29.04.14

Estrella del mar

Ayer, 28 de abril, la Iglesia celebraba la memoria de San Luis María Grignion de Montfort. Es un santo que siempre me ha caído simpático, porque, cuando se fue al seminario de París para ser sacerdote, quiso hacer a pie los trescientos kilómetros y entregó por el camino a los pobres todo el dinero que tenía y su propio traje, que cambió por los harapos de un mendigo. No está mal para empezar.

San Luis era particularmente devoto de la Virgen y un amable lector me envió ayer una imagen de Nuestra Señora con una frase del santo. Como me gustó especialmente, la traigo aquí al blog para bien de los lectores, honor de la Reina del Cielo y confusión de los demonios.

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28.04.14

¡No tengáis miedo!

Juan_Pablo_IIMe ha hecho una ilusión especial que la canonización de Juan Pablo II, el Papa de casi toda mi vida, se produjera en la octava de Pascua. No sólo porque tanto la Pascua como las canonizaciones invitan a mirar al cielo, sino también porque en este tiempo resuenan en nuestras iglesias y (espero) en nuestros corazones las palabras del Resucitado: No tengáis miedo.

Esas fueron precisamente las palabras que eligió Juan Pablo II cuando fue elegido Papa: “¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas a Jesucristo!”. Después, las repitió una y otra vez durante los años posteriores, hasta el punto de que quizá podrían considerarse un resumen de su labor como Papa.

Creo que son palabras muy significativas, porque, al comienzo de su pontificado, lo normal habría sido que dijera algo así como: “tengamos miedo, mucho miedo”.

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23.04.14

No se puede ser normal

Normal sobrevaloradoEsta mañana, el sacerdote que celebraba la Misa ha dicho algo que me ha gustado especialmente, comentando la lectura de los discípulos de Emaús. Es una de esas frases que llaman la atención y, paradójicamente, son a la vez evidentes y escandalosas: “Después de que uno ha visto al Resucitado, no se puede ser normal".

Por un lado, lo que decía este buen sacerdote es algo maravilloso. El cristiano no es como los demás. Está en el mundo, pero no es del mundo. Cristo no vino a decirnos simplemente que fuéramos buenos, sino a hacer un verdadero milagro con nosotros, a cambiarnos de raíz, a convertirnos a cada uno de nosotros en una criatura nueva, que no se resiste al mal, que ama a sus enemigos, que bendice en lugar de maldecir, que no sirve al dinero, que puede alabar a Dios en medio del sufrimiento y de la muerte, que ama al prójimo como a sí mismo, que vive con los ojos puestos en el cielo, que marcha al fin del mundo a anunciar el Evangelio… Es decir, un “anormal” o, como dice San Pablo, un “tonto por Cristo".

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21.04.14

Feliz Pascua de Resurrección

Para terminar la “trilogía", ofrezco hoy a los lectores mi felicitación de la Pascua de Resurrección (ya sé que el Domingo de Resurrección fue ayer, pero la Pascua dura cincuenta días, para que podamos disfrutarla a fondo) en forma de sonetillo.

Pues sí, otro sonetillo más, poniendo de nuevo a prueba la paciencia de los lectores, qué le vamos a hacer. Pero ya es el ultimo: los versos de un pobre traductor agradecido y contento, titulados “A todas las naciones".

¡Feliz Pascua a todos!

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19.04.14

Sábado Santo

Y otro sonetillo para el Sábado Santo. Feliz Vigilia a todos:

image¿Existe mejor historia,
Un día tan estupendo,
Un misterio más tremendo
Que este Sábado de Gloria?

En gesta contradictoria,
La muerte muere venciendo,
La Vida vence muriendo
Y su derrota es victoria.

Hoy el Verbo ha enmudecido,
La Vida está amortajada
Y al infierno baja el Cielo.

Mas sólo el principio ha sido,
Pues antes de la alborada,
Aun mayor será el consuelo.