Acerca de las Antinomias kantianas (I)
Tal vez la crisis principal de nuestro tiempo no sea tanto una crisis de fe como una crisis de la inteligencia. La gracia supone la naturaleza, y no se puede edificar donde no hay terreno apto para recibir los cimientos. San Agustín dijo que no podríamos creer si no tuviésemos almas racionales (Carta 120, a Consencio), y la modernidad puede ser vista como el esfuerzo progresivo por dejar de tener un alma racional, que hoy, por ejemplo, culmina en la “perspectiva de género”, donde la realidad del sexo y la corporalidad de cada uno se supone que depende de lo que cada uno piense, quiera o desee.