Gracias, cardenal Kasper
Ahora que ha pasado el tiempo navideño, creo que conviene retomar un tema poco apropiado para las festividades, pero que no debe caer en el olvido, porque se trata de uno de esos sucesos que pueden abrir los ojos sobre lo que está pasando. Además, confieso que hace que me sienta agradecido al cardenal Kasper, algo que no ocurre todos los días.
Mi agradecimiento al cardenal Kasper viene de que se ha molestado en conceder una entrevista a José Manuel Vidal (algo que tiene su mérito y que debería descontarle al menos un par de siglos de purgatorio) con el único y exclusivo fin de demostrar que en InfoCatólica teníamos razón en todo lo que dijimos sobre el Sínodo de la Familia. Bueno, no sé si era su fin único y exclusivo, pero sin duda eso es lo que ha conseguido y yo se lo agradezco de todo corazón.
En la entrevista, el director de Religión Digital, con la malicia que es marca de la casa, le pregunta al card. Kasper “¿cómo explicar a la gente de hoy que la mujer en la Iglesia no puede acceder al altar?”. Hace unos años, probablemente, la respuesta habría sido evasiva, pero los tiempos han cambiado y el cardenal, ni corto ni perezoso, le responde esto:
“Es difícil hoy explicar eso, pero pienso que se trata de una tradición milenaria, que mantenemos junto a las Iglesias orientales. Pero pienso que, con el tiempo, se les abrirán las puertas. Además, hay ya muchos ministerios en la Iglesia para los que no se necesita la ordenación”.
Es triste, la verdad, ver a un cardenal negar expresamente y con toda naturalidad la enseñanza infalible de la Iglesia. La doctrina de que la Iglesia no está facultada para ordenar mujeres ha sido enseñada siempre por el Magisterio, sigue el ejemplo del mismo Cristo y es parte de la fe católica y de la Tradición con mayúscula. Recogiendo una larga sucesión de textos magisteriales sobre el mismo tema, San Juan Pablo II enseñó que:
“Con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia” (Ordinatio Sacerdotalis)
Por si eso fuera poco, la Congregación para la Doctrina de la Fe declaró un año después que “la Iglesia no tiene facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres” y que esa verdad, “exige un asentimiento definitivo”, está “basada en la Palabra de Dios escrita y constantemente conservada y aplicada en la Tradición de la Iglesia desde el principio”, “se ha de entender como perteneciente al depósito de la fe” y “ha sido propuesta infaliblemente por el Magisterio ordinario y universal” (Congregación para la Doctrina de la Fe, respuesta a dubia del 28 de octubre de 1995).
Uno diría que un gran “teólogo de rodillas” como el cardenal Kasper debería entender palabras como “infalible”, “definitivo”, “Palabra de Dios”, “Tradición” y “depósito de la fe”, pero se ve que ese día faltó a clase y que Teología de Rodillas es, más bien, una ligera exageración propagandística para algo que, estrictamente hablando, quizá debería llamarse Ateología Mundana. En cualquier caso, como señalábamos al principio, esta triste afirmación que ha hecho en la entrevista tiene un lado bueno: deja completamente claro lo que en realidad estaban defendiendo el cardenal Kasper y sus partidarios en el Sínodo de la Familia, como entonces ya señaló InfoCatólica.
El cardenal, en efecto, nos da la razón cuando dijimos que el objetivo del cardenal Kasper era abrir una brecha en la muralla de la doctrina, sin importar cuál fuera el tema, porque después por esa brecha ya podría colarse cualquier cosa. Ya advertimos, y el cardenal Kasper ha tenido la gentileza de confirmarlo, que todos esos cambios tenderían por su propia naturaleza a sobrepasar cualquier límite teórico que se pusiera a los mismos, porque lo importante no es si los cambios son pequeños o grandes, sino cuál es su naturaleza.
Una vez que se consigue quebrar la muralla de la fe católica, la ciudad de la Iglesia está perdida. ¿Será este el sentido de esa extraña predilección actual por los puentes y el odio a los muros? Parece evidente que esa brecha se ha abierto, porque el cardenal, que hace quince o diez años no se habría atrevido a negar abiertamente la fe de la Iglesia sobre el sacerdocio, ahora lo hace en público y sin el menor problema ni miedo a la corrección.
