.
Aparte de que el preservativo pueda tener fallos, es además un elemento que promociona la promiscuidad con una falsa seguridad.
Las pastillas anticonceptivas no solo no están abiertas a la vida, a eso se añade los daños colaterales que produce en la mujer. No soy médico, pero hay mucha literatura sobre el asunto.
Los demás métodos artificiales: DIU, píldora del día después, etc., son barreras abortivas que la Iglesia ya ni discute.
La Iglesia siempre ha promovido períodos de continencia entre los esposos como un sacrificio a ofrecer y como una oportunidad de buscar en esos tiempos expresar la unidad de la pareja de otra manera.
Por último, les sugiero que busquen en la internet la "teología del cuerpo" que desarrolló durante los Angelus de cinco años S. Juan Pablo II.
Bendiciones
Los llamados "métodos naturales" no son una especie de "preservativos permitidos por los curas", sino periodos de abstinencia dentro del matrimonio. Por tanto, de no-acto carnal.
Por ese motivo (porque en realidad son no-actos sexuales completos temporales) no son ilícitos.
Las razones para emplear la abstinencia intermitente es OTRA DISCUSIÓN, en la que cada pareja, hablándolo con razonamientos, poniendo la intención en seguir el plan de Dios para ellos, meditándolo en conciencia o consultándolo con directores espirituales si se tercia, deciden en ciertos momentos de su trayectoria, no tener actos sexuales cuando la mujer es fértil.
La Iglesia únicamente exige que sean motivos GRAVES los que hagan poner en práctica esa forma de actuar. No se mete a pormenorizar, pero sí descarta la superficialidad en este asunto. Porque, efectivamente, el matrimonio como generalidad debe estar abierto a la vida.
Si hay condicionantes graves, bien para el cuidado y educación del niño o para la salud de los padres, se puede aplazar en algunos momentos.
Tan sencillo como esto. Pero, repito, como los curas no hablan de estas cosas en las homilías sino, mayormente, de lugares comunes, banalidades políticamente correctas y autoayuda malamente camuflada, el católico medio no se entera de la película.
Y tampoco busca formarse por su cuenta en la mayor parte de los casos. Sigue la corriente y así gringo puede decir con gran satisfacción la chorrada de que como muchos católicos usan preservativos, la Iglesia debería aprobarlos.
Si la Iglesia aprobara cada pecado que hacen la mayoría de los católicos alguna vez, podría disolverse ya mismo.
La Iglesia no está para regalar oídos, sino para enseñar. No está para ser complaciente, sino para salvar almas.
PD: sí, claro que se pueden emplear los métodos naturales, no hace falta ser superman ni de una pasta especial. Como todo en esta vida hace falta formación, templanza, constancia y una cierta voluntad de entender que el afecto físico por tu cónyuge no tiene porque incluir necesariamente el coito. Si los dos están de acuerdo, se puede perfectamente.
Claro que se puede. Cuanta cobardía y pereza disfrazada de "sentido común".
El primero es sobre la validez del matrimonio entre Santa María y San José, pues al parecer, y según se ha dicho con anterioridad en estos blogs, no tenían intención de copular, y por lo tanto, tampoco de procrear.
El segundo es mi rechazo al prejuicio aquel por el que no puede comulgar el que convive con su pareja sentimental, pues presume que tal convivencia implica necesariamente incurrir en un tal «pecado objetivo», lo cual llega a ser, según el caso, injurioso y difamatorio.
No se sigue: Hay otros móviles para la convivencia que el de mantener relaciones sexuales, como pueden ser, motivos económicos, de auxilio especialmente en caso de minusvalía, o incluso por afecto.
No entiendo ese veto sistematico a la convivencia, y menos aún, en una sociedad en la que por las crisis que la azotan se hacen necesarios métodos severos de reducir gastos.
Me temo que la respuesta -si se me da- a este reclamo pueda ser simplemente un «estás muy perdido», pero yo preferiría alguna explicación más concienzuda que logre guiarme en la resolución de estos conflictos.
Gracias.
Las tradiciones más antiguas afirman que S. José era viudo y tenía hijos del anterior matrimonio, por eso la afirmación evangélica de "ahí están tu madre y tus hermanos y hermanas" no deja de ser cierta.
Que hubiera un acuerdo entre ellos de consagrar la virginidad de María no tiene nada de extraño, dado los personajes y dado que S. José ya tenía herederos de él mismo.
La Iglesia siempre ha mantenido la castidad de los novios antes de la boda. Hay una razón para ello. Es en los votos matrimoniales cuando se expresa la total donación de la persona a la otra persona. Y es cuando se expresa esa donación total el momento del "ser una sola carne" en la unión sexual.
Adelantar el sexo en el noviazgo no solo menoscaba el plan de Dios sobre la sexualidad humana, también rebaja el valor del mismo sexo, ya que lo convierte en un simple desfogue de los impulsos físicos.
La convivencia de la pareja es mala porque no existe ese compromiso de donación total y a las primeras divergencias, sobre todo hoy en día, se separan sin responsabilidad ni sobre ellos ni sobre los hijos, si están.
Si una pareja está teniendo sexo antes del matrimonio, caen en el sexto mandamiento, por lo que no pueden comulgar hasta que se confiesen. Y no pueden confesarse porque el arrepentimiento y propósito de enmienda no se dan, ya que quieren seguir con esa situación de pecado.
