La intención es buena Sr. Arzobispo pero ETA eso no lo entiende
NOTA PREVIA
Este artículo lo iba a publicar hoy viernes. Sin embargo, por problemas de conexión telefónica no he podido actualizar la información hasta ahora.
Sin embargo, creo que vale la pena, por la nueva actualidad del tema, la publicación del mismo.
Ante el intento, de ETA, de causar una auténtica sangría en la Casa-Cuartel de la Guardia Civil de Burgos, el Arzobispo de la archidiócesis burgalesa, don Francisco Gil Hellín ha tenido a bien demandar a los terroristas que dejen de hacer uso de “eso modo tan vil de actuar”.
Además, también les pide que se conviertan a Dios y que dejen de hacer daño.
Y eso es una buena intención, por supuesto.
Sin embargo, algo, aquí no funciona.
Es algo sobre lo que no nos cabe duda alguna: atentar contra la vida de una persona, arrogándose un inexistente derecho a disponer de ella, es muy propio de seres que, más que humanos, hay que considerarlos alejados de la misma naturaleza que Dios nos dio como especie y, más bien, incluirlos en alguna de las que, como alimañas, pululan por la Tierra.
Es muy conocida la frase de San Agustín según la cual “Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti” porque pone, sobre el tapete de la realidad de cada cual, que, el Creador, aún dándonos la vida y haciendo posible, incluso, el perdón del pecado original en el bautismo (o de la forma que Dios quiera en otras manifestaciones religiosas y que, seguramente, ignoramos) nos da la libertad para que, aceptando su voluntad, caminemos hacia su Reino de una forma, digamos, correcta y adecuada.