Los Heraldos del Evangelio son raros
Del tema del comisariamiento de los Heraldos del Evangelio se ha dicho ya casi todo. El P. Jorge se ha preguntado que, si los males de los Heraldos son tantos como para llegar a una medida tan severa como nombrar un comisario, ¿para cuándo se van a comisariar a los benedictinos de Montserrat, o a los jesuitas, o a los maristas? Todos ellos tienen casos muy graves con sentencias firmes, reconocimiento de los hechos y castigo de los implicados; pero en ningún caso se han intervenido congregaciones o comunidades, a pesar de que se supiera que en muchos de los casos las autoridades conocieran los hechos y no hicieran nada.
Yo quiero ir a un tema más de fondo, cuyo planteamiento puede comenzarse con una frase que empleaba hace unos días un artículo escrito por Daniel de Fernando (a quien desconozco) y publicada en el portal Infovaticana. La frase: «lo que parece raro es raro». En el artículo se citaba, al hilo de la actual intervención de la Santa Sede, el caso de algunos vídeos que salieron a relucir hace unos años. El contenido de dichos videos me pareció lamentable, y merecedor de una investigación seria, con depuración de las responsabilidades que pudiera haber. ¿Es la actual intervención consecuencia de lo que aparece en esos vídeos? Lo publicado por la Santa Sede parece indicar que no. Según declaran los Heraldos, y nadie ha dicho nada en contra, el asunto de los vídeos fue tratado y cerrado por las autoridades competentes. La situación actual respondería a la conclusión de una visita canónica realizada recientemente.
No voy a entrar más en el tema. Quien quiera informarse puede leer lo dicho por los Heraldos o la carta de un canonista publicado en el blog de Tossati. Y sólo puedo citar testimonios favorables a los Heraldos fundamentalmente porque no he encontrado nada reseñable en el sentido contrario.
Vuelvo pues, a la frase de marras «lo que parece raro es raro». No estoy en desacuerdo con la frase en sí, que además escucho repetir frecuentemente a un buen sacerdote y gran amigo, sino en el criterio que lleva a calificar algo como raro.
En primer lugar, habría que precisar qué significa «raro». En latín, rarus significa infrecuente, sin que esto tenga necesariamente ninguna connotación valorativa. De hecho, si se pretendiera valorar de alguna manera lo que se dice que es rarus, lo que se daría a entender es que es algo extraordinario, excepcional o sobresaliente. Es decir, que el que algo sea raro sería, ante todo, algo positivo. En el Diccionario de la Real Academia Española, lo único que podría tener un sentido negativo es la acepción de extravagante.
Sin embargo, en la frase que estamos examinando y en el uso más habitual la palabra «raro» se utiliza con una connotación negativa. De hecho, parece muy infrecuente que se utilice la palabra «raro» en sentido positivo. Por ejemplo, de alguien de grandes cualidades intelectuales será más fácil decir que tiene un intelecto poco común que decir que tiene un intelecto raro. Es más fácil encontrar palabras como «monstruo» o «fenómeno» en sentido positivo, pudiendo tener éstas ambos sentidos, que la palabra «raro».
¿De dónde viene entonces la carga negativa en esta palabra? Intentaré una explicación. El antónimo más común para «raro» suele ser «normal». Efectivamente, «normal» tiene también el significado de frecuente, pero en su origen etimológico hace referencia al vocablo latino norma, que, al igual que en castellano, significa norma, ley, regla. Aunque es fácil inferir que se puede usar «anormal» como sinónimo de «raro», etimológicamente lo «anormal» significaría algo que se sale de la norma o de la ley, lo que fácilmente tiene un sentido negativo.
En resumen, utilizamos raro para referirnos a algo infrecuente, pero le asignamos el mismo sentido de anormal, que significa que algo está fuera del orden que debería tener. Es fácil ver que esta confusión, además de manifestar algo muy propio de la lamentable cultura contemporánea (tan amante de lo mediocre), tiene consecuencias desastrosas.
Querer que las cosas sean normales es algo bueno, porque significa querer que las cosas sean conforme a la norma. Pero esta idea, reinterpretada conforme al espíritu de nuestra época, significaría más bien que se debe querer que las cosas sean según lo son en la mayoría de los casos, aunque pudiera darse que esa mayoría de los casos fuera «anormal», es decir, fuera de la norma.
Es muy fácil poner ejemplos de esto. Hoy debería considerarse normal el divorcio, porque lo más frecuente en nuestra sociedad es que las familias se rompan; que un país acepte el aborto es normal, porque la mayoría lo hacen; todavía no es normal que se acepte el gaymonio, pero tiempo al tiempo. Y así sucesivamente. Sin embargo, todas estas cosas están claramente fuera de la norma que es la ley natural.
