20.05.99

184 - ARGENTINA: XIV ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES

ARGENTINA: XIV ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES

Por Teresa Artigas

La tradicional reunión feminista ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES, en su edición número 14, se llevará a cabo en la ciudad patagónica de San Carlos de Bariloche, los días 9, 10 y 11 de octubre. Las organizadoras esperan reunir a 11.000 mujeres de todo el país.

Del XIII Encuentro, realizado el año pasado, informamos en su momento en Noticias Globales 119. (Argentina: XIII Encuentro Nacional de Mujeres: Sectarismo feminista).

El temario, se desarrollará en 40 talleres y, como siempre, incluye los siguientes puntos: mujer y sexualidad; mujer, arte y cultura; feminismo; mujer, deporte y educación; mujer y distintos tipos de familia; lesbianismo; mujer y vivienda; mujer, salud y aborto; mujer y educación; mujeres aborígenes; trabajadoras domésticas, etc.

El comité organizador lo integran, además de las anfitrionas, mujeres que organizaron los anteriores encuentros. Como informamos, en los dos últimos -en la ciudades de San Juan y Resistencia- hubo serios roces entre los comité organizadores y grupos de mujeres no feministas. La jerarquía de la Iglesia Católica y otras confesiones religiosas, tuvieron un papel muy importante a la hora de movilizar a los grupos que intentaron dialogar con el feminismo extremo. FIN, 20-5-99

17.05.99

183 - ONU: EL CAIRO+5. SE AFIANZA LA POSTURA ABORTISTA

ONU: FRACASA OTRA RONDA DE NEGOCIACIONES PARA EL CAIRO+5. Peligra la representación de las ONG's pro-vida. Se afianza la postura abortista.

Fuentes: Propias; CAHFRI, 7-5-99; Earth Negotiations Bulletin, 7-5-99;UNFPA:ICPD+5, NEWSBULLETIN, nº 12, 10-5-99; Naciones Unidas,E/CN.9/1999/PC/CRP.1/REV.2 (8-4-99);

CEDPA, Press release, 17-5-99.

Por Elena Brañas y Juan Bacigaluppi

Las negociaciones para la revisión y seguimiento del Programa de El Cairo preparatorias para la Asamblea General El Cairo+5 no terminaron. Las sesiones del 5 al 7 de mayo finalizaron sin acuerdo sobre varios párrafos del documento del 8 de abril pasado. La agresividad de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y otros países para imponer los conceptos de salud reproductiva y contracepción de emergencia como único tema para el desarrollo, motivó una fuerte reacción del Grupo de los 77 (G-77) y China, (133 naciones en desarrollo).

Este conflicto se había suscitado en la Prep-Com celebrada en New York que finalizó 30 de marzo. En ese momento, se acordó en seguir las deliberaciones en mayo, con el título de consultas informales. La versión del documento se publicó el 8 de abril pasado. El nuevo documento, con las discusiones de las consultas informales (5-7 de mayo), se publicará como documento oficial, con la sigla E/CN.9/1999/PC/CRP.1/REV.3, a fines de este mes.

Ese texto servirá de base para nuevas negociaciones, los días 24-25 y 28-29 de junio próximos. Con casi dos docenas de párrafos no acordados y con grandes diferencias, como por ejemplo, sobre salud sexual y reproductiva de la adolescencia, esta será la última oportunidad para terminar de redactar el documento, que el Fondo para la Población, presentará en la sesión especial de la Asamblea General El Cairo+5, que se reunirá en New York del 30 de junio al 2 de julio.

La ronda de negociaciones de mayo, se centró sobre cuestiones de financiamiento y prioridades programáticas. En la Conferencia de El Cairo los países "donantes", Estados Unidos, Canadá y otros, prometieron a las naciones pobres unos 17 mil millones de dólares para apoyar los programas de población y desarrollo. El G-77 acordó en El Cairo aceptar el término "salud reproductiva" a cambio de la ayuda para el desarrollo, la cual nunca llegó.

