El Sínodo hijo de Laudato Si´
En una reciente entrevista, el papa Francisco tuvo a bien decir que el Sínodo para la Amazonia que se va a celebrar en octubre en Roma es “hijo de Laudato Si´”. Por tanto, conviene saber bien de qué estamos hablando.
Empezaré citando unos puntos del Instrumentum Laboris, que ha sido calificado como heterodoxo/apóstata por algunas personalidades destacadas de la Iglesia (p.e: Brandmuller, Muller, Pell, Burke):
12. La búsqueda de los pueblos indígenas amazónicos de la vida en abundancia, se concreta en lo que ellos llaman el “buen vivir”. Se trata de vivir en “armonía consigo mismo, con la naturaleza, con los seres humanos y con el ser supremo, ya que hay una inter-comunicación entre todo el cosmos, en donde no hay excluyentes ni excluidos, y que entre todos podamos forjar un proyecto de vida plena”.
25. La vida de las comunidades amazónicas aún no afectadas por el influjo de la civilización occidental, se refleja en la creencia y en los ritos sobre el actuar de los espíritus, de la divinidad – llamada de múltiples maneras – con y en el territorio, con y en relación a la naturaleza. Esta cosmovisión se recoge en el ‘mantra’ de Francisco: “todo está conectado” (LS 16, 91, 117, 138, 240).
26. La integración de la creación, de la vida considerada como una totalidad que abarca toda la existencia, es la base de la cultura tradicional que se transmite de generación en generación a través de la escucha de la sabiduría ancestral, reserva viva de la espiritualidad y cultura indígena. Dicha sabiduría inspira el cuidado y respeto por la creación, con conciencia clara de sus límites, prohibiendo su abuso. Abusar de la naturaleza es abusar de los ancestros, de los hermanos y hermanas, de la creación, y del Creador, hipotecando el futuro.
29. Los pueblos amazónicos originarios tienen mucho que enseñarnos. Reconocemos que desde hace miles de años ellos cuidan de su tierra, el agua y el bosque, y han logrado hasta hoy preservarlos para que la humanidad pueda beneficiarse del gozo de los dones gratuitos de la creación de Dios. Los nuevos caminos de evangelización han de construirse en diálogo con estas sabidurías ancestrales en las que se manifiestan semillas del Verbo.
87. Los rituales y ceremonias indígenas son esenciales para la salud integral pues integran los diferentes ciclos de la vida humana y de la naturaleza. Crean armonía y equilibrio entre los seres humanos y el cosmos. Protegen la vida contra los males que pueden ser provocados tanto por seres humanos como por otros seres vivos. Ayudan a curar las enfermedades que perjudican el medio ambiente, la vida humana y otros seres vivos.
Para quien no sepa bien en qué consiste esa espiritualidad, esos ritos, esas creencias, esa cosmovisión indígena de la que, al parecer, tenemos tanto que aprender, no hay como leer a los protagonistas del sínodo. Y para ello tenemos a un “misionero” español, Luis Miguel Modino, quien lleva meses entrevistandoles para Religión Digital. Hoy mismo hemos publicado un resumen de la entrevista que realizó al sacerdote salesiano Justino Rezende. En ella leemos:
«También está la cuestión de la interculturalidad en el Instrumentum Laboris, precisamente para decir que esta interacción con otros pueblos, con otras realidades no humanas, el mundo del agua, el mundo forestal, el mundo subterráneo, es existencial, y esto aparece mucho en rituales, ceremonias. Indígenas, que nos muestran que no estamos sólo nosotros en el mundo, interactuamos con los seres de arriba, las constelaciones, quienes son nuestros hermanos, los truenos, el inframundo del mundo del agua, los seres que viven allí»