Y en la Iglesia, la cosa es exactamente igual. Y vamos a los Heraldos del Evangelio. Lo primero que llama de la atención de ellos es la estética. Usan un hábito de estilo militar, intencionalmente llamativo. Cuando alguien comenta esta forma de vestir, lo más habitual es que se diga: «es que llevan un hábito muy raro». Veamos, el Código de Derecho Canónico dice que «los religiosos deben llevar el hábito de su instituto, hecho de acuerdo con la norma del derecho propio, como signo de su consagración y testimonio de pobreza». ¿Es el hábito de los Heraldos de acuerdo con la norma de derecho propio? Sí. Pues entonces el hábito de los Heraldos y el uso que hacen del mismo es normal, es decir, conforme a la norma. Y a la vez, es raro, porque lo habitual hoy es que se dé la anormalidad de que los miembros de muchos institutos religiosos no usen el hábito, así como es habitual la anormalidad de que muchos sacerdotes no usen el traje eclesiástico al que están obligados.
Por tanto, es cierto lo que dice la frase. Los Heraldos del Evangelio parecen raros, y en efecto lo son. Y son raros porque en el lamentable panorama eclesial que vivimos son claramente excepcionales.
Efectivamente, es raro que en la Iglesia de hoy haya una congregación religiosa que tenga como nota distintiva la ortodoxia, el cuidado de la liturgia, la abundancia de vocaciones y el testimonio explícito del Evangelio en el mundo. Lo normal parece ser defender el sacerdocio femenino (como vemos hacer a algunos obispos en el sínodo), ciscarse en cualquier norma litúrgica, tener los seminarios y noviciados vacíos, y mezclarse con el entorno para no llamar la atención. Sin embargo, si vamos a las normas, resulta que los que las cumplen (al menos en las cosas que estoy señalando, en otras no puedo saberlo) son los Heraldos.
En definitiva, los Heraldos del Evangelio son raros, como es raro el P. Santiago Cantera, prior del Valle de los Caídos, o son raros los obispos que defienden valientemente el sacerdocio católico en Roma. También eran raros los Franciscanos de la Inmaculada, la Fraternidad de los Santos Apóstoles o las Hermanitas de María, Madre del Redentor. Más aún, son raros los que ponen su fe en Cristo como centro de su vida, los que dedican tiempo y energía al servicio de los demás, los que son capaces de perdonar y amar a sus enemigos. Era raro el leproso que, viéndose limpio, volvió a postrarse agradecido a los pies de Jesucristo, mientras la mayoría no agradecieron al que había sido el autor de su salvación.
Y, siendo eso así, hay que insistir que aquellos clérigos que se dedican con empeño a destruir la fe de la Iglesia, las religiosas que, como Sor Lucía Caram, abrazan cualquier causa ideológica que pueda darle notoriedad pública, los pseudoperiodistas anticatólicos financiados por instituciones católicas, etc. no son normales, por más frecuentes que sean.
58 comentarios
En cambio, Pilatos era un hombre muy normal, casi se diría de nuestro tiempo, preguntando "¿y qué es la verdad?", como cualquier muchachito posmoderno que se precie.
Y los mártires eran tambien muy extraños, con su rara obstinación en soportar los tormentos y la muerte antes que renegar de la fe. Raro, raro. No se entiende, la verdad. Total, solo les pedian quemar un poco de incienso... Qué raros!
Pero en la iglesia hay quien persiste en ello.
Pasó con los Legionarios de Cristo, pasó con el IVE, pero parece que no aprendemos más. Total, el trauma queda oculto, preferimos mirar las fotos bonitas de las caritas jóvenes en hábitos llamativos e impecables e ignorar el número grande de esas que un tiempo después son echadas fuera con el cuerpo roto y el espíritu quebrado, muchas veces con la fe perdida. Son el fruto podrido de instituciones para las cuales el fin justifica los medios y las personas son medios y no fines, olvidando que la gloria de Dios está en la salvación de las almas, y que los hijos de Dios no son de use y tire.
El que elije cerrar los ojos a esta realidad no es muy distinto que el sacerdote y el levita de la parábola que pasaron por el camino de Jerusalén a Jericó y al ver a su hermano herido decidieron ignorarlo. "Algo habrá hecho para que le hayan dejado así" se dirá. La institución muestra una fachada ortodoxa que encaja con su imagen soñada de Catolicismo triunfante y por ello ha de ser defendida ciegamente.