En las negociaciones de este mes, se suponía que se tratarían las cuestiones pendientes sobre población y desarrollo, pero los diplomáticos del G-77 se dieron cuenta que, a las naciones industrializadas, solamente les preocupaba poner el acento en salud reproductiva. Es decir, en la imposición de programas para difundir contraceptivos abortivos y contraceptivos de emergencia (también abortivos). Esos programas no reconocen la autoridad de los padres sobre la educación de sus hijos en temas relacionados con la sexualidad, imponen la confidencialidad para los adolescentes en cuestiones de salud reproductiva, reconocen los "nuevos derechos reproductivos y sexuales" de las mujeres y las niñas, fomentan la esterilización femenina y masculina, y legalizan el "derecho a la orientación sexual" y el derecho al aborto sin restricciones, bajo el paraguas de la perspectiva de género.

Los "lobbistas" pro-vida señalaron que en el documento del 8 de abril "salud reproductiva" se menciona 57 veces, mientras que "salud básica" solamente tres. Señalaron también, que el debate sobre el párrafo 73 demostró la división que separa a los países pobres de los ricos en estas cuestiones. El G-77 puso insistentemente de relieve que no hay en el párrafo ninguna referencia al desarrollo.

Los delegados debatieron el primer párrafo del preámbulo del Programa de Acción de El Cairo (1994), al cual se le propusieron numerosas enmiendas.

Estados Unidos apoyado por Alemania, con el consentimiento de la Unión Europea, sugirió agregar una referencia a los "derechos humanos universalmente reconocidos" incluyendo el reconocimiento de los "derechos reproductivos", pero el G-77/China, expresó su preocupación a la referencia propuesta de "derechos humanos reconocidos universalmente", y prefirieron insistir en el término "desarrollo".

Se discutió el derecho a la soberanía de cada país para la implementación de las recomendaciones del Programa de Acción, pero Marruecos agregó al texto que este derecho también se aplicaba a este documento.

Estados Unidos corrigió el punto sobre las proyecciones de la población mundial para el año 2015, de "7 mil millones y 7,5 mil millones en el 2015", para que se lea: "entre 6,9 mil millones y 7,4 mil millones", estos datos fueron proporcionados por la División de las Naciones Unidas para Población.

La Santa Sede agregó al documento, que la mayoría de los países del mundo coinciden en un patrón común de disminución en las tasas de los nacimientos y aumento de la esperanza de vida y que ese cambio significaba una variación notable de las situaciones demográficas.

Estados Unidos -insistiendo en su línea-, agregó otro texto remarcando que la edad reproductiva de la población mundial continuaba creciendo en una tasa ligeramente más alta a la de la población mundial en su conjunto, y reflejaba la gran cantidad de gente joven que entraba en su edad de procrear.

El G-77/China, pidió medidas que fortalecieran las políticas para la alimentación, la nutrición y la agricultura, las relaciones de libre mercado, con especial atención a la seguridad alimentaria. Este párrafo no fue incorporado al texto, sino que fue incluido como enmienda en la sección sobre población, desarrollo económico y medioambiente.

Durante uno de los debates sobre la asistencia financiera a la lucha contra la epidemia del SIDA, el G-77 señaló que se debía hacer una referencia a la malaria, que en Africa mata más personas que el SIDA. La Unión Europea como los Estados Unidos, se opusieron. Una "lobbista" pro-vida comentó, "porque no pueden curar la malaria con preservativos y no pueden crear sistemas de control de natalidad en nombre de la educación para evitar la malaria".

Las negociaciones durante esos tres días se desarrollaron hasta altas horas de la madrugada. El G-77/China no convenció a la Unión Europea y a los Estados Unidos de que la verdadera asistencia que necesitaban esos 133 países, era en el área del desarrollo.

Sin embargo, el Grupo de los 77/China, sobre todo India y Perú, se quejaron por la actividad de las ONG's pro-vida, que repartieron material criticando las políticas de planificación familiar en algunos de esos países. La queja llegó a la proporción de escándalo, cuando se comprobó que las ONG's pro-vida trabajaban coordinadamente con unos pocos miembros de las delegaciones oficiales.

Por ese motivo, algunas delegaciones oficiales exigieran la clarificación de las reglas para la participación de las ONG's en las reuniones de las Naciones Unidas, es decir, en pocas palabras, quitar la acreditación a las ONG's pro-vida. Curiosamente no hubo quejas sobre la acción de las ONG's feministas y pro-abortistas, a esas, seguramente, no se les impondrán restricciones de ningún tipo.

