Un nuevo concepto de matrimonio
Cuando se trata de instituciones importantes para la sociedad como el matrimonio, es importante tener los conceptos claros. Por eso debemos agradecer que hoy -a la salida de una entrevista con el Ministro del Interior-, la diputada del Partido Por la Democracia (adlátere del socialismo chileno) María Antonieta Saa nos haya entregado la definición más precisa y plena del nuevo matrimonio que se entronizará en nuestras leyes:
Le hemos dicho que nuestra aspiración es el matrimonio igualitario para todos los chilenos y que en estas circunstancias, nos parece importante apoyar un proyecto de acuerdo de vida en común o pacto de unión civil que tenga características que para nosotros son importantes como que reconozca la relación afectiva, esto no es una sociedad de responsabilidad limitada, es el reconocimiento de parte del Estado de personas que se quiere e intentan formar un hogar [fuente]
¿No es hermoso? Si hasta parece una poesía: Matrimonio es el reconocimiento de parte del Estado de personas que se quieren e intentan formar un hogar.
Como toda buena definición, inicia por lo más importante: el reconocimiento del Estado ¡Qué haríamos sin el Estado! ¿Cómo podríamos saber si nuestro amor es verdadero? Ya ni me imagino cómo podría amar a mi esposa si el Estado no hubiera puesto su indispensable timbre de aprobación sobre nuestros besos, o no nos hubiera autorizado las idas al cine y los paseos por la playa. Además es un concepto útil, porque no nos exige nada, ni siquiera vivir juntos, basta con que intentemos formar un hogar; y luego, si vivimos juntos pero ya no queremos hacerlo, se termina el matrimonio, así de simple.
Además, es tremendamente inclusivo, porque cualquiera puede intentar formar un hogar, no sólo las parejas heterosexuales (puaj), también los tríos, cuartetos, y quintetos (como todos saben, de a seis ya sería claramente inmoral). Hermanos, tíos, hijos y padres, todos podrán ser matrimonios ¡Cuánta felicidad!
Compárenlo con la antigua definición, del Código Civil:
El matrimonio es un contrato solemne por cual un hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente.
¡Un contrato! Como si la voluntad de los contrayentes y no el reconocimiento del Estado fuera lo que nos permite distinguir un verdadero matrimonio de un simple amorío. ¿Se fijaron en eso de que un hombre y una mujer “se unen"? ¡Que asco! como si ya no fueran dos sino una sola carne.
Y para qué hablar de “procrear y auxiliarse mutuamente", cosas que naturalmente le corresponde proporcionar al Estado. ¿Se imaginan que pasaría si los esposos procrearan? Ya no gastarían su sueldo en los paquetes turísticos para parejas, indispensables para activar la economía, y luego se separarían y tendrían que pasar el resto de su vida viendo la cara del otro en ese pequeño gusanito, todo porque no lo pudieron abortar a tiempo.
Exigimos que ahora mismo el Ministro del Interior impulse un plebiscito para cambiar la definición en las leyes y acoger el estupendo concepto de la diputada.
<ironía off>
Seguro que ganaría.
4 comentarios
Y respecto al incesto que usted toca de refilón, ¿no es verdad que en la Escritura se entendería que los hijos de Adam y Eva se casaron entre sí y fueron haciendo crecer a la humanidad?, hasta la genética ha reconocido que la humanidad actual desciende de una “eva mitocondrial” oriunda del África, lo cual indicaría que el incesto ha sido un elemento común en la reproducción de la humanidad, así que no hay de qué espantarse, no hay que ser tan “persignados”.
Buen chiste. ¿Por cuánto tiempo?
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