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FJD: Supongo que como usted conoce con pelos y detalles de las acusaciones contra los Heraldos, nos lo podría aclarar, ¿verdad? Sería una gran labor. Porque resulta que todos los que yo he conocido, incluso habiendo abandonado el instituto, me dicen que no han visto nunca nada de lo que dices.
Pero, si presta atención, yo no digo que no haya que vigilar a las congregaciones (es más, defiendo todo lo contrario), sino que hay otras muchas congregaciones con casos ya probados, juzgados y condenados, con connivencia de sus órganos de gobierno y encubrimiento en muchos casos: jesuitas, maristas, benedictinos, etc. Pero ellos no son intervenidos. ¿Tal vez porque no son raros?
Los religiosos, aun cuando lleven todos hábito, mantienen cada uno su estilo de peinado.
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FJD: Sí, hombre, claro. Cuando se usaba la tonsura monacal había una gran variedad de peinados. Y no digamos las Carmelitas Descalzas, las vemos cada poco en la peluquería poniéndose los rulos.
Y, por supuesto, jesuitas y demas deberian haber sido comisariados hace tiempo y, probablemente, disueltos y refundados bajo la vigilancia estrecha de doctrina de la fe. Pero una cosa no quita la otra. Visto lo visto muy pocos se salvan.
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FJD: Bien, pero si la causa son los vídeos, que se diga. Si hay un iluminado o un hereje, que se le condene por ello. Pero no que se lance una acusación vaga y sin posibilidad de defensa. Hay que tener en cuenta que la acusación es semejante a los pretextos que se ha dado para la intervención en los Franciscanos de la Inmaculada. Al final esta situación parece que busca evitar esa "rareza" que comento, y no promover la reforma de la Iglesia.
Con una absoluta certeza de que estamos en el final de los tiempos, mezcló diferentes tipos de apariciones, aprobadas unas, otras en espera y otras que sé que son falsas, para decirme que la Virgen ha profetizado que va a caer un meteorito que va a matar dos terceras partes de la población mundial. Me soltó más cosas de cuento de magia oscura para llenar de pesadillas los sueños de los niños...
Además, no es la típica señora que se nota atontada con la religión, sino que me sorprendió porque es inteligente y culta. Y el resto de cosas que le oía decir antes de eso me parecían razonables.
Yo no digo que estas cosas sean dichas en la congregación, pues lo ignoro. Pero de aquella charla, que me contó algo de su hijo, sí me llevé la sensación de que si me invitaban a algo diria que no puedo ir, que tengo dentista.
Y efectivamente, como dice Pepe Jacobo, habría no que intervenir, sino tal vez hasta bombardear a otros. Y es verdad que estas cosas sólo van en una dirección.
Pero la cosa, es que vivimos tiempos locos. Lo verdaderamente extraordinario es intentar guardar el verdadero sensus fidei: eso sí que es raro.
El auge de las posiciones extremistas y desequilibradas en la Iglesia es cada vez más grande. Tanto los hippieprogres como los frikitradis se llevan a su campo a tantos, creando una dicotomia, que si no quieres entrar en ella te van a llover descalificativos por todas partes. A mi me han llamado: reaccionaria, modernista, tradicionalista, apostata, ultraconservadora, seguidora de la nueva Iglesia, preconciliar y post conciliar...
Lo unico raro hoy en día es que las corrientes eclesiales dominantes nos hagan quitarnos el sombrero, pero no la cabeza.
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FJD: Siempre se han permitido los hábitos en los laicos. En algunos casos incluso por devoción. Siempre ha habido signos distintivos entre laicos y consagrados. En el caso de los Heraldos los hay.
Una cuestión más. El divorcio (entresacando uno de sus ejemplos) no es que haya terminado imponiéndose como normal. Es que también solo era cuestión de tiempo que alguna gente, bastante gente, y no digamos "la otra" gente, optase por considerar que lo anormal era seguir viviendo en una relación que, para ellos, era una mentira. Igual en lo que sea "su conciencia" llevan hasta razón.
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FJD: Soy amigo de la TFP y conozco muy bien sus casas. Los Heraldos cantaron en mi cantemisa y los conozco bastante bien.
En lo del divorcio me refería a los católicos, claro. Entiendo que en su desconocimiento de la ley, a usted le parezca normal.
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FJD: Hay que intervenir órdenes religiosas si se promueven los comportamientos que llevan a esos delitos. Como el jesuita James Martin, que promueve la homosexualidad en el clero, causante de los casos de pederastia.
Pero si en la congregación que estamos todos pensando el superior general dice eso y peores, y prácticamente todos los miembros hacen declaraciones en esa línea y peores............. Jesús, que compañía!!!!