Llama gravemente la atención que siendo la convocatoria oficial de las Naciones Unidas sólo para evaluar el desarrollo de los programas en estos cinco años pasados, desde los acuerdos de El Cairo, y existiendo la condición expresa, impuesta por la Asamblea General de no revisar ni corregir esos acuerdos, tanto las agencias de la ONU, como las ONG's y las Fundaciones que las apoyan, introdujeron cambios, referencias y aclaraciones, no sólo en al documento del 8 de abril, sino al mismo Programa de Acción consensuado en El Cairo.

Meter mano en el Programa de Acción de 1994; llegar a discutir sobre la soberanía de las naciones en temas de planificación familiar y medioambiente; arremeter contra las ONG's y contra algunos diplomáticos de delegaciones oficiales que no apoyan el discurso oficial de la ONU; juntar firmas públicamente en las sesiones de trabajo para que la Santa Sede sea considerada sólo como una ONG, son todos triunfos innegables -aunque en distintos planos- de "la cultura de la muerte".

Muchos países del G-77, también algunos latinoamericanos, como Perú, Brasil y Venezuela, han seguido sin protesta los dictados del Fondo para la Población de la ONU, y han creado inconvenientes graves a otras delegaciones no tan dóciles de países miembros del Grupo. El G-77/China, dista mucho de ser un bloque monolítico.

Mientras tanto, el Departamento de Estado del gobierno norteamericano, sigue su política desembozada de acordar estrategias comunes con las ONG's abortistas y feministas. Para el 19 de mayo, en la sede del Population Reference Bureau, Margaret Pollack, -una de las principales negociadoras del gobierno en las reuniones El Cairo+5-, funcionarios del Population Reference Bureau y del Fondo para la Población de la ONU, han citado a todas las ONG's bienpensantes y políticamente correctas, es decir abortistas, para delinear la estrategia que seguirán durante la Asamblea General El Cairo+5, entre el 30 de junio y el 2 de julio. FIN.

Sobre El Cairo+5, vid:

-Noticias Globales 142; 143; 144; 145; 146; 147; 148; 149; 150; 151; 155; 156; 161.

-Noticias Globales 164, USA: EL DEPARTAMENTO DE ESTADO: BUSCA ESTRATEGIAS PARA IMPONER EL ABORTO.

-Noticias Globales 169, INTERVENCIÓN DE LA SANTA SEDE EN LA REUNIÓN PREPARATORIA PARA EL CAIRO+5

-Noticias Globales 172, ONU-BANCO MUNDIAL: EL DESARROLLO PASA POR LA SALUD REPRODUCTIVA

-Noticias Globales 175, JUAN PABLO II: EL CAIRO+5: PROMOVER LOS DERECHOS HUMANOS, SOBRE TODO EL DERECHO A LA VIDA.

13.05.99

182 - DIGNIDAD DEL MORIBUNDO. EUTANASIA Y SUICIDIO ASISTIDO.

DIGNIDAD DEL MORIBUNDO. EUTANASIA Y SUICIDIO ASISTIDO.

TEXTO COMPLETO del discurso del Santo Padre a los participantes de la V Asamblea General de la Academia Pontificia para la Vida, 27-2-99

Fuente: L' Osservatore Romano, edic. semanal en castellano, 5-3-99, p. 7

La Academia Pontificia para la Vida celebró su V Asamblea General en la antigua sala del Sínodo del 24 al 27 de febrero pasado. Tuvo por tema: "La dignidad del moribundo" y se estudió no sólo desde el punto de vista estrictamente médico, sino también en su dimensión psicológica y espiritual. Juan Pablo II recibió a los participantes en audiencia en la sala del Consistorio del palacio apostólico la mañana del sábado 27 de febrero y pronunció las siguientes palabras:

1 ¡Bienvenidos, ilustres miembros de la Academia pontificia para la vida, que os habéis reunido en Roma con ocasión de vuestra asamblea general anual!. Al dirigir a cada uno de vosotros mi cordial saludo, agradezco al presidente, profesor Juan de Dios Vial Correa, las amables palabras con que ha interpretado vuestros sentimientos. Saludo, asimismo, a los obispos presentes: a monseñor Elio Sgreccia, vicepresidente de la Academia pontificia para la vida, y a monseñor Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo pontificio para la pastoral de los agentes sanitarios, al que está unida la Academia pontificia.

