¿Es posible negar la existencia de Jesús?
La revista Mensaje (fundada por San Alberto Hurtado) ha decidido dedicar parte de su más reciente edición a los artículos humorísticos y publicar ¿Es posible demostrar la existencia de Jesús?, por Ariel Álvarez Valdés.
Escribe el autor
Cuando buscamos en la antigüedad los datos sobre su existencia histórica, descubrimos con asombro que sus contemporáneos no dijeron casi nada de él. Su vida y su muerte fueron el acontecimiento menos importante de la historia romana de ese tiempo.
Me pregunto de dónde surge ese asombro del que habla, después de todo, que su figura sea fundacional para nosotros, no implica que lo haya sido para sus contemporáneos, quienes seguramente lo veían como un predicador más.
El artículo en sí no está tan mal, comienza por repasar los pasajes habituales de Flavio Josefo y las teorías acerca de interpolaciones cristianas, pero el sólo hecho de que alguien pueda observar a su alrededor, darse cuenta de lo que ha alcanzado occidente como cultura y negar que NSJC haya existido ¡es comiquísimo!
Me pregunto quién podría explicar toda Europa y América sin el cristianismo, y el cristianismo sin NSJC.
Sí anota el autor que sólo en el S. XVII por primera vez se planteó que el fundador del cristianismo puede no haber existido, lo que es significativo, porque desde un comienzo el cristianismo tuvo detractores, principalmente entre las autoridades romanas y judías, y sin embargo a nadie se le ocurrió siquiera plantear que NSJC no hubiera existido, o muerto en la cruz.
Otra objeción con la que me he encontrado es la falta de más fuentes no cristianas que hablen acerca de NSJC, pero esa es una exigencia irracional, ya que precisamente los interesados en escribir sobre una persona son los que conocen el significado de sus actos, y así,por ejemplo, nadie esperaría encontrar muchas referencias acerca Solón entre historiadores no griegos.
Esta clase de cuestionamientos también demuestran un marcado provincialismo intelectual, pues pretenden comparar a NSJC con los registros de personajes como Poncio Pilatos. Sin embargo, es evidente que la historia, aún hoy en día, se escribe sobre grandes figuras públicas a los ojos de sus contemporáneos, y Jesús fue en ese respecto uno más de los muchos predicadores que existieron antes y después.
¿Cuál fue su gran diferencia a los ojos de los historiadores de la época? Que NSJC fue capaz de producir una comunidad de seguidores, que perduró a pesar de su aparente fracaso, hasta el punto de convertirse en un grupo de interés para el Imperio, y la historia de esa comunidad se encuentra plenamente establecida.
Además, no se debe olvidar que los evangelios son el testimonio de al menos 4 testigos presenciales de los eventos que relatan, y el hecho de que se encuentren juntos en las biblias modernas no quita que sean registros generados independientemente, y que coinciden en lo sustancial de las enseñanzas y actos de NSJC.
Sólo un intelectual podría negar otro hecho histórico que cuente con ese nivel de evidencia, y lo mismo se aplica a la existencia de NSJC.
17 comentarios
Puede parecer asombroso, pero si nos fijamos en los historiadores que hacen las referencias más antiguas a JEsús (hablo, claro está, de historiadores cuya obra se haya conservado), tenemos que...
...Flavio Josefo nació en el año 37 y no escribió su primera obra (De Bello Judaico) hasta el año 79.
...Tácito nació en el año 55 y no escribió sus Anales hasta el año 110.
...Suetonio nació en el año 71 y no escribió su De duodecim Caesaris hasta el año 120
...Yehuda ha Nasi nació hacia el año 100 y no realizó la compilación de la Misna hasta el año 150 (más o menos).
De suerte que las fuentes más próximas a Jesús son... el evangelio según San MAteo (escrito hacia el año 60), el evangelio según San Marcos (escrito hacia el año 65), el evangelio según San Lucas (escrito hacia el año 55) y el evangelio según San Juan (que fue terminado hacia el año 70).
infocatolica.com/blog/fidesetratio.php/un_fracaso
infocatolica.com/blog/coradcor.php/roma_da_otro_serio_aviso_a_determinada_f
Ah, no, caramba, más pena todavía. No se ha convertido, sino que dejó el sacerdocio. Buff.
redescristianas.net/2010/03/15/el-teologo-argentino-ariel-alvarez-deja-el-sacerdocio/
Evidentemente, no creo que por no ser sacerdote pueda estar exento de las medidas relativas a que sus enseñanzas no están católicas.
