11.07.14

Comentarios sobre el Instrumentum Laboris (IV)

¿Pensabais que me había olvidado del tema? Pues no. ¿Pensabais que os ibais a librar de mi refractaria actitud contraria al optimismo pelagiano? Pues tampoco.

Entramos en la segunda parte del “Instrumentum Laboris” para el próximo sínodo extraordinario.

50. En el compromiso pastoral por la familia se observa una interesante reciprocidad entre la responsabilidad de los pastores y los diversos carismas y ministerios en la comunidad eclesial. Las experiencias más positivas se dan precisamente cuando tiene lugar esta sinergia.

Toda colaboración entre seglares y ordenados es buena. Cada cual en su lugar, ciertamente.

51. Hay respuestas muy similares entre los diversos continentes acerca de la preparación al matrimonio. Encontramos con frecuencia cursos en las parroquias, seminarios y retiros de oración para parejas, en los que también participan como animadores —además de los sacerdotes— parejas casadas de consolidada experiencia familiar.

Los cursos si se dan con frecuencia, prácticamente siempre, pero ¿seminarios y retiros de oración? ¿dónde, cuándo, cómo?

51… En estos cursos, los objetivos son: la promoción de la relación de pareja, con la conciencia y la libertad de la elección; el conocimiento de los compromisos humanos, civiles y cristianos; el reanudar la catequesis de la iniciación profundizando en el sacramento del matrimonio; el estímulo a la participación de la pareja en la vida comunitaria y social.

¿Promoción de la relación con la pareja, cuando ya hay una pareja que se relaciona tanto que se quiere casar? No lo entiendo. Y respecto a las catequesis de iniciación, ¿de verdad que ese elemento aparece en la mayor parte de los cursos prematrimoniales? Me alegraría de que así fuese. Al que yo asistí allá por el año 1999 no había nada de eso.

52. Algunas respuestas señalan la poca atención de los novios prometidos —en muchos casos— a los cursos prematrimoniales. Por este motivo, en numerosos contextos existe la tendencia a promover catequesis diferenciadas: para los jóvenes incluso antes del noviazgo; para los padres de los novios; para las parejas de casados; para las personas separadas; para la preparación al Bautismo; para el conocimiento de los documentos pastorales de los Obispos y del Magisterio de la Iglesia.

Creo que esos contextos están prácticamente ausentes en España. Si en otros lugares se hace, me alegro mucho.

53. Algunas Conferencias Episcopales se quejan de que las parejas a menudo se presentan en el último momento, cuando ya han fijado la fecha de la boda, incluso cuando la pareja presenta aspectos que requerirían una atención especial, como en el caso de la disparidad de culto (matrimonio entre un bautizado y un no bautizado) o de una escasa formación cristiana.

Pues fácil. En esos casos, se les dice que el sacramento del matrimonio es una cosa muy seria y no un mero complemento del matrimonio civil. Y que deben recibir una formación suficiente como para que haya alguna garantía de que se van a casar de verdad y no una pantomima que luego hay que considerar como matrimonio nulo. Si aceptan esas condiciones, bien. Si no, pues no tiene sentido ceder nuestros templos para algo que NO es un matrimonio.

53… Otras Conferencias recuerdan que los itinerarios a la preparación al sacramento del matrimonio han mejorado en las últimas décadas; se ha tratado cada vez más de transformar los “cursos” en “itinerarios”, en los que participen juntos sacerdotes y esposos. Se observa que en los últimos años los contenidos de los programas han sufrido un cambio substancial: se ha pasado de un servicio orientado solamente al sacramento a un primer anuncio de la fe.

Si los novios no son católicos practicantes, es imprescindible una catequesis encaminada a que la fe juegue un papel fundamental en sus vidas. De lo contrario, las posibilidades de fracaso matrimonial crecen exponencialmente.

54… Otro momento importante es ciertamente el coloquio de preparación al matrimonio con el párroco o su encargado; se trata de un momento necesario para todas las parejas de novios. A menudo las respuestas se quejan de que este momento no se utilice suficientemente como una oportunidad para una discusión más profunda y en consecuencia quede en un contexto más bien formal.

La burocratización de cualquier sacramento es una plaga. Es necesario ofrecer a los novios una enseñanza sobre el poder de la gracia para convertir su futuro matrimonio en una fuente de felicidad y comunión con Dios. Si Dios une al hombre y la mujer, solo Dios puede mantener esa unión cuando lleguen las dificultades, que, de eso no cabe duda, siempre llegan.

55. Muchas respuestas explican que en los cursos propuestos se trata de introducir nuevos temas, como la capacidad de escuchar al cónyuge, la vida sexual conyugal, la solución de los conflictos. En algunos contextos, marcados por tradiciones culturales más bien machistas, se pone de relieve la falta de respeto a la mujer, de la que deriva un ejercicio del ser cónyuge no conforme a la reciprocidad entre sujetos de igual dignidad.

