Lo que debió haber dicho Claudio Orrego
En el debate de anoche, de los cuatro pre-candidatos que participaron, sólo el demócrata cristiano Claudio Orrego se manifestó contrario al matrimonio homosexual, y dijo claramente que, en su opinión, el matrimonio es entre un hombre y una mujer, porque esa es la opinión mayoritaria de los chilenos y la tradición histórica de las naciones, de todas las confesiones e incluso agnóstica, ha sido favorable en cuanto a mantener esa definición.
El problema es que hoy por hoy, eso no basta. Hay que poder decir, más allá de una cuestión mayoritaria y de tradición, por qué el matrimonio se define propiamente como la unión de un hombre y una mujer, y no la unión del vino tinto con las carnes rojas.
Teniendo en cuenta que es uno de los grandes temas que estará presente en la campaña presidencial de este año, y que seguramente cuenta con asesores que lo preparen para este tipo de preguntas, Claudio Orrego no puede decir que esta sea una respuesta mínimamente coherente y satisfactoria para defender el matrimonio. Más bien queda la impresión de que se trata de una mera respuesta formal, para salir del paso, como dicen los gringos, lip service, de los dientes para afuera.
Y eso, hoy por hoy no basta.
Lo que debió haber dicho un candidato convencido de que el matrimonio sólo es propiamente la unión entre un hombre y una mujer es algo así:
El Estado tiene el deber y la necesidad de reconocer, amparar y celebrar la alianza entre un hombre y una mujer, que se unen para vivir juntos, procrear y educar a los hijos que nazcan de esa unión.
Es un deber, porque la educación de los hijos es una labor ardua, difícil, que exige grandes y pequeños sacrificios, día a día, por muchos años, poner de lado proyectos personales y sufrir privaciones, económicas, culturales y emocionales, todo por una labor constante, de deberes escolares hasta la medianoche, de días y noches en los hospitales, de preocupaciones por el niño que no llega, labor que no rendirá frutos sino en 20 ó 30 años.
Si les entregamos los mismos derechos y reconocimientos a uniones que no pueden ni buscan cumplir esta labor, con todo el respeto que pueda merecer el amor mutuo, cometemos una injusticia cuando se trata de ponerlas en el mismo saco que todas son “matrimonio”.
Es también una necesidad para el Estado velar por la estabilidad del vínculo entre los padres y sus hijos naturales, porque de la calidad de esos hogares depende la felicidad de los niños, y de esa infancia feliz depende tener ciudadanos optimistas, que miren la vida y el futuro con confianza, y que voluntaria y alegremente respeten nuestras leyes y a sus compatriotas.
Por eso, el Estado está obligado a reconocer que el vínculo entre los hijos y sus padres es especial, único, y es a los niños que debemos poder decirles “Uds. no son un accidente, un subproducto desechable, sino que tienen el derecho a contar con un hogar, y el Estado hará la posible porque sus padres (no cualquiera) les proporcionen el mejor posible“. Ese mensaje, cuando se expresa en una ley, se llama matrimonio.
Muchas de estas cosas podemos debatirlas, pero nadie me hará cambiar de opinión cuando se trata de decir que cada niño tiene el derecho de conocer y recibir el amor y el apoyo, pero no de cualquier persona que quiera ayudarle o pueda sentir aprecio por él o lástima por su abandono, sino de su padre y de su madre naturales.
23 comentarios
¿Está Claudio Orrego a favor de algún tipo de reconocimento legal de las uniones homosexuales, aunque no se llegue al extremo de considerarlas como matrimonio?
Ahora quería hacer una pequeña reflexión sobre la política chilena actual:
En cuanto a la derecha, es verdad que apoya el sistema económico y social que es muy criticado por el papa Francisco. Por el lado de la UDI, qué pena que Jaime Guzmán lo hayan asesinado antes de que terminara su libro, en el que iba a haber un capitulo dedicado a hablar sobre la doctrina social de la Iglesia, habría sido interesante leerlo. Por RN, el católico es Manuel José Ossandón pero, ahora último no pero antes sí, he escucho críticas hacia él por ser precisamente como la otra cara de RN, pero a fin de cuentas el no es el candidato a la presidencia, el candidato es Allamand. Y evópoli, son de muchas tendencias, se presenta como el movimiento de Kast, Beyer y Cruz Coke, de ahí el católico es Kast, Beyer es agnóstico y Cruz Coke ni idea, pero Beyer está a favor de los movimientos homosexuales, por eso cuando fue ministro de educación criticó como si estuviese indignado una de las propuestas de educación sexual que los colegios chilenos pueden elegir que no era favorable para las ideas de los movimientos homosexuales. Y Beyer es un defensor de los movimientos homosexuales con peso, cuando se le dice "hablemos sobre homosexualidad", él dice "dale, hablemos, si yo sé mucho sobre el asunto, he hasta escrito artículos, etc".
Y la Democracia Cristiana, a mí se me cayó o el año pasado o el antepasado cuando la juventud de ese partido dio su apoyo al matrimonio igualitario. Entrevistaron a uno de la juventud de por qué llegaron a esa decisión y entre todas las excusas que dio, una fue que uno de los mayores ideologos de la DC había sido un agnóstico o un ateo (no recuerdo bien cual de los dos era)... Pero la cosa es que cuando escuché eso, fue... decepción.
Creo que Pinochet ha sido el mejor presidente que hemos tenido ultimamente.
Mi opinión sobre la dictadura se encuentra inevitablemente unida a las violaciones a los DDHH.
@ Gonzalo: Primero, como vote yo es off topic y ad hominem, ambas cosas que no ayudan a nadie.
Segundo, como le dije a Ignacio, no me parece que hablar de matrimonios con hijos sea "vestir de cura", pero dada la situación de la familia chilena, puede que esté equivocado.
Tercero, como dije en el texto, estoy abierto y me encantaría discutir cada una de esas discriminaciones y suposiciones que ves.
Yo pido a Dios que nos regale hombres y mujeres valientes en Chile, que se atrevan a luchas por la verdad y a jugarse por sus ideas.
Si uno realmente tiene confianza en el triunfo de sus ideas, entonces no teme perder un par de votos o de amigos.
Yo soy católica y si me atacan por defender mis ideas, no importa, no tiene que importarnos, atacaron antes a Jesús y de qué modo. Abuelajuana
Y sólo decirte que no me llamo el "tal Gonzalo", sino Gonzalo, a secas, estimado hermano en Cristo.
Saludos
EL tal Gonzalo
Los comentarios están cerrados para esta publicación.