Pues así estamos. Recemos , y no nos quejemos.........
El tema de los vídeos y de los exorcismos es muy lamentable, pero se soluciona a nivel diocesano con las reducciones al estado laical que sean precisas y punto. ¿Se ha hecho?
Personalmente todo movimiento de laicos me pone los pelos de punta porque casi siempre terminan en la dirección espiritual grupal, lo cual es un horror (o en cosas muy parecidas, la quintaesencia de las cuales son los "escrutinios" de los kikos).
Hasta santa Teresa permitía libertad a sus monjas para elegir confesor y director espiritual, y eran monjas de clausura estricta y obediencia estricta como podemos ver en cualquier monasterio suyo. Bien, pues creo que esta libertad NO existe en muchos movimientos, y de ahí sus problemas internos.
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FJD: Creo que tienes razón, aunque hay casos en los que la Iglesia restringe la libertad de elección de director espiritual. Por ejemplo, los seminaristas (que son laicos) sólo pueden dirigirse con un sacerdote nombrado por el obispo.
Yo sí los he tratado, varias veces y durante varios años, y admiro varias cosas en ellos pero en cambio otras no me parecen "normales," en ninguno de los dos sentidos que le das al término normal (lo que sigue la norma, el deber-ser, y lo que se ha vuelto común o frecuente).
1. Aman la ortodoxia (¡bien!) pero la tratan como un conjunto de conocimientos clausurados. Mi experiencia es que aman la repetición de lo dicho y sabido (más o menos hasta la altura del 11 de Octubre de 1962). Y nada más.
2. La rigidez en casos experimentados personalmente llega a extremos ridículos. Por ejemplo, no saludar, no sonreír, no dar la mano. En la interacción entre mujeres y hombres la cosa he visto en ocasiones que bordea lo psiquiátrico.
3. He sabido de casos de manipulación mental directa: "Si te sales, estás desobedeciendo a Dios y poniendo en peligro tu salvación eterna. Ya sabes bien cómo es lo del infierno..."
4. Aquel lenguaje de que lo que se diga, cante u ore en latín es _eo ipso_ más católico. Esa no es buena teología ni buena espiritualidad.
¿Sigo?
POR SUPUESTO, comparto el dolor de P. Jorge y muchos otros que no atinamos a entender por qué no se hace en la práctica NADA con los desmanes y desórdenes de tantos sacerdotes y religiosos; y de tantas congregaciones y comunidades. Pero, conocemos la lógica formal: lo uno no implica lo otro. No puede deducirse que la inacción en otros casos, quizás objetivamente peores, descalifica de entrada la acción que en este caso se ha tomado.
Espero, por supuesto, y hago oración, para que un buen discernimiento conduzca a que lo mucho bueno que tienen los Heraldos florezca más y más.
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FJD: La cuestión es si esas deficiencias justifican una intervención tan grave como la imposición de un comisario. Hay que tener en cuenta que esto no es inocuo. Ser señalados de esta forma hace muchísimo daño a la imagen de una congregación. Tales deficiencias se dan en todas las congregaciones y órdenes y yo no tengo nada claro que sean generalizadas o promovidas por los órganos de gobierno.
Por ejemplo, las personas que conozco que han salido de los Heraldos, además de hablarme maravillas de ellos, no me han contado nunca que hayan recibido presiones. Esto no quiere decir que no las haya (¿hay alguna congregación o grupo donde no haya nada de esto?), sino que yo no los veo como generalizados. Del tema de lo de 1962, un compañero mío de estudios Heraldo ha trabajado mucho sobre Magisterio muy reciente sin ningún problema. Y en cuanto al latín, una de las cosas que más recuerdo de mi cantemisa fue cuando los Heraldos cantaron la Marcha Real española con una letra de los cristeros que dice: "La Virgen María es nuestra protectora, nuestra gran Señora, no hay nada que temer..."
Saludos cordiales.
A ver quién supera eso, je je.
Muchas gracias por su artículo.
Yo soy tan raro como mi Maestro.
Y doy gracias a los Heraldos del Evangelio que donaron una imagen de la Peregrina a mi parroquia, y ésta está 2 días al mes en mi casa todos los meses.
Mirar a Dios, ser mirado por Dios y mirar con Él: Ud. ya mira solo con los ojos de Él.
QDLB.
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FJD: Buuuuu...
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FJD: El P. Nelson conoce a los Heraldos bastante bien, y sus críticas son justas. Lo que yo pongo en duda es que se puedan generalizar. O que se les pueda juzgar por ser raros.
Están muy cerca .