El cardenal también insistía en aquellos tiempos en que la comunión a los divorciados era un tema “pastoral” y no “doctrinal”. Ya entonces resultaba evidente que se trataba de una afirmación absurda y sin sentido, pero ahora entendemos el verdadero significado: si se pudo cambiar la doctrina sobre la indisolubilidad del matrimonio con la excusa de la pastoral, ¿por qué no vamos a cambiar la doctrina sobre el sacerdocio exactamente con la misma excusa? Y, por supuesto, donde decimos la doctrina sobre el sacerdocio podríamos decir la doctrina sobre cualquier otra cosa, desde la Trinidad para favorecer el diálogo interreligioso hasta el matrimonio entre un hombre y una mujer para ser más modernos o los milagros de Cristo para que no haga falta tener fe para ser católico. Si una enseñanza infalible se puede cambiar, cualquier enseñanza infalible se puede cambiar, porque la Revelación se ha convertido en una ideología más, cambiante y sin ninguna relación con la verdad.
También señalamos, y también se ha confirmado, que las afirmaciones del propio cardenal y sus aliados a favor de la comunión de los divorciados eran excusas más que razonamientos y pensaciones más que argumentos o cuando indicamos que el único argumento que en realidad utilizaban parecía ser… que querían lo que querían y ya estaba, como un niño pequeño que tiene ganas de comer y llora y llora hasta que le dan lo que desea. Ahora quieren el fin del celibato y el sacerdocio de la mujer y están dispuestos a llorar, protestar e intrigar lo que haga falta para conseguirlo, porque lo quieren y ya está, sin importar lo que diga la fe de la Iglesia, como ha confirmado amablemente el cardenal. Es inevitable pensar, como ya dijimos que, en su campaña, han sustituido la Escritura y la Tradición custodiadas por el Magisterio por otros tres aliados fundamentales y, a sus ojos, mucho más contundentes: el mundo, la carne y compañía.
En definitiva, se demuestra que la diferencia entre las diversas propuestas del Cardenal y la práctica tradicional de la Iglesia es la diferencia entre pretender que Dios haga mi voluntad y querer lo que Dios quiere, entre mantenerse en rebeldía contra Dios y convertirse. Ahora, una vez más, el cardenal prescinde de lo que Dios ha revelado, en este caso sobre el sacerdocio, y pretende que sea Dios quien haga su voluntad, que casualmente coincide en todo con la voluntad del Mundo.
Por supuesto, el cardenal no está solo. Hemos visto cosas similares o peores defendidas públicamente por la Civiltà Cattolica, los nuevos miembros del Instituto Juan Pablo II o los obispos alemanes, entre otros muchos. Al principio, intentaban disimular un poco, pero ahora ya niegan la fe desvergonzadamente, sin miedo a Dios ni a los hombres. Eso, por una parte, es señal de lo mal que están las cosas. Por otra parte, sin embargo, hace que todo esté mucho más claro. Quizá el puesto de este pontificado en el plan de Dios sea hacer que salga a la luz la podredumbre que antes procuraba mantenerse escondida, como el pus tiene que salir de una herida infectada antes de que pueda sanarse. Dios lo quiera.
39 comentarios
En cambio, si hubiera dicho, por ejemplo, que el Estado no debía pagar la asignación anual a la Iglesia o que, vistos los resultados, es mejor que no se enseñe religión en los colegios, ¿alguien duda de que los obispos habrían puesto inmediatamente el grito en el cielo?
Cada uno que saque sus conclusiones sobre la cuestión. La mía es que tenemos que rezar mucho por los obispos.
Gracias Juan Pablo 2 por haber nombrado a Kasper obispo y cardenal, y a sabiendas de sus herejias.
"de la sola lectura de esa respuesta, no cabe deducir todas las conclusiones que afirmas con tan notable seguridad"
Es muy sencillo, creo yo. En esa brevísima respuesta, el cardenal Kasper niega abiertamente y sin ambages la fe infalible de la Iglesia.