No sé si he logrado una explicación que tenga sentido para usted. Pero le ruego que si necesita más acuda al Catecismo de la Iglesia o un buen sacerdote que le pueda aconsejar. Por este medio es algo complicado.
Bendiciones
Sobre la primera cuestión, a tenor de lo que dice, he de concluir pues, que la Iglesia ha redefinido el Matrimonio, lo cual me causa otro conflicto... ¿Tiene autoridad para hacerlo? ¿Es Matrimonio genuino lo que la Iglesia celebra?
En cuanto a la segunda, si se fija en mis palabras hablé de convivencia, no de sexo. Más aún, me atreví a decir, que esa presunción de que por convivir tenga que darse indefectiblemente relaciones sexuales es del todo prejuiciosa, y, en los casos que efectivamente no se cumpla la ecuación convivencia=sexo, constituye injuria, y, en cualquier caso, difamación.
Precisamente lo que rechazo es el perjuicio que lleva a considerar a todos los convivientes, faltos de castidad.
En mi caso concreto: ¿Soy un fornicador por aver convivido antes del matrimonio con la familia de mi novia, y más tarde con mi novia solos, aún sin haber practicado ningún acto sexual más allá de algún beso?
¿Por qué se me niega la comunión? Obviamente, he obedecido evitando incurrir en sacrilegio, pero con el conflicto moral de que se me imputara un pecado que no he cometido. Me parece especialmente cruel al considerar la dificultad que me podría haber supuesto preservar la castidad; pero e de decir, que tal convivencia me ha servido para ejercitarme muy satisfactoriamente en la virtud de la templanza, que era uno de mis puntos flacos.
Gracias.
Sobre si la Iglesia ha redefinido el matrimonio, le diré que en el fundamento no, en la forma sí que ha cambiado. El fundamento está establecido en la Palabra de Dios y la Iglesia no puede cambiar eso.
La forma a variado a través de los siglos. En un principio se aceptaba cualquier matrimonio civil y el sacerdote iba después a la casa de los recién casados a bendecirlos y a bendecir el tálamo nupcial.
Debido a algunos abusos y tratar de acomodar el rito a las diferentes culturas donde se anunciaba el Evangelio, el modo de hacer el matrimonio fue cambiando.
Por el problema del rapto en la Edad Media, es decir el señor o noble raptaba a una muchacha y la llevaba a su casa. Eso culturalmente significaba que estaban casados, pero los nobles decían que no, ya que no había consentimiento. La Iglesia entonces decidió que había que perseguir el rapto y estableció la presencia de un sacerdote ante quien los novios manifestaban su consentimiento, el sacerdote ni hacía ni decía nada.
En el siglo XVIII, estoy escribiendo de memoria, así que no me haga mucho caso, ocurrió que en Austria a una princesa le dio por casarse con un villano sin permiso de la familia y se presentaron en la Iglesia, el sacerdote al final de Misa se da la vuelta para la bendición y se encuentra la pareja enfrente de él pronunciando el consentimiento. El matrimonio era válido.
Entonces, no acuerdo del nombre del Papa, promulgó el "Quam tametsi", que establecía la presencia activa del sacerdote en las bodas.
Y con pequeñas diferencias, es el ritual que tenemos hoy en día.
Pero el fundamento del matrimonio católico para toda la vida y como comunión de amor y apertura a la vida siempre ha sido así. Nos viene del mismo Dios.
Bendiciones
Son sólo algo legitimado para causas graves que se dan por la corrupción del pecado original.
NO HAY AMOR ALGUNO AHÍ.
La belleza está en las familias que se entregan y sacrifican para "con generosidad" elegir una prole más numerosa.
Dar fruto en abundancia. El fruto del Amor son los hijos.
No hay absolutamente nada en la Revelación Pública que apunte a esa mala entendida "paternidad responsable".
Por contra Dios deja bien significada Su Voluntad :
"Sed fecundos y multiplicaos! "
Y eso se lo dijo a hombres que vivían en tiendas, sin agua corriente, ni techo, ni escuelas, ni dodotis, ni potitos bledines, ni hospitales, ni paritorios etc.
Si nos queremos mentir a nosotros mismos allá cada cual.
Infinitas bendiciones para los q viven una sexualidad en pureza!
No es posible decir que el uso de pastillas es igual a a la abstención o planificación siguiendo algún método natural, el daño al cuerpo de la mujer, el psicológico y espiritual es enorme y a veces irreversible,el matrimonio esta bendecido por Dios y su fin primario es salvarse mutuamente.El llamado a la santidad es para todos, y en el matrimonio se puede lograr, pero claro,para ello se necesita primero creerle profundamente a Dios y por ende a nuestro señor Jesucristo.
Tengo una pregunta,para mi mi cuerpo no es juicioso con el tema de la menstruación normal un mes llega el 20 el otro llega el 27 y así sucesivamente, yo tengo gran amor a Dios y quisiera saber si el método '' marcha atras'' es aprobado por la Iglesia o de no ser así me voy y me confieso de manera inmediata,estoy confundida necesito ayuda por favor alguien q responda a esta pregunta q me he hecho por años.Gracias mil bendiciones.
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