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FJD: Pues no estoy seguro de si tienen casas en zona amazónica, pero me imagino que siendo de Brasil sí.
"En lo del divorcio me refería a los católicos, claro. Entiendo que en su desconocimiento de la ley, a usted le parezca normal".
- Desconocimiento que usted, a su vez, desconoce, lo cual no impide que, efectivamente, yo sea uno de esos católicos, y no precisamente raros, que ven normal que para muchas personas una relación se extinga fructífera y pacíficamente para todos. A ver si al final va a ser verdad aquello de que, mejor que vivir en una mentira, más vale no casarse.
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FJD: La norma de Cristo es "lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre". Es evidente que usted sigue otra.
Me imagino que no será su rareza la culpable de la sanción, pero también hay que tener en cuenta que, cuanto más nos parezcamos al mundo que nos rodea, menos sanciones ponen en la actualidad y en algunas ocasiones parece ser condición sine qua non. Si las hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl quisieran volverse a poner su extraña toca ¿les dejarían? Me temo que no.
Un artículo titulado "Lo que es raro es raro" no es muy afortunado porque estigmatiza la rareza, cuando la rareza nunca ha sido contemplada en la ortodoxia como falta por sí misma, mejor hubiera sido que se hubiera fijado en otra cosa punible, sobre todo cuando hay un sínodo de por medio que también es raro, pero nadie que intente descalificarlo lo hace por mor de su rareza ya que en el Vaticano habrán entrado chinos con su vestimenta tradicional, senegaleses con la suya y gente de todo atuendo, sobre todo si el atuendo les cubre las partes púdicas. Yo también leí ese titular y no me gustó nada, quizás porque desde niña me han gustado los extravagantes y nadie me dijo que eso fuera pecado.
Usted es, por declaración propia, anarco-católico y es normal (es norma de este tipo de personas) que les llame la atención un titular desafortunado.
Las justificaciones del por qué lo hacen son suaves, sí. Pero también me parece suave la forma en que el fundador renunció casi simultáneamente a la vez que escándalo de los exorcismos. De hecho, hasta creo que le dejaron renunciar con elegancia y no como se hubiera merecido. Así que, que ahora también haya suavidad, lo veo hasta en consonancia con no querer escándalos y muy opuesto a querer manchar su imagen.
Y con respecto a que ellos dicen que el asunto se cerró y nadie lo ha desmentido... Pues dándome una vuelta a ver lo que oficialmente decían de los exorcismos y tampoco nadie ha desmentido, me parece no sólo locura sobre locura, sino ganas de engañar.
Y falacias, no, por favor. No es encontrar el punto medio entre el infanticidio y las botas del Tercer Reich. No. El tío alegaba comunicarse con los muertos...
Hay muchos progres en la Iglesia, pero eso es de forma directa y sin excusas, diabólico.
FJD: Creo que está bastante claro que el objetivo de este artículo no es discutir sobre la normalidad del divorcio.
1) Deficiencias en el estilo de gobierno. La estructura de mando y poder puertas adentro no es colegiada, como ha sido siempre en órdenes como la OP o piramidal como en los SJ: manda mons. Clá y sus favoritos elegidos a dedo. Todo es decidido desde allí al detalle, hasta quién se queda y quién se va.
2) Vida de los miembros del consejo: son siempre los mismos, un puñado, que llevan un estilo de vida mucho más holgado que el de los demás: vacaciones con JC en la costa, comida refinada, etc. Las estrictas reglas de separación entre rama femenina y masculina son bien más flexibles para ellos.
3) Pastoral vocacional: los Heraldos reclutan vocaciones entre niños de 8 a 12 años. A mí a los 14 se me consideraba "vocación tardía". En Brasil los "sortean" en proyectos que hacen en escuelas, los llevan a la sede y de esos que van a la sede se hace una preselección de los que parecen más adecuados y a esos se los invita a ir a vivir a la sede y asistir al colegio de los Heraldos. Si aceptan, se les separa no solo física sino emocionalmente de sus familias.
A la familia se le llama FMR, la Fuente de Mi Revolución, que quiere decir que es la fuente de la rebelión contra Dios y la gran tentadora. Estamos hablando de cualquier familia, también de las buenas familias católicas que dejan ir a sus hijos con la ilusión de que serán sacerdotes y religiosos para gloria de Dios. Se enseña a odiar y despreciar a los propios familiares y considerarlos como malditos.