Si, después de haber pasado años durante los sínodos de la familia afirmando que él era fiel a toda la fe de la Iglesia y que no tenía ningún deseo de que se cambiase esa fe y que solo quería cambiar la pastoral, etc., va y dice con toda claridad que antes o después cambiará la fe de la Iglesia sobre otro tema en que esa fe también es políticamente incorrecta, la conclusión evidente es que todo eso que decía era falso: no cree en la fe de la Iglesia, no le preocupa que cambie y de hecho desea que cambie, sobre esos dos temas y, es de suponer, muchos otros, y cuando decía que solo iba a cambiar la pastoral sabía perfectamente que no era así. Su objetivo es cambiar la fe de la Iglesia.
A mi entender, todo eso ya se veía entonces, pero ahora no queda ninguna duda, porque ha prescindido de confusiones, argumentos retorcidos y fingimientos para decir claramente que no cree en la fe de la Iglesia. Y esa claridad se agradece.
La muestra más clara de que esa acusación es injusta es que, hace quince años, el card. Kasper no se habría atrevido a decir claramente que no creía en la fe católica sobre el sacerdocio, como ha hecho ahora. Es decir, escondía lo que realmente creía bajo una capa de confusión, protestas de catolicismo y oscuridad académica, sin atreverse a decirlo abiertamente. Sin duda, empujaba en la mala dirección todo lo que podía, pero cuando le corregían (cosa que hicieron Juan Pablo II y Benedicto XVI en repetidas ocasiones) agachaba la cabeza y fingía aceptar el magisterio. Ahora ya no finge.
Me sorprenderia que omitieses los libros heriticos sobre los milagros publicados por Kasper en los anos 70, pero en realidad no me sorpende porque creo que para no ir a la raíz del problema prefieres nublarte la razón y querer pensar, como ya lo has dicho alguna vez, que JP2 alzó al hereje Kasper con la idea de que mejor atarlo en corto dentro que dejarlo suelto hacer sus males, idea peregrina, nublada, y desde luego impensable actitud en un santo.
Y esto prueba que el hereje va haciendo de las suyas según convenga, en esto aciertas, entonces molaba negar los milagros de Jesus, ahora toca el divorcio o el sacerdocio femenino, y si le queda vida, pasado mañana otra de las suyas según convenga, pero en el fondo es todo lo mismo del amigo Kasper.
Bendito sea Dios en sus fieles discípulos. Que Él mismo te recompense❤
Yo no he "omitido" nada. He escrito cuatro líneas y no era posible incluir en ellas absolutamente todo lo que el cardenal Kasper ha hecho y dicho desde que nació.
El libro Jesús el Cristo de Kasper es, sin duda, malísimo (en ambos sentidos de la palabra de deficiente intelectualmente y malvado), pero en él no niega la existencia de los milagros de Jesús. Dice explícitamente que los hubo. Afirma que algunos de ellos son legendarios o una expresión de la fe en Jesús resucitado retrotraída a antes de la resurrección. Todo esto, por supuesto, es una barbaridad altamente perniciosa, pero se libraba de la condenación porque dejaba el tema todo lo confuso posible y no negaba abiertamente que hubiera milagros, especialmente en un ambiente bíblico en el que esa postura era habitual y se decían barbaridades mucho mayores aún.
En cambio, el que ha omitido responder a mi argumento es usted, entre otras cosas porque es una objeción evidente y muy clara: el card. Kasper, hace unos años, no se habría atrevido a decir esto que ha dicho ahora. Eso implica necesariamente que, cuando había otros papas, escondía lo que realmente creía, al menos en parte, bajo una capa de oscuridad y argumentaciones confusas.
Dicho eso, la falta de respeto para con un santo canonizado es inaceptable (una cosa es criticar con respeto lo criticable y otra muy distinta hablar de esa forma) y las insinuaciones maliciosas sobre mí y mis intenciones están fuera de lugar y no añaden nada a la cuestión. Ese tipo de comportamiento no resulta adecuado para este blog.
Cada día que la Iglesia se contradice, se incrementa la sensación que
tengo de que todo es un timo. No puedo evitarlo.