Todo hombre que vea a la mujer como un ser “inferior” no debería ser admitido al matrimonio. No siempre se aprecia esa condición en el noviazgo, así que hay que hacer un ejercicio de discernimiento espiritual importante.

57. De las respuestas recibidas se deduce la necesidad de salvaguardar y promover las diversas formas de piedad popular extendidas en los varios continentes para sostener a la familia. A pesar de una cierta disgregación familiar, siguen siendo significativas, como momentos de agregación de la familia, la devoción mariana, las fiestas populares o las de los santos del lugar.

La religiosidad popular tiende a transmitirse en el seno de las familias. Es por tanto un instrumento magnifico, si se consigue purificarla de determinados malos hábitos que todos conocemos.

58. Muchas Conferencias Episcopales han testimoniado que las Iglesias particulares, con su acción pastoral, sostienen la espiritualidad de la familia. De los movimientos de espiritualidad viene una contribución específica a la promoción de una pastoral familiar auténtica y eficaz en nuestro tiempo.

Eso es seguramente cierto en las familias que están integradas en la vida parroquial y diocesana. La cuestión es cómo conseguimos, por gracia, hacer una oferta “atractiva” a los que viven alejados de toda espiritualidad.

59. Un punto clave para la promoción de una pastoral familiar auténtica e incisiva parece ser últimamente el testimonio de la pareja. Todas las respuestas señalan este elemento. Es esencial el testimonio no sólo de coherencia con los principios de la familia cristiana, sino también de la belleza y la alegría que da acoger el anuncio evangélico en el matrimonio y la vida familiar. A su vez, en la pastoral familiar se siente la necesidad de recorrer la via pulchritudinis, o sea, el camino del testimonio cargado de atractivo de la familia vivida a la luz del Evangelio y en constante unión con Dios.

La santidad es contagiosa. Una familia cristiana que ejerce de tal, que rebosa a Cristo por todos sus poros, es polo de atracción para familias con problemas y para jóvenes que quieren formar sus propias familias.

60. Algunas Conferencias Episcopales señalan que, aunque en numerosas áreas geográficas el éxito del matrimonio y la familia ya no se da por descontado, se observa, sin embargo, que los jóvenes nutren una alta estima por los cónyuges que, aun después de muchos años de matrimonio, siguen viviendo una opción de vida marcada por el amor y la fidelidad. Por este motivo, entre otros, en numerosas diócesis se celebran —en presencia de los Obispos— jubileos y fiestas de agradecimiento por los cónyuges con muchos años de casados a sus espaldas. En esta misma dirección, se reconoce el especial testimonio que dan los cónyuges que permanecen al lado de su consorte pese a problemas y dificultades.

No hay cosa más preciosa que asistir a las bodas de plata y de oro de nuestros padres y abuelos. Su testimonio es fuente de gracia. Su ejemplo de fidelidad marca el camino a seguir.

Próximo capítulo “Los desafíos pastorales de la familia".

Luis Fernando Pérez Bustamante

9.07.14

Rusia se preocupa por sus hijos

De Putin y la actual Rusia se pueden decir muchas cosas, y no todas buenas. Pero es evidente que desde la caída del régimen comunista, y muy especialmente en los últimos años, ese gran país está dando algunas lecciones al mundo, y muy especialmente a Occidente. En esa realidad influye, y no poco, el creciente papel de la Iglesia Ortodoxa.

Esas lecciones no impiden que se den extremismos indeseables. Por ejemplo, en relación con la comunidad homosexual, en Rusia existen grupos de indeseables que se dedican a perseguirles y apalearles. Tales hechos han de ser denunciados y castigados. No hay lugar en una sociedad civilizada para gentuza de esa ralea.

Ahora bien, estamos ante una nación que se niega a recorrer el camino de la apostasía de Occidente y que, poco a poco, da algunos pasos en la dirección correcta. El aborto en Rusia es una plaga de dimensiones apocalípticas. Se acerca al millón de abortos al año. Una auténtica salvajada. Pero no hay más que darse un paseo por las noticias que hemos publicado en InfoCatólica para darse cuenta que los políticos rusos quieren que cambien las cosas.

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8.07.14

No era santa Mónica, pero soy católico en buena medida gracias a ella

Se llamaba Mónica, era cristiana y estaba casada con Patricio, un pagano de difícil carácter. De dicho matrimonio nacieron tres hijos, uno de los cuales se llamaba Agustín. Desesperada por el comportamiento de su retoño, la buena mujer imploraba a Dios con lágrimas por su conversión. Era tanto su amor por él, que se dirigió al obispo de Milán, Ambrosio, para que le predicara el evangelio. El santo obispo le dio una respuesta que ha quedado para la historia: ¡No puede perderse un hijo de tantas lágrimas!. Lo que ocurrió después, ya lo saben. Ese hijo se convirtió y llegó a ser obispo de Hipona así como uno de los más grandes santos que ha dado la Iglesia.