4) Discernimiento vocacional: viene de la mano del superior de la casa u otros heraldos que le dicen al chico que tiene vocación, o que haber vivido una semana entre ellos es signo de vocación y otros similares. Me sucedió a mí en primera persona. Desvincularse del grupo es presentado como el camino seguro de la condenación y de morir de manera horrible en la Bagarre, además de sufrir otras grandes desgracias y problemas psicológicos, señal de disgusto divino.
5) Formación de vocaciones. Los menores de edad no viven en régimen de seminario menor o internado de religiosos, sino que viven como novicios, llevando vida regular completa como si fueran adultos. La piedra de toque de la vida espiritual del miembro es cuanto entusiasmo por los fundadores y sus gustos tenga. Los materiales de formación son escritos de JC y Plinio Correa de Olivera, con excepción de algunas otras bien pocas cosas (El Tratado de la Verdadera Devoción, El Alma de Todo Apostolado y la Historia de un Alma). El resto es todo visto con desconfianza y quien quiera formarse en otras cosas es visto como "caneca amasada" es decir, intelectualoide sin espíritu.
¿Por qué muchos ex miembros niegan todo esto? Algunas intuiciones:
El que conozca personas que salieron, voluntaria o involuntariamente de institutos, saben que el sentimiento de culpa, aún cuando no la haya en realidad, es muy común. Imaginarse cuando se sale de un lugar en el cual esto es visto realmente como vida o muerte horrible. Decir que uno está bien y que nada pasó es un mecanismo de defensa psicológica para no derrumbarse. Unos dependen de guardar los secretos para subsistir psicológicamente y otros aún físicamente (personas que, con la nula formación para la vida civil que reciben, dependen en sus trabajos para mantener a sus familias, de la institución). El grupo maneja además la máxima "ellos no entenderían porque no tienen vocación": el grupo es algo totalmente nuevo que rompe todos los moldes. A mí me llevó estudio serio de las órdenes antiguas para entender lo ido que era todo allí adentro. Pero quien no lo hace, se siente justificado.
Su último argumento, padre, es un poco falaz. Decir que esta gente está bien comisariada no equivale a decir que otros no deberían ser comisariados también. "Pero a Pedrito su mamá lo deja" no es razón para la mamá de Juanito de dejarlo hacer.
Por otro lado, el que entra en las congregaciones progresistas es un adulto que más o menos sabe lo que se puede esperar. El niño que entra y es abusado psicológicamente en estas y luego escupido fuera, no.
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FJD: Publico el comentario, aunque ya le digo que no me fío un pelo de lo que usted dice, porque conozco a los Heraldos y porque cosas que usted dice me parecen totalmente normales (como la pastoral vocacional con niños, que se ha hecho siempre en la Iglesia).
El último contraargumento es una falacia de blanco móvil, porque yo no he dicho que la razón por la que no se debería comisariar a los Heraldos es que no se comisarie otras congregaciones. De hecho yo no me pronuncio sobre el comisariamiento de los Heraldos. Sólo pregunto por qué a ellos sí y a otros no.
El que un comisario sea enviado a investigar no debería ser raro sino frecuente sin perturbar la sana marcha del Instituto y estamos seguros que no habrá nada Malo, pero eso sí dadas rarezas infiltradas hasta en Roma no deben dejar de ejercer el derecho canónico para impedir cualquier procedimiento raro para el mismo, esto es parte de la fidelidad eclesial.
- Al menos que ahí quede la idea para futuro debate si encarta.
Pero también he mencionado la rareza (como poco) que me ha suscitado la expresión "cantemisa", no sé si será algún localismo, y muy localismo. (La mención del himno versionado en la cantemisa, si me permite la opinión, eso ya ha sobrado).
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FJD: Sobre la licitud del divorcio no hay debate en la Iglesia de Cristo. Para reclamaciones en el juicio particular (porque si va con sus herejías no creo que tenga ocasión de preguntar luego).
Cantemisa es como se llama en España a la Primera Misa solemne de un sacerdote, el cual, a su vez, suele ser llamado "misacantano".
"Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre. 9.No os dejéis seducir por doctrinas varias y extrañas. Mejor es fortalecer el corazón con la gracia que con alimentos que nada aprovecharon a los que siguieron ese camino."
LA ÚNICA FORMA DE SER CATÓLICO ES CRISTO Y SU GRACIA. No quiero ideologías en mi Iglesia, ni modernistas ni tradicionalistas. Sólo quiero a Cristo y a Cristo en mis hermanos...
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FJD: Sí, claro, todos igualitos que usted.
FJD: En mi blog no permito expresiones tan burdas como las suyas. Si usted tuviera ingenio, podría decir lo mismo sin ser tan maleducada.
FJD: Si quiere que le publique el comentario, pruebe a escribir lo que escribió sin usar palabras malsonantes.