Si hoy las mujeres, dentro de un rato la homosexualidad, después el celibato, ya que estamos pasamos los anticonceptivos... hasta que nos de la gana "modernizarnos" también en cuanto al aborto y la eutanasia.
Aprovechamos para borrar el credo. Dejamos la comunión en "algo simbólico" no se vaya a ofender un señor de Galapagar (por decir algo). El infierno ahora es risa... etc etc
¿Y esto es enseñar LA VERDAD?
Solo veo "buenrollismo" y "besapiés" con el gobierno de izquierda. Para que, aunque la Iglesia sea expulsada de la educación, "la paguita" sigua llegando.
No se puede ser más mundano.
Y el problema no lo tiene Kasper, herejes los hubo siempre. Lo tiene el resto, que parece que no está.
"Cada día que la Iglesia se contradice, se incrementa la sensación que tengo de que todo es un timo. No puedo evitarlo".
Pues sí. Por fortuna, solo es una sensación. La fe sigue siendo tan verdadera como lo era hace mil años.
"No se puede ser más mundano"
Sí, ese es el problema de la Iglesia hoy. Dios nos ayude.
Muchas gracias. Tenía la intención de citarlo en el artículo, pero me olvidé de hacerlo. Hasta donde puedo ver, el card. Kasper es un ejemplo de libro de lo que dice Santo Tomás.
No creo que sea cuestión de intención subjetiva, sino de hechos (Santo Tomás no habla de intenciones en ese punto, porque son irrelevantes para su conclusión; el que cambia la fe por opinión puede hacerlo con toda la buena intención del mundo, pero eso no hace que su opinión sea fe sobrenatural). La única salida podría ser la ignorancia (es decir, la herejía material y no formal), pero difícilmente se puede presumir la ignorancia en este caso (aunque el relativismo posmoderno ha destruido tanto la mente de la gente que todo es posible).
Kasper es listo y sabía adónde podía llegar con cada papa. Ciertamente JP2 confirmó la doctrina sobre la familia y el sacerdocio, pero en vez de cortar por lo sano con Kasper y su publicación "malvada", nos lo dejo crecer ascendiéndolo a lo más alto.
Cualquiera que me diga que un papa, con asistencia especial del Espíritu Santo, asciende a lo más alto a Kasper, pienso que este papa no es de sana filosofía ni teología, como lo pienso. Lo que no me parece normal, es pensar que lo ascendió para amarrar a un enemigo en casa, como hacen típicamente los políticos, en vez de tenerlo suelto. Si alguien lo piensa creo que está muy equivocado como lo pienso de ti, lo creo sinceramente, no le veo la malicia. Sí reconozco que es libre interpretación mía pensar que no quieres ir a la raíz del problema y rectifico: debo decir que creo que pensar así es consecuencia de no ir a la raíz del problema, retiro que sea porque no quieras, desconozco la motivación.
Y de verdad me parece imposible que un santo elevado a los altares como papa con su función específica (virtudes específicas de papa incluidas) hubiera hecho eso. Como tampoco pienso que Angelelli sea beato.
Si esto es faltar el respeto, digamos a la Iglesia que lo canonizó, me remito a la descaronizacion creo que de Filomena.
Pero si alguna parte de lo aquí escrito, no encaja en la política de tu blog y web, no tengo problema que borres o que no publiques.
Para empezar por lo más fácil, Santa Filomena nunca fue canonizada, ni tampoco "descanonizada". La tumba de Santa Filomena se descubrió en el siglo XIX y por la inscripción pax tecum Filumena y algún otro indició, se interpretó que era una mártir. Eso causó un culto local cada vez más extendido y se produjeron algunos milagros, hasta que las investigaciones históricas y arqueológicas mostraron que era dudoso que se tratara de una mártir e incluso que los restos encontrados fueran correspondientes a la lápida encontrada. Eso hizo que lo más prudente pareciera no dar culto público como mártir a una mujer de la que, en realidad, se ignoraba todo. Como no fue canonizada, no fue descanonizada (si es que es posible descanonizar, que no está claro ni ha sucedido nunca, que yo sepa). Eso no quita que uno pueda seguir considerándola mártir si le parece que lo fue.
