Maruja Torres, "El País" y la inopia totalitaria
Las personas totalitarias no pueden soportar ni que nadie piense de forma contraria a la suya ni que pueda manifestarse tal forma de pensar.
Así Maruja Torres, desde su escabel de “El País” ha hecho como que opina cuando, en realidad, ha dado una coz. Con poco acierto, pero una coz, manifestando, además, que está en la inopia y en la más grande indigencia religiosa.
A raíz de la reciente sentencia del Tribunal Europea de Derechos Humanos sobre la presencia del crucifijo en las aulas italianas sabemos que el Vaticano no ha estado muy de acuerdo con la misma. Tampoco el gobierno italiano.
Debe comprenderse que el primero tenga la cruz como fundamento de su existencia y que el segundo lo tenga como expresión de tradición y, también, de fe y de forma de ser de una nación como la italiana donde está ubicada la ciudad de Roma que tiene, como todo el mundo sabe, una relación muy estrecha con el cristianismo.
Nada de lo dicho aquí es desconocido por nadie que tenga una cultura medianamente formada o que no la tenga totalmente deformada como, al parecer, es el caso de Maruja Torres.