Raíces y dimensiones del abandono del moribundo

Un pensamiento especial va a su inolvidable primer presidente, el profesor Jérôme Lejeune, que falleció hace casi cinco años, el 3 de abril de 1994. Quiso decididamente esta nueva institución, casi como su testamento espiritual, para la salvaguardia de la vida humana, previendo las crecientes amenazas que se cernían en el horizonte.

Deseo expresar mi satisfacción por toda la actividad de investigación rigurosa y de amplia información, que la Academia pontificia ha sabido preparar y realizar durante este primer quinquenio de vida. El tema que habéis elegido para vuestra reflexión, "La dignidad del moribundo" pretende llevar luz de doctrina y de sabiduría a una frontera que, en algunos aspectos, es nueva y crucial. En efecto, la vida de los moribundos y de los enfermos graves está expuesta hoy a una serie de peligros que se manifiestan, unas veces en forma de tratamientos deshumanizadores y, otras, en la desconsideración e incluso en el abandono, que puede llegar hasta la solución de la eutanasia.

2. El fenómeno del abandono del moribundo, que se está extendiendo en la sociedad desarrollada, tiene diversas raíces y múltiples dimensiones, bien presentes en vuestro análisis.

Hay una dimensión sociocultural, definida con el nombre de "ocultación de la muerte": las sociedades organizadas según el criterio de la búsqueda del bienestar material, consideran la muerte como algo sin sentido y, con el fin de resolver su interrogante, proponen a veces su anticipación indolora. La llamada "cultura del bienestar" implica frecuentemente la incapacidad de captar el sentido de la vida en las situaciones de sufrimiento y limitación, que se dan mientras el hombre se acerca a la muerte. Esa incapacidad se agrava cuando se manifiesta dentro de un humanismo cerrado a la trascendencia, y se traduce a menudo en una pérdida de confianza en el valor del hombre y de la vida.

Hay, además, una dimensión fílosófica e ideológica, basándose en la cual se apela a la autonomía absoluta del hombre, como si fuera el autor de su propia vida. Desde este punto de vista, se insiste en el principio de la autodeterminación y se llega incluso a exaltar el suicidio y la eutanasia como formas paradójicas de afirmación y, al mismo tiempo, de destrucción del propio yo.

Hay, asimismo, una dimensión médica y asistencial, que se expresa en una tendencia a limitar el cuidado de los enfermos graves, enviados a centros de salud que no siempre son capaces de proporcionar una asistencia personalizada y humana. Como consecuencia, la persona internada muchas veces no tiene ningún contacto con su familia y se halla expuesta a una especie de invasión tecnológica que humilla su dignidad.

Existe, por último, el impulso oculto de la llamada "ética utilitarista", por la cual muchas sociedades avanzadas se regulan según los criterios de productividad y eficiencia: desde esta perspectiva, el enfermo grave y el moribundo necesitado de cuidados prolongados y específicos son considerados, a la luz de la relación costo-beneficios, como cargas y sujetos pasivos. En consecuencia, esa mentalidad lleva a disminuir el apoyo a la fase declinante de la vida.

3. Éste es el marco ideológico en que se fundan las campañas de opinión, cada vez más frecuentes, que pretenden la instauración de leyes en favor de la eutanasia y del suicidio asistido. Los resultados ya obtenidos en algunos países, unas veces con sentencias del Tribunal supremo y otras, con votos del Parlamento, confirman la difusión de ciertas convicciones.

Esperanza en la inmortalidad

Se trata de la avanzada de la cultura de la muerte, que se manifiesta también en otros fenómenos atribuibles, de un modo u otro, a una escasa valoración de la dignidad del hombre, como, por ejemplo, las muertes causadas por el hambre, la violencia, la guerra, la falta de control en el tráfico y la poca atención a las normas de seguridad en el trabajo.