"Kasper es listo y sabía adónde podía llegar con cada papa. Ciertamente JP2 confirmó la doctrina sobre la familia y el sacerdocio, pero en vez de cortar por lo sano con Kasper y su publicación "malvada", nos lo dejo crecer ascendiéndolo a lo más alto"
Sin duda, pero las elecciones prudenciales a menudo son complicadas y generalmente no pueden juzgarse de forma definitiva. Basta pensar que el mismo Jesús, en vez de "cortar por lo sano" con Judas y sus robos, lo dejó crecer ascendiéndolo a lo más alto.
No me entiendas mal, yo estoy de acuerdo en que lo mejor habría sido no hacerle obispo, pero reconozco que no conozco la historia de por qué se hizo así ni lo que se buscaba con ello y reconozco que una decisión prudencial es eso, una decisión prudencial para la que yo no tengo la gracia de estado necesaria, de manera que lo que hago en este caso es pensar lo mejor posible del que tomó esa la decisión prudencial. Y seguir pensando que probablemente tendrían que haber enviado al teólogo alemán a una camáldula.
"Lo que no me parece normal, es pensar que..."
¿Por qué? Es una posibilidad con otra cualquiera. De hecho, eso es precisamente lo que hizo con Ratzinger y le salió bastante bien, creo yo. En cualquier caso, no es más que una posibilidad que sugerí, sobre un tema del que no sé nada y, por lo tanto, no puedo tener una opinión concreta.
"no le veo la malicia. Sí reconozco que es libre interpretación mía pensar que no quieres ir a la raíz del problema"
Pues esa es la malicia, achacarme que no quiero conocer la verdad. Eso destruye cualquier posibilidad de discusión, porque con quien no quiere conocer la verdad no sirve de nada discutir.
"y rectifico"
Estupendo.
" de verdad me parece imposible que un santo elevado a los altares como papa con su función específica (virtudes específicas de papa incluidas) hubiera hecho eso"
Eso no es correcto, hasta donde puedo ver. Por dos cosas. En primer lugar, muchas veces, el ejercicio efectivo de una virtud que se posee queda atenuado o incluso imposibilitado por diversas circunstancias. Pongamos un ejemplo extremo: una persona puede ser todo lo prudente posible, pero, si es tonta, probablemente muchas de sus acciones sean objetivamente imprudentes. ¿Eso hace que sea menos virtuosa? No. Simplemente ejerce la prudencia hasta donde se lo permite su capacidad natural. Al margen de ese ejemplo extremo, puede haber muchas razones (desconocimiento, restricciones impuestas por costumbres vigentes, limitación de la responsabilidad, distracción, problemas de formación intelectual, etc.) por las que las acciones en sí mismas no resulten objetivamente prudentes, generosas, etc. aunque el autor sí lo sea. A eso se suma que los santos no ejercen todas las virtudes en el mismo grado ni de la misma forma durante toda su vida. Un mártir, por poner el ejemplo más claro, ejerce en grado máximo de forma especial las virtudes de la fe y de la fortaleza, pero no necesariamente era un hombre prudente o generoso. San Francisco de Asís, que fue un santo espectacular, no parece haber sido muy hábil en su gobierno de la orden franciscana. Algo parecido podría decirse de San Francisco Solano como superior, por ejemplo.
A mi entender, el sufrimiento sostenido, humillante y aceptado de los últimos años de Juan Pablo II, a imitación de la pasión de Cristo y por la firme decisión de no bajarse de la cruz, bastarían para canonizar a cualquiera.
En cualquier caso, y esto es lo importante, la decisión no la tomo yo, sino la Iglesia y esa canonización es un acto magisterial, que los católicos debemos aceptar y respetar. No hay unanimidad sobre si las canonizaciones son infalibles o no (parece que BXVI pensaba que sí), de manera que esa aceptación no es de fe y, por razones muy serias, uno puede estar convencido en su interior de que una canonización no es correcta, aunque siempre siendo conscientes de que lo más probable es que sea la Iglesia la que tiene razón, pero incluso eso no eximiría de la obligación de gran respeto por el canonizado, que es lo que yo exigía en mi comentario.