Por mi experiencia, los que salen rebotados que lo guarden para si, pues no saben cuánto mal hacen, y eso que se creen muy buenos Cristianos (quizá ese sea el foco, creerse uno siquiera Cristiano).
Por último decir que a mí los Heraldos me parecen raros, no en el sentido de FJD, pero benditos sean, y cuánto bien hacen.
- Casualmente es también mi país y mi idioma, incluso he acudido a varias de esas ceremonias, por eso digo que debe tratarse de un localismo. La propia RAE lo desconoce.
'Misacantano' sí lo conocía por el Arcipreste de Hita (o Berceo tal vez). Que tampoco es ya nada usual.
Me parece muy acertadas las distinciones que haces. Como el Derecho Canónico obliga en conciencia y en los seminarios donde yo he enseñado imparten al menos cuatro cursos de Derecho Canónico, difícilmente los religosos y curas que desobedecen la norma del hábito y traje clerical pueden alegar ignorancia de la norma. Claro, los curas y religiosos mayores les den mal ejemplo a los seminaristas y ellos salen a hacer lo mismo que los mayores para no quedar mal o ser tachados de "rígidos", para utilizar una palabra favorita del Papa Francisco. Además, existe el Directorio de la Vida del Presbítero que entra en más detalles sobre el tema del valor del traje clerical. Como ya la generación de los años 70 se está acabando, es de esperar que venga una verdadera reforma en la Iglesia y que incluya la restauración de la justicia y el papel esencial del Derecho Canónico cuyo olvido tanto daño ha causado a la Iglesia.
Con lo de los niños no es tanto el tema de que se haga pastoral vocacional con ellos, sino el modo en que se hace: una cosa son adolescentes en un internado o seminario menor, que viven de acuerdo a ciertas reglas pero nunca exactamente igual a los novicios, religiosos o seminaristas mayores, con acompañamiento y discernimiento acordes a su edad, y otra es tener niños y adolescentes viviendo como si fueran novicios o religiosos profesos a todos los efectos. También el hecho de que se busquen vocacionandos exclusivamente en ese rango etáreo, y que se fomente el desprecio de la propia familia.
He de creer que buena parte del comisariamiento viene del escándalo de los videos, a partir del cual muchos padres sacaron o intentaron sacar a sus hijos de la institución, se asociaron entre ellos y enviaron al menos una cincuentena de cartas y testimonios a la Congregación los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
Suscribo la recomendación de Otra Persona respecto al opúsculo de Dom Dismas de Lassus, fuente poco sospechosa si las hay. Era leer y decir "esto, esto, esto, esto también" explicado de manera sólida y lúcida.
También compartí con algunos Heraldos que salieron, y a ninguno de ellos les vi nada raro, todo normal.
Me parece que algunos presbíteros no soportan a los Heraldos, no porque sean raros, sino más bien porque le tienen envidia.
Conozco algunos padrecitos que no pueden soportar ver como todo lo que ellos hacen, lo hacen bien, sin necesidad de venderse al espíritu del mundo.
Ellos son super exigentes en todo lo que se refiere a asuntos morales, por eso fue que los visitadores no les encontraron nada, nada, nada de lo que infelizmente encontramos en muchas de las antiguas ordenes y comunidades religiosas (dominicos, jesuitas, etc).
La Iglesia, gracias a Dios, es mucho más que esos grupos que Ud. señala, y hay otros grupos que no se identifican con los que Ud., menciona que son buenos creyentes.
Eso es lo que quiero significar. Aquí abajo le transcribo su comentario exclusivista.
"Efectivamente, es raro que en la Iglesia de hoy haya una congregación religiosa que tenga como nota distintiva la ortodoxia, el cuidado de la liturgia, la abundancia de vocaciones y el testimonio explícito del Evangelio en el mundo. Lo normal parece ser defender el sacerdocio femenino (como vemos hacer a algunos obispos en el sínodo), ciscarse en cualquier norma litúrgica, tener los seminarios y noviciados vacíos, y mezclarse con el entorno para no llamar la atención. Sin embargo, si vamos a las normas, resulta que los que las cumplen (al menos en las cosas que estoy señalando, en otras no puedo saberlo) son los Heraldos."
Deus benedicat vos et in Omnibus glorificetur Deus sicut Ordo benedictina dicere solet.
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FJD: Es que yo no he dicho en ninguna parte que el cristianismo sea algo privativo de esos grupos.