Frente a las nuevas manifestaciones de la cultura de la muerte, la Iglesia tiene la obligación de mantenerse fiel a su amor al hombre, que es "el primer camino que (…) debe recorrer" (Redemptor hominis, 14). A ella le compete hoy la tarea de iluminar el rostro del hombre, en particular el rostro del moribundo, con toda la luz de su doctrina, con la luz de la razón y de la fe; tiene el deber de convocar, como ya ha hecho en diversas ocasiones cruciales, a todas las fuerzas de la comunidad y de las personas de buena voluntad para que, alrededor del moribundo, se establezca con renovado calor un vínculo de amor y solidaridad.

La Iglesia es consciente de que el momento de la muerte va acompañado siempre por sentimientos humanos muy intensos: una vida terrena termina; se produce la ruptura de los vínculos afectivos, generacionales y sociales, que forman parte de la intimidad de la persona; en la conciencia del sujeto que muere y de quien lo asiste se da el conflicto entre la esperanza en la inmortalidad y lo desconocido, que turba incluso a los espíritus más iluminados. La Iglesia eleva su voz para que no se ofenda al moribundo, sino que, por el contrario, se lo acompañe con amorosa solicitud mientras se prepara para cruzar el umbral del tiempo y entrar en la eternidad.

La soberanía de Dios

4. "La dignidad del moribundo" está enraizada en su índole de criatura y en su vocación personal a la vida inmortal. La mirada llena de esperanza transfigura la decadencia de nuestro cuerpo mortal. "Y cuando este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: la muerte ha sido absorbida por la victoria", (1 Co 15, 54; cf. 2 Co 5, 1).

Por tanto, la Iglesia, al defender el carácter sagrado de la vida también en el moribundo, no obedece a ninguna forma de absolutización de la vida física; por el contrario, enseña a respetar la verdadera dignidad de la persona, que es criatura de Dios, y ayuda a aceptar serenamente la muerte cuando las fuerzas físicas ya no se pueden sostener. En la encíclica Evangelium vitae escribí: "La vida del cuerpo en su condición terrena no es un valor absoluto para el creyente, sino que se le puede pedir que la ofrezca por un bien superior. (…) Sin embargo, ningún hombre puede decidir arbitrariamente entre vivir o morir. En efecto, sólo es dueño absoluto de esta decisión el Creador, en quien 'vivimos, nos movemos y existimos' (Hch 17, 28)" (n. 47).

De aquí brota una línea de conducta moral con respecto al enfermo grave y al moribundo que es contraria, por una parte, a la eutanasia y al suicidio asistido (cf. ib., 61), y, por otra, a las formas de "encarnizamiento terapéutico", que no son un verdadero apoyo a la vida y la dignidad del moribundo.

Es oportuno recordar aquí el juicio de condena de la eutanasia entendida en sentido propio como "una acción o una omisión que, por su naturaleza y en la intención, causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor", pues constituye "una grave violación de la ley de Dios" (ib., 65). Igualmente, hay que tener presente la condena del suicidio, dado que, "bajo el punto de vista objetivo, es un acto gravemente inmoral, porque conlleva el rechazo del amor a sí mismo y la renuncia a los deberes de justicia y de caridad para con el prójimo, con las distintas comunidades de las que se forma parte y para la sociedad en general. En su realidad más profunda, constituye un rechazo de la soberanía absoluta de Dios sobre la vida y sobre la muerte" (ib., 66).

Un testimonio de amor

5. El tiempo en que vivimos exige la movilización de todas las fuerzas de la caridad cristiana y de la solidaridad humana. En efecto, es preciso afrontar los nuevos desafíos de la legalización de la eutanasia y del suicidio asistido. Para este fin, no basta luchar contra esta tendencia de muerte en la opinión pública y en los parlamentos; también es necesario comprometer a la sociedad y a los organismos de la Iglesia en favor de una digna asistencia al moribundo.

Desde esta perspectiva, apoyo de buen grado a cuantos promueven obras e iniciativas para la asistencia de los enfermos graves, de los enfermos mentales crónicos y de los moribundos. Si es necesario, deben tratar de adecuar las obras asistenciales ya existentes a las nuevas exigencias, para que ningún moribundo sea abandonado o se quede solo y sin asistencia ante la muerte. Esta es la lección que nos han dejado numerosos santos y santas a lo largo de los siglos y, también recientemente, la madre Teresa de Calcuta con sus oportunas iniciativas. Es preciso educar a toda comunidad diocesana y parroquial para asistir a sus ancianos, y para cuidar y visitar a sus enfermos en sus casas y en los centros específicos, según las necesidades.