La beatificación es algo muchísimo menos importante que la canonización, básicamente la aceptación del culto local, así que conlleva menos obligaciones por parte de los fieles, aunque yo personalmente hablaría siempre con respeto de cualquier beatificado.
Saludos.
Miente y oculta la verdad, ese se puede hacer de rodillas, sentado, acostado o en la posición que quiera.
Por qué confunde tradición con doctrina, por qué no expresa que la Doctrina dice, que el sacerdote es varón porque actúa en la Eucaristía en la persona de Cristo que es varón, en su naturaleza humana es varón y lo seguirá siendo por los siglos de los siglos.
Evidentemente quiere que su pensamiento tenga más valor que la Doctrina y cree, muy peligrosamente, en el evolucionismo, en el cambio de la Doctrina por el mero transcurso del tiempo, en materias en las cuales -los Sacramentos- el tiempo no tiene nada que ver, lo peor es que sabe la Verdad, para qué insiste con su capricho personal.
Como decía Pablo más arriba, es una expresión de la mundanidad que aqueja hoy a la Iglesia: la mayoría de los católicos, incluidos los clérigos, se avergüenzan del catolicismo y de la fe, consideran que están pasados de moda y obsoletos, frente al todopoderoso y omnisciente mundo moderno. Por eso constantemente están pidiendo perdón por que la Iglesia no piense exactamente igual que todos los demás y dan a entender que "todavía no", pero "pronto" será igual de mundana que el mundo.
"dados los planteamientos filosóficos de Kasper que aparecen en su cristologia es completamente irrelevante que un Papa presente una determinación definitiva, porque con su filosofía tal cosa carece completamente de sentido"
Eso es cierto, pero el propio Kasper niega que sea así, por eso esta afirmación concreta que niega la fe sobre el sacerdocio es importante, porque muestra de forma clara e irrefutable la realidad de su pensamiento, al margen de sus protestas generales y teóricas de ser católico y aceptar la fe católica. A esto se suma que el cardenal probablemente fuera, después del Papa, la persona que más influyó en el sínodo de la familia, donde también aseguraba que no pretendía cambiar la doctrina de la Iglesia, sino solo la pastoral, pero de hecho se terminó introduciendo, en medio de la confusión, el divorcio "católico" y la destrucción de los principios fundamentales de la moral.
...debería descontarle al menos un par de siglos de purgatorio...Eres demasiado generoso. A menos que Kasper se arrepienta de sus posiciones heréticas, mucho me temo que con el escándalo que arma, no tendrá destino de purgatorio. Con tan solo haber negado uno solo de los milagros de Cristo descritos en la Biblia, se hizo acreedor de la condena establecida por el Concilio Vaticano I y el mismo se apartó de la Iglesia. No concuerdo con tu opinión respecto de que Kasper no negó los milagros de Cristo, o que negó solo algunos; no, negó la mayor parte de los milagros y NEGÓ TODOS AQUELLOS que reflejaban la naturaleza divina del Señor. Transcribo extractos de lo que él escribió:
La mayor parte de los milagros referidos en los Evangelios no son históricosY después de todo eso, para tratar de componer en "algo" la cosa, dice lo siguiente:
Son relatos compuestos literariamente por las primeras generaciones cristianas para expresar su fe en Cristo.
“La investigación histórico-crítica de la tradición sobre los milagros conduce, en primer lugar, a una triple conclusión:
Desde el punto de vista de la crítica literaria se constata la tendencia a acentuar, engrandecer y multiplicar los milagros… Con ello se reduce muy esencialmente el material [fidedigno] de los relatos de milagros.
“Los relatos neotestamentarios sobre milagros se redactan de forma parecida y con ayuda de motivos que conocemos también en la restante literatura de la antigüedad. [Kasper aquí alude a “numerosos paralelismos” con narraciones rabínicas y helenísticas]. O sea, que se tiene la impresión de que el Nuevo Testamento aplica a Jesús motivos extracristianos para resaltar su grandeza y su poder…
“Por la historia de las formas se ve que algunos relatos milagrosos son proyecciones de experiencias pascuales introducidas en la vida terrena de Jesús o presentaciones adelantadas del Cristo exaltado… Se advierte que los milagros naturales son un añadido secundario a la tradición primitiva. [Aquí Kasper procede a negar que Cristo calmó la tempestad, multiplicó los panes, caminó sobre el agua, etc.]