Al decir "lo normal" nos está incluyendo allí, entre los supuestamente mediocres o malos, a la mayoría de los cristianos, y en especial a los Obispos, Sacerdotes y demás cristianos. Estaría haciendo un exclusivismo entre esos pocos identificados por Ud. y el resto, que seríamos lo normal y equivocado.
Eso pasa por usar esas frases retóricas en la cual el que escribe quiere situarse como el miembro de una escasa población ilustrada y fiel en comparación de una ristra de mediocres que estaríamos dentro de eso normal que Ud. señala.
Quizás no fue su intención, pero suena así.
Es muy del uso de ciertos tradicionalistas y progresistas presentarse como los únicos que están en el buen camino, como los verdaderos e discípulos del Señor a imitar, los que han encontrado la piedra filosofal del Sendero.
Los Proverbios dicen
4:26 dirige semitam pedibus tuis et omnes viæ tuæ stabilientur
4:27 ne declines ad dexteram et ad sinistram averte pedem tuum a malo
Existe mucha gente fiel y dignamente cristiana que no pertenece a esos grupos ni anda haciendo propaganda de ser los abnegados discípulos del Señor.
Ut in ómnibus glorificetur Deus.
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FJD: Sigue teniendo dificultades para entender lo que digo. Lo siento, creí haberme explicado con bastante claridad.
¿Tendré que nombrar todos los casos y desmanes que hoy vemos en la iglesia? ¿Tendré que recordar la reciente procesión con la Pachamama que el propio Fray Nelson tan duramente ha criticado? ¿Y la Inacción de los Jerarcas frente a las monjas que confiesan y los Ritos amazónicos que ahora los mismos jerarcas avalan?
Hagamos oración, para que un buen discernimiento, conduzca a que lo mucho bueno que tienen los Dominicos y lo mucho que nos ha aportado Fray Nelson, no se convierta en historia.
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FJD: Si tiene que decirle usted algo a Fray Nelson, lo puede hacer en su blog. Aquí cada uno da su opinión y se responde de acuerdo a sus argumentos, no a quién los presenta.
Usted habla de logica formal y dice que no se pueden sacar conclusiones generalizadas, pero aplica silogismos con deducciones generalizadas teniendo como premisa sus experiencias personales, y no fundamentos facticos sobre los heraldos, para dar su opinión personal sobre ellos.
Primero: usted dice que segun su experiencia, aman la repetición de lo dicho hasta el 11 de octubre de 1962. Si va a hablar de su experiencia, cuénteme cuál es, porque los conozco personalmente y lo que usted dice no es cierto ni tiene lógica. Y ni es lo que piensa la academia, porque personalmente he asistido a decenas de tesis de doctores y magisters en filosofía y teología en la Universidad Pontifícia Bolivariana, y en su gran mayoría laureadas!
Segundo: Habla usted de las consecuencias de la rigidez según su experiencia... Deduce usyed que los heraldos no sonríen, no saludan, etc. Deduce usted algo desde sus experiencias, no desde la realidad. Soy testigo presencial, ocular y en carne propia de todo lo contrario y no de simples deducciones. Estas afirmaciones son absurdas e infundadas.
Tercero: "He sabido de casos de manipulación mental directa: Si te sales, estás desobedeciendo a Dios..." Si está haciendo una declaración de algo tan serio, debería denunciarlo y probarlo, no sembrar una sombra de duda sobre algo que "ha sabido". Yo pertenecí a la comunidad, viví en la casa de los heraldos desde niño, y doy fe que nunca me dijeron, enseñaron o siquiera insinuaron una tontería de ese estilo, porque la vocación es voluntad de Dios y no de los hombres, es Él quien nos llama y a cada uno le va mostrando el camino y los planes que tiene para él!
Tercero: De donde deduce usted que ellos dicen que lo que se cante en Latin es más católico? Porque segun esa lógica lo demás es menos católico. Tristemente los silogismos que aplica son desmentidos por la realidad. Una cosa es que sea más bonito (y en cuestion de gustos o estilos ni usted ni yo podemos pontificar) otra que sea más o menos católico. Debería ir a una misa y darse cuenta que ellos realizan cantos en Español, latín, portugués, francés, alemán, italiano, y dejo por ahí para que sea usted mismo quien corrobore, pero por favor, como dice usted "LO UNO NO IMPLICA LO OTRO" el hecho de que ellos canten gregorianos en Latín, no implica que consideren mas católico una cosa y menos la otra.
Si de verdas los Admira, en honor a la verdad y la Justicia, debería conocerlos en la práctica y no en las hipótesis que plantea basadas en sus experiencias. Lo uno no implica lo otro.
Abrirles los ojos a los ciegos de estos tiempos es un acto de verdadera misericordia
Francisco
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