La delicadeza de las conciencias en las familias y en los hospitales favorecerá seguramente una aplicación más general de los "cuidados paliativos" a los enfermos graves y a los moribundos, para aliviar los síntomas del dolor, llevándoles al mismo tiempo consuelo espiritual con una asistencia asidua y diligente. Deberán surgir nuevas obras para acoger a los ancianos que no son autosuficientes y se encuentran solos; pero, sobretodo, deberá promoverse una amplia organización de apoyo económico, además de moral, a la asistencia prestada a domicilio: en efecto, las familias que quieren mantener en su casa a la persona gravemente enferma, afrontan sacrificios a veces muy costosos.

Las Iglesias particulares y las congregaciones religiosas tienen la oportunidad de dar en este campo un testimonio de vanguardia, conscientes de las palabras del Señor a propósito de cuantos se prodigan por aliviar a los enfermos: "Estaba enfermo y me visitasteis" (Mt 25, 36).

María, la Madre dolorosa que asistió a Jesús moribundo en la cruz, infunda en la madre Iglesia su Espíritu y la acompañe en el cumplimiento de esta misión.

Os imparto a todos mi bendición.

FIN

10.05.99

181 - TEXTO COMPLETO DE LA CARTA DE S.S. JUAN PABLO II, AL CARDENAL KEELER

TEXTO COMPLETO de la Carta de S.S. Juan Pablo II, al Cardenal Keeler, Arzobispo de Baltimore y Presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos

Fuente: L'Osservatore Romano, edic. semanal en castellano, 12-3-99, p. 9.

A mi venerado hermano Cardenal William Henry Keeler Arzobispo de Baltimore Presidente de la Comisión episcopal para las actividades en favor de la vida

Mientras está reunido en Washington con muchas personas y grupos comprometidos en la defensa de la vida humana, le envío mi saludo en el Señor, con la seguridad de mis oraciones por el éxito de ese importante encuentro organizado conjuntamente por la Comisión Episcopal para las actividades en favor de la vida y el Consejo Pontificio para la Familia.

Durante la la Asamblea especial para América del Sínodo de los obispos del año pasado, los obispos del continente insistieron de forma inequívoca en el deber del cristiano de defender y promover la vida humana desde el momento de su concepción hasta el de su muerte natural, y elogiaron a quienes han cumplido con generosidad y valentía este deber (cf. Ecclesia in America, 63). Más recientemente, los obispos de Estados Unidos han publicado la declaración "Vivir el evangelio de la vida: un desafío para los católicos norteamericanos", que se hace eco espléndidamente de la voz del Sínodo y de la enseñanza de mi carta encíclica Evangelium Vitae. Vuestro encuentro es un signo más de que en Estados Unidos el evangelio de la vida ha encontrado un terreno fértil en el que puede crecer y dar fruto, precisamente porque ilumina una cuestión de suma importancia para la sociedad, una cuestión tan esencial que nadie puede permanecer indiferente.

Al final del siglo XX estamos asistiendo a una paradoja singular: se niega el carácter sagrado de la vida humana apelando a la libertad, a la democracia, al pluralismo e, incluso, a la razón y a la compasión. Como subraya la declaración de los obispos, las palabras han perdido su significado (cf. Vivir el evangelio de la vida, 11), y nos hemos quedado con una retórica en la que el lenguaje de la vida se utiliza para promover la cultura de la muerte. La libertad se ha separado de la verdad, y la democracia, de los valores morales necesarios para su supervivencia; una noción errónea de pluralismo pierde de vista el bien común; la razón con frecuencia se niega a ocuparse de las verdades que trascienden la experiencia empírica; y un falso sentido de compasión es incapaz de afrontar los límites y las exigencias de nuestra naturaleza de seres creados y dependientes. Se invoca constantemente el lenguaje de los derechos humanos, mientras que se viola continuamente el más elemental de los derechos, el derecho a la vida. Los obispos han identificado la fuente de esta contradicción en la confusión moral que deriva inevitablemente de "la reestructuración gradual de la cultura norteamericana según los ideales de utilidad, productividad y rentabilidad" (ib., 3). A menudo la confusión es tan grande que mucha gente cree que la opinión de la mayoría determina la diferencia entre bien y mal, e incluso los puntos de apoyo tradicionales de la vida humana, como la familia, el derecho y la medicina, algunas veces se ponen al servicio de la cultura de la muerte. En estas circunstancias, los cristianos deben actuar. Se trata de una exigencia fundamental no sólo del seguimiento de Cristo, sino también de la democracia, que florece cuando "las personas convencidas exponen con gran vigor sus opiniones, con todos los medios éticos y legales de que disponen" (ib., 24). Esto no es fácil en una situación en la que a veces se tergiversa deliberadamente la doctrina de la Iglesia y se desprecia a quienes la promueven. Pero no podéis permitir que nada de esto enturbie vuestra visión o disminuya vuestras energías.