Salvando las enormes distancias, yo también tuve una madre, Amelia, que se ocupó, y mucho, por mi salud espiritual. No es que ella fuera un modelo de santidad inmaculada, pero desde luego supo transmitirme su amor por el Señor, por la Virgen y hasta por la Iglesia. Tuve además la suerte de que fuera catequista, lo cual sirvió, entre otras cosas, para que yo tomara la primera comunión un año antes (contaba con 7) de lo que era habitual por entonces. Ella le dijo al párroco que yo estaba preparado de sobra y el sacerdote no puso inconveniente.

Con el paso de los años, le tocó pasar por un auténtico calvario de salud. Pasó muchos años entre dolores tan espantosos que estuvo ingresada en la unidad del dolor del hospital madrileño de Puerta del Hierro. Le llegaron a colocar una bomba de morfina. También padeció de los nervios, lo cual hacía que su personalidad fuera ciertamente complicada. Pero la gracia de Dios le permitió ofrecer siempre sus sufrimientos.

El fallecimiento prematuro de mi padre supuso un mazazo espantoso tanto para ella como para mí. Yo tenía 16 años y estaba en la etapa más complicada de la vida, la adolescencia. Aquella muerte, en vez de unirnos, nos enfrentó. Solo Dios sabe cuánto lamento el daño que la hice y lo mucho que la hice sufrir. Me aparté de la Iglesia, de la fe, llegué a atentar contra mi vida y me sumí en el mundo del esoterismo y la Nueva era.

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7.07.14

Los dos ataques contra la asignatura de religión

Constitución española, art 27.3:

Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

Libro de Proverbios:

Instruye al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
(Prov 22,6)

Desde el momento en que la Constitución española reconoce el pre-existente derecho de los padres a que sus hijos sean educados conforme a sus valores morales y religiosos, la asignatura de religión confesional es absolutamente necesaria.

Y quien la combate, como ocurre con la práctica totalidad de la clase política española en estos momentos, está arremetiendo contra uno de los derechos más fundamentales de las familias: la educación de los hijos.

Habrá quien diga que los padres pueden educar a sus hijos en casa en esos valores, pero todos sabemos que la escuela tiene una capacidad educativa enorme y por tanto no puede convertirse en una excepción en relación a la transmisión de esos principios que configuran la conciencia del niño y adolescentes.

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6.07.14

Observaba su rebaño, no fuera a ser que alguna oveja hubiera recibido algún dardo

Dado que uno de los tesoros más grandes de la fe católica son los padres de la Iglesia -entendiendo como tales los de todo el periodo patrístico-, conviene que leamos algunas de sus enseñanzas. Hoy os traigo citas de San Juan Crisóstomo, patriarca de Constantinopla. Concretamente de su “XVIII HOMILÍA encomiástica en honor de nuestro Padre, entre los santos EUSTACIO, Arzobispo de la gran Antioquía“.

Observa además la malicia del demonio. Porque como hacía poco que se había acabado la guerra contra los paganos, y todas las iglesias habían descansado de las pasadas y continuas persecuciones, no había pasado aún mucho tiempo de que habían sido clausurados los templos y destruidos los altares de los ídolos, y la rabia entera de los demonios había sido deshecha, y todo esto entristecía al diablo malvado y no lo podía llevar en paz, ¿qué hizo? ¡Echó encima otra guerra, guerra difícil! Porque la anterior había sido exterior, pero esta otra fue intestina; y esta clase de guerras son muy difíciles de precaver, y vencen con facilidad a aquellos que en ellas incurren.

¿Les suena a ustedes de algo la idea de que tan peligrosa, o más, es la “guerra” contra los que persiguen la Iglesia llenando el cielo de mártires, como la “guerra” interna, que en multitud de ocasiones tiene como base la extensión de la herejía?

Porque bellamente le había enseñado la gracia del Espíritu Santo, que el obispo de una iglesia no ha de cuidar únicamente de aquella que le encomendó el mismo Espíritu Santo, sino de cualquiera otra del universo. Esto lo deducía él de las preces sagradas. Porque si es necesario, decía, hacer oración por la iglesia católica desde unos términos de la tierra hasta otros, mucho más habrá que tener cuidado con ella, y tener solicitud por todos los fieles e inquietarse por todos ellos. Lo que le acontecía a Esteban eso mismo le acontecía a este bienaventurado. Pues así como por no poder resistir a la sabiduría de Esteban los judíos lo lapidaron, así éstos, por no poder resistir a la sabiduría de aquél, como vieran bien fortificadas sus defensas, finalmente echaron de la ciudad al pregonero de la verdad.

Como ven ustedes, el obispo de una diócesis no tiene solo el deber de velar por los fieles que le han sido encomendados sino por todos los demás. Eso lo enseña también el Concilio Vaticano II en la Lumen Gentium, 23:

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