Estudiosos no confesionales, agnósticos incluso, son fervientes detractores de todo intento de negar la historicidad de Jesús.
Jesús el Cristo existe ¿cómo?: en modo y manera de condición y categoría, que Él se da a conocer.
-En modo y manera de condición y categoría el Dios de Israel se dió a conocer a Moisés,
-En modo y manera de condición y categoría Jesús se dió a conocer a Pablo el que perseguía a su Iglesia.
@ Yolanda: Siempre digo, hay cosas tan absurdas que sólo un intelectual se las cree. Intelectuales los hay de todas las opiniones.
@ rastri: ¿Cuál pregunta? ¿Condición de qué? ¿Cuál categoría?
Hasta el Siglo XVIII no se dudó de su existencia, pero en su excelente libro de "Hipótesis sobre Jesús", Vittorio Messori tiene un capítulo dedicado precisamente a los mitólogos (los que tratan el “problema de Jesús” manteniendo que Cristo fue un mito progresivamente humanizado) que defiende la solución mítica frente a las otras dos hipótesis, la critíca y la de la fe.
Gloria Filio nunc et semper.
http://www.personalismo.net/PDF/0808/103PersyTrasc.pdf
En realidad, parece que los teólogos de cierta escuela estaban "vocacionados" a la divulgación de las dudas, entrenándose sobre todo en la exposición "con gancho" de las mismas. Algunos con poca "estrella", se quedan en el sermón de sus misas parroquiales -aunque el gran daño que hacen a la vista está-. Otros llegaron al "estrellato" de publicaciones en revistas muy compradas, intervenciones en programas de radio y televisión.
Pero son dudólogos en lugar de teólogos. La vocación del teólogo católico, o la fides et ratio, o la clásica investigación y exposición de la doctrina y moral, incluso a "nivel divulgativo", se frustó en personas como este pobre Ariel. Dudar, cuestionar, desmitificar, todo eso está bien cuando no es el objetivo en sí mismo del teólogo. Me parece.
Señor no dejes que profanen tu Nombre, limpia las instituciones de falsos cristianos que confunden a los que no te conocen.
Por favor no demos cartel a los tibios, despues que Dios los bomita de su boca, si no se arrepienten y reparan el mal.
Negar que Jesús existió, con pruebas en las manos para que se convenzan todos, es casi imposible. Estas cosas solo se pueden creer, máxime si era un hacedor de milgros, Hijo de Dios y el Mesías.
Estas cuestiones se creen, no se saben. Luego, no sé a qué viene lo de que hay que ser un intelectual para negarlo. Aquí no hay razón, saber ni lógica que valga, que esté por encima de la creencia (otros dirán credulidad).
Comparar Sócrates, un mortal al fin y al cabo, con Cristo es un tanto absurdo. Y por un simple hecho: la existencia o no de Sócrates importa poco a la hora de leer sus atribuidos escritos filosóficos (tendrán igual validez), sin embargo, con Jesús hablamos de desmoronar una gran cantidad de intereses creados que llegan hasta el día de hoy.
1. Nadie ha comparado a Jesucristo con Sócrates.
2. Es sólo un argumento para mostrar los fallos de los utilizados para negar la existencia de Jesús, en un plano lógico y racional (fe y razón no se excluyen en absoluto), pues recurrir a la fe ante alguien que no la tiene es poco útil (se puede mostrar la razonabilidad de la fe).
3. Creencia y fe no son sinónimos perfectos: la astrología, por ejemplo, es una creencia; creer que Dios existe es fe.
4. ¿Qué intereses?: ¿morir crucificado (S. Pedro), ser apaleado, azotado, naufragar, morir decapitado (S. Pablo), ser devorado por leones o lapidado (S. Esteban, mártires)? No sigo porque son numerosísimas las persecuciones a lo largo de la Historia.
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