Es preciso que vuestra acción se lleve a cabo tanto en el campo de la educación como en el de la política. Debe darse una catequesis completa sobre el evangelio de la vida en todos los ámbitos de la comunidad católica. Los católicos sufren un gran influjo del ambiente cultural que los rodea y, por tanto, es preciso que esta catequesis afronte los aspectos de la cultura dominante que amenazan la dignidad y los derechos humanos. Esta catequesis tiene como objetivo el cambio de percepción y la transformación del corazón que acompaña a la verdadera conversión (cf. Ef 4, 23). La llamada a la conversión debe resonar en vuestros hogares, parroquias y escuelas, con completa confianza en que la doctrina de la Iglesia acerca de la inviolabilidad de la vida está plenamente de acuerdo tanto con la recta razón como con las más profundas aspiraciones del corazón humano. Este esfuerzo educativo abrirá cada vez más el camino para que los católicos ejerzan una influencia pública positiva como ciudadanos de su país, sin invocar falsamente la separación entre Iglesia y Estado con el fin de relegar la visión cristiana de la dignidad humana a la esfera de las opiniones privadas. La opción en favor e la vida no es una opción privada, sino una exigencia básica de una sociedad justa y moral.

La preocupación en favor de la vida debe estar presente en todos los aspectos de la actividad pastoral de la Iglesia. Espero que vuestro encuentro sea signo del empeño de toda la comunidad católica por poner en práctica la enseñanza de la declaración "Vivir el evangelio de la vida"; que ayude a coordinar mejor las actividades de los diferentes grupos implicados; y que fortalezca la decisión de muchas personas de continuar sus esfuerzos generosos y constantes. Encomendando a todos los participantes en el encuentro de Washington a la protección amorosa de María, Madre el Redentor, que es el camino, la verdad y la vida (cf. Jo 14, 6), les imparto de buen grado mi bendición apostólica.

Vaticano, 20 de febrero de 1999

FIN

8.05.99

180 - USA: LA ONG SAVE THE CHILDREN OTRA PROMOTORA DEL ABORTO

USA: LA ONG SAVE THE CHILDREN OTRA PROMOTORA DEL ABORTO

Fuentes: Propias, UN Wire, 05/05/99; Save The Children: The State of the World's Mothers, Report 3-5-99

Por Elena Brañas

"El camino más efectivo para mejorar las vidas de los niños en el próximo milenio es invertir en programas y políticas que cambien el estatus de las mujeres, y en particular de las madres". Esta altruista premisa es parte del informe elaborado por la organización Save The Children, una de las mayores organizaciones internacionales de asistencia a la infancia. El informe está basado en sus 70 años de experiencia trabajando en 75 países. Sus campos de acción son la salud, la educación, las oportunidades económicas para las mujeres y los programas humanitarios.

El informe será presentado oficialmente el próximo 11 de mayo en New York, cuando se reúnan más de 300 representantes de organizaciones internacionales en la Conferencia Women's Leadership, convocada por Save The Children. Entre las asistentes anunciadas figuran, entre otras personalidades: Anchor Judy Woodruff de la CNN, quien tuvo a su cargo la cobertura de la Conferencia de las Mujeres de Beijing, en 1995; Nafis Sadik, Directora Ejecutiva de la UNFPA; la actriz Sally Field, presidenta de la delegación de Save The Children a la Conferencia de Beijing; la representante demócrata por California, Nancy Pelosi; la excandidata para la vicepresidencia de los Estados Unidos, Geraldine Ferraro y Soledad O'Brien, conocida corresponsal de prensa. Los moderadores de las discusiones serán acompañados por la actriz Susan Sullivan, quien apoya desde hace tiempo a esta fundación. Se presentarán madres de Bolivia y Arizona que participan de los programas dirigidos por la organización.