“De todo esto se deduce que tenemos que considerar como legendarios muchos relatos milagrosos de los evangelios… Tales relatos milagrosos no-históricos son expresiones de la fe sobre el significado salvador de la persona y mensaje de Jesús.” “No es necesario considerar históricos, con cierta probabilidad, a los llamados portentos de la naturaleza…
“Con todo, sería falso deducir de esta tesis que no hay absolutamente acción alguna milagrosa de Jesús con garantía histórica. Lo acertado es lo contrario.”Pero la cizaña ya la sembró.
Si Don Bosco pudo multiplicar las ostias consagradas, Cristo harto que pudo multiplicar los peces y los panes. Kasper con lo escribió, negó la divinidad de Cristo (porque como Dios que es, el Señor pudo hacer y puede hacer lo que quiera) se declaró así mismo hereje y se apartó de la Iglesia. Y fuera de la Iglesia, no hay salvación (y aquí no se puede aplicar lo de la "ignorancia invencible"). Si no se arrepiente de sus obras, de sus dichos, de sus afirmaciones, Kasper seguirá transitando por el camino ancho. Y no lo digo yo; lo dice el Concilio Vaticano I a través del magisterio extraordinario, o sea, infalible.
Ya lo mencionaste una vez, pero no lo he sabido encontrar. Dicho eso, no me extrañaría que bastantes obispos rechazaran la fe católica en este punto, pero hasta ahora se hayan abstenido de decirlo públicamente por miedo a las consecuencias. Si esos obispos ven que se puede decir abiertamente sin que pase nada, como ha hecho el cardenal Kasper, no tardarán mucho en hacerlo.
Y tendremos más claridad. Como esto siga así, nos vamos a hartar de claridad.
Supongo que queda claro que yo no trato en ningún sentido de edulcorar o aprobar los errores de Kasper. Solo intentaba explicar la táctica que había utilizado para ocultarlos y evitar ser condenado por ellos.
Sin duda, el camino por el que va es objetivamente el de perdición, pero dónde terminará (y dónde terminaré yo) solo lo sabe Dios. La gracia de Dios hace milagros.
(1Tm 5, 22) No te hagas cómplice de pecados ajenos
[22] No te apresures a imponer las manos a nadie, y no te hagas cómplice de pecados ajenos. Consérvate puro.
(C.I.C 1577) "Sólo el varón (vir) bautizado recibe válidamente la sagrada ordenación" (CIC can 1024). El Señor Jesús eligió a hombres (viri) para formar el colegio de los doce apóstoles (cf. Mc 3,14-19; Lc 6,12-16), y los apóstoles hicieron lo mismo cuando eligieron a sus colaboradores (1Tm 3,1-13; 2Tm 1,6; Tt 1,5-9) que les sucederían en su tarea (San Clemente Romano, Epistula ad Corinthios 42, 4; 44, 3). El colegio de los obispos, con quienes los presbíteros están unidos en el sacerdocio, hace presente y actualiza hasta el retorno de Cristo el colegio de los Doce. La Iglesia se reconoce vinculada por esta decisión del Señor. Esta es la razón por la que las mujeres no reciben la ordenación (cf. Juan Pablo II, Mulieris dignitatem, 26-27; Ordinatio sacerdotalis; Inter insigniores; AAS 69 [1977] 98-116; Respuesta a una duda presentada… AAS 87 [1995] 114). (C.I.C 1578) Nadie tiene derecho a recibir el sacramento del Orden. En efecto, nadie se arroga para sí mismo este oficio. Al sacramento se es llamado por Dios (cf Hb 5,4). Quien cree reconocer las señales de la llamada de Dios al ministerio ordenado, debe someter humildemente su deseo a la autoridad de la Iglesia a la que corresponde la responsabilidad y el derecho de llamar a recibir este sacramento. Como toda gracia, el sacramento sólo puede ser recibido como un don inmerecido. (C.I.C 1579) Todos los ministros ordenados de la Iglesia latina, exceptuados los diáconos permanentes, son ordinariamente elegidos entre hombres creyentes que viven como célibes y que tienen la voluntad de guardar el celibato "por el Reino de los cielos" (Mt 19,12). Llamados a consagrarse totalmente al Señor y a sus "cosas" (cf. 1Co 7,32), se entregan enteramente a Dios y a los hombres. El celibato es un signo de esta vida nueva al servicio de la cual es consagrado el ministro de la Iglesia; aceptado con un corazón alegre, anuncia de modo radiante el Reino de Dios (cf. Presbiterorum Ordinis, 16).