Si bien esta ONG ha denunciado algunos programas de abortos coactivos en Africa, y los objetivos de algunos de sus programas son positivos, por ejemplo, el cuidado de la salud de la madre, la educación de los niños, los cuidados de la salud de los recién nacidos e infantes, la educación de las madres para capacitarlas en tareas agrícolas que provean alimento a sus familias en lugares pobres, nos encontramos que en el área de salud surgen los temas ya conocidos como el de la planificación familiar y la salud reproductiva con estadísticas manipuladas.

El informe dice: "Cada día 1600 madres mueren por complicaciones del embarazo o del parto (…). El 99% de las muertes maternas ocurren en países en desarrollo, y por cada muerte, entre 30 y 100 mujeres sufren enfermedades a corto o mediano plazo relacionadas con el embarazo o el parto. Además, 1,5 millones de adolescentes quedan embarazadas cada año con el riego de perder su vida".

"Podemos prevenir -sigue diciendo- muchas de todas estas muertes maternas y muchas de estas enfermedades, asegurándoles a las madres o a las futuras madres -incluyendo a las adolescentes-, el acceso a los servicios médicos básicos de salud maternal, planificación familiar y cuidados neonatales".

(.) "Aparte de los problemas ya mencionados, las mujeres y las adolescentes tienen un sinnúmero de otros problemas de salud reproductiva, que afectan sus vidas y las de sus hijos. Por ejemplo, entre 120 y 150 millones de mujeres quieren terminar alguna gestación o prevenir futuros embarazos, pero les falta el acceso a los servicios de planificación familiar. La planificación familiar ayuda a salvar vidas porque previene los embarazos no deseados. Estos servicios también ayudan a prevenir los embarazos de alto riesgo: los de las mujeres más jóvenes de 18; los de las mayores de 45 años; y los de las madres que tienen más de cuatro hijos".

Save The Children, señala además que la mayoría de los servicios de salud reproductiva están dirigidos a mujeres adultas, ignorando las necesidades de las adolescentes para acceder a los métodos contraceptivos y de contracepción de emergencia que puedan controlar por sí mismas. Las

adolescentes tampoco cuentan con consejeros confidenciales -dice la fundación- que escuchen sus necesidades, por eso Save The Children "está trabajando junto con las comunidades locales, para definir las necesidades, desarrollar estrategias y para cambiar a largo plazo las conductas y prácticas tradicionales".

El primer principio en anunciado en el informe es que "las mujeres -mayores y adolescentes-, tienen el derecho a la calidad en el cuidado de la salud, incluyendo la salud reproductiva y la educación para la salud básica, servicios de salud maternal, planificación familiar, y prevención, educación y tratamiento de las enfermedades de trasmisión sexual y del SIDA".

Por último, debemos agregar que Save The Children está involucrada en el programa de las Naciones Unidas MATERNIDAD SEGURA, que promueve la anticoncepción y el aborto en el Tercer Mundo y en el que participan organismos oficiales: el Banco Mundial, UNICEF, OMS, Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), el UNFPA; y otras dos poderosas ONG's, la IPPF y el Population Council. FIN

Notas de Noticias Globales:

Sobre Marie Stoppes International y otras fundaciones: vid.:

-Noticias Globales 155: ALGUNOS FONDOS DEL NEGOCIO MUNDIAL DE LOS ANTICONCEPTIVOS y 156: CAMPAÑA FACE TO FACE: IPPF Y FONDO PARA LA POBLACION DE LA ONU

Sobre Save The Children vid.:

-Noticias Globales 145, USA: COALICIÓN DE ONG's PARA EL RECONOCIMIENTO UNIVERSAL DEL DERECHO AL ABORTO LEGAL Y SEGURO.

-Noticias Globales 152, DELEGACION NORTEAMERICANA A LA PRE-COM DE EL CAIRO+5.

-Noticias Globales 28: Artículo de The Observer de Londres sobre el trato a los refugiados.