Pubblicato da eticaescienza a 5:28
Estoy plenamente de acuerdo con usted en su conclusión última, acerca de la razón de ser de este inexplicable pontificado, inexplicable en cuanto a su conveniencia para la Iglesia quiero decir; esto es: que Dios ha querido este pontificado insulso, sensiblero, populachero, en suma, porteño y filo montonero, precisamente para que salga el pus de la Iglesia herida y esta pueda sanearse. Aunque esta idea ya se la había oído antes a un gran amigo mío, antes que a usted.
Lo único que no he entendido es la expresión "teología de rodillas" y casi prefiero no entenderla, porque... tengo la mente sucia y soy muy mal pensado, así que la imagen que me suscita esa expresión... me la callo. Seguro que no es eso, pero... me callo.
El nou bisbe interí de Mallorca diu que és el moment ... - CCMA
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14 sept. 2016 - El nou bisbe interí de Mallorca diu que és el moment que l'Església es ... Si voleu sentir tota l'entrevista amb Sebastià Taltavull, cliqueu aquí.
Saludos
El Hombre es directamente proporcional en grado de inteligencia y evolución alcanzada, igual, al tiempo que le separa del principio y el fin de la Creación.
Si faltara el Hombre esto mismo diríamos de la Mujer. Y si faltara la Mujer, lo dicho,lo diríamos del animal.
La inteligencia, dígase la evolución antropológica del ser vivo es lo que más, o menos según sea nuestro albedrío, nos acerca o nos separa del conocimiento de Dios.
Pues hay, los menos; quienes son y proceden del Espíritu que anima la vida del agua. Y otros, la gran mayoría,; los que se han hecho a sí mismos a su imagen y semejanza de oscuridad y de muerte.
Saludos
Que Nuestra Madre Comun, Maria, Reina de la Iglesia, interceda por nosotros.
Extraña, vive Dios, la dinastía
que fundó un pescador en Galilea.
Sin armas, a las armas desafía
y es débil e inmortal como una idea.
A sus pies ,las catervas, a porfía,
la asaltan con el hacha y con la tea,
y ella de noche reza; y luego el día
en enterrar sus émulos emplea..
No hay otra tal en todas las edades
que a tanto golpe y tal furor se avece
con tanta fuerza pertinaz e interna
que supere tan duras tempestades
y tan gallardamente se enderece,
tranquila, intacta, inconmovible, eterna .
Como aquellas pirámides gigantes
clavadas como líbicos peñones
ven pasar a sus plantas, incesantes,
las oleadas de mil generaciones,
Ramsés, Cleopatra, Antonio, coruscantes
Cruzados, Saladino, los Borbones,
Napoleón con sus tropas fulgurantes
y míster Roosevelt, cazador de leones,
todo fue y ellas son… así el Papado
pirámide de luz de bases dobles
cuyo ápice se yergue hasta la gloria
sobre Pedro, que es Piedra, sustentado
ve desfilar ante sus pies inmobles
la larga caravana de la Historia…
Y cuando de este siglo diamantino
queden ruinas no más, y medios arcos,
y se hable de Venecia y de San Marcos
como hoy de Menfis y del Sesostrino.
Cuando el turista zelandés o chino
venga a mirar curioso los arcaicos
restos de Londres, o a buscar mosaicos
del Louvre, en el desierto parisino,
aún habrá Vaticano . Todavía
en medio de otros pueblos y otros nombres
y sin sombra de ruina ni desmedro
levantará la mano dulce y pía
bendiciendo a los hijos de los hombres:
el sucesor milésimo de Pedro.
Jerónimo del Rey
(Leonardo Castellani)
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